Donna Leon - Justicia Uniforme

Здесь есть возможность читать онлайн «Donna Leon - Justicia Uniforme» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Justicia Uniforme: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Justicia Uniforme»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un cadete de una academia militar de élite aparece ahorcado. Todo indica que se trata de un suicidio, pero el comisario Brunetti empieza a sospechar del muro de silencio que levantan ante él todos los miembros de la academia, sea cual sea su graduación. El célebre detective está convencido de que tiene entre manos un delicado caso de asesinato que trasciende a la propia institución, pero su infalible olfato se confirma cuando conoce la identidad del padre del fallecido: un ex miembro del Parlamento italiano que dimitió de su cargo de forma tan repentina como polémica. ¿Qué relación existe entre el férreo código de honor de la academia y las más altas instancias del ejército y la política?
«A pesar de la seriedad de los asuntos que tratan, los libros de Donna Leon se iluminan con el enorme encanto de su ambientación y la humanidad de sus personajes.» The New York Times Book Review
«Justicia uniforme es un claro ejemplo de equilibrio. Su delicada prosa y encanto contrarrestan su dureza.» The Washington Post
«Novela negra de primer orden: intensa, relevante y llena de humanidad.» The Guardian
«Donna Leon es probablemente la mejor escritora de novela negra.» The Chicago Tribune.

Justicia Uniforme — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Justicia Uniforme», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Y qué pasó entonces?

Cappellini levantó la cabeza hacia Brunetti.

– No lo sé. Volví a dormirme.

– ¿Qué pasó, Davide? -preguntó Pucetti.

De pronto, Cappcllini se echó a llorar o, por lo menos, las lágrimas empezaron a resbalarle por las mejillas. Sin enjugarlas, siguió hablando.

– Volvió al cabo de un rato, no sé cuánto, pero me desperté cuando entró. Y noté que había pasado algo malo. Sólo por la manera en que entró. No trató de despertarme ni nada. Pero algo me despertó, como una especie de energía en el aire. Me senté en la cama y encendí la luz. Y él estaba ahí, como si acabara de ver algo horrible. Le pregunté qué tenía, y él me dijo que no era nada, que volviera a dormirme. Pero yo sabía que había pasado algo malo.

Las lágrimas le resbalaban por la cara, como si fueran independientes de los ojos. No hipaba ni las secaba. Le corrían por las mejillas y le caían en la camisa, oscureciendo la tela.

– Seguramente, volví a dormirme, y lo siguiente que recuerdo es haber oído a gente que corría por los pasillos, gritando y metiendo ruido. Eso me despertó. Entonces entró Zanchi, que despertó a Filippi y le dijo algo. A mí no me hablaron, pero Zanchi me miró de un modo que me hizo comprender que tenía que callarme.

Volvió a interrumpirse, y los dos policías miraban sus lágrimas. Él señaló a Pucetti con un movimiento de la cabeza:

– Entonces vinieron ustedes y empezaron a hacer preguntas, y yo dije lo mismo que todos, que no sabía nada. -Pucetti agitó ligeramente la mano derecha en el aire, en un ademán de comprensión. El chico levantó una mano y se enjugó las lágrimas del lado derecho de la cara, olvidando las otras-. No podía hacer otra cosa. -Ahora, con la parte interior del codo izquierdo, se secó todas las lágrimas. Cuando su cara emergió, dijo-: Y luego ya era tarde para decir nada. A nadie.

El chico miró a Pucetti, después a Bruneíti y, finalmente, se miró las manos que se apretaba en el regazo. Brunetti miró a Pucetti, pero ninguno de los dos se arriesgó a decir palabra.

Al otro lado de la puerta, se oyeron pasos que volvieron al cabo de un minuto, pero no se pararon. Finalmente, Brunetti preguntó:

– ¿Qué dicen los otros chicos? Cappellini se encogió de hombros por toda respuesta.

– ¿Lo saben, Davide? -preguntó Pucetti. Otra vez se encogió de hombros el chico, pero luego dijo:

– No lo sé. Nadie habla de ello. Es casi como si no hubiera ocurrido. Tampoco los profesores hablan.

– Tengo entendido que se celebró una especie de ceremonia -dijo Pucetti.

– Sí; pero fue una estupidez. Leyeron oraciones y cosas así. Pero nadie dijo nada .

– ¿Cómo se ha comportado Filippi desde entonces? -preguntó Brunetti.

Fue como si el chico no hubiera pensado en ello hasta ese momento. Levantó la cabeza y tanto Brunetti como Pucetti observaron que su propia respuesta lo sorprendía.

– Lo mismo que siempre. Como si no hubiera ocurrido nada.

– ¿A ti te ha dicho algo de aquello? -preguntó Pucetti.

