• Пожаловаться

P. Cast: Diosa Por Elección

Здесь есть возможность читать онлайн «P. Cast: Diosa Por Elección» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

P. Cast Diosa Por Elección

Diosa Por Elección: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Diosa Por Elección»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Por fin, Shannon Parker se había reconciliado con la vida en el mundo mítico de Partholon. Amaba a su marido centauro y se había acostumbrado a su conexión con la diosa Epona y los beneficios que conllevaban ambas cosas. Casi había olvidado su antigua vida en la Tierra… sobre todo, cuando descubrió que estaba embarazada… Pero entonces una súbita explosión de poder la envió de vuelta a Oklahoma. Sin la magia, Shannon no podía regresar a Partholon, así que tendría que buscar ayuda. El problema era que esa ayuda tomó la forma de un hombre tan tentador como su marido. Y, durante el camino, Shannon descubriría que ser una diosa por error era mucho más fácil que ser una diosa por elección…

P. Cast: другие книги автора


Кто написал Diosa Por Elección? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Diosa Por Elección — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Diosa Por Elección», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Durante catorce jornadas? Te he estado observando, Rhea. Has cambiado de costumbres en cuanto a la comida. Y creo que has adelgazado.

– Bueno, he tenido catarro. Y este tiempo no me ha ayudado.

– Rhea, casi ha llegado el invierno.

– Y pensar que cuando llegué aquí creía que nunca iba a hacer frío…

Miré significativamente hacia la pared más cercana a nosotras, en la que había una pintura que retrataba a alguien exactamente igual que yo, montada en una yegua blanca plateada, con los pechos desnudos, mientras una docena de ninfas escasamente vestidas saltaban alrededor, lanzando flores indiscriminadamente.

Alanna se echó a reír.

– Lady Rhiannon siempre quería que los frescos plasmaran escenas de los rituales de verano y de primavera. Se deleitaba con la falta de ropa.

– Se deleitaba con más que eso -murmuré yo.

Llevaba poco tiempo allí cuando me di cuenta de que, aunque muchas de las personas de Partholon que eran reflejo de personas de mi mundo tenían también su personalidad, como por ejemplo Alanna y mi mejor amiga Suzanna, Rhiannon no era una persona agradable. Alanna y yo habíamos llegado a la conclusión de que una de las razones por las que ella y yo éramos tan diferentes podía ser que Rhiannon se había criado como una Suma Sacerdotisa consentida y mimada, mientras que a mí me había criado mi padre, que me hubiera echado una buena bronca si yo me hubiera comportado como una malcriada. Así pues, yo había crecido con sentido de la disciplina y con ética. Rhiannon se había convertido en una bruja. Todos los que la conocían la odiaban o la temían, o ambas cosas a la vez. Ella era amoral, y se permitía todos los excesos.

Y por eso, había sido difícil ocupar su sitio.

Sólo había tres personas en Partholon que sabían que yo no era la verdadera Rhiannon: Alanna, su marido Carolan y mi marido ClanFintan. Todos los demás creían que yo había cambiado de personalidad de una manera asombrosa sólo unos meses antes, más o menos al mismo tiempo que había adoptado el nombre de Rhea para abreviar Rhiannon. No era aconsejable que las masas supieran que el objeto de su adoración había llegado del siglo xxi. Y no sólo eso, para mi completa sorpresa, la diosa de este mundo, Epona, había dejado claro que yo era de verdad su Amada.

Un delicado carraspeo me sacó de mi ensimismamiento.

– Las doncellas dicen que anoche pasaste más tiempo del habitual junto al monumento de MacCallan -dijo Alanna, y su voz sonaba preocupada.

– Me gusta estar allí, ya lo sabes. Alanna, ¿recuerdas que me dijiste que el lacayo de Rhiannon, Bres, adoraba a dioses oscuros?

Alanna me miró con inquietud.

– Me acuerdo, sí. Bres tenía poderes que le habían concedido el mal y la oscuridad. ¿Por qué has pensado en él?

Me encogí de hombros, intentando no darle importancia.

– No lo sé, supongo que me he asustado con esta noche fría y nublada.

– Rhea, últimamente he estado muy preocupada por ti…

Afortunadamente, unos pasos que se acercaban interrumpieron a Alanna.

– Vuestro vino, mi señora.

La ninfa había vuelto con una bandeja en la que descansaban dos copas de cristal llenas de mi merlot favorito.

– Gracias, Noreen -le dije.

– ¡Es un honor, Amada de Epona! -respondió la ninfa, y se alejó mientras su pelo rojo flotaba en la brisa que ella misma había creado.

Dios santo, qué vigor.

– Por el regreso de nuestros maridos -brindé, con la esperanza de poder cambiar de tema.

