Nelson Demille - El juego del León

Здесь есть возможность читать онлайн «Nelson Demille - El juego del León» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El juego del León: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El juego del León»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Desde un puesto especial de observación en el aeropuerto JFK de Nueva York, miembros de la Brigada Antiterrorista esperan la llegada de un pasajero desde París: Asad Khalil, un terrorista libio conocido como «El León» que va a pasarse a Occidente. Todo se está desarrollando conforme a lo previsto; el avión con sus centenares de pasajeros, incluido Khalil y sus escoltas del FBI, llega puntual a su destino. Sin embargo, pronto queda claro que algo marcha mal, terriblemente mal, y que lo ocurrido en este vuelo es sólo un preludio del terror que se sucederá a continuación…
John Corey, que sobrevivió a tres heridas de bala mientras fue miembro de la policía neoyorquina, sabe que ha agotado su cupo de buena suerte. No obstante, se alista como agente contratado al servicio de la Brigada Antiterrorista del gobierno federal y es asignado a la peligrosa sección de Oriente Medio. Kate Mayfield, su compañera en esta misión, tiene mayor graduación que John y menos edad, lo que constituye una combinación desastrosa para ambos. Aun así, ella consigue mantenerse firme frente al estilo temerario de John. Ahora, Corey y Mayfield deberán unir sus fuerzas y enfrentarse a un ser sin escrúpulos, un asesino cuya maldad no tiene límites.

El juego del León — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El juego del León», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Le desaté la chaqueta, le pasé la mano por la espalda y palpé suavemente el orificio de salida.

Lanzó un grito de dolor.

– Está empezando a coagularse -dije-. Procura no moverte para que no sangre otra vez. Mantén el orificio de entrada taponado con el pañuelo.

– Ya sé, ya sé, ya sé. Dios mío, cómo duele.

– Lo sé. -Yo he pasado por eso. Volví a anudarle la chaqueta en torno a la cintura.

Jalil tuvo otra idea y empezó a disparar contra las demás rocas, más pequeñas, que había a nuestro alrededor, provocando rebotes, como un jugador de billar que tratase de lograr una jugada desde detrás de la bola ocho. Las rocas eran de arenisca, y la mayoría de ellas se partían, pero de vez en cuando Jalil conseguía un rebote, y una de las balas se estrelló realmente contra el peñasco, por encima de mi cabeza.

– Mete la cabeza y la cara entre las piernas -dije a Kate. Y añadí-: Es perseverante el muy bastardo, ¿eh?

– Realmente te aborrece, John -dijo ella, metiendo la cabeza entre las piernas-. Tú le has impulsado a nuevos niveles de creatividad.

– Es un efecto que suelo provocar en la gente.

Sentí de pronto un agudo dolor en el muslo derecho y comprendí que había sido herido por una bala que había rebotado.

– ¡Maldita sea!

– ¿Qué ocurre?

Me palpé en el punto en que el ardiente proyectil me había alcanzado y descubrí un roto en el pantalón y un desgarrón en la carne. Busqué a tientas en el suelo, junto al muslo, y encontré la bala, deformada y todavía caliente. La levanté en el aire.

– Siete coma seis dos milímetros, funda de acero, proyectil militar, probablemente de un M-14, modificado como rifle de francotirador, con miras telescópicas para día y para noche intercambiables, más silenciador y supresor de fogonazo. Igual que el que tenía Gene.

– ¿A quién carajo le importa eso?

– Es sólo por hablar de algo. -Y añadí-: Igual también que el que tenía Ted.

Mis palabras quedaron flotando en el aire mientras tratábamos de ahuyentar de nuestra mente varias ideas absurdas.

– Naturalmente -agregué-, el M-14 es un rifle bastante común entre los excedentes del Ejército, y no pretendo sugerir nada mencionando que da la casualidad de que Ted tiene uno.

– Podría habernos matado en la estación VORTAC -dijo Kate finalmente.

– No lo haría tan cerca de donde Gene nos dejó para que nos reuniéramos con él -señalé.

Ella no respondió.

Naturalmente, yo no pensaba que fuese Ted quien estaba intentando matarnos. Ted no haría eso. Ted quería ir a nuestra boda, ¿no? Pero nunca se sabe. Me guardé la bala usada en el bolsillo.

Permanecimos cinco minutos inmóviles y en silencio, y yo supuse que quienquiera que fuese se había ido, aunque no tenía intención de averiguarlo.

Oí varios helicópteros que volaban en círculos a lo lejos y confié en que uno de ellos acabara viéndonos.

Pese al dolor que sentía en la pelvis, estaba empezando a desvanecerme. Me hallaba totalmente exhausto y también deshidratado, así que creí que deliraba cuando oí un timbre de teléfono. Abrí los ojos.

– ¿Qué diablos…?

Kate y yo miramos pendiente abajo hacia el lugar en que sonaba el teléfono. Yo no podía verlo aún pero tenía una vaga idea de su situación. Aseguraría que no estaba a más de ocho metros de distancia. Se encontraba directamente delante de nosotros, y, si salía a cogerlo, el peñasco impediría que Jalil me viese. Quizá.

Antes de que pudiera decidir si quería arriesgarme, el teléfono dejó de sonar.

– Si cogemos ese teléfono, podemos pedir ayuda -dije.

