Torsten Pettersson - Dame Tus Ojos

Здесь есть возможность читать онлайн «Torsten Pettersson - Dame Tus Ojos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Dame Tus Ojos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Dame Tus Ojos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El comisario Harald se enfrenta al caso más difícil de su carrera: en un apacible paraje de la ciudad de Forshälla, en Finlandia, ha sido hallado el cadáver de una mujer joven, sin ojos y con una «A» grabada en el estómago. A este cadáver le siguen otros dos que presentan mutilaciones similares.
El veterano policía, famoso por meterse en la piel del asesino más allá de los límites de lo razonable, solo cuenta con una pista: unas cartas halladas en casa de las víctimas donde estas confiesan sus secretos más íntimos, sus culpas y sus pecados. Cuando él también recibe una carta, la trama da un giro inesperado que conducirá al desconcertado lector a descubrir al asesino, antes que el propio comisario Harald, en un sorprendente final.

Dame Tus Ojos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Dame Tus Ojos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Recuerdo muy bien ese caso. Una turista de Koskikall…, quiero decir Forshälla, desapareció sin dejar rastro. Su marido, el señor Gudmundsson, denunció su desaparición y se mostró muy preocupado.

– ¿Averiguaron algo?

– En realidad, no. Hemos investigado todos los cuerpos que se encontraron en aquel momento y después, y ninguno coincide con su ADN, que pudimos conseguir del cepillo del pelo que nos proporcionó su marido. Todavía se encuentra en nuestra lista de desaparecidos, por lo que cada vez que encontramos algún ahogado o un cadáver en el bosque comprobamos si se trata de ella. Pero, por ahora, sin resultado alguno…

– ¿Qué cree que ocurrió?

– Primero sospechamos del marido, claro. Ya sabe, en el noventa por ciento de todos los asesinatos ¡busque en la familia! No tenía una buena coartada, había estado en la habitación del hotel, pero allí no había ni sangre ni nada. Lo interrogamos muchas veces, varias horas y con diferentes policías para ver si se contradecía o acababa dándonos más información bajo presión. De esta manera confesó que había discutido con su esposa antes de que ella saliera.

– ¿Ah, sí? No sabía que hubieran discutido… -dije con verdadero asombro.

– Sí, así fue. Ella quería salir, pero él quería quedarse en el hotel viendo la tele. «O sea que el tenis es más importante para ti que yo», fue lo último que ella le dijo. Casi lloraba cuando lo confesó. Por lo demás, no dijo haber tenido mayores problemas con su mujer.

– ¿Qué tipo de persona parecía él?

– Algo nervioso pero bastante callado, nada agresivo. Cortés. Todos los días nos preguntaba educadamente si habíamos encontrado algo, y eso que después de los interrogatorios tenía razones para estar enfadado con nosotros. En una ocasión, una patrulla de la policía vio a un hombre que corría por los alrededores del Parlamento en plena noche. Lo pararon y era el señor Gudmundsson.

– ¿Cómo interpretaron aquello?

– O estaba fuera de sí por la desaparición de su esposa, o fingía estarlo para que lo tuviéramos por un marido apenado. Ultracompensación.

– ¿Por cuál de las opciones se decanta usted?

Me di cuenta de que le hablaba de usted porque él lo hacía conmigo. Alzó los hombros y, mostrando las palmas de las manos, contestó:

– ¿Cómo saberlo? En cualquier caso, no tenemos ninguna prueba contra él.

– ¿Tuvieron algún caso similar por aquel entonces?

– Si se refiere a un asesino en serie de mujeres de mediana edad, no. Por supuesto, como ya sabe, casi todos los días desaparece alguien, pero no hubo nada especial por entonces.

– ¿Ha preguntado alguien sobre el caso?

– Sí, de hecho sí. En primer lugar, el señor Gudmundsson, por supuesto. Me llama algo así como una vez al mes y me pregunta con mucho tiento; no espera que tengamos ninguna novedad. Y en segundo lugar, el hermano de la señora Gudmundsson. Espere, lo tengo anotado. Ingemar Lindström. Llama de vez en cuando, es algo agresivo y dice que deberíamos encerrar al señor Gudmundsson. Opina que la pareja no era feliz y que Gudmundsson pudo haber matado a su esposa.

– Vaya, es interesante. ¿Qué más puede decirme de él?

– No lo he visto nunca, solo llama y, como le he dicho, se muestra bastante enfadado. Está seguro de que el cuñado es el asesino; siempre pensó que Gudmundsson era un tipo raro. Le puedo dar su número de teléfono. Le prometí que lo llamaría si averiguábamos algo. Por lo demás, no sé nada de él.

– ¿Qué opinión le merecen sus sospechas?

– A mí el señor Gudmundsson no me pareció un asesino, no diría que es el tipo de persona que emplea la violencia. Como usted, he visto a muchos asesinos, y hay algo en sus ojos y en el movimiento de los brazos que te lleva a pensar que son capaces de golpear y matar. El señor Gudmundsson no es así. Diría que ni siquiera respondería al ataque de otro. Además, es bastante bajo. Pero, como ya he dicho, nunca se sabe.

