Steve Berry - La profecía Romanov

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - La profecía Romanov» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La profecía Romanov: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La profecía Romanov»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El 16 de julio de 1918 el Zar Nicolás II y toda la familia imperial son ejecutados a sangre fría, pero cuando en 1991 se inhuman sus restos se descubre que faltan los cadáveres de dos de los hijos del Zar. Hoy, tras la caída del comunismo, el pueblo rusa ha decidido democráticamente el regreso de la monarquía. Una Comisión especial queda a cargo de que el nuevo Zar sea escogido entre varios familiares distantes de Nicolás II. Cuando el abogado norteamericano Miles Lord es contratado para investigar a uno de los candidatos, se ve envuelto en una trama para descubrir uno de los grandes enigmas de la Historia: qué le sucedió realmente a la familia imperial. Su única pista es un críptico mensaje en los escritos de Rasputín que anuncia que aquel cruento capítulo no será el último en la leyenda de los Romanov.

La profecía Romanov — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La profecía Romanov», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Confío en que lo haremos entre los dos.

– Menos mal que uno de los dos confía -dijo, meneando la cabeza.

32

Moscú, 16:20

Hayes estudiaba a Stefan Baklanov. El Presumible Heredero se alzaba frente a los diecisiete miembros de la Comisión del Zar, encaramado a una mesa cubierta con un paño de seda. El Gran Salón del Palacio de las Facetas estaba lleno de espectadores y periodistas, y el ambiente era una especie de neblina azulada, procedente de los comisionados, que parecían disfrutar continuamente del tabaco en cualquiera de sus manifestaciones.

Baklanov llevaba un traje oscuro y no daba la impresión de inmutarse ante las preguntas de los comisionados, por largas o complicadas que fueran. Ésta era su última aparición en público antes de la votación de la mañana siguiente en que se elegiría entre los tres candidatos finales. En principio fueron nueve. Tres de ellos quedaron descartados de entrada. Otros dos eran cuestionables. Cuatro eran fuertes aspirantes, por su parentesco de sangre y por su cumplimiento de los requisitos establecidos en la Ley de Sucesión de 1797. La ronda inicial de los debates se centró en los matrimonios posteriores a 1918 y la disolución de linajes que en algún momento fueron muy dignos de tenerse en cuenta. Cada uno de los nueve candidatos pudo defender su caso ante la comisión y contestar a las preguntas que se le hicieran. Hayes había tomado las medidas necesarias para que Baklanov fuera en último lugar.

– Pienso muy a menudo en mi antecesor -dijo Baklanov ante el micrófono, en tono bajo, pero muy potente-. En este mismo salón del Palacio de las Facetas se reunieron los boyardos en enero de 1613 para elegir nuevo Zar. El país se hallaba en estado de gran agitación, porque el trono llevaba doce años vacío. Este grupo estableció unos requisitos muy concretos, como ustedes han hecho ahora. Tras largos debates y tras haber rechazado a diversos pretendientes, los boyardos escogieron por unanimidad a un muchacho de dieciséis años: Miguel Romanov. Es importante señalar que lo encontraron en el monasterio de Ipatiev. Allí empezó la dinastía de los Romanov, y en otra casa de los Ipatiev, la de Usos Especiales, trescientos años más tarde, vio su final.

Tras una pausa, añadió:

– Al menos, por el momento.

– Pero ¿no es verdad que Miguel fue elegido porque se comprometió a no tomar ninguna decisión sin consultarla antes con los boyardos, convirtiendo así la Duma en una asamblea nacional de facto? ¿Piensa usted hacer algo parecido? -preguntó uno de los comisionados.

Baklanov se removió en su asiento, pero su rostro conservó la expresión de afabilidad y franqueza.

– Ésa no fue la única razón de que eligieran a mi antecesor. Antes de proceder a la votación, la asamblea hizo una especie de encuesta y confirmó que Miguel Romanov gozaba de amplio apoyo popular. Lo mismo es cierto ahora, Comisionado. Todas las encuestas de ámbito nacional indican que la gente apoya mi restauración. Pero, respondiendo directamente a su pregunta, le recordaré que los tiempos de Miguel Romanov eran muy distintos a los nuestros.

»Rusia ha intentado antes la democracia, y ya ven ustedes los resultados. Somos un país acostumbrado a no confiar en el gobierno. La democracia implica un constante desafío, y nuestra historia no nos ha preparado para ello. Aquí, la gente espera que el gobierno se involucre en sus vidas. Las sociedades occidentales preconizan lo contrario.

