Dorothy Sayers - Los nueve sastres

Здесь есть возможность читать онлайн «Dorothy Sayers - Los nueve sastres» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los nueve sastres: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los nueve sastres»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La noche de fin de año, Peter Wimsey sufre un accidente de coche y se ve obligado a pernoctar en Fenchurch St. Paul, donde el párroco de la aldea le ofrece alojamiento. Muchos de los aldeanos han enfermado a causa de una fuerte gripe, entre ellos el campanero, de modo que Wimsey se ofrece a cubrir su puesto esa noche.
Meses después, fallece el marido de una de las víctimas de la epidemia. Durante el entierro, descubren un cadáver sin identificar y Wimsey se verá implicado en la investigación de este desconcertante hallazgo, que oculta mucho más de lo que en principio aparenta.
Las historias de lord Wimsey se publicaron entre 1920 y 1940 y relatan las aventuras del hermano menor del duque de Denver, Peter Wimsey. En algún momento previo a las primeras novelas, Wimsey empezó a investigar crímenes como aficionado; ahora, la policía (especialmente el inspector Parker) valora su colaboración y lo considera un competente sabueso. Los nueve sastres es uno de los libros más conocidos de la serie de lord Peter.

Los nueve sastres — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los nueve sastres», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Estaba muy afectado, así que descansó un momento.

– Al día siguiente estaba muy enfermo, pero no podía dejar de pensar en Deacon. Me levanté antes del alba y cogí un poco de pan, queso y una botella de cerveza. Jim me oyó y se despertó. Me preguntó qué hacía despierto y yo le dije que me iba a ver a la vaca, y lo hice, aunque antes pasé por la iglesia. Deacon estaba bien, un poco rabioso porque tenía mucho frío, así que le dejé mi abrigo viejo para que no se muriera de frío. Luego lo até por los tobillos y los codos, de modo que pudiera comer solo pero que no alcanzara a desatarse. Luego fui a ver a la vaca y la encontré mucho mejor. Después de desayunar, cogí el coche viejo y fui hasta Walbeach, aunque cada vez me encontraba peor. Encontré al marinero, que estaba a punto de zarpar. Estuvimos hablando y acordamos que esperaría en el muelle hasta las diez de la noche, recogería a mi pasajero y se marcharía sin hacer preguntas. Me pidió doscientas cincuenta libras y yo acepté. Le di las cincuenta libras allí mismo y le prometí que vería el resto cuando Deacon estuviera a bordo. Me metí en el coche para volver a casa pero ya saben lo que sucedió después.

– Hasta aquí está muy claro -dijo Parker-. No necesito decirte que cometiste un grave delito al ayudar a un asesino a escapar del país. Como policía, me parece sorprendente; como hombre, siento lástima por ti. En cuanto a ti -dijo dirigiéndose a Jim-, supongo que tu intervención empieza aquí.

– Sí, señor. Bueno, como ustedes saben, trajeron a Will a casa muy mal y durante uno o dos días pensamos que no saldría de ésa. Deliraba y sólo quería ir a la iglesia, algo que nosotros atribuimos al carrillón de Año Nuevo. Supo controlarse en cada momento y nunca dijo nada sobre Deacon, pero un día, cuando Mary salió de la habitación, me agarró de la mano y me dijo: «Que Mary no lo sepa. Jim. Tienes que sacarlo de allí». «¿Sacar a quién?», le pregunté. Y él respondió: «En el campanario… frío y hambriento». Entonces se sentó en la cama y dijo, bastante tranquilo: «El abrigo, dame el abrigo. En el bolsillo debo tener las llaves y el dinero». Yo le dije: «De acuerdo, Will. Ahora te lo traigo», pensando que estaba soñando pero al cabo de un momento pareció que se olvidaba y cayó rendido en la cama. A mí me pareció muy raro, así que miré en los bolsillos del abrigo y encontré las llaves del párroco y un fajo de billetes.

Jim hizo una pausa y continuó.

– Bueno, entonces empecé a pensar que debía haber algo detrás de eso, así que cogí las llaves y pensé que, antes de devolverlas, sería mejor que echara una ojeada en la iglesia. Fui hasta allí…

– ¿Qué día era?

– Creo que era el 2 de enero. Subí al campanario, a la sala de las campanas y… bueno… ¡allí estaba!

– Ya debía habérselo comido todo, a esas alturas.

– ¿Comido? Estaba frío y tieso.

– ¿Se había muerto de hambre?

– No creo. Junto al cuerpo había un buen trozo de queso, medio pan y dos botellas de cerveza, una llena y la otra vacía. Tampoco había muerto de frío, como quizá estén pensando. He visto hombres morir de frío y se van apagando lentamente, acurrucados como pollos, como si hubieran muerto mientras dormían. No. Murió de pie, y fuera lo que fuera lo que lo mató, lo había visto venir. Había luchado como un tigre para desatarse, hasta que pudo ponerse de pie, y la misma cuerda había quemado el tejido de la chaqueta y los calcetines. ¡Y la cara! Dios mío, señor, jamás he visto nada igual. Tenía los ojos abiertos como platos y una mirada que parecía que había visto las puertas del infierno. Me afectó mucho. Lo estaba mirando desde lejos cuando vi la vieja chaqueta de Will en el suelo, tirada por ahí, como quedaría después de una lucha. Aunque la chaqueta también indica que no pudo morir de frío. No sabía qué hacer con él, porque no lo había reconocido. Le registré el bolsillo delantero y encontré unos papeles. Algo a nombre de un tal Sastre y otros a nombre de alguien francés, aunque no recuerdo el nombre. Y entonces le miré las manos.

