Camilla Läckberg - Los Gritos Del Pasado

Здесь есть возможность читать онлайн «Camilla Läckberg - Los Gritos Del Pasado» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los Gritos Del Pasado: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los Gritos Del Pasado»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En plena temporada de verano en la pequeña población costera de Fjällbacka, un niño descubre el cadáver de una turista alemana cruelmente torturada. Muy cerca, la policía encuentra los esqueletos de dos mujeres desaparecidas hace veinte años.
La joven pareja formada por la escritora Erica y el detective Patrik disfrutan de unas merecidas vacaciones. Erica está embarazada de ocho meses y el calor sofocante del verano vuelve especialmente difícil este último mes de gestación. La última cosa que necesitan ambos es un nuevo caso de asesinatos, pero el malhumorado comisario Mellberg incluye rápidamente a Patrik en los acontecimientos. Sorprendentemente todos terminarán descubriendo que todas las víctimas tenían alguna relación con el predicador Ephraim Hult y su particular familia…

Los Gritos Del Pasado — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los Gritos Del Pasado», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿De quién? -le preguntó él en el mismo tono.

– Un amigo tuyo de la infancia, Jörgen Berntsson, y su esposa.

– No, por favor, dime que estás de broma… -rogó Patrik con un lamento.

– No puedo, por desgracia.

– ¿Cómo demonios han venido aquí?

Erica bajó la mirada, llena de remordimientos.

– Los he invitado yo para darte una sorpresa.

– ¿Cómo, fuiste tú…? -levantó un poco la voz sin darse cuenta y volvió a cuchichear-: ¿Por qué los has invitado a casa?

Erica alzó los brazos con gesto abatido.

– Estaba tan aburrida… y me dijo que erais amigos de la infancia, así que pensé que te alegraría verlo.

– ¿Tienes idea de cuántas veces me peleé con él cuando éramos niños? Y te aseguro que entonces no era mucho más divertido de lo que lo será ahora.

De pronto cayeron en la cuenta de que llevaban ya un rato sospechosamente largo en el vestíbulo y ambos respiraron hondo, como para hacer acopio de fuerzas.

– ¡Hombre, hola! ¡Qué sorpresa!

Erica quedó impresionada de la actuación de Patrik. Ella, por su parte, no pudo hacer más que exhibir una apagada sonrisa cuando volvió a sentarse junto a Jörgen y Madeleine.

Una hora más tarde, estaba dispuesta a hacerse el haraquiri. Patrik llevaba un par de horas de ventaja y aún lograba aparentar cierto interés por la conversación.

– ¿Estáis de paso?

– Así es, pensábamos recorrer en coche la costa. Le hicimos una visita a una antigua amiga del colegio de Madde que vive en Smögen y a un compañero mío de Lysekil. Lo mejor de dos mundos: ¡irse de vacaciones y restablecer antiguos lazos de amistad, todo en uno!

Jörgen retiró una pelusa inexistente de sus pantalones e intercambió con su esposa una mirada cómplice, antes de dirigirse de nuevo a Patrik y a Erica. En realidad, no habría sido necesario que abriese la boca, pues ambos sabían lo que estaba a punto de preguntar.

– Bueno…, ahora que hemos visto la casa tan bonita que tenéis, y tan amplia, por cierto -observó admirando la sala de estar-, se me ocurre preguntaros si no podríamos quedarnos a pasar una o dos noches. La mayoría de los hoteles están completos.

La pareja miraba esperanzada a Patrik y a Erica, que no necesitaba recurrir a la telepatía para adivinar las oleadas de ideas de venganza que Patrik le dirigía mentalmente. Sin embargo, la hospitalidad era como una ley natural. No había modo de eludirla.

– Por supuesto que podéis quedaros si queréis. Tenemos una habitación para las visitas.

– ¡Magnífico! ¡Qué bien lo vamos a pasar! Bueno, por dónde iba… ¡Ah, sí!, pues cuando ya hemos recopilado la cantidad suficiente de material CDR para emprender un análisis estadístico sobre su base…

La tarde pasó como en una nebulosa. Pese a todo, aprendieron más de lo que nunca habrían soñado acerca de las técnicas subyacentes en el mundo de las telecomunicaciones.

Un tono tras otro se oía en la línea, pero ninguna respuesta salvo el contestador, que repetía su «Hola, soy Linda, deja un mensaje después de oír la señal y te llamaré lo antes posible». Johan colgó el teléfono, irritado. Ya le había dejado cuatro mensajes, pero ella no lo había llamado aún. Con cierta reserva, marcó el número de la finca de Västergården. Esperaba que Jacob estuviese en el trabajo y tuvo suerte, pues fue Marita quien respondió.

– Hola, ¿está Linda en casa?

– Sí, está en su habitación. ¿Quién la llama?

Vaciló de nuevo pero decidió que lo más probable era que ella no lo reconociera, aunque le dijese su nombre. Johan.

