Gianrico Carofiglio - El pasado es un país extranjero

Здесь есть возможность читать онлайн «Gianrico Carofiglio - El pasado es un país extranjero» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El pasado es un país extranjero: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El pasado es un país extranjero»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«El pasado es un país extranjero. Allí las cosas se hacen de otra manera». L. P. Hartley – El mensajero
Estudiante modelo, hijo de intelectuales burgueses, Giorgio tiene una vida tranquila, en la que parece que nunca pasara nada. Hasta que conoce a Francesco, un joven un poco mayor que Giorgio que pasa a representar todo a lo que éste aspira. Porque Francesco es atractivo y elegante, anda siempre rodeado de mujeres e irradia la irresistible fascinación de una persona con tratos con el misterioso mundo del delito. A partir de su encuentro con Francesco, la existencia de Giorgio cambiará para siempre. Su nuevo amigo lo iniciará en el universo del juego y de la trampa, del sexo y el lujo, de la miseria y de la ilegalidad. Al tiempo que Giorgio va pasando, casi sin darse cuenta, de la alta sociedad a las márgenes de la criminalidad, Chiti, un novato policía que acaba de llegar a Bari, debe enfrentarse a una seguidilla de violaciones cuyo culpable siempre consigue evadir la acción policial.
Galardonada con el prestigioso premio Bancarella y éxito instantáneo de público y crítica, El pasado es un país extranjero es una novela sobre las amistades peligrosas y sobre el doloroso paso de la juventud a la adultez, a la vez que un inquietante thriller psicológico sobre la iniciación al mal y a la vida.

El pasado es un país extranjero — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El pasado es un país extranjero», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Cuando salí de la universidad estaba algo desorientado. Vagabundeé un poco sin darme cuenta bien de lo que había pasado, con la vaga percepción de un desastre inminente.

Después me dije ¡qué diablos!, podía ocurrir. Había hecho bien en retirarme porque en las últimas semanas había estado un poco distraído y apenas había estudiado. Así había evitado hacer un papelón inútil, con el aplazo de rigor y su anotación en el acta con consecuencias sobre el promedio, etcétera.

Me tomaría uno o dos días de tiempo y me pondría a estudiar de nuevo. En junio, máximo julio, me examinaría de Derecho Civil. Me licenciaría en diciembre en vez de en pleno verano. De todas maneras, siempre antes que mis compañeros de curso. No ocurría nada por un pequeño retraso; había ido tan condenadamente rápido hasta ese momento. ¿Quién podía quejarse?

Esos pensamientos me tranquilizaron y recobré el buen humor mientras caminaba hacia casa, contento por haber tomado la costumbre de no avisar cuando me presentaba a examen y, por lo tanto, de no estar obligado a inventar alguna mentira ese día.

Me tomé dos días de tiempo.

Después tomé otros porque todavía no me sentía listo para recomenzar. Y después otros más, porque había salido demasiadas veces y regresado demasiado tarde por la noche, y de día debía recuperar el sueño.

Luego, simplemente, dejé de pensar en eso.

Además, desde hacía algunas semanas, había empezado a estudiar una materia nueva.

6

Una noche, mientras estábamos en el coche fumando y charlando de cosas sin importancia, pedí a Francesco que me enseñara alguno de sus trucos. Lo dije por decir, como se dicen tantas cosas que después no llegan a ninguna parte. Es cierto que la idea de poder hacer con las cartas lo que él hacía me gustaba, pero no pensé que iba a tomar mi petición en serio.

En cambio la tomó muy en serio.

– ¿Estás seguro de querer aprender? -Me pilló de improviso. Hacía siempre algo distinto de lo que cabía esperar. Yo decía algo serio y él se lo tomaba como una broma. Y yo me sentía incómodo y empezaba a pensar que, en el fondo, tal vez no fuera tan serio. Tal vez.

O cuando decía algo gracioso, una ocurrencia o cualquier otra cosa. Él no reía y me miraba con aire de asombro, casi de ofendido, en silencio. A veces me explicaba que aquél era un tema serio, acerca del cual no había por qué reírse o bromear. Y de nuevo me sentía incómodo o a disgusto y pensaba que probablemente tuviera razón y que una vez más se me había escapado algo.

Tenía esa capacidad de formular juicios rápidos e irrevocables, en los cuales sobrevolaba una nota de desprecio hacia quien no hubiese estado de acuerdo.

Todo eso lo entendí después. En aquel entonces simplemente me parecía que él tenía más instrumentos que yo para entender el mundo y las situaciones, para decidir cómo comportarse.

– Manipular las cartas, manipular los objetos, son cosas que van mucho más allá del simple gesto de destreza. La verdadera habilidad del prestidigitador consiste en la capacidad de influir en las mentes. Y realizar un juego de prestidigitación acertado significa crear una realidad. Una realidad alternativa donde tú eres quien establece las reglas. ¿Lo entiendes?

– Creo que sí. A mí me parece… -Me interrumpió. La respuesta, obviamente, no le interesaba.

