Jeff Lindsay - Dexter en la oscuridad

Здесь есть возможность читать онлайн «Jeff Lindsay - Dexter en la oscuridad» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 2008, ISBN: 2008, Издательство: Umbriel, Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Dexter en la oscuridad: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Dexter en la oscuridad»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Dexter Morgan no soporta la sangre. Curiosa mania para un forense del Departamento de Policia de Miami. Mas teniendo en cuenta que Dexter aprovecha las noches de luna llena para cortar en pedacitos a otros como el, asesinos en serie que han escapado a la accion de la justicia. Pero es posible que a partir de ahora su vida de un giro decisivo. Es que Dexter le ha dado el si a Rita y esta a punto de convertirse en un marido respetable, la figura paterna a la que imitaran Ashtor y Cody, los hijos de su pareja. Y, en caso de que la vida matrimonial no resultara amenaza suficiente para sus correrias nocturnas, una sucesion de asesinatos rituales podria llevarlo a reconsiderar su propia adiccion al homicidio.

Dexter en la oscuridad — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Dexter en la oscuridad», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Tenía miedo.

No podía decir por qué ni de qué, lo cual empeoraba todavía más la sensación, un solitario miedo desconocido que recorría mi interior y resonaba en los lugares vacíos y borraba todo, salvo la imagen de aquella cabeza de toro y el miedo.

«Esto no es nada, Dexter», me dije. «La imagen de un animal y unas notas aleatorias de una música no demasiado buena.» Y me di toda la razón…, pero no conseguía que mis manos se atuvieran a razones y se despegaran de mi regazo. Algo de este cruce entre los mundos del sueño y la vigilia, en apariencia no conectados, imposibilitaba distinguirlos, como si cualquier cosa que apareciera en mi sueño, y luego en el ordenador de mi trabajo, fuera demasiado poderoso para oponer resistencia y no tuviera la menor posibilidad de combatirlo, sino tan sólo ver cómo me arrastraba hasta las llamas.

No había una voz negra y poderosa en mi interior que me convirtiera en acero y me arrojara como una lanza contra lo que fuera. Estaba solo, asustado, indefenso, desorientado. Dexter en la oscuridad, con el hombre del saco y todos sus secuaces desconocidos debajo de la cama, preparados para sacarme de este mundo y arrastrarme hacia la tierra quemada del dolor aterrorizado.

Con un movimiento que distó mucho de ser elegante, arranqué el cable del ordenador del enchufe de la pared y, al tiempo que respiraba con rapidez, como si alguien hubiera enganchado electrodos a mis músculos, eché hacia atrás la silla de nuevo, con tal rapidez y torpeza que el enchufe salió disparado hacia atrás y me golpeó en la frente, justo encima de la ceja izquierda.

Durante varios minutos no hice otra cosa que respirar y mirar, mientras el sudor resbalaba por mi cara y caía sobre el escritorio. No tenía ni idea de por qué había saltado de la silla como una barracuda enganchada con garfios y había arrancado el cable de la pared, aparte de que, por algún motivo, había creído que debía hacer eso o morir, y no entendía de dónde había surgido esa idea, pero el hecho es que era una materialización de la nueva oscuridad que se extendía entre mis oídos y me había aplastado con su perentoriedad.

Seguí sentado en mi silenciosa oficina, con la vista clavada en la pantalla muerta, mientras me preguntaba quién era yo y qué acababa de pasar.

Yo nunca tenía miedo. El miedo era una emoción, y Dexter no tenía. Tener miedo de una página web era tan estúpido y absurdo que no había adjetivos para ello. Y yo no actuaba de manera irracional, excepto cuando imitaba a los seres humanos.

Entonces, ¿por qué había tirado del cable, y por qué estaban temblando mis manos, todo por culpa de una alegre cancioncilla y una vaca de dibujos animados?

No había respuestas, y ya no estaba seguro de desear encontrarlas.

Me fui a casa, convencido de que me seguían, aunque el espejo retrovisor no mostró nada durante todo el camino.

El otro era muy especial, con una resistencia que el Vigilante no había visto desde hacía mucho tiempo. Éste estaba resultando ser muchísimo más interesante que algunos del pasado. Empezó a sentir algo que podría llamarse parentesco con el otro. Qué triste, la verdad. Ojalá las cosas hubieran salido de una manera diferente. Pero existía cierta belleza en el destino ineludible del otro, y eso también era bueno.