Alanna hizo chocar su copa suavemente con la mía, y de repente, se sonrojó.

– Por nuestros maridos -dijo, y me sonrió por encima del borde de la copa mientras bebía.

– ¡Aj! -exclamé. Apenas pude tragar el sorbo que había dado-. ¡Esto es horrible! -dije. Olisqueé la copa y me encogí al percibir el olor a vino rancio-. ¿Acaso ser la Amada de Epona ya no significa nada? ¿Por qué me tocan a mí todas las cosas que están podridas? -me di cuenta de que me estaba comportando de una manera extrañamente petulante, y en el fondo, me quedé asombrada por aquel estallido. ¿Por qué demonios estaba todo el rato al borde del llanto?

– Rhea, deja que yo lo pruebe.

Alanna tomó mi copa, olió el vino y después tomó un buen trago.

Y otro.

– ¿Y bien? -pregunté con frustración.

– Está muy bueno -dijo Alanna mirándome a los ojos-. Este vino no tiene nada de malo.

– Oh, mierda -me hundí en la silla que había junto a la mesa cargada de comida-. Me estoy muriendo. Tengo cáncer, o un tumor cerebral, o un aneurisma, o algo.

Sentí la garganta atenazada, síntoma de que estaba a punto de llorar. Otra vez.

– Rhea… quizá estés melancólica. Has pasado por muchas cosas desde que llegaste de tu mundo. Carolan sabrá cómo ayudarte -dijo Alanna, y me dio una pal-madita en la mano para consolarme.

– Sí, Carolan sabrá lo que ocurre.

Y un cuerno. En aquel mundo no había tecnología. Eso significaba que no había escuelas de medicina. Probablemente él querría entonar algún cántico desafinado y obligarme a beber una pócima.

Estaba condenada.

– Siempre te animas con un buen baño caliente -dijo Alanna. Se puso en pie y me obligó a seguirla-. Vamos, te ayudaré a elegir un vestido bonito, con complementos a juego. El joyero ha estado aquí esta mañana mientras tú estabas ocupada con Epona. Le pedí que dejara todas sus piezas nuevas. He visto un par de pendientes de diamantes preciosos y un broche de oro deslumbrante.

– Bueno, si insistes.

Nos sonreímos la una a la otra mientras salíamos hacia los baños. Alanna conocía mi debilidad por las joyas, y sabía que verlas acabaría con mi mal humor casi tan fácilmente como pasar un rato con mi extraordinaria yegua, Epi, a quien yo había bautizado con el diminutivo de la diosa, Epona. Epi era el equivalente equino a mí. Ella también era la Amada de la Diosa. La yegua y yo teníamos una conexión que era mágica y muy fuerte.

– ¡Eh! Tal vez esté teniendo una reacción extraña por lo que le está pasando a Epi.

La yegua iba a aparearse la noche de Samhain, la víspera del primer día de noviembre, tal y como era tradicional cada tres años. En Partholon el tres era un número mágico, según me había explicado Alanna, y cuando llegaba el tercer año de un ciclo, la encarnación equina de Epona debía aparearse para asegurar la fertilidad de la tierra y las cosechas venideras. Sólo faltaban un par de días para el uno de noviembre, y Epi se había estado comportando de una manera inquieta y temperamental desde que había llegado su futuro compañero, la semana anterior.

– Lady Rhiannon nunca se comportaba de manera diferente durante la época de cría de Epi.

– Me pregunto si eso es la norma para la Elegida de Epona, o si Rhiannon era tan egoísta que no se preocupaba por el estado de ánimo de la yegua. O quizá, ya que Rhiannon siempre estaba dispuesta a atender la llamada de la naturaleza, no notaba la diferencia.

Las dos nos echamos a reír, y me relajé un poco. La puerta de los baños estaba custodiada por dos de mis guardias. La diosa a la que yo había empezado a servir tenía varias cosas positivas; el hecho de que fuera una diosa guerrera y tuviera un centenar de hombres guapos y viriles a su servicio era sólo una de las ventajas de mi nuevo trabajo. Observé que los guardias se habían puesto unas túnicas de cuero sobre el uniforme de verano, que consistía en un taparrabos bien lleno. Sin poder evitarlo, suspiré de decepción al pensar en todos aquellos músculos cubiertos.

Sí, estoy casada, pero no soy un cadáver.

El olor a aguas minerales de la sala iluminada con velas me envolvió. El vapor se elevaba seductoramente desde la piscina profunda y clara. El borboteo del agua, que llenaba continuamente el baño, el sonido suave de la cascada que alimentaba la piscina, y su calor húmedo, me invitaban a que me relajara en sus profundidades.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Diosa Por Elección»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Diosa Por Elección» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Diosa Por Elección»

Обсуждение, отзывы о книге «Diosa Por Elección» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.