Charlaine Harris - Muerto hasta el anochecer

Здесь есть возможность читать онлайн «Charlaine Harris - Muerto hasta el anochecer» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Muerto hasta el anochecer: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Muerto hasta el anochecer»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Sookie Stackhouse es una camarera con un inusitado poder para leer la mente. Su don es el origen de sus problemas. Siempre acaba sabiendo más de lo que le gustaría de la gente que le rodea, de todos menos de Bill Compton, porque su mente, la de un vampiro que trata de reinsertarse en la sociedad, es absolutamente impenetrable. Cuando sus vidas se cruzan descubrirá que para ella ya no hay vuelta atrás. La aparición de un asesino en serie es la prueba definitiva para su confianza… porque ni siquiera ella sabe si Bill es su protector, o si se convertirá en su fatal asesino.

Muerto hasta el anochecer — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Muerto hasta el anochecer», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Se lo preguntaré la próxima vez que vaya -prometí.

– O al menos podría hablar conmigo y yo grabaría sus recuerdos -comentó ella. Casi pude oír cómo giraban los engranajes de su cabeza al pensar en el espaldarazo que supondría para ella algo así-. Sería tan interesante para los otros miembros del club… -dijo con modestia.

Contuve las ganas de reír.

– Se lo comentaré -repetí-. Ya veremos.

Cuando me marché, la abuela ya estaba vendiendo la piel del oso.

No pensé que Rene Lenier fuera a irle a Sam con la historia de la pelea en el estacionamiento, pero parecía que Rene tenía mucho tiempo libre. Cuando entré a trabajar esa tarde, pensé que la agitación que se sentía en el ambiente se debía al asesinato de Maudette. Pronto descubrí lo contrario.

Sam me hizo pasar al almacén en cuanto llegué. Estaba botando de rabia, y me leyó la cartilla del derecho y del revés. Sam nunca se había enfadado conmigo, así que enseguida estuve a un pelo de llorar.

– Y si crees que un cliente no está a salvo, me lo dices y yo me encargaré de ello, no tú. -Lo estaba diciendo por sexta vez, y al fin me di cuenta de que había estado preocupado por mí. Lo capté en su mente, justo antes de reforzar mi negativa rotunda a «escucharlo». Escuchar a tu jefe lleva al desastre.

No se me había ocurrido en ningún momento pedir ayuda a Sam, o a cualquier otro.

– Y si crees que están haciendo daño a alguien en nuestro estacionamiento, lo que debes hacer es llamar a la policía, no lanzarte a la refriega como una patrulla ciudadana -añadió enojado. Su piel, siempre rubicunda, estaba más roja que nunca, y su áspero pelo dorado tenía aspecto despeinado.

– De acuerdo -dije, tratando de mantener una voz serena y los ojos muy abiertos para que no cayeran las lágrimas-. ¿Vas a despedirme?

– ¡No, no! -exclamó, al parecer aún más enfadado-. ¡No quiero perderte! -Me cogió por los hombros y me dio un pequeño achuchón. Entonces se quedó mirándome con sus ojos grandes y azules, y sentí una oleada de calor que emanaba de él. El contacto físico acelera mi discapacidad, hace imperativo que escuche a la persona que me toca. Lo miré fijamente a los ojos durante un largo instante; entonces recobré el control y me retiré al tiempo que sus brazos me soltaban. Me giré y salí del almacén, asustada.

Había aprendido un par de cosas desconcertantes: que Sam me deseaba y que no podía oír sus pensamientos con tanta claridad como los de otra gente. Sentí oleadas con impresiones de lo que él sentía, pero no pensamientos. Se parecía más a llevar un anillo anímico [4] que a recibir un fax.

Así que, ¿qué haría con esas informaciones?

Absolutamente nada.

Nunca antes había considerado a Sam un hombre con el que irse a la cama (o al menos con el que yo me iría a la cama) por muchos motivos. Pero el más sencillo es que nunca miraba a nadie así, no porque me faltaran hormonas (¡y tanto que las tenía!), sino porque siempre las estoy conteniendo, ya que para mí el sexo es un desastre. ¿Puede alguien imaginarse lo que significa saber todo lo que está pensando tu pareja sexual? Sí, cosas como «Dios, mira qué lunar…, tiene el culo un poco gordo…, me gustaría que se moviera un poco a la derecha… ¿por qué no capta la idea y…?». Ya sabéis de lo que hablo. Es como un jarro de agua fría para las emociones, creedme. Y durante el coito, no hay manera posible de mantener una barrera mental de ningún tipo.

Otra razón es que Sam me gusta como jefe, y también me gusta mi trabajo, porque me obliga a salir, me mantiene activa y gano algo de dinero, de modo que no me convierta en la especie de reclusa solitaria que mi abuela teme que acabe siendo. Trabajar en una oficia me resulta complicado, y me fue imposible acabar el colegio universitario por la espantosa concentración que debía mantener. Me dejaba agotada.