Acto seguido oyó que Marita dejaba el auricular y subía las escaleras. Recreó mentalmente el interior de la casa, con mayor claridad que antes puesto que la había visto hacía poco por primera vez después de tantos años.

Un par de minutos más tarde la voz de Marita, ahora suspicaz, volvió a oírse en el auricular.

– Dice que no quiere hablar contigo. ¿Podrías decirme con qué Johan hablo?

– Gracias, tengo que irme -dijo colgando sin más.

Johan se deshacía en oleadas de sentimientos encontrados. Jamás había amado a nadie como amaba a Linda. Si cerraba los ojos, podía revivir la sensación del tacto de su piel desnuda. Al mismo tiempo, sin embargo, la detestaba. La reacción en cadena se había puesto en marcha cuando se enfrentaron como dos combatientes en Västergården. El odio y el deseo de hacerle daño fueron entonces tan intensos que estuvo a punto de no poder contenerse. ¿Cómo podían coexistir dos sentimientos tan opuestos?

Tal vez había sido un iluso al creer que tenían una buena relación, que para ella era algo más que un juego. Y allí, sentado junto al teléfono, se sintió como un imbécil, lo que no hizo sino echar más leña al fuego de su ira. Sin embargo, algo podía hacer para transmitirle a ella parte de su sensación de oprobio. Linda lamentaría haber creído que podía hacer con él lo que se le antojase.

Johan contaría lo que había visto.

A Patrik jamás se le habría ocurrido pensar que sentiría un respiro ante el hecho de ir a abrir una tumba, pero tras la tormentosa y prolongada noche anterior, incluso lo consideraba una actividad agradable.

Mellberg, Martin y Patrik contemplaban en silencio el macabro espectáculo que se les ofrecía en el cementerio de Fjällbacka. Eran las siete de la mañana y reinaba una temperatura agradable, aunque ya hacía un buen rato que había salido el sol. Muy de tarde en tarde pasaba un coche por la carretera que discurría al otro lado del cementerio y, salvo el gorjeo de los pájaros, lo único que se oía era el ruido de las palas contra la tierra.

Era una experiencia nueva para los tres. La apertura de una tumba representaba un fenómeno insólito en el día a día de un policía, y ninguno de ellos tenía la menor idea de cómo iba la cosa en realidad. ¿Habría que ir extrayendo la tierra con una pequeña excavadora y eliminando las distintas capas hasta llegar al ataúd o contarían con un equipo de enterradores profesionales que ejecutasen manualmente la siniestra tarea? La última opción era la más verosímil. Los mismos hombres que cavaban las tumbas para los enterramientos tendrían que intervenir ahora, por vez primera, para sacar de debajo de la tierra lo que ya había sido inhumado en su día. Con entereza y resolución, clavaban en la tierra sus palas sin decir una palabra. ¿De qué iban a hablar? ¿De los resultados deportivos del día anterior? ¿De la parrillada del fin de semana? No, la solemnidad del momento extendía una fina capa de silencio sobre su trabajo, que persistiría hasta que por fin pudiesen izar el féretro y arrancarlo de su descanso.

– ¿Estás seguro de que sabes lo que haces, Hedström?

Mellberg parecía inquieto y Patrik compartía su preocupación. El día anterior había hecho uso de todo su poder de convicción -entre ruegos, amenazas y súplicas- para conseguir que los molinos de la justicia moliesen más rápido que nunca, con el fin de obtener el permiso necesario para la exhumación del cadáver de Johannes Hult. Sin embargo, su sospecha no era por ahora más que una sensación y poco más.

Patrik no era un hombre religioso, pero la idea de perturbar la paz de una tumba lo incomodaba. Había algo sagrado en la quietud del cementerio y esperaba de todo corazón que las razones para perturbar esa paz de los muertos resultasen fundadas.

– Stig Thulin me llamó ayer, de la secretaría municipal, y has de saber que no estaba nada satisfecho. Al parecer, alguna de las personas a las que te dedicaste a llamar ayer por la autorización se puso en contacto con él y le contó que delirabas no se sabía qué acerca de una conspiración entre Ephraim Hult y dos de los hombres más respetados de Fjällbacka, que aludías incluso a sobornos y a Dios sabe qué más. Estaba terriblemente indignado. Ephraim está muerto, pero el doctor Hammarström aún vive, al igual que el entonces dueño de la funeraria, y si al final se comprueba que andábamos sirviéndonos de acusaciones infundadas…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los Gritos Del Pasado»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los Gritos Del Pasado» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Camilla Läckberg - Le Dompteur de lions
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - Fabrykantka aniołków
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Gallows Bird
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Stone Cutter
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Hidden Child
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Drowning
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - The Ice Princess
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - Las Hijas del Frío
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - La sombra de la sirena
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - Las huellas imborrables
Camilla Läckberg
Camilla Läckberg - La Princesa De Hielo
Camilla Läckberg
Emma Darcy - Gritos del alma
Emma Darcy
Отзывы о книге «Los Gritos Del Pasado»

Обсуждение, отзывы о книге «Los Gritos Del Pasado» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x