– Si alguien dice que la vida no es una continua secuencia de manipulaciones, es un mentiroso o un imbécil. La verdadera diferencia no consiste en manipular o no. La diferencia está entre manipular conscientemente y hacerlo inconscientemente. Piensa en un tipo casado hace poco tiempo. Una noche vuelve a casa y le dice a su mujer que le han invitado a un encuentro de viejos amigos, o a una partidita de póquer, para quedarnos en el tema. ¿Le molesta si va? No, si él tiene ganas, dice ella después de un breve titubeo, con una cara que expresa lo contrario de lo que ha dicho. Si no quieres me quedo en casa, replica él. No, no, ve si quieres, replica ella con palabras. Pero su cara dice: está claro que yo no te importo, si quieres salir solo. Él entonces está incómodo porque recibe dos mensajes contradictorios y se pone nervioso. Insiste y repite que no es indispensable y que puede quedarse en casa; y ella insiste en decir, con palabras, que puede ir. Al fin, sintiéndose culpable, él decide no salir. No podrá acusarla de haberlo obligado, porque ella le ha dicho que, si quería, podía salir. No podrá quejarse porque ha sido él quien decidió no salir. Y eso le hará sentir incómodo. Ella lo ha manipulado, pero ninguno de los dos lo sabe en el plano consciente.

Yo lo miraba: ¿adónde quería llegar?

– Los juegos de prestidigitación o hacer trampas en las cartas son una metáfora de la realidad cotidiana, de las relaciones entre las personas. Hay alguien que dice cosas y al mismo tiempo actúa. Lo que en verdad ocurre permanece escondido entre los pliegues de las palabras y sobre todo de los gestos. Y es distinto de lo que parece. Sólo que el actor lo sabe y controla el proceso. La sustancia de las cosas, su verdad, es casi siempre diferente de lo que por norma general se percibe. Las cosas ocurren en lugares y momentos distintos de los que creemos, miramos o percibimos. Las verdaderas intenciones son distintas de las declaradas. Por ejemplo, intenta averiguar acerca de los verdaderos móviles que inducen a las personas a realizar las así llamadas buenas acciones. Lo que descubrirás no va a gustarte. La verdad es difícil de soportar y es para pocos.

Intenté interrumpirle y decir algo. Fue inútil. Él debía completar el concepto con lo que más le interesaba.

– Fíjate por ejemplo en el póquer. Hay quien se sienta a la mesa porque quiere perjudicar a alguien. La maldad es un requisito indispensable. El jugador mediocre se sienta a la mesa esperando que la suerte sea buena con él y mala con sus adversarios. Imagina que a este hipotético jugador mediocre se le presenta alguno -un ángel o un demonio- antes de una partida, y le dice que sabe cómo hacerle ganar una cantidad de dinero increíble en esa partida. A cambio quiere la mitad de las ganancias. Nuestro jugador pregunta cómo puede ser posible y aquél le dice que no se preocupe. Sólo debe decidirse por sí o por no. Si es sí, deberá comprometerse a entregar la mitad de lo que gane en esa partida. Y basta.

»¿Qué crees que hará nuestro hipotético jugador? ¿Piensas que se negará argumentando que saber con anticipación que ganará constituye una violación de la ética del juego del póquer? ¿Piensas que alguien rechazará una propuesta semejante?

Tomé los cigarrillos y encendí uno. Francesco me lo quitó después de la primera calada y se lo quedó. Encendí otro mientras él volvía a hablar.

– Nuestro jugador aceptará. Y le gustará sentarse a la mesa sabiendo que el destino ya está de su parte y disfrutará de cada momento de esa partida. Lo único que le fastidiará un poco será compartir ese dinero al final.

»Imagina otro caso, una partida entre jugadores de domingo y un jugador profesional. No quiero decir un manipulador de cartas. Un verdadero profesional del póquer. ¿Cuántas posibilidades crees que tendrán los aficionados con el profesional? ¿Piensas que tendrán más que las que tienen cuando juegan con nosotros? No. Tienen exactamente la misma cantidad: cero. El método es diferente pero el resultado es el mismo. La suerte no tiene nada que ver.

Sus ojos verdes relampagueaban en la penumbra del coche. La brasa del cigarrillo casi totalmente consumido estaba junto a sus dedos. Las ventanillas estaban bajadas, el aire era suave y el silencio era sólo interrumpido de vez en cuando por el paso de un ciclomotor con el tubo de escape trucado.

– Has jugado al póquer con regularidad antes de que nos hiciéramos socios. ¿Recuerdas la emoción que sentías cuando tenías una carta ganadora con un pozo grande? ¿Era diferente de la que experimentas ahora cuando tienes una carta ganadora, aunque la así llamada suerte no tenga nada que ver?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El pasado es un país extranjero»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El pasado es un país extranjero» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Marion Lennox - Fantasmas del pasado
Marion Lennox
Deborah Crombie - Un pasado oculto
Deborah Crombie
Gianrico Carofiglio - Temporary Perfections
Gianrico Carofiglio
Gianrico Carofiglio - Reasonable Doubts
Gianrico Carofiglio
Gianrico Carofiglio - A Walk in the Dark
Gianrico Carofiglio
Gianrico Carofiglio - Involuntary Witness
Gianrico Carofiglio
Gianrico Carofiglio - Testigo involuntario
Gianrico Carofiglio
Gianrico Carofiglio - Las perfecciones provisionales
Gianrico Carofiglio
Gianrico Carofiglio - Con los ojos cerrados
Gianrico Carofiglio
Eduardo Berti - Un hijo extranjero
Eduardo Berti
Отзывы о книге «El pasado es un país extranjero»

Обсуждение, отзывы о книге «El pasado es un país extranjero» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x