Daniel Silva - Juego De Espejos

Здесь есть возможность читать онлайн «Daniel Silva - Juego De Espejos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Шпионский детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Juego De Espejos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Juego De Espejos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Novella d’espionatge amb dues virtuts importants: no és de John Le Carré (algun dia escriuré la ressenya dels llibres que he llegit d’ell, però aviso que no sortirà massa ben parat) i que està ambientada en uns fets reals: la Segona Guerra Mundial i la necessitat dels aliats d’evitar que, de la manera que sigui, el punt del desembarcament a les costes franceses sigui conegut pels alemanys o, millor encara, aquests creguin que serà per un lloc diferent del planificat.
El protagonista és el director del contra-espionatge anglès (si no ho recordo malament), un acadèmic convertit a espia si us plau per força com suggereix el títol original. Al bàndol contrari hi ha una xarxa clandestina d’espies alemanys infiltrats a Anglaterra. L’autor juga amb ambigüetats calculades per tal d’induir el lector a sospitar que diferents pesonatges són traïdors i revelaran el secret del lloc real del desembarcament.
És una novella d’acció continuada, que fa pensar fins i tot en la necessitat d’informació que tenim -i l’efecte que ens pot causar tenir informació parcial sobre les coses que fem. Fins al final no es desvetllen alguns punts foscos de la trama, i just aleshores vénen ganes de rellegir la novel·la per veure fins a quin punt l’acció dels diferents personatges és coherent amb aquesta realitat.

Juego De Espejos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Juego De Espejos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Era un cuarto exiguo: una cama deshecha no mayor que el catre que tenía Vicary en la sede del MI-5, una minúscula cocina donde se abrasaba café en un hornillo de gas, una mesita de café en torno a la cual se encontraban sentados dos hombres, que escuchaban la radio inmóviles como estatuas. Cada uno de ellos tenía entre los labios un infecto cigarrillo Gauloise. El aire era azul a causa del humo. Las luces estaban apagadas y la única iluminación era la claridad que se colaba por las estrechas ventanas, que daban a la parte trasera de una casa con fachada a la calle del otro lado. Vicary se acercó a una ventana y bajó la vista sobre un callejón sembrado de basura. Dos chicos se entretenían lanzando latas al aire y golpeándolas con palos. Se levantó una ráfaga de viento, cuyo soplo levantó del suelo las hojas de un periódico viejo que volaron en círculo como gaviotas. Boothby estaba echando el abrasado café en dos sospechosas tazas esmaltadas. Dio una a Vicary y se quedó con la otra. El café era infame -amargo, rancio y demasiado fuerte-, pero estaba caliente y contenía cafeína.

Boothby utilizó su desportillada taza para hacer las presentaciones. Indicó con ella primero al hombre de más edad y corpulencia de los dos.

– Alfred, éste es Pelícano. No es su verdadero nombre, como puedes comprender, es su nombre en clave. No creo que llegues a saber su verdadero nombre, me temo. Me parece que tampoco yo lo conozco. -Movió la taza en dirección al segundo hombre sentado a la mesita-. Y este compañero es Gavilán. No es su nombre en clave, es su nombre auténtico. Gavilán trabaja para nosotros, ¿verdad, Gavilán? [En inglés, «Hawke». ( N. de la T. )].

Pero Gavilán no dio la menor muestra de haber oído las palabras de Boothby. Más que un gavilán, parecía un palo, una vara o una caña, tan penosa y cadavéricamente delgado estaba. Su traje barato de tiempos de guerra pendía de los huesudos hombros como si estuviera colgado en un galán de noche. Tenía la palidez de alguien que trabajase de noche y bajo tierra. Le clareaba el rubio cabello, que encanecía a ojos vista, aunque no era mayor que los muchachos a los que Vicary impartió clase en la universidad el último semestre. Sostenía su Gauloise como un francés, sujetando la colilla con los largos dedos índice y pulgar. Vicary tuvo la incómoda sensación de que le había visto antes en alguna parte: en la cantina, quizás, o saliendo del Registro con un puñado de expedientes bajo el brazo. ¿O tal vez cuando abandonaba el despacho de Boothby por la salida secreta, tal como viera aquella noche a Grace Clarendon? Gavilán no miró a Vicary. Sólo se movió cuando Boothby avanzó un par de pasos hacia él: Y entonces se limitó a inclinar y apartar la cabeza una fracción de centímetro y su rostro se puso tenso, como si temiera que Boothby le fuese a golpear.

Vicary miró después a Pelícano . Podía haber sido escritor o podía haber sido trabajador portuario; podía ser alemán o podía ser francés. Polaco, quizás…, estaban por todas partes. A diferencia de Gavilán, Pelícano devolvió la mirada a Vicary, la sostuvo, con firmeza y con expresión levemente divertida. Vicary no pudo ver del todo los ojos de Pelícano, porque éste llevaba gafas de gruesos cristales, ligeramente oscuros, como si tuviera la vista demasiado sensible a la luz. Bajo la chaqueta de cuero negro llevaba dos jerséis, uno gris de cuello de cisne y una desgastada rebeca castaño claro que parecía se la hizo un pariente con malas intenciones y ojos tan deficientes como los suyos. Fumó su Gauloise hasta que casi le quemó los dedos y luego lo apagó aplastando la brasa con la cascada uña de su grueso pulgar.

