John Grisham - La Confesión

Здесь есть возможность читать онлайн «John Grisham - La Confesión» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Confesión: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Confesión»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Travis Boyette es un asesino. En 1998, en una pequeña ciudad de Texas, raptó, violó y estranguló a una de las chicas más guapas y más populares del instituto. Enterró el cadáver en un lugar donde nadie lo encontraría nunca y luego esperó. Observó impasible mientras la policía detenía a Donté Drumm, la estrella del equipo de fútbol que nada había tenido que ver con el crimen.
Donté fue acusado, declarado culpable y condenado a muerte. Ahora han transcurrido nueve años y solo faltan cuatro días para la ejecución de Donté. En Kansas, a más de seiscientos kilómetros de la cárcel, Travis también se enfrenta a su destino: un tumor cerebral que le deja muy poco tiempo de vida. Decide hacer lo correcto por primera vez: va a confesar. Pero ¿será capaz un hombre culpable de convencer a los abogados, los jueces y los políticos de que están a punto de ejecutar a un hombre inocente?

La Confesión — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Confesión», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Aquí me tiene, pastor -dijo-, con todos mis bienes materiales.

– Ya me lo imaginaba. Espéreme aquí, vuelvo en cinco minutos.

Keith dejó el motor en marcha y entró corriendo en la casa.

Dana estaba en la cocina, preparando bocadillos, patatas chips, fruta y todo lo que encontraba.

– ¿Dónde está? -inquirió en cuanto Keith cruzó la puerta.

– Dentro del coche. No quiere entrar.

– Keith, esto no puede ir en serio.

– ¿Qué alternativas hay, Dana? -El ya tenía su decisión tomada, por desazonadora que fuese. Estaba dispuesto a pelearse duramente con su esposa, y a correr los riesgos que pudiese entrañar el viaje-. No podemos quedarnos sentados sin hacer nada, sabiendo quién es el verdadero asesino. Está aquí fuera, en el coche.

Dana envolvió un bocadillo y lo metió en una cajita. Keith sacó de la despensa una bolsa doblada de la compra y entró en el dormitorio. Para su nuevo amigo Travis encontró unos chinos viejos, un par de camisetas, calcetines, ropa interior y un jersey Packers que nunca se había puesto nadie. Se cambió de camisa, se puso su alzacuellos y una americana azul marino y metió algunas de sus cosas en una bolsa de deporte. Minutos después estaba en la cocina, donde Dana, apoyada en el fregadero, cruzaba los brazos de manera desafiante.

– Es una equivocación tremenda -declaró ella.

– Tal vez. No lo hago voluntariamente. Es Boyette el que nos eligió.

– ¿A nosotros?

– Bueno, está bien, a mí. No tiene ninguna otra manera de llegar a Texas; al menos es lo que dice, y yo lo creo.

Dana puso los ojos en blanco. Keith echó un vistazo al reloj del microondas. Estaba impaciente por marcharse, pero también se daba cuenta de que su mujer tenía derecho a algunas réplicas finales.

– ¿Cómo puedes creer algo de lo que dice? -exigió saber ella.

– Ya lo hemos hablado, Dana.

– ¿Y si en Texas te detienen?

– ¿Por qué? ¿Por intentar impedir una ejecución? Dudo que sea un delito, ni siquiera en Texas.

– Estás ayudando a un hombre a saltarse la libertad condicional, ¿no?

– Sí, en Kansas. En Texas no me pueden detener por eso.

– Pero no estás seguro.

– Oye, Dana, no me detendrán, te lo prometo. Igual me pegan un tiro, pero detenerme no me detendrán.

– ¿Tengo que tomarlo como un chiste?

– No. En absoluto. Vamos, Dana, míralo desde una perspectiva amplia. Yo creo que Boyette mató a la chica en 1998; creo que escondió el cadáver, y sabe dónde está; y creo que, si conseguimos llegar a Texas, existe la posibilidad de un milagro.

– Yo creo que estás loco.

– Quizá, pero prefiero arriesgarme.

– Piensa en el riesgo, Keith.

Él, que se había acercado poco a poco, le puso las manos en los hombros. Dana estaba rígida, y seguía con los brazos cruzados.

– Mira, Dana, yo no me he arriesgado nunca en toda mi vida.

– Ya lo sé. Es tu gran momento, ¿no?

– No, no se trata de mí. En cuanto lleguemos, me quedaré en la sombra, sin llamar la atención…

– Esquivando balas.

– Lo que sea. Estaré al margen. Es el show de Travis Boyette. Yo me limito a hacerle de chófer.

– ¿Chófer? Eres un sacerdote con familia.

– Y el sábado estaré de vuelta. El domingo diré un sermón, y por la tarde nos iremos de picnic. Te lo prometo.

Los hombros de Dana se encorvaron. Sus brazos cayeron a los lados. Keith la estrechó con fuerza, y a continuación la besó.

– Intenta entenderlo, por favor.

Ella asintió animosamente.

– Está bien -dijo.

– Te quiero.

– Yo también te quiero. Ten cuidado, por favor.

Despertaron a Robbie por teléfono a las doce y media de la noche. Cuando sonó, llevaba menos de una hora en la cama con DeDe. Ella, que se había dormido sin la ayuda del alcohol, fue la primera en dar un respingo.

