– ¿Qué color de ojos, rasgos?-
– Realmente fue sólo por un minuto. Ni siquiera. ¡Oh, tenía anteojos. Los chicos los usan, incluso cuando llueve, para verse fríos. Era lindo. Pensé, es bueno que ella tenga un novio lindo porque realmente me ayudó a salir ese día. -
¿Algo más? ¿Su ropa, el airboard? ¿Usaba joyas? -
– No lo sé. Fue un minuto. -
– ¿Quiere trabajar con un artista de la policía? Usted puede recordar más. -
La alarma brilló en su rostro, y las mujeres a su alrededor empezaron a murmurar. -Yo apenas lo vi, y mi jefa… Además, no quiero meterla en problemas. Ella realmente me ayudó a salir. Es una buena chica. -
Eve pesó las opciones. Los medios de comunicación tendrían la historia por la tarde, si no la tenían ya. Estaría en la tapa de todos modos. -Le ayudó a salir. Ella fue asesinada la madrugada del domingo. -
– Oh, vamos. No, no me diga eso. -A medida que su voz se puso aguda, los niños en el tándem comenzaron un duelo lamentos.-Oh, Dios mío.-
Inmediatamente las otras mujeres se acercaron, tocándola, reuniendo a sus hijos o cargas un poco más cerca.
– El hombre con el que la vio puede tener información. Es importante que lo encuentre. -
– Apenas lo vi, y estaba lloviendo. No lo sé. Era una buena chica. Ella era sólo una niña. -
– ¿Cómo se llama?-
– Marta. Marta Delroy. -
– Marta, su nombre era Deena. Deena la ayudó. Ahora usted puede ayudarla. Lo voy a arreglar con su empleador. -
– Está bien.- Ella sacó un pañuelo de uno de sus bolsillos. -¿Qué tengo que hacer?-
Después que Eve hizo los arreglos, tomó la información del empleador de Marta, una de las otras mujeres tomó la palabra.
– Usted dijo que corría aquí en las mañanas, a estas horas. Es posible que desee hablar con Lola Merrill. Ella corre casi todos los días ahora que su hija empezó el preescolar. Por lo general se acerca a hablar después de que termina. Rubia alta, gran complexión. Es probable que ya haya corrido esta mañana. -
– Gracias.-
Dejó a las mujeres, sacó su enlace para hacer los arreglos para que su artista favorito tomara a Marta, y luego llamó a Peabody.
– Yo estaba a punto de llamar-, le dijo Peabody. -Creo que tengo algo. Una mujer piensa que la vio a principios de mes. -
– ¿Alta, rubia, de gran complexión?-
– Jesús, ¿tienes una super-visión?-
– No, pero tengo una confirmación y un testigo propio. Obtén la declaración de Lola, luego quiero que ella trabaje con Yancy lo antes posible. Voy a arreglar con Yancy. Mantenla allí unos minutos. Voy en camino. -
Se puso en contacto con la Central, añadió un segundo testigo a Yancy mientras caminaba hacia la zona de Peabody. Vio a la rubia, y tuvo que aceptar que su complexión dentro del traje negro de correr con ribetes de color azul brillante era excepcional.
– ¿Lola Merrill?-
– Es correcto.-
– Soy la teniente Dallas, compañera de la detective Peabody. Apreciamos su ayuda. Dígame lo que vio, y cuando lo vio-.
