Camilla Läckberg - La Princesa De Hielo

Здесь есть возможность читать онлайн «Camilla Läckberg - La Princesa De Hielo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Princesa De Hielo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Princesa De Hielo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Tras muchos años de ausencia, la joven escritora Erica vuelve a su pueblo natal, donde ha heredado la casa de sus padres recientemente fallecidos. Erica decide darse un paseo por las calles donde transcurrió los primeros años de su vida, pero tras el aviso de unos vecinos, descubre que su amiga de la infancia, Alex, acaba de suicidarse.
Conmocionada, inicia una investigación y descubre que Alex estaba embarazada. La historia da un nuevo giro cuando la autopsia revela que su amiga no se suicidó sino que fue asesinada. La policía detiene al principal sospechoso, Anders, un artista fracasado que mantenía una relación especial con la víctima…

La Princesa De Hielo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Princesa De Hielo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El efecto del cambio inmediato en el rostro de Svea, de una sonrisa solícita cuando miraba a Patrik a un mohín recriminatorio al dirigirse a su marido, resultaba casi cómico. Patrik se preguntaba qué habría hecho el hombre para provocar tal irritación, pero sospechaba que la simple presencia de Eilert era fuente de disgusto para Svea.

– Veamos, agente, siéntese, que voy a ponerle un café y unos dulces.

Patrik se sentó obediente en la silla que daba a la ventana y Eilert hizo amago de ir a sentarse en la silla que había al lado.

– Pero Eilert, hombre, ahí no. Siéntate allí.

La mujer señaló con gesto imperativo una silla que había en un extremo de la mesa y Eilert la obedeció atento. Patrik miraba a su alrededor mientras que Svea iba y venía como una posesa y servía el café al tiempo que alisaba arrugas invisibles en el mantel y las cortinas. Era evidente que la decoración había sido elegida por alguien que quería dar la impresión de una bonanza económica que, en realidad, no existía. Todo eran malas copias de originales, todo, desde las cortinas, que debían parecer de seda, con cantidad de volantes y de lazos dispuestos de forma muy compleja, hasta los múltiples objetos decorativos de alpaca e imitaciones de oro. Eilert parecía un pájaro extraviado entre tanta magnificencia de pacotilla.

Para desesperación de Patrik, tardó en poder abordar el tema que lo había llevado allí. Svea hablaba sin cesar al tiempo que se tomaba el café a sorbos sonoros.

– Verá usted, esta vajilla me la envió mi hermana, la que está en América. Se casó allí con un hombre rico y siempre me manda buenos regalos. Esta vajilla, por ejemplo, es muy costosa.

Hizo una pausa que aprovechó para alzar la taza, ricamente decorada. Patrik dudaba mucho de lo costoso de la vajilla, pero su buen juicio lo previno de hacer ningún comentario.

– Pues sí, y yo también me habría ido a América, de no haber tenido tan mala salud. De no ser por eso, seguro que también yo estaría allí casada con un hombre rico, en lugar de vivir en esta cueva durante cincuenta años.

Svea le lanzó a Eilert una mirada de reprobación que el hombre dejó pasar tranquilamente. Con total probabilidad, no sería la primera vez que escuchaba la misma cantinela.

– Es la gota, ¿sabe usted? Tengo las articulaciones arruinadas y me duele todo de la mañana a la noche. Suerte que yo no soy de las que se quejan. Y con las jaquecas que me dan, tendría mucho de qué lamentarme, pero no es ése mi natural, sabe usted, andar quejándome. No, uno debe soportar el dolor con serenidad. No sé cuántas veces he oído a la gente decir: ¡qué fuerte eres, Svea!, ¡tantos dolores como soportas día tras día! Pero yo soy así.

Cerró los párpados con timidez al tiempo que, para evidenciar su enfermedad, se retorcía unas manos que, a los ojos de un profano como Patrik, parecían cualquier cosa menos afectadas por la gota. ¡Menuda arpía!, pensó Patrik. Pintada y equipada con demasiadas joyas baratas y una gruesa capa de maquillaje. Lo único positivo que podía decirse de su aspecto era que, al menos, iba bien con la decoración. ¿Cómo era posible que una pareja tan desigual como Eilert y Svea llevasen cincuenta años de matrimonio? Suponía que era una cuestión generacional. La separación era una salida a la que recurría la gente de esa generación sólo en caso de circunstancias mucho peores que las desigualdades de carácter. Aunque era una pena. Eilert no debía de haberlo pasado muy bien en su vida.

Patrik se aclaró la garganta para interrumpir el incesante flujo verbal de Svea, que calló sumisa y fijó la vista en sus labios, a la espera de las emocionantes nuevas que pudiera traer. En tal caso, seguro que el telégrafo invisible del pueblo empezaría a funcionar tan pronto como él cerrase la puerta tras de sí.

