Donna Leon - Justicia Uniforme

Здесь есть возможность читать онлайн «Donna Leon - Justicia Uniforme» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Justicia Uniforme: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Justicia Uniforme»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un cadete de una academia militar de élite aparece ahorcado. Todo indica que se trata de un suicidio, pero el comisario Brunetti empieza a sospechar del muro de silencio que levantan ante él todos los miembros de la academia, sea cual sea su graduación. El célebre detective está convencido de que tiene entre manos un delicado caso de asesinato que trasciende a la propia institución, pero su infalible olfato se confirma cuando conoce la identidad del padre del fallecido: un ex miembro del Parlamento italiano que dimitió de su cargo de forma tan repentina como polémica. ¿Qué relación existe entre el férreo código de honor de la academia y las más altas instancias del ejército y la política?
«A pesar de la seriedad de los asuntos que tratan, los libros de Donna Leon se iluminan con el enorme encanto de su ambientación y la humanidad de sus personajes.» The New York Times Book Review
«Justicia uniforme es un claro ejemplo de equilibrio. Su delicada prosa y encanto contrarrestan su dureza.» The Washington Post
«Novela negra de primer orden: intensa, relevante y llena de humanidad.» The Guardian
«Donna Leon es probablemente la mejor escritora de novela negra.» The Chicago Tribune.

Justicia Uniforme — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Justicia Uniforme», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Por qué?

– Porque pueden ayudarle a decidir.

– ¿Decidir qué? -preguntó Moro con cansancio.

– Cómo actuar.

Moro ladeó el cuerpo y puso una pierna encima de la otra.

– No sé de qué me habla, comisario. No creo poder tomar decisión alguna, ahora.

– Sobre su hijo, quizá.

Brunetti vio brillar algo en los ojos de Moro.

– Ninguna decisión que yo tome puede afectar a mi hijo -dijo sin tratar de disimular la cólera. Y, para remachar el significado de sus palabras, agregó-: Él está muerto.

Brunetti sintió que el peso del argumento de Moro lo abrumaba, desvió la mirada un momento, volvió a mirar al médico y dijo:

– Dispongo de nueva información y creo que debe usted saber de qué se trata. -Sin dar a Moro ocasión de hacer un comentario, prosiguió-: Paolo Filippi, alumno de la academia, ha declarado que su hijo murió a consecuencia de un accidente y que, para evitarles la vergüenza a él y a usted, simuló que se había suicidado.

Brunetti esperaba que ahora Moro preguntara si un suicidio no era también una vergüenza, pero el médico dijo:

– Nada que hiciera mi hijo podría avergonzarme.

– Él dice que su hijo murió a consecuencia de cierta actividad homosexual. -Brunetti se quedó esperando la reacción de su interlocutor.

– A pesar de ser médico, no sé qué significa eso -dijo Moro.

– Que su hijo murió al tratar de incrementar el placer sexual por la casi estrangulación.

– Asfixia autoerótica -dijo Moro con clínica objetividad.

Brunetti asintió.

– ¿Por qué había de avergonzarme eso? -dijo el doctor serenamente.

Después de un largo silencio, comprendiendo que Moro no le incitaría a hablar, Brunetti dijo:

– No creo que eso sea verdad. Pienso que Paolo Filippi mató a su hijo porque su padre le había convencido de que Ernesto era un espía o un traidor. Fue su influencia, quizá su instigación, lo que indujo a su hijo a hacer lo que hizo.

Moro seguía sin decir nada, aunque sus ojos se habían agrandado, de la sorpresa.

Frente al silencio del otro, Brunetti sólo pudo decir:

– Yo quería que supiera la historia que Filippi contará si seguimos adelante con el caso.

– ¿Y qué decisión es esa que quiere usted que yo tome, comisario?

– SÍ quiere que acusemos a Filippi de homicidio involuntario.

Moro miró de hito en hito a Brunetti antes de contestar:

– Comisario, si usted cree que él mató a Ernesto, homicidio involuntario no sería una acusación muy grave, ¿no le parece? -Sin darle tiempo de responder, Moro agregó-: Además, esa decisión debe tomarla usted, no yo. -Su voz era tan fría como su expresión.

– Yo quería darle la oportunidad de elegir -dijo Brunetti con una voz que a él le parecía serena.

– ¿Para no tener que decidir usted?

Brunetti bajó la cabeza, pero convirtió el movimiento en una señal afirmativa.

– En parte, sí; pero también en atención a usted y su familia.

– ¿Para evitarnos la vergüenza? -preguntó Moro, cargando de énfasis la última palabra.

– No -respondió Brunetti, agotado por el desdén de Moro-. Para evitarles un peligro.

– ¿Qué peligro? -preguntó Moro como si realmente sintiera curiosidad.

– El peligro que les amenazaría si el caso llegara a los tribunales.

– No entiendo.

