Kay Hooper - Afrontar el Miedo

Здесь есть возможность читать онлайн «Kay Hooper - Afrontar el Miedo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Afrontar el Miedo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Afrontar el Miedo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Riley Crane se despertó completamente vestida, cubierta de sangre y con una pistola bajo la almohada. Pero lo que resultaba más aterrador aún era que no recordaba lo sucedido la noche anterior. En realidad, apenas recordaba las tres semanas anteriores.
Riley es un camaleón: ex oficial del ejército y ahora agente federal asignada a la Unidad de Crímenes Especiales, posee el don de la clarividencia y la capacidad de fundirse con su entorno, de ser lo que elija. Especialista de la UCE en lo oculto, ha sido enviada por su jefe, el enigmático Noah Bishop, a una casa en la playa, en Opal Island, para investigar diversas noticias sobre fenómenos misteriosos.
Pero eso fue hace tres semanas. Ahora, al despertarse, descubre que no puede fiarse de su memoria, que ha perdido la clarividencia de la que siempre ha dependido para protegerse, y que en su vida hay un nuevo hombre muy atractivo. Para colmo, con los recursos de la UCE recortados al mínimo, Riley se encuentra sin refuerzos. Sola, se ve obligada a enfrentarse a tientas a un juego en el que nadie a su alrededor es quien parecer ser. Y un truculento asesinato es el primer aviso de lo mucho que arriesga.
Bishop quiere sacar a Riley del caso. Y también Ash Prescott, el poderoso fiscal del distrito. Pero tanto su ex compañero en el ejército, Gordon Skinner, como el sheriff Jake Ballard creen que Riley puede atrapar a un asesino feroz. Uno de esos cuatro hombres sabe qué está pasando en este pueblecito costero, y Riley necesita desesperadamente esa información. Porque lo que no recuerda basta para costarle la vida. Esta vez, la maldad no está más cerca de lo que cree: está ya aquí.

Afrontar el Miedo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Afrontar el Miedo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Follar en un…? Dios mío, Riley.

– Créeme, era tan espantoso como suena. Y por lo que he oído, deduzco que el ritual tenía como objetivo extraer poder del sacrificio y del sexo.

– ¿Poder para hacer qué?

– No tengo ni idea. Pero tiene que haber algo detrás, una necesidad de poder sobrenatural.

– ¿Igual que en los incendios provocados? ¿Un intento de controlar una energía elemental?

– Sí, y un montón de energía. No entiendo para qué necesita alguien tanto poder, pero… -Se sintió un poco desfallecida y pensó que sus reservas debían de estar realmente en las últimas.

– Riley…

– Estoy bien, Ash. Enseguida…

*****

Se sentó en la cama sofocando un grito, con el corazón acelerado. Reconoció casi de inmediato su habitación, silenciosa e iluminada únicamente por la luz de la luna que se colaba por los postigos de las ventanas. Un rápido vistazo le mostró a Ash dormido apaciblemente a su lado.

El reloj de la mesilla de noche marcaba las cinco y media de la mañana.

«Oh, Dios.»

Salió de la cama, encontró su camisa de dormir en el suelo y se la puso con la escalofriante sensación de haber vivido ya aquello.

No podía estar sucediendo otra vez.

Otra vez no.

Entró en el cuarto de estar y buscó el mando a distancia para encender el televisor. Le temblaban tanto las manos que tuvo que hacer un esfuerzo por pulsar los pequeños botones del aparato.

La CNN confirmó sus temores. Era jueves.

Había perdido más de dieciocho horas.

Capítulo 15

Riley intentó pensar y se dio cuenta de que sus reservas de energía estaban tan agotadas que literalmente no se tenía en pie. Entró en la cocina y bebió zumo de naranja directamente del recipiente; comió luego dos barritas energéticas, una detrás de otra, sin apenas masticarlas y sin saborearlas lo más mínimo.

Tenía la aterradora sensación de haber perdido por completo el control.

«No sólo estoy perdiendo un tiempo precioso. Me estoy perdiendo yo.»

Comió una tercera barrita y apuró el zumo mientras esperaba a que acabara la cafetera, y para cuando hubo cafeína que añadir a las calorías, se sentía algo mejor.

Físicamente, al menos.

«¿Qué me está pasando?»

Lo último que recordaba era su experiencia en el claro y su breve conversación posterior con Ash. Creía que él le había dicho algo, que le había preguntado algo, y luego…

Luego estaba allí. Ahora.

No recordaba ningún desencadenante, ninguna palabra o acción concretas que pudiera determinar como la causa de aquellos apagones. Estaba manteniendo una conversación perfectamente normal con alguien (al menos todo lo normal que podían ser las conversaciones en su profesión) y al instante siguiente habían pasado horas.

Muchas horas.

Llevó su café a la mesa donde estaba colocado el ordenador portátil. Era obvio, de nuevo, que había estado allí, trabajando, al menos durante cierto tiempo. Pero había una diferencia respecto al día anterior.

