Jonathan Santlofer - Daltónico

Здесь есть возможность читать онлайн «Jonathan Santlofer - Daltónico» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Daltónico: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Daltónico»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El hallazgo de los cadáveres de dos mujeres en el Bronx despierta la preocupación de la policía. El asesino se ensañó con las víctimas, las destripó y con su sangre pintó un lienzo que dejó como macabra firma personal en la escena del crimen. Kate McKinnon historiadora del arte y ex policía es contactada para llevar a cabo la investigación. Aunque reacia en un principio a involucrarse en el tema, McKinnon se verá empujada a hacerlo cuando el asesino, de forma brutal, reclame su atención. A medida que se suceden los crímenes, siempre acompañados del particular sello del homicida, McKinnon irá haciéndose una idea más definida del ser que se halla detrás de los mismos y descubrirá que se enfrenta a un psicópata con una extraña obsesión por el arte. Jonathan Santlofer autor de El artista de la muerte, además de reputado pintor estadounidense vuelca tensión y suspense en un thriller que toma Nueva York como escenario para presentarnos a una investigadora que debe apoyarse en sus conocimientos de arte, sus antiguos compañeros de la policía y un psiquiatra para frenar los arrebatos de un perverso asesino en serie.

Daltónico — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Daltónico», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Su amiga la rodeó con sus brazos y le dio palmaditas en la espalda mientras ella sollozaba en su hombro.

Kate se apartó después de un momento, sacó un par de pañuelos de papel de la mesilla y se enjugó los ojos y la nariz.

– Dime una cosa, Liz, ¿cómo lo hacía antes? Quiero decir, cuando Elena murió, ¿cómo sobreviví? Porque…

– Trabajaste en su caso, Kate. Eso fue.

Las palabras la golpearon como si le hubieran arrojado agua fría en la cara.

– ¿Cómo? ¿Me estás sugiriendo que trabaje en el caso de Richard?

– Perdóname, Kate, pero nos conocemos hace mucho. Fuimos compañeras en Astoria, estuvimos juntas durante mi divorcio y tus abortos… Creo que te conozco. No eres una mujer pasiva. Eres una mujer de acción. Eso es lo que siempre te ha dado fuerzas.

Kate se tomó un momento para imaginárselo: la idea no sólo de volver a la policía, sino de ser capaz de distanciarse lo suficiente para intentar atrapar al asesino de su marido.

– Me has dicho que Floyd Brown quería que colaborases en el caso -prosiguió Liz-. Es evidente que te creía capaz de ello, que pensaba que deberías involucrarte. Y Tapell estaba de acuerdo.

– Eso fue antes… -Tragó saliva-. Antes de lo de Richard. Ahora ya no es un caso cualquiera.

– Ya lo sé. Y créeme, no estoy intentando convencerte de nada. -Liz apoyó la mano en el brazo de su amiga-. Me has hecho una pregunta. Querías saber cómo sobreviviste al asesinato de Elena, y yo te lo he recordado. Nada más.

Más tarde, en la ducha, seguía rumiando la sugerencia de Liz. Trabajar en el caso. Y mientras recibía los chorros de agua caliente se dio cuenta de que la sola idea había hecho posible que se levantara de la cama, se metiera en la ducha y se lavara el pelo, y todo eso sin llorar y sin pensar en la pérdida y el dolor, su mente ocupada y distraída por primera vez desde la muerte de Richard.

¿Qué había dicho Willie tras la muerte de Elena? Que había utilizado la pintura para sobreponerse al dolor, para reconstruir su mundo destrozado.

Salió de la ducha, se envolvió el pelo en una toalla blanca y se miró en el espejo lleno de vaho. La imagen que le devolvió el azogue no era la de la mujer que llevaba días llorando. Los ojos parecían ahora más vivos, el gesto de la boca más decidido.

Trabajar en el caso. ¿Sería posible?

Sacó una bola de algodón, la mojó en un tónico de color aguamarina y se frotó la piel como si quisiera limpiar las capas de civismo que había pintado sobre la dura y joven policía de Queens. Aquel rostro ya no era del todo el de Kate Rothstein, mujer casada de alta sociedad que organizaba cenas fabulosas y trabajaba para organizaciones benéficas. Ahora se parecía más a aquella joven y enérgica detective de homicidios que podía afrontar los peores crímenes, perseguir fugitivos y derrotar al Artista de la Muerte.

Asintió mirándose, reconociendo a una vieja amiga a la que se alegraba mucho de ver.

Sí. Podía hacerlo. Podía volver a ser policía.

Por lo visto Liz la conocía mejor que ella misma. No era de extrañar, después de casi veinte años de amistad, aunque al principio, cuando eran dos novatas que sólo llevaban un año en la policía de Astoria, no se habían caído especialmente bien: Kate McKinnon, la enérgica chica irlandesa proveniente de una familia de policías, y Liz Jacobs, una chica judía y cerebral cuya familia casi la había desheredado cuando dejó de lado su licenciatura en psiquiatría para ingresar en la academia de policía de John Jay.

