Edmund Crispin - El caso de la mosca dorada

Здесь есть возможность читать онлайн «Edmund Crispin - El caso de la mosca dorada» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El caso de la mosca dorada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El caso de la mosca dorada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una joven y temperamental actriz, a quien la totalidad de su compañía teatral detesta, muere asesinada en Oxford, en extrañas circunstancias, durante los ensayosde una nueva obra. Afortunadamente para la policía el crimen ocurre en la propia Facultad donde Gervase y Fen, hombre de letras y detective aficionado, imparte su enseñanza.
Edmund Crispin se mueve, en EL CASO DE LA MOSCA DORADA, dentro de las características de la novela policiaca inglesa para relatar una historiaen la que también aparecen concomitancias con un antiguo relato de fantasmas.
Esta novela es la primera en la que aparece Gervase Fen, excéntrico detective aficionado, profesor de Inglés y Literatura en St Christopher's College, supuestamente basado en el profesor de Oxford W.E. Moore. El libro contiene abundantes alusiones literarias que van desde la antigüedad clásica a mediados del siglo 20.

El caso de la mosca dorada — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El caso de la mosca dorada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Webster.

El viaje de Oxford a Didcot (y de ahí a Paddington) involucra dificultades de naturaleza distinta de la que experimentan quienes recorren el mismo trayecto en dirección contraria. El tren, siempre y cuando arranque, avanza a un ritmo uniforme, aunque poco espectacular. El problema estriba en saber cuándo arrancará. Nicholas insistía siempre en que el primer tren de la mañana salía diez minutos tarde deliberadamente, en que esto retrasaba todavía más el siguiente y en que el proceso se repetía así, acrecentado, a lo largo del día. A cierta altura de la jornada, sin embargo, el tren retrasado alcanzaba según él al siguiente: el de las 12,35 salía a la 1,10, y el de la 1,10 a la 1,35, de manera que al final del día lo más probable era que varios trenes no circulasen. Sea como fuere, lo cierto es que si llega a la estación a tiempo para tomar su tren tiene que esperar por lo menos media hora, mientras que si confía -como por otra parte habría sido muy lógico- en que llegará con diez minutos de retraso, invariablemente el tren arriba a su hora y lo pierde. Por eso sostenía Nicholas que el ciego dios del azar vestía el uniforme de los ferrocarriles.

Esta dificultad, sin embargo, pareció no afectar mayormente a las seis personas que hicieron el viaje en la semana del 19 al 26 de octubre de 1940. Por distintas razones cada uno estaba demasiado contento para inquietarse por eso.

El final melodramático del caso fue muy del agrado de Nicholas, a quien la rubia había ido a despedir a la estación; además pensaba que le había servido para ampliar sus conceptos sobre ciertos personajes shakesperianos. El papel de Goneril, por ejemplo, debía ser interpretado siempre por una mujer joven y pelirroja.

– Fen es listo -reconoció a su pesar después de haber discutido el caso con la rubia ad nauseam -, aun cuando me considere fascista.

– ¿Y no lo eres? -preguntó la rubia, sorprendida al parecer.

– Claro que no. Soy partidario ferviente de esta guerra; por eso voy a Londres ahora.

– ¿Y qué piensas hacer cuando llegues?

– Buscarme un trabajo de guerra. No en una fábrica, con esas odiosas máquinas y esas discordancias sincopadas que me perforan los oídos todo el día. Dios me libre. Buscaré alguna tarea civilizada y útil.

El tren llegó. Nicholas ascendió a un vagón de primera y asomó la cabeza por la ventanilla. Los trenes, reflexionó, tardan tanto en arrancar que el pleonasmo de frases de despedida que uno ha meditado con cuidado termina por resultar cansado en extremo.

– No es necesario que esperes a que salga -le dijo a la rubia, que, sin embargo, replicó:

– No pienso esperar. Voy contigo -subió a su vez, y Nicholas la miró con severidad.

– ¿A qué se debe esta decisión súbita? -preguntó.

– A que me propongo casarme contigo, tarde o temprano, por los propósitos que tan bien describen las palabras consagratorias del sagrado vínculo matrimonial. Siento ser pesada, pero sucede que te he cobrado afecto, y como eres un asno creo que si confío en tu iniciativa no alcanzaré mi objetivo jamás.

– Oh Dios -exclamó Nicholas-, debo releer Much Ado. Mi situación se parece una vez más a la de Benedick -luego sonrió-. Pero ¿sabes una cosa? -añadió-. Creo que me va a resultar agradable -el tren se puso en marcha rumbo a Londres.