– ¿Tiene alguna hipótesis respecto al caso?

– Es posible que la señora Gudmundsson simplemente quisiera desaparecer. Esas cosas ocurren, ya lo sabe, y especialmente tras una disputa. La familia se niega a creerlo, pero es así: gente que quiere empezar de cero, quizá en otro país, y no contárselo a nadie. Puede que la señora Gudmundsson esté viviendo en otro lugar, con otro nombre, en Finlandia o quizá en Suecia. Tenemos una foto de ella en el registro nacional. No es que podamos investigar, pero si hiciera algo que implicara la intervención de la policía, daríamos con ella.

– ¿Quién está al corriente del caso?

– Se refiere a…

– ¿Quiénes saben que la señora Gudmundsson desapareció?

– Muchos policías, por supuesto. El personal del hotel, del hotel Presidentti. Las personas a las que preguntamos los primeros días. Las personas a las que el señor Gudmundsson preguntó por la calle… El número puede ser interminable, pero no sabemos sus nombres. Y seguramente también estén al corriente otros familiares aparte del hermano.

– ¿Nadie más ha preguntado por ella?

– No. Solo el hermano y el marido. ¿Puedo preguntarle a qué se debe su interés ahora, cuatro años más tarde? ¿Han recibido alguna información nueva sobre la señora Gudmundsson?

– No. Pero su marido ha sido asesinado. Hace una semana.

– ¡Vaya, ahora lo entiendo! Y creen que quizá los han matado a los dos, o que tal vez alguien lo ha matado a él por venganza. En ese caso deben de pensar en el hermano, el señor Lindström.

– Sí, ahora sí. Después de lo que me ha contado usted de él, puede ser una posibilidad. Pero el caso es más complejo; hay otros implicados.

– ¿Otros sospechosos?

– No, otros asesinados. Tenemos un asesino en serie en Forshälla.

– Interesante -comentó Hämäläinen-. Inusual en Finlandia. ¿Otros familiares?

– No, no son familia. Pero creemos que el lazo de unión entre las víctimas podría ser que el asesino busca una especie de venganza.

– Ya. Pero entonces la condena llega tarde. Cuatro años tarde. ¿Alguien que se haya enterado de la desaparición de la señora Gudmundsson ahora y se está vengando con cuatro años de retraso? El hermano lo ha sabido desde el principio.

– Es una posibilidad, pero hay otras muchas. Tal vez la desaparición no tenga nada que ver con el caso.

– Nunca se sabe -interrumpió Hämäläinen-. Cada año tengo eso más claro: nunca se sabe. Debería ser al revés, pues la experiencia y la técnica aumentan con los años. Deberíamos saber más cada día. Pero creo que sabemos menos, o que cada día son menos las cosas que sabemos con certeza. Cada persona es un mundo… Solo cuando uno ha aprendido mucho sobre la gente es cuando puede ver lo singular que es. Siempre contamos con lo normal. Que alguien haga algo es una razón normal. Pero en nuestra profesión vemos que hay muchas razones anormales e incluso, a veces, que no hay razones. Piense, por ejemplo, en Bodom, tres jóvenes asesinados en una tienda de campaña. Y piense en ese Gustafsson. No fue condenado, pero si es el asesino: ¿por qué? ¿Por qué matar a tres amigos con un cuchillo como un loco? Y, sin embargo, no estar loco y vivir una vida normal después de eso. ¿Por qué? ¿Cómo es posible? No se puede entender. En las personas y en los sucesos hay muchas cosas que no entendemos porque cada persona es un laberinto. Es fácil esconder mucho de uno mismo a los demás, y por otra parte puede ser difícil mostrar tus pensamientos y sentimientos y que se den malentendidos.

Estaba de acuerdo con el comisario. Insistió en invitarme a almorzar y me enseñó el laboratorio, que realmente era muy moderno. A las dos me fui de allí. No había hecho grandes descubrimientos, salvo que Lennart, en su relato, había adornado las circunstancias en las que había visto a su mujer por última vez. Por otra parte, Ingemar Lindström era un personaje interesante y, por lo demás, siempre estaba bien tener una visión de conjunto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Dame Tus Ojos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Dame Tus Ojos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


John Verdon - No abras los ojos
John Verdon
Gianrico Carofiglio - Con los ojos cerrados
Gianrico Carofiglio
libcat.ru: книга без обложки
Gabriel Márquez
Alexandra Fischer-Herl - Genieße deinen Tag und die Welt
Alexandra Fischer-Herl
Sofía Goytia Morillo - Tiam - El destello de tus ojos
Sofía Goytia Morillo
María Laura Ceirano - El mar en tus ojos
María Laura Ceirano
Lucía Victoria Torres - Tus grandes ojos oscuros
Lucía Victoria Torres
María Auxiliadora Balladares - Todos creados en un abrir y cerrar de ojos
María Auxiliadora Balladares
Remedios Zafra - Ojos y capital
Remedios Zafra
Отзывы о книге «Dame Tus Ojos»

Обсуждение, отзывы о книге «Dame Tus Ojos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x