Lo que por fin las había unido fue un caso: la desaparición de Denny Klingman, un niño de ocho años con una carita tan dulce que a Kate se le rompió el corazón al ver su foto; y la captura de Malcolm Gormely, un traficante de crack, pornógrafo, pederasta y posible asesino.

Gormely era el principal sospechoso de la desaparición de Klingman y había evadido a la policía en Manhattan, Brooklyn, el Bronx y Staten Island, trasladando su base de operaciones de una zona a otra cada vez que se olía la proximidad de la policía. Ahora se creía que se había establecido en Long Island City.

Clare Tapell, jefa de policía de Queens, pensó que sería bueno añadir mujeres a la unidad de pederastia, compuesta sólo por hombres. Eligió a Kate por su experiencia con menores de edad y la puso a trabajar con Liz, que ya se había ganado la reputación de investigadora minuciosa. Ese mismo día Kate tuvo un careo con el antiguo compañero de celda de Gormely, condenado a veinte años por robo a mano armada. A cambio de una reducción de cinco años de condena, el hombre la informó de la preferencia que Gormely sentía por los chicos preadolescentes, a ser posible rubios (como Denny Klingman). Le dio también el teléfono de un sujeto al que los federales buscaban por pornografía infantil y que intercambiaba fotografías obscenas con Malcolm Gormely. Entretanto Liz había comparado los expedientes de todos los niños desaparecidos en los últimos diez años y había estudiado cualquier modus operandi remotamente parecido a las tácticas de Gormely, que secuestraba niños en los supermercados cuando sus madres o niñeras estaban despistadas eligiendo unos guisantes congelados o unas patatas fritas.

Al final Kate contactó con el pornógrafo infantil haciéndose pasar por compradora, lo detuvo y amenazó con cortarle los cojones si no le informaba del paradero de Gormely. Luego Liz y ella, temiendo que las luces y las sirenas arriesgaran todavía más la vida del pequeño Denny Klingman, fueron sin refuerzos a vigilar una fábrica abandonada de telas y retales en Long Island City. Después de unas horas y varios cafés y donuts, vieron salir a Malcolm Gormely. A continuación forzaron la cerradura y encontraron a Denny Klingman, desnudo y aterrorizado, junto con otro niño de cinco años, ambos rubios y angelicales, atados y amordazados. Liz se los llevó a la comisaría mientras Kate metía en una bolsa el equipo fotográfico y la pornografía infantil que casi la hizo vomitar. A continuación encendió un cigarrillo y se dispuso a esperar a Malcolm Gormely.

Tres horas más tarde, cuando llegaron los refuerzos que Kate había pedido, hizo falta una ambulancia para Gormely.

– Se resistió a la detención -fue todo lo que Kate dijo.

Denny Klingman volvió con sus agradecidos padres, pero nadie reclamó al otro niño. Hasta que Gormely confesó que se lo había vendido su madre, una adicta al crack, por una cantidad de heroína suficiente para dos días.

Hicieron falta dos policías fornidos para contener a Kate cuando encontraron a la mujer. Más tarde, cuando la unidad de defensa del menor, sobrecargada de trabajo, dejó ir a la madre sin más, Kate se arrepintió de no haberla matado cuando tuvo ocasión. El rostro del niño apareció en sus pesadillas durante meses. Un niño más al que no pudo salvar.

Durante la breve investigación de Asuntos Internos, Liz respaldó a Kate testificando que, efectivamente, Malcolm Gormely se había resistido a la detención, que Kate no tuvo más remedio que hacer uso de la fuerza para evitar que escapara. Aunque Liz no estaba presente en el momento. Asuntos Internos consideró las acciones de Kate «necesarias», a pesar de que ella no había sufrido más que unas magulladuras en los nudillos mientras que el pederasta resultó herido con dos ojos morados, un pómulo destrozado, la pérdida de varios dientes, una rótula fracturada y varios dedos partidos. Al fin y al cabo, se concluyó, Kate no llegó a dispararle.

Después del caso, Liz y Kate fueron amigas y heroínas para siempre, aunque nunca volvieron a hablar de Gormely ni de la furia que Kate había descargado sobre él.

Kate atravesó el dormitorio descalza sobre las lujosas alfombras y abrió el amplio vestidor. Los recuerdos de Liz, de cómo se conocieron, de su trabajo juntas y lo que había pasado con Gormely parecían pertenecer a otra vida. Kate era entonces una persona totalmente distinta.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Daltónico»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Daltónico» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Daltónico»

Обсуждение, отзывы о книге «Daltónico» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x