• Пожаловаться

Anne Perry: Una visita navideña a Romney Marshes

Здесь есть возможность читать онлайн «Anne Perry: Una visita navideña a Romney Marshes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Детектив / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Anne Perry Una visita navideña a Romney Marshes

Una visita navideña a Romney Marshes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Una visita navideña a Romney Marshes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Mariah Ellison, la irritable abuela de la serie del inspector Pitt, se ve forzada a pasar la Navidad en Romney Marshes con los Fielding. Pero pasar la Navidad con ellos es algo muy diferente a lo que está acostumbrada. Cuando llega una prima de la familia, Maude Barrington, la abuela ya se ve al límite de su aguante. Maude le parece una persona poco fina, algo rara… y fascinante, aunque se ocupa bien de no decírselo a nadie y manifestar en público un ligero desdén. Pero cuando aparece muerta, la abuela, intentando descubrir lo que ocurrió, deberá enfrentarse a revelaciones sorprendentes sobre su propio pasado. Una visita navideña en Romney Marshes tiene la combinación perfecta de misterio y crimen en la ambigua sociedad victoriana, sin olvidar una ración generosa de alegría navideña.

Anne Perry: другие книги автора


Кто написал Una visita navideña a Romney Marshes? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Una visita navideña a Romney Marshes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Una visita navideña a Romney Marshes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Maude lo había llevado consigo, y solo le quedaba una dosis. Debía de tomarlo con regularidad. ¡Qué estúpida! Si hubiera comido con sensatez no lo habría necesitado. Era curioso que lo tuvieran en Arabia, Persia o dondequiera que hubiese estado últimamente. Y la etiqueta también estaba en inglés.

Volvió a mirarla. Tenía impreso el nombre y la dirección de un boticario de Rye, que estaba a pocos kilómetros bordeando el cabo de Dungeness.

Pero Maude había dicho que no había salido de Snave, de hecho no había tenido ocasión de salir. Así que alguien se la había dado, con una sola dosis. ¡En teoría era para curar una indigestión de nueces de macadamia! Pero ¿solo una dosis? ¡Qué raro! Sobre todo porque la persona en cuestión no estaba segura de que Maude la necesitaría. Ningún hogar carecería de un producto tan corriente, sobre todo en Navidad, cuando estaba garantizado que la gente cometía excesos. Había algo de lo más extraño.

Volvió a coger la botella y, ocultándola en los pliegues de su falda, regresó a su habitación y la escondió en un cajón con su ropa interior.

Luego, con la ayuda de Tilly -Tilly se había recuperado; su resfriado carecía de importancia en comparación con una muerte-, se vistió con las ropas más oscuras que había llevado consigo -no eran del todo negras, pues un gris era apropiado para una viuda de hacía muchos años, y la luz invernal lo haría pasar por negro-. Bajó la escalera para afrontar el resto del día.

Caroline estaba en el salón delante del fuego. Joshua había salido a buscar al médico del lugar para cumplir con las autoridades competentes.

– ¿Se encuentra bien, suegra? -preguntó Caroline con preocupación-. Ha sido una terrible experiencia para usted.

– ¡Ha sido mucho peor para Maude! -respondió Mariah con agria franqueza.

Tenía la cabeza llena de pensamientos preocupantes, pero no estaba muy segura de cuáles exactamente. No podía compartirlos, sobre todo con Caroline, quien, por lo que ella sabía, nunca había conducido ninguna investigación. Incluso podría querer evitar el escándalo y negarse a planteárselo, ¡y Maude se merecía algo mejor que eso! Tal vez solo recayese en Mariah Ellison, y en nadie más, descubrir la verdad.

Al cabo de unos minutos llegó el médico y lo condujeron a la habitación del piso de arriba.

– Fallo cardíaco -les informó cuando volvió a bajar-. Muy triste. Por lo demás parecía tener una excelente salud.

– ¡Sí! -dijo Mariah enseguida, antes de que nadie pudiera replicar-. Era una viajera que había recorrido todo el mundo, caminaba muchos kilómetros, montaba a caballo e incluso en camello. No nos habló de ninguna dolencia.

– Bueno, a veces llega sin avisar -dijo amablemente el médico.

– ¿Un ataque mortal? -exigió saber la vieja dama-. ¡No parecía haber sufrido ninguna clase de agonía!

– No -reconoció el médico frunciendo ligeramente el ceño-. Creo que lo más probable es que el corazón sencillamente trabajase más despacio y luego se detuviera.

– ¿Qué trabajase más despacio y luego se detuviera? -dijo Mariah con incredulidad.

– ¡Suegra! -le reprochó Caroline.

– Creo que bien ha podido ser una muerte apacible -le dijo el médico a Mariah-. ¿Eso la consuela? ¿La quería mucho?

– ¡Apenas la conocía! -repuso Caroline con acritud.