Incluso siguiéndole desde tan lejos detectó señales de que los nervios del otro empezaban a verse afectados. Aceleraba y aminoraba la velocidad, toqueteaba los espejos. Bien. La inquietud no era más que el comienzo. Necesitaba conseguir que se sintiera mucho más que inquieto, y lo conseguiría. Pero antes era esencial asegurarse de que el otro sabía lo que se avecinaba. Y hasta el momento, pese a las pistas, no parecía haberlo descubierto.

Muy bien. El Vigilante se limitaría a repetir la pauta, hasta que el otro se diera cuenta de la clase de poder que le perseguía. Después, no tendría alternativa. Acudiría como una alegre oveja al matadero.

Hasta entonces, incluso la vigilancia tenía un propósito: hacerle saber que le vigilaban. No le serviría de nada, aunque viera la cara que le vigilaba.

Las caras pueden cambiar. Pero la vigilancia no.

20

Aquella noche no dormí, por supuesto. El día siguiente, domingo, transcurrió en una neblina de fatiga y angustia. Llevé a Cody y a Astor a un parque cercano y me senté en un banco, mientras intentaba extraer un sentido de la montaña de información inútil y conjeturas que había acumulado hasta el momento. Las piezas se negaban a encajar en cualquier imagen lógica. Aunque las ordenara en una teoría semicoherente, no me revelarían nada que me ayudara a encontrar a mi Pasajero.

Lo mejor que logré fue una especie de idea a medio formar acerca de que el Oscuro Pasajero y los demás como él llevaban en el mundo al menos tres mil años. Pero por qué el mío había huido de alguno de ellos era imposible saberlo, sobre todo porque me había topado antes con otros sin otra reacción que un escalofrío. Mi idea del nuevo papá león parecía inverosímil bajo la agradable luz del sol del parque, con el fondo de las amenazas que se proferían mutuamente los niños. Desde un punto de vista estadístico, la mitad tenían papás nuevos, basándome en la tasa de divorcios, y daba la impresión de que estaban en plena forma.

Dejé que la desesperación me invadiera, una sensación que parecía un poco absurda en la tarde estupenda de Miami. El Pasajero había desaparecido, yo estaba solo, y la única solución que se me había ocurrido era la de asistir a clases de arameo. Sólo podía confiar en que un fragmento de aguas residuales congeladas cayera desde un avión sobre mi cabeza y acabara con mis desdichas. Alcé la vista esperanzado, pero no hubo suerte.

Otra noche de insomnio a medias, interrumpida tan sólo por la repetición de la extraña música que se filtraba en mi sueño y me despertaba. Me sentaba en la cama con la intención de seguirla. No tenía ni idea de por qué me parecía tan importante hacerlo, y aún menos de adonde quería llevarme, pero por lo visto lo hacía. No cabía duda de que me estaba desmoronando, cayendo pendiente abajo en una locura gris y vacía.

El lunes por la mañana, un desconcertado y apalizado Dexter entró tambaleante en la cocina, donde fui asaltado de inmediato con desmedida violencia por Huracán Rita, quien se abalanzó sobre mí agitando un fajo de papeles y cedes.

—He de saber tu opinión —dijo, y se me ocurrió que eso, precisamente, era algo que no debía saber, teniendo en cuenta mis lúgubres pensamientos, pero antes de poder idear una débil objeción, me sentó en una silla de la cocina y empezó a esparcir documentos.

—Estos son los arreglos florales que Hans quiere utilizar —empezó, al tiempo que me mostraba una serie de fotos que, en efecto, eran de naturaleza floral—. Éste es para el altar. Tal vez sea algo pequeño, oh, no lo sé —clamó desesperada—. ¿Alguien hará chistes sobre que hay demasiado blanco?

Aunque soy famoso por mi fino sentido del humor, muy pocos chistes basados en el color acudieron a mi mente, pero antes de que pudiera tranquilizarla acerca del tema, Rita ya estaba pasando páginas.

—Da igual —se resignó—. Esto es la disposición de cada comensal en la mesa. Que por suerte hace juego con lo que hará Manny Borque. ¿Y si le decimos a Vince que lo consulte con él?

—Bien —dije.

—Oh, Señor, mira la hora —dijo Rita, y antes de que yo pudiera añadir ni una sílaba más, dejó caer una pila de cedes sobre mi regazo—. Lo he reducido a seis bandas —dijo—. ¿Puedes escuchar éstos hoy y darme tu opinión? Gracias, Dex —continuó sin parar, se inclinó para darme un beso en la mejilla y se encaminó hacia la puerta, pasando ya a su siguiente punto de la lista—. Cody —llamó—. Es hora de irnos, cariño. Vámonos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Dexter en la oscuridad»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Dexter en la oscuridad» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Dexter en la oscuridad»

Обсуждение, отзывы о книге «Dexter en la oscuridad» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x