– ¡Ah! -exclamó Wimsey-. Ahora llegamos a lo interesante.

– Sí, milord. Recordarán que conocía a Deacon sólo de vista. Sabía que tenía una cicatriz en la mano, porque un día se cayó con una bandeja y una jarra de cristal y se cortó. Había visto la cicatriz antes y nunca la olvidé. Cuando la vi, milord, y supe quién era… ¡bueno! No tuve ninguna duda de lo que había pasado. Perdóname, Will. Pensé que lo habías matado y ante Dios juro que no te culpé por ello. No es que acepte el asesinato pero… Y aunque sabía que las cosas entre nosotros jamás volverían a ser iguales, no te culpé. Sólo deseé que la muerte hubiera sido consecuencia de una pelea limpia.

– Si hubiera sido así, Jim, te aseguro que habría muerto en una pelea limpia. Quizá lo habría matado, pero jamás lo hubiera hecho estando atado de pies y manos. Deberías saberlo.

– Bueno, debería. Pero en aquel momento me pareció que no había otra respuesta. Tuve que pensar deprisa qué iba a hacer. En un rincón encontré unas tablas y las coloqué delante del cuerpo para que, si subía alguien, no lo viera, a menos que ese alguien estuviera buscando algo, y luego me fui para seguir pensando. Me quedé las llaves. Sabía que las necesitaría y, conociendo al párroco, seguro que creería que las había perdido. Todo el día le estuve dando vueltas y luego recordé que el funeral de lady Thorpe era el sábado. Entonces vi claro que podría enterrarlo en la tumba y que jamás lo encontrarían, a menos que sucediera algo imprevisto. Tenía que irme el sábado por la mañana y pensé que podría arreglarlo todo para tener una coartada. El viernes lo pasé mal. Jack Godfrey me dijo que iban a tocar un carrillón por lady Thorpe, y yo empecé a temblar, pensando que cuando él subiera a ponerles las pieles a los badajos, vería el cadáver. Sin embargo, tuve la grandísima suerte de que subió cuando ya había anochecido y supongo que ni se fijó en las tablas, porque si no, lo habría descubierto todo.

– Sabemos lo que hiciste el domingo -dijo Parker-. No te molestes en explicárnoslo.

– No, señor. Lo pasé muy mal encima de aquella moto. El faro de acetileno no funcionaba y llovía a cántaros. Aun así, llegué, con bastante retraso, y me puse manos a la obra. Le corté las cuerdas…

– Eso también lo sabemos. Había un testigo escondido detrás de la escalera que lleva al tejado.

– ¿Un testigo?

– Sí, y tuviste la suerte de que se trata de un ladrón muy respetable y caballeroso con el corazón de un ratón que se desmaya con tan sólo ver sangre; de otro modo, ahora mismo estarías sufriendo el chantaje de todo un profesional. Aunque, a favor de Nobby, debo decir -añadió Parker-, que consideraría el chantaje algo demasiado vulgar para un caballero como él. ¿Llevaste el cadáver al cementerio?

– Y muy contento de hacerlo. Mientras lo bajaba por aquella escalera no podía mirar hacia abajo del vértigo que tenía. ¡Y esas campanas! Esperaba que hablaran en cualquier momento. A veces uno cree que pueden hablar, que están vivas. De pequeño leí una historia sobre una campana que repicó después de un asesinato. Creerán que soy un sensiblón, hablando así, pero me impresionó mucho. No lo olvidaré nunca.

– The Rosamonde, conozco la historia -dijo Wimsey-. Decía: «¡Ayuda, Jehan! ¡Ayuda, Jehan!». A mí también me impresionó.

– Exacto, milord. Pero bueno, bajé el cuerpo. Abrí la tumba y estaba a punto de meterlo dentro…

– Utilizaste las herramientas del sacristán, ¿supongo?

– Sí, señor. En el juego de llaves del párroco estaba la de la cripta. Como iba diciendo, estaba a punto de meter el cadáver en la tumba cuando pensé que alguien podría abrirla y reconocerlo. Así que le di unos cuantos golpes en la cara con la pala…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los nueve sastres»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los nueve sastres» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Dorothy Sayers - Whose Body?
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Diskrete Zeugen
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Los secretos de Oxford
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Five Red Herrings
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - The Nine Tailors
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Have His Carcass
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Murder Must Advertise
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Clouds of Witness
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Unnatural Death
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Busman’s Honeymoon
Dorothy Sayers
Отзывы о книге «Los nueve sastres»

Обсуждение, отзывы о книге «Los nueve sastres» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x