Así que, en aquel momento, tan solo quise meditar sobre la oleada de deseo que había sentido emanar de él. No era como si me hubiera hecho una proposición verbal o me hubiera arrojado sobre el suelo del almacén. Conocía sus sentimientos y podía ignorarlos si quería. Aprecié la delicadeza de la situación y me pregunté si Sam me había tocado a propósito, si realmente sabía lo que me pasaba.

Me cuidé de quedarme a solas con él, pero tengo que admitir que esa noche me sentí muy agitada.

Las siguientes dos noches fueron mejores. Retomamos nuestra confortable relación y me noté aliviada. Y disgustada. También estuve muy ocupada, ya que el asesinato de Maudette hizo que tuviéramos más afluencia en Merlotte's. Por Bon Temps circulaba toda clase de rumores, y el programa de noticias de Shreveport hasta preparó un breve reportaje sobre la terrible muerte de Maudette Pickens. Yo no fui al funeral, pero la abuela sí y me contó que la iglesia estaba llena a rebosar. La pobre Maudette, esa zoquete de muslos mordidos, resultó más interesante muerta de lo que había sido nunca viva.

Pronto me tocarían dos días libres y tenía miedo de no poder contactar más con el vampiro, Bill. Tenía que transmitirle la petición de mi abuela, pero él no había vuelto al bar y empezaba a preguntarme si lo haría alguna vez.

Mack y Denise tampoco habían vuelto a Merlotte's, pero Rene Lenier y Hoyt Fortenberry se aseguraron de que supiera que habían amenazado con hacerme cosas horribles. No puedo decir que me sintiera muy asustada: la escoria criminal como los Ratas abunda en las autopistas y estacionamientos de caravanas de toda América, sin la inteligencia ni la moral necesarias para asentarse y dedicarse a una vida provechosa. Nunca dejarían una señal positiva en el mundo ni tendrían la menor relevancia, a mi modo de ver. Pasé de las advertencias de Rene.

Pero a él le encantaba comunicármelas. Rene Lenier era pequeño como Sam, pero así como Sam era rubicundo y rubio, Rene era moreno y tenía una pelambrera negra con algunas canas grises que le cubría toda la cabeza. Rene solía venir al bar y charlar con Arlene porque (como le gustaba contar a todo el mundo en el bar) ella era su ex esposa favorita. Había tenido tres. Hoyt Fortenberry era un cero a la izquierda, aún más que Rene. No era ni moreno ni rubio, ni grande ni pequeño. Siempre parecía alegre y dejaba propinas decentes. Y admiraba a mi hermano Jason más de lo que este se merecía, en mi opinión.

Me alegró que ni Rene ni Hoyt estuvieran en el bar la noche que regresó el vampiro. Se sentó en la misma mesa.

Ahora que de verdad lo tenía delante, me sentí un poco cortada. Descubrí que ya me había olvidado del casi imperceptible brillo de su piel, y había exagerado su altura y las líneas bien definidas de su boca.

– ¿Qué puedo servirte? -le pregunté.

Me miró. También había olvidado lo profundos que eran sus ojos. No sonrió ni parpadeó, estaba completamente inmóvil. Por segunda vez, su silencio me relajó; cuando dejo caer mi guardia noto que se me relaja la cara, y es tan agradable como que te den un masaje (aunque eso es solo una conjetura).

– ¿Qué eres? -me preguntó. Era la segunda vez que quería saberlo.

– Soy una camarera -dije, malinterpretándolo de nuevo a propósito. Pude notar que mi sonrisa volvía a su sitio; mi pequeño intervalo de paz había desaparecido.

– Vino tinto -pidió, y si estaba disgustado su voz no lo dejó entrever.

– Por supuesto -respondí-. La sangre sintética debería llegar en el camión de mañana. Escucha, ¿podría hablar contigo después del trabajo? Tengo que pedirte un favor.

– Desde luego. Estoy en deuda contigo. -Y no sonó nada contento por ello.

– ¡No es para mí! -Yo también me sentí algo ofendida-. Es para mi abuela. Si estás despierto…, bueno, supongo que lo estarás. Cuando salga del trabajo a la una y media, ¿te importaría esperarme en la puerta de empleados, detrás del bar? -Señalé en esa dirección, y la coleta me bailó sobre los hombros. Sus ojos siguieron el movimiento de mi pelo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Muerto hasta el anochecer»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Muerto hasta el anochecer» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Charlaine Harris - Dead Over Heels
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Shakespeare’s Christmas
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Muerto y enterrado
Charlaine Harris
Charlaine Harris - De muerto en peor
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Shakespeare’s Counselor
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Shakespeare’s Landlord
Charlaine Harris
Charlaine harris - Corazones muertos
Charlaine harris
Charlaine Harris - El club de los muertos
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Poppy Done to Death
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Three Bedrooms, One Corpse
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Must Love Hellhounds
Charlaine Harris
Отзывы о книге «Muerto hasta el anochecer»

Обсуждение, отзывы о книге «Muerto hasta el anochecer» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x