Karin Alvtegen - Vergüenza

Здесь есть возможность читать онлайн «Karin Alvtegen - Vergüenza» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Vergüenza: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Vergüenza»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A primera vista, Monika y Maj-Britt son diametralmente opuestas.
Como médico jefe, Monika es una mujer realizada y extrovertida, mientras que Maj-Britt -una solitaria con graves problemas de sobrepeso- aniquila moralmente a todo asistente social que se le asigna.
No obstante, tienen una cosa en común, un pasado amargo que las obliga a rechazar a quienes tratan de aproximarse a ellas. Hasta ese momento, ambas mujeres han vivido sus vidas sin conocerse, pero el cambio está a la vuelta de la esquina. Un hecho inesperado pondrá en marcha una cadena de sucesos que hará inevitable el encuentro de ambas y las empujará a una situación límite. ¿Serán capaces de reconciliarse con su pasado y con la vergüenza? ¿O será necesario sacrificar algo por el camino?
Vergüenza es un inquietante drama psicológico en torno a la complejidad de las relaciones humanas y a la dificultad del ser humano por zafarse del pasado. Karin Alvtegen confirma con esta novela su posición destacada dentro del panorama actual de las letras escandinavas.

Vergüenza — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Vergüenza», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Maj-Britt aspiro el agradable aroma de los bollos recién horneados y echó una ojeada por la ventana. Fuera había oscurecido. Tantas veces como había estado sentada al otro lado de la cerca, en la calle, contemplando aquella hermosa casa, mirando las ventanas iluminadas e imaginándose cómo sería estar allí dentro. Dentro, en el otro lado, en aquella casa tan llena de amor que Dios mismo había elegido al hombre que la habitaba para transmitir su palabra. Y allí estaba ahora, en su cocina. La habían acogido y habían cedido su hogar y su tiempo para ayudarle a ella y a sus padres a ponerlo todo en orden. La invadía una gratitud inmensa. Ellos sabían lo que había hecho y, los primeros días, no se atrevió a mirarlos a la cara. Hizo todo lo que pudo por ahuyentar el recuerdo de cómo el padre de Bosse los pilló justo cuando ella estaba sólo con las braguitas y los pantalones bajados delante de Vanja y de Bosse. Bosse era el médico y Vanja la enfermera y no tenían pensado hacer nada más, sólo bajarse los pantalones uno detrás del otro; la peor de las vergüenzas fue verse obligada a admitir para sí misma el cosquilleo que sintió en el pecho de pura emoción y curiosidad. Ni siquiera se mareó cuando Satanás se apoderó de ella, claro que eso no se atrevió a reconocerlo. Sería un secreto que debería ocultar siempre, pero con Dios no se podían tener secretos. Y quizá tampoco fuese posible tenerlos con el pastor, porque a ella le leía todas las noches: «Si el mal es dulce para su boca, si lo oculta bajo su lengua, si lo conserva y no lo suelta y lo retiene en medio de su paladar: su comida se corrompe en sus entrañas, es un veneno de áspid en su interior. Devoró riquezas y ha de vomitarlas, Dios las hace salir de su vientre. Ha chupado veneno de áspid y una lengua de serpiente lo matará».

Y ella rogó cada vez con más ahínco que Dios le ayudase. Durante dos semanas le rogó ser elegida igual que lo fueron los demás de la Comunidad, verse envuelta en Su amor y Su gracia. No pidió por comprender, sabía que sus caminos eran inescrutables, pero ¡deseaba tanto obedecer! Que Él la obligara a someterse para poder purificarse.

Y allí estaba ahora, en la cocina, sin saber por qué y, puesto que no tenía otra cosa que hacer, aprovechaba paro rezar, tal y como le habían enseñado a hacer en las dos últimas semanas. No había que abusar de la gracia del Señor.

Oyó el ruido de las tazas de porcelana que, de vez en cuando, chocaban contra sus platillos y el tintineo de las cucharillas cuando rozaban las tazas. La mujer del pastor había entrado en el comedor y de allí venía el ruido que resonaba del fondo de los muebles de los que habían sacado la vajilla. Había un ambiente familiar que infundía seguridad. El aroma de los bollos y el ruido al poner la mesa. La habían dejado salir de su habitación, lo que debía de significar que había satisfecho sus expectativas, que habían logrado sanarla y ahora la consideraban digna de relacionarse con el resto de la humanidad.

– Maj-Britt, ¿puedes venir?

Se levantó enseguida y se dirigió al comedor, desde donde la llamó la mujer del pastor. Estaba detrás de una silla, ante un extremo de la mesa, con las manos apoyadas en el respaldo. Era una bonita habitación. Una gran mesa marrón en el centro con doce sillas alrededor y cuatro más ante dos de las paredes. La tercera pared estaba cubierta por un armario gigantesco a juego con el resto del mobiliario y, en la cuarta, la propia Maj-Britt, en el umbral de la puerta que daba a la cocina.

– Puedes sentarte ahí.

Le señaló una de las sillas que había contra la pared. Maj-Britt obedeció. Se preguntaba por qué habrían puesto la mesa con una vajilla tan bonita, a quién esperarían para tomar café. Casi sentía cierta expectación, hacía tantos días que no veía más que al pastor y a su mujer… ¿Y si fuesen sus padres los invitados? Entonces les demostraría que había conseguido mejorar y que sus plegarias no habían sido en vano. Casi sentía un atisbo de orgullo, no mucho, nada de presunción, más bien cierto alivio. Había logrado deshacerse de todo aquello que, en su interior, la había tentado a tomar el mal camino. Claro que lo hizo con ayuda, pero ella misma lo consiguió. Mediante la perseverancia de sus ruegos, logró por fin tomar el mando de los pensamientos que siempre acechaban fuera del alcance de sus prohibiciones. Dios la había escuchado al fin y había acudido en su ayuda. El, en Su gracia infinita, la había perdonado y no permitiría que sufriera más. Ni tampoco sufrirían sus padres, ellos también serían perdonados.