– ¡Sí! -la contradijo Mariah, con la misma acritud.

– Lo siento mucho -dijo el médico sin dejar de ser amable. Después se volvió hacia Joshua-. Si puedo ayudarle con los arreglos, me complacerá mucho.

– Gracias -aceptó Joshua.

– Tenemos que informar al resto de su familia -dijo Mariah en voz muy alta-. A esa Bedelia no sé qué.

– He estado pensando en cómo podría escribir una carta como esa -reconoció Caroline-, en qué habría que decir para que fuera… «mejor», aunque esa palabra parece absurda. Si simplemente digo que sentimos la inmensa tristeza de informarles, ¿será mejor? -Parecía preocupada, e incluso calificarla de «triste» no habría sido una exageración. La pena de su rostro era sincera.

La mente de Mariah se disparó. ¿Qué se permitía a sí misma pensar? ¿El corazón trabajó más despacio? ¿Nueces que todo el mundo sabe que son indigestas? ¿Una dosis de pipermín? ¿Habían asesinado a Maude? ¡Era ridículo! Eso era lo que pasaba por permitir que una nieta se casase con un policía. La culpa era de Caroline. ¡Si hubiera sido una madre un poco responsable no habría permitido que Charlotte hiciera tal cosa! Thomas Pitt no era un marido adecuado. No tenía nada digno de elogio, salvo quizá el porte.

Pero si alguien como Pitt podía resolver un crimen, sin duda Mariah también podía resolverlo. ¡No iba a ser más listo que ella el hijo de un guardabosques que tenía la mitad de su edad!

Y si Maude Barrington había sido asesinada, entonces Mariah Ellison buscaría al culpable y lo llevaría ante la justicia para que respondiera de sus actos. Maude podía haber sido una mujer absurda, y una completa molestia, pero existía una cosa que era la justicia.

Mariah notó como si la luz y el calor desapareciesen, para dejar lugar a una clase de pesadez que no acertaba a comprender.

– No deberías escribirles -dijo con firmeza a Caroline-. Es algo demasiado horrible y repentino para ponerlo en una carta, cuando parece ser que viven tan cerca. Snake, ¿no? O algo así.

– Snave -le corrigió Caroline-. Sí. Está a cinco o seis kilómetros. En el interior de la marisma. ¿Cree que debería ir yo a contárselo? -Su rostro se tensó-. Sí, claro tiene razón.

– No -se apresuró a decir Mariah-. Estoy de acuerdo en que hay que hacerlo personalmente. Al fin y al cabo, era su hermana, a pesar de como la trataba. Tal vez ahora se sentirán abrumados por la culpa. -Pensó que aquello era muy improbable. Era obvio que no tenían vergüenza-. Pero iré yo. Tú tienes que hacer muchos preparativos para Navidad, y Joshua te echaría de menos. Y además creo que en realidad yo pasé más tiempo con Maude que tú. Podría ser de algún consuelo informarles un poco de sus últimas horas.

Mariah sonó algo sentenciosa y lo sabía. Observó con perspicacia el rostro de Caroline. Sería un desastre si su nuera la acompañaba; de hecho, el viaje sería una pérdida de tiempo. Para tener esperanza de lograr algo se vería obligada a contar a Caroline lo que sospechaba cada vez con más certidumbre cuanto más reflexionaba sobre ello.

Una chispa de esperanza iluminó los ojos de Caroline.

– Pero eso es mucho pedirle, suegra.

Por supuesto Caroline tenía sus dudas. Mariah Ellison nunca se había distinguido por sacrificarse por nadie. No era propio de su carácter. Pero Caroline no la conocía demasiado bien. Durante casi veinte años habían vivido bajo el mismo techo, y durante todo ese tiempo su suegra había vivido una mentira. Había ocultado su desdicha y el odio que sentía por sí misma bajo el manto de la viudez. Pero ¿qué otra cosa habría podido hacer? La vergüenza de su pasado ardía continuamente en su interior como si el dolor físico estuviera aún en carne viva, sangrando, y ella apenas pudiera caminar. Había tenido que mentir, por el bien de su hijo. Y la mentira se había hecho cada vez más grande en su interior, alejándola de todo el mundo.

– No me lo has pedido -dijo con más brusquedad de la que pretendía-. Yo me he ofrecido. Esta solución parece la más sensata.

¿Debía añadir que Caroline y Joshua la habían acogido con amabilidad y que aquella era su pequeña compensación? No. Caroline nunca lo creería. Le habían permitido alojarse allí, pero no era bienvenida; no era tan estúpida como para llegar a imaginar que sí. Caroline sospecharía.

– No tengo nada más que hacer -añadió aportando un poco de realismo-. Me aburro.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Una visita navideña a Romney Marshes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Una visita navideña a Romney Marshes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Una visita navideña a Romney Marshes»

Обсуждение, отзывы о книге «Una visita navideña a Romney Marshes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.