– Porque tendría que presentarse como prueba el informe que usted retiró, o, por lo menos, usted tendría que prestar declaración en cuanto a su existencia y contenido. A fin de justificar la conducta de Filippi y la ira de su padre. O el miedo, o lo que fuera.

Moro se puso una mano en la frente, con un ademán que a Brunetti se le antojó artificial.

– ¿Mi informe? -preguntó al fin.

– Sí; sobre los suministros al ejército.

Moro retiró la mano.

– No hay tal informe, comisario. Por lo menos, sobre los suministros al ejército, ni lo que ellos puedan imaginar que yo hubiera preparado. Aquello lo abandoné cuando dispararon contra mi esposa.

Asombró a Brunetti que Moro hablara con aquella naturalidad, como si fuera del dominio público que a su mujer le habían disparado deliberadamente.

– Empecé a investigar sus gastos y adonde iba el dinero tan pronto como fui nombrado para la comisión. Adonde iba el dinero estaba claro: su arrogancia los hace unos contables muy chapuceros, y era fácil seguirles el rastro, incluso para un médico. Pero entonces dispararon contra mi esposa.

– Lo dice como si el hecho no admitiera duda -dijo Brunetti.

Moro lo miró fijamente y dijo con frialdad:

– No la admite. Ya me habían llamado por teléfono antes de que ella llegara al hospital. Y yo accedí a abandonar mi investigación. Entonces se me sugirió que me retirara de la política. Y yo obedecí, comisario. Me retiré.

– ¿Usted sabía que ellos le habían disparado? -preguntó Brunetti, aunque no tenía idea de quiénes eran «ellos», por lo menos, una idea lo bastante concreta como para asociarla a un nombre determinado.

– Desde luego -dijo Moro, y volvía a haber sarcasmo en su voz-. Hasta ahí había llegado en mi investigación.

– Pero entonces, ¿por qué se separó de su esposa? -preguntó Brunetti.

– Para asegurarme de que la dejaban en paz.

– ¿Y su hija? -preguntó Brunetti con repentina curiosidad.

– En lugar seguro -dijo Moro por toda respuesta.

– Entonces, ¿por qué poner a su hijo en la academia? -preguntó Brunetti, pero en el momento de decirlo se le ocurrió que tal vez Moro pensara que la mejor protección para su hijo fuera exponerlo a la vista de todos. Los que atentaron contra su esposa se lo pensarían dos veces antes de dar lugar a una mala publicidad para la academia, o quizá creyó poder burlarlos.

La cara de Moro tuvo un movimiento que acaso un día pudiera haber sido una sonrisa.

– Es que no pude impedirlo, comisario. Ése fue el mayor fracaso de mi vida, que Ernesto quisiera ser soldado. Pero desde niño no deseó otra cosa. Y no pude quitárselo de la cabeza.

– Pero, ¿por qué tenían que matarlo? -preguntó Brunetti.

Cuando respondió Moro, a Brunetti le pareció que sentía alivio por poder hablar de aquello por fin.

– Porque son unos estúpidos, y no creyeron que fuera tan fácil detenerme. Que soy un cobarde y no me resistiría. -Se quedó un rato pensativo y agregó-: O quizá Ernesto fuera menos cobarde que yo. Él sabía que un día yo pensé hacer un informe, y quizá les amenazó con él.

Aunque el despacho estaba frío, Brunetti vio gotas de sudor que resbalaban por las sienes y la barbilla de Moro, que las enjugó con el dorso de la mano. Entonces dijo:

– Nunca lo sabré.

Los dos hombres permanecieron mucho rato en silencio, sin moverse; sólo Moro, de vez en cuando, trataba de enjugar el sudor. Cuando al fin su cara volvió a estar seca, Brunetti preguntó:

– ¿Qué quiere que haga, dottore?

Moro levantó la cara y miró a Brunetti con unos ojos que, durante la media hora última, se habían entristecido aún más.

– ¿Quiere que yo decida por usted?

– No; no es eso. O no es sólo eso. Deseo que usted decida por usted. Y por su familia.

– ¿Y usted hará lo que yo diga? -preguntó Moro.

– Sí.

– ¿Sin consideración por la ley ni la justicia? -Puso énfasis en la última palabra, un énfasis muy ácido.

– Sí.

– ¿Por que? ¿Es que no le interesa la justicia? -Ahora el enojo de Moro era palpable.

Brunetti no tenía paciencia para eso, ya no.

– Aquí no hay justicia, dottore -dijo, y se asustó al advertir que no sólo se refería a aquel hombre y su familia, sino a la ciudad y al país, y a sus vidas.

– Pues vamos a dejarlo -dijo Moro, exhausto-. Y dejémoslo también a él.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Justicia Uniforme»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Justicia Uniforme» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Justicia Uniforme»

Обсуждение, отзывы о книге «Justicia Uniforme» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x