– En realidad, nada. Pero al día siguiente, es decir, el día en que lo encontraron y ustedes vinieron a la escuela y empezaron a hacer preguntas, me dijo que confiaba en que me hubiera dado cuenta de lo que les pasa a los traidores.

– ¿Qué cree que quiso decir? -preguntó Brunetti.

El chico dio entonces la primera muestra de genio desde que los policías habían entrado en su cuarto.

– Ésa es una pregunta estúpida.

– Sí; seguramente -admitió Brunetti-. ¿Dónde están los otros dos? -preguntó-. Zanchi y Maselli.

– Tercera puerta de la derecha.

– ¿Estás bien, Davide? -preguntó Pucetti.

El muchacho movió la cabeza de arriba abajo una vez, luego otra y se quedó con la barbilla apoyada en el pecho, mirándose las manos.

Brunetti indicó a Pucetti con una seña que debían marcharse. El chico no levantó la cabeza cuando se movieron ni cuando abrieron la puerta. En el pasillo, Pucetti preguntó:

– ¿Ahora, qué?

– ¿Recuerda qué edad tienen esos chicos, Zanchi y Maselli? -dijo Brunetti a modo de respuesta.

Pucetti movió la cabeza negativamente, gesto que Brunetti interpretó como que los dos eran menores y, por consiguiente, sólo podían ser interrogados en presencia de un abogado o de los padres, por lo menos, para que lo que declarasen tuviera validez jurídica.

En aquel momento, Brunetti comprendió que no había servido de nada venir a toda velocidad a hablar con este chico y le pesó haber cedido al impulso de seguir la pista señalada por Filippi. No cabía esperar que pudiera inducirse a Cappellini a repetir lo que acababa de decir. Una ve/, hablara con personas más serenas, una vez se pusiera en contacto con su familia, una vez un abogado les explicara las insoslayables consecuencias que acarreaba su implicación con el sistema judicial, el chico lo negaría todo. Aunque Brunetti estaba deseoso de utilizar la información, tenía que reconocer que nadie que estuviera en su sano juicio admitiría haber tenido conocimiento de un crimen y no haberlo declarado a la policía. Y, mucho menos, dejaría que lo admitiera su hijo.

Entonces se le ocurrió que, en circunstancias similares, él se resistiría a permitir que sus hijos se involucraran. Desde luego, en su condición de policía les ofrecería la protección de! Estado, pero, como padre, sabía que, si salían indemnes de un roce con los jueces, sería gracias a su propia autoridad y, en última instancia, a la influencia del abuelo.

Se volvió de espaldas a la habitación de los muchachos.

– Regresamos -dijo a un sorprendido Pucetti.

26

Durante el regreso a la questura, Brunetti explicó a Pucetti las leyes que regulaban las declaraciones de los testigos menores de edad. Si lo que les había dicho Cappellini era verdad -y Brunetti estaba convencido de que lo era-, había incurrido en falta por no haber revelado lo que sabía a la policía. Pero esto era sólo negligencia, mientras que las acciones de Zanchí y Maselli -si estaban implicados- y de Filippi eran activamente criminales y, en el caso de este último, no tenían atenuantes. Pero mientras Cappellini no confirmara su declaración en presencia de un abogado, su relato no tenía valor legal.

La única posibilidad que veía Brunetti era la de tratar de utilizar con Filippi la misma estrategia que había dado resultado con su compañero de habitación: fingir que tenía perfecto conocimiento de los hechos que habían resultado en la muerte de Moro y, por el procedimiento de hacer preguntas sobre los detalles aún por aclarar, inducir al chico a dar la explicación completa de lo sucedido.

Con el cabo en la mano, Pucetti saltó al muelle de la questura y acercó la lancha al imbarcadero. Brunetti dio las gracias al piloto y siguió a Pucetti al interior del edificio. En silencio, se dirigieron a las salas de interrogatorio. En el corredor encontraron a Vianello.

– ¿Siguen ahí? -preguntó Brunetti.

– Sí. -Vianello miró el reloj y la puerta cerrada__-.

Llevan más de una hora.

– ¿Ha oído algo? -preguntó Pucetti.

Vianello movió la cabeza negativamente.

– Ni una palabra. He entrado hace media hora a preguntar si querían algo de beber, pero el abogado me ha dicho que me fuera.

– ¿Cómo estaba el chico? -preguntó Brunetti.

– Preocupado.

– ¿Y el padre?

– También.

– ¿Quién es el abogado?

– Donatini -respondió Vianello con estudiada naturalidad.

– Caramba -dijo Brunetti. Le parecía interesante que el maggior Filippi hubiera elegido para representar a su hijo al abogado criminalista más famoso de la ciudad-. ¿Ha dicho algo?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Justicia Uniforme»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Justicia Uniforme» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Justicia Uniforme»

Обсуждение, отзывы о книге «Justicia Uniforme» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x