Fen y sir Richard viajaban juntos. Fen prácticamente se había olvidado del caso, aun cuando de haberlo sugerido alguien habría chocado contra una negativa rotunda. Su interés en lo que acontecía alrededor era tan profundo que excluía todas las evocaciones demasiado prolongadas; era un hombre que vivía casi exclusivamente en el presente. Por el momento estaba embarcado en una tenaz disertación sobre los valores de Wyndham Lewis, y a ratos, con grosería calculada, intentaba disuadir a sir Richard de su intención de escribir un libro crítico sobre la obra de Robert Warner. Feliz como escolar en día de fiesta, comentaba en susurros penosamente audibles y tono cada vez más ofensivo el aspecto físico y probables vicios de sus vecinos de compartimiento.

Helen y Nigel, casados desde hacía cuatro días, casi se podía decir que habían olvidado todo lo que no fuera ellos dos. Habían pasado una luna de miel relámpago recorriendo en bicicleta los alrededores de Oxford, y ahora Nigel volvía a su trabajo, y Helen iba a comenzar los ensayos con el Actor Eminente.

– ¡Adiós, Oxford! -dijo Helen, asomándose por la ventanilla cuando el tren arrancó; después, volviéndose a Nigel-: ¿Sabes? Siento irme.

Nigel asintió.

– Oxford es un lugar deprimente -dijo-. La vida ociosa, fácil, despreocupada es una prueba demasiado dura para mi temperamento. En mis días de estudiante lo detestaba. Y sin embargo… siempre sucumbo a la tentación de volver.

– Ella le tomó una mano.

– Volveremos algún día y diremos un pequeño requiem privado por los muertos. No por Robert, porque…, creo que no lo necesita.

Estuvieron un rato en silencio, pensando en muchas cosas. Luego Helen dijo en tono más ligero:

– Creo que Sheila estuvo acertada al preparar en seguida otra obra. Y bastante bien me lo hizo. ¿Viste al inspector y a su mujer, dos filas delante de nosotros?

– ¡Cielo, sí! Es idéntica a Hedy Lamarr. ¡Qué pareja! «Blanca como el sol, bella como un lirio.» Qué comparación más rara. ¿Es blanco el sol?

– No divagues, Nigel -dijo Helen, dejándose llevar por su sentido práctico-. No alcanzo a comprender -agregó volviendo su atención a la copia de Cimbelino que tenía en la mano- por qué un hombre de «exterior tan hermoso y con ese material por dentro» tiene que emborracharse y hacer una apuesta tan tonta.

– A propósito, ¿fuiste a despedirte de Gervase?

– Sí, por supuesto. Hablamos de jardines y de comida y del estado de la iglesia militante de Cristo sobre la tierra. Tenía puesto ese extraordinario sombrero que usa.

– Ya ha habido demasiado Shakespeare en este caso -se quejó Fen.

Él y Nigel se habían encontrado en el bar durante el primer intervalo de una representación de El Rey Lear, y Nigel, torturado por el recuerdo de un problema aún no resuelto, había aprovechado la oportunidad para interrogar sobre el anillo: la Mosca Dorada.

– Demasiado Shakespeare -replicó Fen, como fascinado por la frase-. Estoy preparando una nueva antología: Líneas espantosas de Shakespeare. «Ay de mí, ¿perdió su otro ojo?» ocupará el sitio de honor.

– El anillo -insistió Nigel. Fen bebió un buen trago; parecía no querer que le recordasen el tema.

– Simplemente un adorno barroco en la estructura principal -dijo por fin-. Un toque personal ligeramente cínico. No reconocí la referencia hasta que mencioné por casualidad el lema de Mr. Morrison. En parte creo que fue un gesto irónico dedicado al interés primario de Yseut en la vida, en parte una sugestión de «medida por medida». Por el sexo vivía; por el sexo, o más bien a causa del sexo, murió: una retribución poética. El anillo no fue más que un símbolo adecuado. Pocos asesinos resisten a la tentación de decorar su obra.

– Pero ¿cuál es la referencia?

– Esta gente ha desfigurado la obra hasta tal punto -protestó Fen- que uno ya no sabe qué esperar. Pero si mal no recuerdo está en el Acto Cuarto, Escena Sexta.

Sonó el segundo timbre. Con una mueca de fastidio Gervase Fen apuró el contenido de su vaso.

– No sé -dijo tristemente, mientras se encaminaban a la salida- por qué permiten que actores extranjeros interpreten a Shakespeare. Por regla general no se les entiende una palabra…

Edmund Crispin

1Si el lector quiere ensayar personalmente el experimento verá que la - фото 2
***
1Si el lector quiere ensayar personalmente el experimento verá que la - фото 3

[1]Si el lector quiere ensayar personalmente el experimento, verá que la afirmación de Fen es correcta. E.C.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El caso de la mosca dorada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El caso de la mosca dorada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El caso de la mosca dorada»

Обсуждение, отзывы о книге «El caso de la mosca dorada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x