»No ha habido grandeza alguna en nuestro país desde 1917. Nuestro imperio fue una vez el mayor de la Tierra y ahora, por el contrario, nuestra existencia depende de la generosidad de las naciones extranjeras. Es algo que me pone enfermo. Nos hemos pasado casi ochenta años fabricando bombas y equipando ejércitos, mientras la nación se venía abajo. Ha llegado la hora de invertir el proceso.

Hayes era consciente de que Baklanov actuaba para las cámaras. Las sesiones estaban retransmitiéndose en directo para Rusia y el mundo entero: la CNN, la CNBC, la BBC y la Fox se ocupaban de la cobertura occidental. Su respuesta podía considerarse casi perfecta. Baklanov había eludido la verdadera pregunta, pero había aprovechado la ocasión para dejar sentado un principio global de actuación. Quizá no fuera capaz de gobernar, pero, desde luego, sabía cómo halagar los oídos del público.

Otro comisionado preguntó:

– El padre de Miguel, Filaret, si recuerdo bien la Historia, fue quien de hecho llevó el país durante gran parte del reinado de su hijo. Miguel era un mero títere. ¿Es ésa una preocupación que el país debe sentir en su caso? ¿Serán otros quienes controlen sus decisiones?

Baklanov negó con la cabeza.

– Tenga usted por seguro, Comisionado, que no me hará falta nadie para tomar mis decisiones. Pero con ello no quiero decir que no acudiré a mi Consejo de Estado en requerimiento de opinión y sabio asesoramiento. Soy plenamente consciente de que todo autócrata debe contar con el apoyo de su gobierno y de su pueblo para salir adelante.

Otra excelente respuesta, pensó Hayes.

– ¿Qué nos dice de sus hijos? ¿Están preparados para asumir la responsabilidad? -preguntó el mismo comisionado.

El hombre estaba acuciándolo. Era uno de los otros tres candidatos, el que no estaba aún completamente comprado, porque no se había llegado a un acuerdo con él en lo tocante al precio. Pero a Hayes le habían garantizado unas horas antes que mañana por la mañana habría unanimidad.

– Mis hijos están dispuestos. El mayor ha comprendido su responsabilidad y está preparado para ser zarevich. Lo llevo educando desde que nació.

– ¿Tan seguro estaba usted de que se produciría la restauración?

– Mi corazón siempre me dijo que llegaría el día en que el pueblo ruso desearía el regreso de su Zar. La separación entre el Zar y el pueblo se produjo por medio de la violencia. Al Zar le arrebataron el trono a punta de fusil. Y ningún honor puede derivarse de una mala acción. Esta nación anda en busca de su pasado, y nos cabe esperar que la acción conjunta de la esperanza y las plegarias nos muestre el camino de la prosperidad. No nos debemos sólo a nosotros mismos. Ello es especialmente cierto de quienes nacen bendecidos por la sangre imperial. El trono de esta nación es el trono de los Romanov, y yo soy, entre los vivos, el varón Romanov de más cercano parentesco con Nicolás II. Cuanto mayor es el honor, mayor es la carga. Estoy preparado para llevarla sobre los hombros, por el bien de mi pueblo.

Baklanov bebió un sorbo de agua del vaso que tenía delante. Ningún comisionado interrumpió aquel momento. Volvió a dejar el vaso sobre la mesa y dijo:

– Miguel Romanov aceptó el trono a regañadientes, en 1613. Yo no voy a poner ninguna clase de pretexto para justificar mi deseo de ser el Zar. Rusia es mi Patria. Estoy convencido de que las naciones tienen sexo, y el nuestro es claramente femenino. Es esta acusada feminidad lo que explica nuestra fertilidad. Un biógrafo de Fabergé, a pesar de ser inglés, lo explica mejor: Dadle el punto de partida, la semilla, y ella, a su modo, tan peculiar, obtendrá los resultados más sorprendentes. Mi destino consiste en proveer a que estos resultados alcancen la madurez. Toda semilla sabe cuando ha llegado su momento. Yo sé cuando llega el mío. Al pueblo puede imponérsele el miedo, pero no el amor. Lo comprendo perfectamente. No quiero que Rusia me tema. No anhelo ninguna conquista imperial, ni la dominación del mundo. Nuestra grandeza, en los años venideros, consistirá en proveer a nuestro pueblo de un modo de vida que le garantice la salud y la prosperidad. Lo que cuenta no es que podamos aniquilar mil veces el mundo. Lo que cuenta es que podamos dar de comer a nuestro pueblo, curar sus enfermedades, proporcionarle acomodo y garantizar su prosperidad durante generaciones.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La profecía Romanov»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La profecía Romanov» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La profecía Romanov»

Обсуждение, отзывы о книге «La profecía Romanov» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x