– Verás, Eilert, tengo algunas preguntas que hacerte sobre los días previos al hallazgo del cadáver de Alexandra Wijkner. Cuando estuviste allí para comprobar que todo estaba en orden en la casa, antes de que ella llegase.

Patrik guardó silencio y miró a Eilert esperando su respuesta. Pero Svea se le adelantó.

– Bueno, bueno, es lo que yo digo. Pensar que algo así fuese a suceder aquí. Y que mi Eilert encontrase su cadáver. En las últimas semanas, no se ha hablado de otra cosa.

Tenía las mejillas encendidas por la excitación y Patrik tuvo que contenerse para no responder con un comentario cortante. En cambio, sonrió paciente y le dijo:

– Si me disculpa, me pregunto si existe la posibilidad de que su marido y yo hablemos a solas un rato. Es una norma policial el tomar declaración siempre sin la presencia de personas ajenas a la misma.

Aquello era una vil mentira, pero, para su satisfacción, comprobó que la mujer, pese a la gran indignación que sintió al verse despachada del centro de la emoción, aceptaba su autoridad en la materia y, en contra de su voluntad, se levantaba para marcharse. Eilert, que no podía reprimir su alegría al ver que Svea se quedaba decepcionada sin tomar parte en el festín, premió a Patrik con una risueña mirada de gratitud. Cuando su esposa salió hacia la cocina arrastrando los pies, Patrik retomó la conversación:

– Bueno, ¿dónde estábamos? ¡Ah, sí! Podrías empezar por hablarme de cuando estuviste en casa de Alexandra la semana anterior.

– ¿Qué importancia puede tener eso?

– Bueno, no puedo decírtelo aún con exactitud. Pero puede ser importante. Así que intenta recordar tantos detalles como sea posible.

Eilert reflexionó un instante en silencio, mientras aprovechaba para cargar cuidadosamente su pipa con tabaco que iba sacando de un paquete que llevaba grabadas tres anclas. Y no comenzó a hablar hasta que, con la pipa encendida, dio un par de hondas caladas:

– Veamos. La encontré el viernes. Y yo siempre iba allí los viernes para comprobar que todo estaba en orden antes de que ella llegase por la noche. Así que la última vez que estuve allí antes de su muerte fue el viernes anterior. No, un momento, el viernes de esa semana fuimos al cumpleaños del menor de mis hijos, que cumplía cuarenta, así que acudí a su casa el jueves por la noche.

– ¿Cómo viste la casa? ¿Notaste algo en particular?

Patrik apenas podía contener su ansiedad.

– ¿Algo en particular?

Eilert chupaba despacio de su pipa mientras hacía memoria.

– No, todo estaba en orden. Me di una vuelta por la casa y por el sótano, pero todo estaba bien. Y cerré con llave antes de marcharme. Ella me había dejado una llave.

Patrik se vio obligado a preguntar directamente aquello a lo que no paraba de darle vueltas.

– ¿Y la caldera? ¿Funcionaba bien? ¿Había calefacción en la casa?

– Desde luego que sí. La caldera funcionaba entonces de maravilla. Debió de estropearse después de que yo estuviese allí. Pero la verdad es que no comprendo qué puede importar cuándo se estropeó la caldera.

Eilert se sacó la pipa de la boca un momento.

– Si he de ser sincero, yo tampoco sé si tiene o no importancia. Pero te agradezco tu ayuda. Puede ser significativo para la investigación.

– Dime, por pura curiosidad, ¿por qué no me lo preguntaste por teléfono?

Patrik sonrió.

– Supongo que soy algo anticuado. Me parece que no le saco el mismo partido a la información por teléfono que hablando cara a cara con la gente. A veces me pregunto si no debería haber nacido hace cien años, antes de que llegasen todos los inventos modernos.

– Tonterías, muchacho. No te creas esa monserga de que antes todo era mejor. Frío, pobreza y trabajo del alba al anochecer no es un sueño, precisamente. Qué va. Yo, de lo moderno, utilizo todo lo que puedo. Incluso tengo un ordenador con conexión a Internet. ¿A que no te lo esperabas de un viejo como yo, eh? -dijo señalando a Patrik con la pipa.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Princesa De Hielo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Princesa De Hielo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Camilla Läckberg - Le Dompteur de lions
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - Fabrykantka aniołków
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Gallows Bird
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Stone Cutter
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Hidden Child
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Drowning
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Ice Princess
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - Las Hijas del Frío
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - La sombra de la sirena
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - Los Gritos Del Pasado
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - Las huellas imborrables
Camilla Läckberg
Отзывы о книге «La Princesa De Hielo»

Обсуждение, отзывы о книге «La Princesa De Hielo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x