Boothby se quitó el abrigo y apagó la radio. Miró a Vicary:

– Bueno, vamos a ver. ¿Por dónde he de empezar? -dijo.

Gavilán no trabajaba para «nosotros», Gavilán trabajaba para Boothby.

Boothby conocía al padre de Gavilán. Trabajó con él en la India. Seguridad. Conoció al joven Gavilán en Gran Bretaña el año 1935 en el curso de un almuerzo en la finca de la familia en Kent. El joven Gavilán estaba bebiendo y hablando demasiado, reprochando a su padre y a Boothby la clase de trabajo que realizaban, recitando a Marx y a Lenin como se recita a Shakespeare, agitando los brazos en los espléndidos jardines de la hacienda como si estos constituyesen la prueba fehaciente de la corrupción de la clase dirigente inglesa. Después del almuerzo, Gavilán padre dirigió a Boothby una tenue sonrisa para disculparse por la conducta abominable de su hijo: Los chicos, estos días… ya sabes… lo que aprenden en la escuela los estropean… la educación cara es un despilfarro.

Boothby también sonrió. Llevaba mucho tiempo buscando a un Gavilán.

Boothby tenía una nueva misión: vigilar a los comunistas. Especialmente en las universidades, Oxford y Cambridge. El partido comunista de la Gran Bretaña, con el cariño y estímulo de los amos rusos, echaba su cebo por las universidades a la caza de nuevos miembros para su rebaño. La NKVD buscaba espías. Gavilán empezó a trabajar para Boothby en Oxford. Boothby sedujo a Gavilán. Boothby dio rumbo y sentido a aquel corazón a la deriva. Boothby era un genio en eso. Gavilán se mezcló con los comunistas: bebió con ellos, se peleó con ellos, jugó al tenis con ellos, fornicó con ellos. Cuando el partido le fue a buscar, Gavilán los mandó a hacer puñetas.

Entonces fue a buscarle Pelícano.

Gavilán llamó a Boothby. Gavilán era un buen chico.

Pelícano era alemán, judío y comunista, Boothby se percató inmediatamente de sus posibilidades. Había sido un agitador callejero comunista en Berlín durante el decenio de 1920, pero con la llegada de Hitler al poder pensó que lo mejor era buscarse aguas más tranquilas. Emigró a Inglaterra en 1933. La NKVD conocía a Pelícano de su época en Berlín. En cuanto se enteraron de que se había establecido en Inglaterra lo reclutaron como agente. Se daba por supuesto que su tarea consistía en descubrir talentos, nada de pesados trabajos de campo. El primer talento que localizó fue el agente de Boothby, Gavilán. En la siguiente reunión que mantuvieron Gavilán y Pelícano , Boothby se presentó como surgido de la nada y metió en el cuerpo de éste el sano temor de Dios. Pelícano accedió a trabajar para Boothby.

– ¿Aún estás conmigo, Alfred?

Vicary, que escuchaba junto a la ventana, pensó: «Ah, sí. Lo cierto es que voy cuatro movimientos por delante de ti».

En agosto de 1939, Boothby llevó a Gavilán al MI-5. Cumpliendo órdenes de Boothby, Pelícano comunicó a sus controladores de Moscú que la estrella que había reclutado trabajaba ahora para la Inteligencia británica. Moscú se quedó extasiado. La estrella de Pelícano empezó a ascender. Boothby utilizaba a Pelícano para enviar a los rusos material verídico, aunque carente de valor, supuestamente proporcionado por la fuente introducida en el MI-5, Gavilán. Todo era información que los rusos podían confirmar por otras fuentes. La estrella de Pelícano se remontó vertiginosa.

En noviembre de 1939, Boothby envió a Pelícano a los Países Bajos. Un joven y arrogante oficial del servicio información de las SS llamado Walter Schellenberg efectuaba viajes regulares a territorio holandés para entrevistarse con un par de agentes del MI-6,

Schellenberg adoptaba la postura de miembro de la Scharze Kapelle y solicitaba la ayuda británica. En realidad, quería que los británicos le dieran los nombres de los verdaderos traidores alemanes, para poder arrestarlos. Pelícano se reunió con Schellenberg en un café, en una ciudad fronteriza holandesa, y se ofreció a trabajar para él como espía en Gran Bretaña. Pelícano reconoció haber realizado un par de cosas para la NKVD, incluido el reclutamiento de un muchacho de Oxford llamado Gavilán, que acababa de ingresar en el MI-5 y con el que Pelícano mantenía aún un contacto regular. Como detalle de buena voluntad, Pelícano obsequió a Schellenbergcon una colección de material erótico asiático. Schellenberg entregó a Pelícano mil libras, una cámara fotográfica y un transmisor de radio, y lo envió de vuelta a Gran Bretaña.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Juego De Espejos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Juego De Espejos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Juego De Espejos»

Обсуждение, отзывы о книге «Juego De Espejos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x