– ¿Diga?

Tendió el teléfono a su pareja, que intentaba abrir los ojos, embotado.

– ¿Quién es? -gruñó.

– Despierta, Robbie, soy Fred. Tengo algo interesante.

Robbie logró despejarse, al menos hasta la siguiente fase.

– ¿Qué pasa, Fred?

DeDe ya se estaba dando la vuelta. Robbie sonrió al ver su magnífico trasero bajo las sábanas de raso.

– Me he tomado otra copa con Joey -dijo Fred-. Me lo he llevado a un club de strippers. La segunda noche consecutiva, ¿eh? No estoy seguro de que mi hígado aguante mucho más este proyecto; el suyo, seguro que no. Bueno, el caso es que lo he puesto como una cuba, y ha acabado reconociéndolo todo. Ha dicho que era mentira lo de que había visto la camioneta verde de las narices, y que la condujese un negro y todo lo demás. Ha reconocido que fue él quien llamó a Kerber con el falso chivatazo sobre Donté y la chica. Ha sido estupendo. Se desahogaba llorando mientras se tomaba cervezas, un gordo fofo pegando el rollo a las strippers. Ha dicho que él y Donté fueron amigos, en noveno y décimo curso, cuando eran dos estrellas del deporte. Ha añadido que siempre pensó que acabarían resolviéndolo los fiscales y los jueces. Le parece mentira que se haya llegado a esto. Siempre había pensado que no lo ejecutarían, que algún día saldría de la cárcel. Ahora que ya se ha convencido de que van a matarlo, tiene un dilema enorme. Piensa que es culpa de él. Yo le he dicho que sí, que lo es. Tendrá las manos manchadas de sangre. Lo he machacado a conciencia. Ha sido magnífico.

Robbie estaba en la cocina, buscando agua.

– Genial, Fred -dijo.

– Sí y no. Se niega a firmar una declaración.

– ¡Qué dices!

– No quiere. Al salir del club de strippers hemos ido a un café y le he rogado que firmase una declaración, pero es como hablar con una piedra.

– ¿Por qué no quiere?

– Por su madre, Robbie; por su madre y por su familia. No puede digerir la idea de admitir que es un mentiroso. Con la cantidad de amigos que tiene en Slone, y tal y cual… Yo he hecho todo lo que podía, pero el chico no está dispuesto a firmar.

Robbie se bebió todo un vaso de agua del grifo y se secó la boca con la manga.

– ¿Lo has grabado?

– Claro. He escuchado la cinta una vez, y estaba a punto de volver a escucharla. Hay mucho ruido de fondo. ¿Has estado alguna vez en un club de strippers?

– No me lo preguntes.

– Música a tope, mucho rap y porquerías así, pero la voz se oye. Se entiende lo que dice. Tendremos que mejorarlo.

– No hay tiempo.

– De acuerdo. ¿Qué plan tienes?

– ¿Cuánto tardarías en coche?

– Bueno, a esta hora tan bonita del día apenas hay tráfico. Puedo llegar a Slone en cuatro horas.

– Pues venga, mueve el culo y a la carretera.

– Oído, jefe.

Una hora más tarde, Robbie estaba en la cama, boca arriba, y las sombras del techo le sugerían raros pensamientos. DeDe ronroneaba como un gatito, ajena al resto del mundo. Al oírla respirar pesadamente, Robbie se preguntó cómo podían inquietarla tan poco las preocupaciones de él. Le dio envidia. Horas más tarde, cuando se despertase, su prioridad número uno sería una hora de Hot Yoga con algunas de sus horrendas amigas. Él estaría en la oficina, pegando gritos por teléfono.

Así que al final todo paraba en eso: Joey Gamble borracho, confesando sus pecados y abriendo su corazón en un club de strippers a un hombre con un micro oculto que generaba una grabación con ruido a frito, a la que no haría caso ni un solo tribunal del mundo civilizado.

La frágil vida de Donté Drumm dependería de que un testigo sin ninguna credibilidad se retractara in extremis.

SEGUNDA PARTE

EL CASTIGO

Capítulo 16

El tema del dinero se perdió en el frenesí de la partida. Al pagar seis dólares por el festín de Boyette en el Blue Moon, Keith se dio cuenta de que andaba mal de efectivo, pero después se le olvidó. Volvió a acordarse cuando ya iban por la carretera y necesitaban repostar. Pararon en una gasolinera de camioneros de la interestatal 335, a la una y cuarto de la madrugada. Era el jueves 8 de noviembre.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Confesión»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Confesión» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


John Grisham - Camino Island
John Grisham
John Grisham - The Client
John Grisham
John Grisham - The Whistler
John Grisham
John Grisham - Partners
John Grisham
John Grisham - The Activist
John Grisham
libcat.ru: книга без обложки
John Grisham
John Grisham - Calico Joe
John Grisham
John Grisham - Die Bruderschaft
John Grisham
John Grisham - The abduction
John Grisham
John Grisham - El profesional
John Grisham
John Grisham - The Brethren
John Grisham
John Grisham - La Apelación
John Grisham
Отзывы о книге «La Confesión»

Обсуждение, отзывы о книге «La Confesión» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x