Tenía que introducir una contraseña para acceder a su informe.

No recordaba haberla programado, pero no le costó trabajo deducir cuál era. Porque siempre era la misma, una palabra absurda de su infancia, el nombre secreto de un reino mítico que había inventado de niña para escapar del mundo desordenado y violento de sus hermanos mayores, de las bases militares y los traslados por todo el globo.

Tecleó la palabra y no se sorprendió al ver que era la correcta.

Había, por lo visto, unas cuantas certezas en su vida a las que aún podía agarrarse.

Lo que no entendía era por qué había decidido proteger su informe con una contraseña. No lo había hecho al comenzar a redactarlo.

«O puede que sí. Puede que de eso tampoco me acuerde.»

Confiaba en que el informe respondiera al menos a un par de interrogantes, pero se descubrió leyendo sólo pormenores que ya recordaba. Su visita al departamento del sheriff, su reunión con Jake, Leah y Ash… Incluso había anotado que era ella quien le había pedido a Ash que participara en la investigación, principalmente porque temía perder más tiempo y necesitaba que alguien de confianza la vigilara.

«Bueno, en eso acerté. Maldita sea.»

Hizo una mueca al llegar al final del brevísimo «informe». Porque acababa muy bruscamente diciendo: «Volví con Ash al lugar de los hechos. Experimenté una variante sumamente extraña de clarividencia que sólo puedo describir como una especie de visión. Ritos de magia negra extremos, posiblemente auténticos pero más macabros y retorcidos que cualquiera que yo conozca. No pude identificar positivamente a ninguno de los participantes, pero el ritual tenía claramente por objeto conseguir poder.

»Pero ¿para qué? No lo sé. Odio admitir que mi mente sigue afectada por el ataque con la pistola eléctrica, pero así debe ser, porque todavía me cuesta pensar con claridad. A veces me resulta imposible. Estoy segura de algo, de alguien, y al momento siguiente me descubro dudando, haciéndome preguntas, angustiándome.

»No lo entiendo. Me está pasando algo, me ha pasado algo, algo más que el ataque con la pistola eléctrica. La única posibilidad que se me ocurre, por increíble que parezca, es…».

– Mierda -masculló.

La anotación se interrumpía, presumiblemente porque la habían interrumpido mientras la escribía. Y por la razón que fuese no había acabado aquella frase, no había llegado a anotar aquella posibilidad de la que hablaba.

Y ahora no recordaba cuál era.

Si es que era algo.

– Dios mío, me estoy volviendo loca. -Levantó las manos y se frotó la cara lentamente. Intentando pensar. Intentando comprender.

– Iba a preguntarte si te encuentras mejor, pero ya veo que no.

Riley bajó las manos y tocó automáticamente el teclado para activar un salvapantallas inofensivo. El gesto pareció tan suave y natural que dudaba que Ash lo hubiera notado.

«¿Ahora dudo de él? ¿Por qué?»

– Buenos días -dijo, vagamente sorprendida por que su voz sonara normal. Hasta un camaleón tenía sus límites, y Riley sospechaba que ella había alcanzado los suyos hacía días. Como mínimo.

– Supongo que no debería sorprenderme que hayas madrugado tanto -dijo Ash al acercarse a la mesa. Se inclinó y la besó ligeramente-. Pero anoche me dio la impresión de que ibas a dormir una semana entera. O tres.

– Yo…, necesitaba descansar un poco.

– Necesitabas descansar mucho. Y todavía lo necesitas. -Frunció el ceño levemente mientras la observaba.

– Sé que estoy horrible -logró decir ella, dándose cuenta de pronto de que ni siquiera se había molestado en pasarse los dedos por el pelo en sus prisas por salir de la habitación.

– Tú nunca estás horrible. Pero pareces preocupada.

– Estoy preocupada. -Respiró hondo-. Ash, he tenido otro episodio de amnesia.

– ¿Qué?

Ella asintió con la cabeza.

– No recuerdo nada después de tener esa visión ayer por la mañana, en el claro. Y eso son más de dieciocho horas.

Ash apartó la silla que había junto a la de ella y se sentó. Seguía con el ceño fruncido.

– Riley…

– Pensaba que quizás hubiera escrito algo en el informe, pero sólo pone lo que ya recuerdo. Que estuvimos hablando con Jake y Leah en la sala de reuniones del departamento del sheriff. Que luego fuimos a la escena del crimen para que yo intentara captar algo. Y que tuve esa extraña visión. Ash, yo no tengo visiones, al menos no como ésa, y no lo entiendo. No entiendo qué me está pasando. Dios mío, ni siquiera sé si llamé a Bishop…

– Riley… -Alargó el brazo y cubrió con la mano una de las manos temblorosas de ella-. ¿De qué estás hablando?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Afrontar el Miedo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Afrontar el Miedo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Afrontar el Miedo»

Обсуждение, отзывы о книге «Afrontar el Miedo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x