– Hace unas semanas, a mediados de abril, creo, porque todavía era muy rápido a esa hora de la mañana, y los narcisos acababan de estallar. Veía a la chica un par de veces a la semana. Tenía buena forma, buena resistencia. Nos saludamos con un movimiento de cabeza, la forma en que se hace. -
Lola dobló un tramo del tendón de la corva. -Nunca hablé con ella. Ese día la vi con este muchacho. Tenía un aspecto encantador el muchacho. Fuera del camino, sentados sobre la hierba. Él tenía su zapato, y estaba frotándose el tobillo. No me detuve porque parecía que lo tenía, y se reían. -
Se enderezó, tiró de su pierna detrás de ella para estirar los cuadriceps. -Seguí adelante, y se habían ido cuando terminé. Fue la primera vez que lo vi, y no lo vi desde entonces. Le estaba diciendo a su pareja que no la he visto por ahí últimamente, tampoco. -
– ¿Le dio un buen vistazo a él?-
Lola se encogió de hombros. -Yo no estaba prestando mucha atención. Yo estaba golpeando mis endorfinas. Pelo marrón, enmarañado. Lindo. Un buen calzado. Me di cuenta de los zapatos. Es algo que hago. -
– ¿Qué tipo de zapatos?.-
– Anders Cheetahs- la línea superior. Blancos con el logotipo de la marina. -
– ¿Color de ojos?-
– Gafas. Muchos corredores usan gafas o lentes. Y una gorra. Una gorra de béisbol. Me di cuenta de eso. Ah, y tenía una sudadera de Columbia. Fui allí, así que la reconocí. -
Eve cambió la mirada a Peabody, vio el mismo sentido de satisfacción que sentía. -La Sra. Merrill está muy feliz de trabajar con el artista de la policía, -dijo Peabody.
– Es muy emocionante, pero no sé la cantidad de ayuda que puedo dar. Yo apenas lo miré. -
Suficiente, pensó Eve, cuando terminó su circuito del parque, lo suficiente para darse cuenta de su pelo, sus zapatos, la gorra, la camisa. Yancy obtendría el resto, cualquier otra cosa que estuviera enterrado en el subconsciente.
– Fuimos afortunados-, dijo Eve mientras se alejaban. -Malditamente afortunados.-
– En serio, una puta suerte. Dos testigos con un barrido, y dispuestos a trabajar ambos con Yancy. -
– Gorra, gafas -más difícil de conseguir algo sólido del rostro. Él fue inteligente allí, pero no tan inteligente para ir con otros zapatos para su fin. Probablemente trató de impresionarla allí. La sudadera fue su apertura, su conexión. Podemos esperar que alguien más le haya visto en el East Side, como mi testigo lo hizo. Y se reunieron más de dos meses antes del asesinato. Él debe imaginarse que nunca los pondremos el uno con el otro.
– Claro, tal vez ella mencionó conocer a este tipo en el parque, y que lo ayudó. Pero después de que él trabaja en ella, todo es secreto. Él no conoce a las chicas de su edad, ella tendría que hablar de ello con su amiga. Ahora tenemos una sombra en vez de un fantasma. -
– Cerca de seis pies, complexión delgada, cabello castaño, blanco, joven. No mucho de una sombra todavía, pero más de lo que teníamos hace una hora. -
– Una vez que Yancy trabaje con ellos, tendremos más-.
Giró hacia las puertas de su casa. -Mientras hablo con MacMasters, comienza con los zapatos. Toca a alguien en la división para que te ayude con eso. El que no está enterrado en un activo. Yo apuesto a que eran bastante nuevos, los compró sólo para conocerla. Y vamos a empezar a buscar en la zona donde Marta los vio. Ve si puedes averiguar qué día el Museo de los Niños de East Side tuvo un espectáculo de magia, y hubo una tormenta. Podemos marcar el día en que el testigo los vio. Pon a alguien en eso, enfócate en los locales de música, videos, salones de juego, lugares donde los adolescentes se pueden juntar. -
– En eso.-
– Dile a Summerset que te instale en alguna parte.- Estacionó, salió del coche. -No va a ser su barrio tampoco. Él no quiere que alguien lo vea, lo pare, le hable. No cuando estaba con ella. Sólo ellos dos. -
Ella entró, simplemente sacudió el pulgar hacia Peabody cuando Summerset apareció.
– El capitán MacMasters la está esperando en su oficina. El Comandante Whitney está con él. -
Ella no dijo nada, pero se puso en marcha.
– Su vestido está listo y será entregado hoy.-
– ¿Mi qué?-
– Su vestido para la boda de la Dra. Dimatto. A Leonardo le gustaría verlo puesto, en caso de que requiera más arreglo. -
Eve abrió la boca, la cerró, e hizo algunos sonidos guturales. -Está bien. Está bien. Basta con colocarlo donde quiera que ponga las cosas cuando llegue aquí. -
Vestidos, accesorios, bodas. Por el amor de Dios. ¿Se suponía que tenía que llamar a Louise, informarle sobre el vestido?
Por el amor de Dios, pensó de nuevo.
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