– Si salimos a coger ese teléfono, no necesitaremos ayuda. Estaremos muertos.

– Cierto.

Seguimos mirando el lugar en que había sonado el teléfono. Empezó a sonar de nuevo.

Es un hecho que un francotirador no puede estar mirando continuamente a través de una mira telescópica sin que se le fatiguen los ojos y el brazo, por lo que necesita tomarse cortos descansos. Quizá Jalil estaba en uno de ellos. De hecho, quizá era Jalil quien nos llamaba. No podía disparar y hablar al mismo tiempo, ¿no?

Sin pararme a pensarlo dos veces, salté hacia adelante, recorrí encorvado los ocho metros en dos segundos, localicé el teléfono, que continuaba sonando, lo cogí, di media vuelta y regresé a toda velocidad al peñasco, manteniendo éste entre mí y la línea de tiro de Jalil. Antes de llegar allí, le tiré el teléfono a Kate, que lo cogió.

Choqué contra el peñasco, giré sobre mí mismo y caí sentado, preguntándome por qué estaba vivo todavía. Respiré hondo varias veces.

Kate tenía el teléfono junto al oído y estaba escuchando.

– Váyase a tomar por culo -exclamó. Escuchó de nuevo y dijo-: No me diga cómo debe hablar una mujer. Váyase a tomar por culo.

Tuve la impresión de que no era Jack Koenig.

Se apoyó el teléfono en el pecho.

– ¿Eres muy valiente o muy estúpido? -me dijo-. ¿Cómo has podido hacer eso sin consultarme? ¿Preferirías estar muerto que casado? ¿Es eso?

– Disculpa, ¿quién está al teléfono?

Kate me entregó el móvil.

– Jalil quiere despedirse.

Nos miramos, turbados, creo, por nuestras breves sospechas de que era Ted Nash, nuestro compatriota, quien había intentado matarnos. Yo tenía que abandonar el oficio.

– Deberías cambiar de número -observé. Me llevé el teléfono al oído y dije-: Corey.

– Es usted un hombre muy afortunado -me dijo Asad Jalil.

– Dios vela por mí.

– Eso debe de ser. No suelo fallar.

– Todos tenemos días malos, Asad. Vuelva a casa y practique.

– Admiro su valor y su buen humor ante la muerte.

– Muchas gracias. Oiga, ¿por qué no sale de ese árbol, tira su rifle y cruza este terreno con las manos en alto? Procuraré que las autoridades le dispensen un buen trato.

– No estoy en el árbol -respondió, riendo-. Estoy camino de mi país. Sólo quería despedirme y recordarle que volveré.

– Estoy deseando un nuevo enfrentamiento.

– Váyase a tomar por culo.

– Un hombre religioso no debería hablar así.

– Váyase a tomar por culo.

– No, váyase usted, Asad, y que le dé por culo el camello en que vino.

– Lo mataré y mataré a esa puta con la que está, aunque me lleve toda la vida.

Evidentemente, había vuelto a enfurecerlo, de modo que para dirigir su ira hacia objetivos más constructivos, le recordé:

– No olvide arreglar primero las cuentas con su tío Muammar. Y hay también un tipo llamado Habib Nadir que mató a su padre en París por orden de Muammar. ¿Lo conoce?

No hubo respuesta, aunque tampoco esperaba yo ninguna. Se cortó la comunicación, y devolví el teléfono a Kate.

– Él y Ted se llevarían bien.

De modo que nos quedamos allí, sin confiar mucho en que Jalil estuviera largándose por las montañas, especialmente después de nuestra última conversación. Quizá yo necesitaba seguir un curso de Dale Carnegie.

Kate llamó al motel Sea Scape y pidió que la pusieran con Kim Rhee. Explicó nuestra situación y nuestra posición en aquellos momentos detrás de un peñasco, y Kim dijo que nos enviaría varios agentes del Servicio Secreto.

– Dígales que tengan cuidado -añadió Kate-. No estoy segura de que Jalil se haya marchado realmente.

Colgó.

– ¿Tú crees que se ha ido? -me preguntó.

– Creo que sí. El León sabe cuándo huir y cuándo atacar.

– Cierto.

– ¿Qué diferencia hay entre un terrorista árabe y una mujer con síndrome premenstrual? -le pregunté para aliviar la tensión del momento.

– Dímelo tú.

– Con un terrorista árabe se puede razonar.

– No tiene ninguna gracia.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El juego del León»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El juego del León» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Nelson DeMille - Spencerville
Nelson DeMille
Nelson Demille - The Quest
Nelson Demille
Nelson Demille - Rendezvous
Nelson Demille
Nelson Demille - The Panther
Nelson Demille
Nelson DeMille - Death Benefits
Nelson DeMille
Nelson DeMille - Mayday
Nelson DeMille
Nelson DeMille - The book case
Nelson DeMille
Nelson DeMille - Conjura de silencio
Nelson DeMille
Nelson DeMille - Night Fall
Nelson DeMille
Nelson DeMille - The Lion
Nelson DeMille
Nelson Demille - The Lion's Game
Nelson Demille
Nelson Demille - Wild fire
Nelson Demille
Отзывы о книге «El juego del León»

Обсуждение, отзывы о книге «El juego del León» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x