La mujer del pastor se acercó al armario y abrió un cajón del centro. De espaldas a Maj-Britt, trasteó un rato haciendo un ruidito de pequeños objetos al moverse. Luego se dio la vuelta con una bobina de hilo en la mano. Una bobina de madera con hilo blanquísimo.

– Y ahora te quitas la falda y las braguitas.

Maj-Britt no comprendió al principio lo que le decía. Por un instante, lo único que había aún era el aroma de los bollos recién horneados y la esperanzada expectación. Pero de pronto vino el miedo, a hurtadillas, no tenía la ropa descosida, ¿para qué quería el hilo la mujer del pastor? Maj-Britt inspeccionó la falda en busca de una costura descosida, pero no halló ninguna.

– Tú haz lo que te digo y vuelve a sentarte.

Le hablaba con voz suave y amable. No era un tono acorde con sus palabras y Maj-Britt seguía sin comprender lo que pretendía, aunque entendía lo que le acababa de decir. La mujer del pastor midió una hebra con su brazo. Cuando lo bajaba, le echó un vistazo al reloj de pulsera.

– Date prisa, que me dé tiempo de terminar de poner la mesa.

Maj-Britt no podía moverse. Quitarse la ropa en el comedor del pastor. No entendía nada pero vio que la mujer del pastor empezaba a impacientarse y no quería enojarla. Con manos temblorosas, se dispuso a obedecer y volvió a sentarse en la silla. La vergüenza que sentía la quemaba como el fuego e intentaba esconder lo más secreto con las manos en las rodillas. La ropa estaba amontonada junto a la silla y le costaba mucho trabajo no cogerla y echar a correr lejos de allí.

La mujer del pastor se acercó y se acuclilló a su lado. Tomó el fino hilo y lo ató a su pierna derecha, justo bajo la rodilla, con un nudo sencillo, antes de atar el otro extremo a la pata de la silla.

– Hacemos esto por tu propio bien, Maj-Britt, para que comprendas la gravedad de lo que hiciste.

Dicho esto, tomó la ropa y se levantó.

– Es por el amor que te profesan tus padres y todos los miembros de la Comunidad por lo que intentamos ayudarte a volver al camino verdadero.

Maj-Britt estaba temblando. Su cuerpo se estremecía de miedo y de humillación. Él la había engañado, Él no la había perdonado, tan sólo había alimentado en ella falsas esperanzas, aguardando que llegase su momento.

– Por amor, Maj-Britt, aunque ahora no lo creas, pero cuando seas mayor, lo comprenderás. Sólo queremos enseñarte cómo deberías haberte sentido cuando te desnudaste ante ese niño. Y cómo te sentirás siempre, a menos que cambies tu conducta.

Dobló la ropa en un prolijo montón y se fue a la cocina. Maj-Britt se quedó inmóvil. Tenía tanto miedo de que se rompiese el hilo si se movía.

Pasó el tiempo. Un tiempo totalmente blanco, sin segundos, sin minutos. Sólo instantes que se desplazaban hacia delante, cada vez más carentes de sentido. Sobre la mesa colgaba una gran araña de cristal. Los prismas relucían y centelleaban. Y la mesa, puesta con tanto esmero. Tazas torneadas y decoradas con pequeñas flores y la mujer del pastor que volvía con dos bandejas llenas de los bollos de canela más exquisitos del mundo. Y bien estaba que la tuviesen atada porque, de lo contrario, habría podido comérselo todo ella sola antes de que llegasen los invitados siquiera. Pero ya llegaban. Oyó el timbre y el murmullo de voces y no entendía lo que decían, aunque seguro que no era de su incumbencia. La corriente de la puerta abierta hizo que las piezas de la araña resplandeciesen como piedras preciosas. Figúrate, poder estar sentada mirando una creación tan hermosa. Entraron los invitados al comedor, en parejas o de uno en uno, fueron sentándose a la mesa, los Gustavsson y los Wedin, y allí estaba Ingvar que dirigía el coro, con lo divertido que era estar en el coro. Los Gustavsson se habían traído a Gunnar, lo que había crecido. Todos iban muy bien ataviados con trajes y vestidos, como si fueran a la misa del domingo. Hasta Gunnar llevaba traje, aunque sólo tenía catorce años. Era azul oscuro y lucía una corbata y parecía muy mayor. Y también vinieron mamá y papá. Se alegró de verlos porque hacía mucho que no veía, pero ahora no tenían tiempo para ella, y ella lo comprendía muy bien. El pastor empezó a hablar de cosas de la Comunidad y ofrecieron bollos y sirvieron el café en las tazas. Pero su madre parecía muy triste. Varias veces se secó los ojos con un pañuelo y a Maj-Britt le habría gustado tanto poder acercársele y consolarla, decirle que todo estaba bien, pero ella estaba atada a la silla y sabía que tenían que hacerlo así. Lo hacían por ella, aunque fingían no verla como si ella no estuviese allí. Tan sólo Gunnar la miraba de reojo de vez en cuando.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Vergüenza»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Vergüenza» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Karin Alvtegen - Recherchée
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Engaño
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Culpa
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Shame
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Shadow
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Missing
Karin Alvtegen
Enza Gandolfo - The Bridge
Enza Gandolfo
Enza Renkal - Das Ziada Projekt
Enza Renkal
Vergüenza
Неизвестный Автор
Отзывы о книге «Vergüenza»

Обсуждение, отзывы о книге «Vergüenza» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x