Jo Nesbø - Nemesis

Здесь есть возможность читать онлайн «Jo Nesbø - Nemesis» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nemesis: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nemesis»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una cámara de seguridad muestra a un atracador en un banco de Oslo apuntando a un empleado. Le ha dado veinticinco segundos al director para que vacíe el cajero. Dispara. Ha tardado treinta y uno. A Harry Hole, el impredecible detective que ha dado fama mundial a Jo Nesbø, la imagen granulada del homicidio no se le va de la cabeza. Junto a la inexperta Beate Lønn deberá encontrar al asesino. Siguen la pista hasta un famoso atracador. Sólo que está en la cárcel. Además, Harry Hole tiene un gran defecto: nadie como él sabe crearse problemas y casi siempre huelen a alcohol. Cuando parecía que su vida privada había alcanzado la paz con Rakel y sus problemas en la comisaria estaban resueltos, amanece con una resaca que despierta sus peores pesadillas. Sólo recuerda la insensatez que cometió la noche anterior: atender la llamada y la invitación de Anna, una antigua novia, nada más. Lo peor es que Anna ha aparecido muerta esa misma mañana. Y él es el sospechoso, a menos que pueda aclarar y demostrar lo que ha hecho durante las últimas doce horas.

Nemesis — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nemesis», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Harry abrió la verja y se dirigió a la puerta. Las palabras Jørgen y Kristin Lønn figuraban en una placa de porcelana encima de los dos timbres. Harry llamó al de más arriba.

Beate contestó al segundo timbrazo.

Le preguntó si le apetecía un té, pero Harry le dijo que no y ella se fue a la cocina mientras él se quitaba las botas en la entrada.

– ¿Por qué está todavía el nombre de tu padre en la placa de la puerta? -preguntó cuando la vio entrar en el salón con una taza-. ¿Para que los extraños crean que vive un hombre en la casa?

Ella se encogió de hombros y se sentó en un sillón hondo.

– Nunca hemos pensado en cambiarlo. Supongo que su nombre lleva tanto tiempo ahí que ya no lo vemos.

– Ya. -Harry juntó las palmas de las manos-. De eso precisamente es de lo que quiero hablar.

– ¿De la placa de la puerta?

– No. De disosmia, de oler cadáveres.

– ¿A qué te refieres?

– Ayer estuve en la entrada de mi casa mirando el primer correo que recibí del asesino de Anna. Me pasaba como con vuestra placa. Los sentidos lo registran, pero el cerebro no. Eso es la disosmia. La copia del correo lleva tanto tiempo colgada allí que he dejado de verla, como la foto mía y de Søs. Cuando desapareció la foto, sólo me di cuenta de que algo había cambiado, pero no podía decir qué. ¿Y sabes por qué?

Beate negó con la cabeza.

– Porque no había pasado nada que me hiciera ver las cosas de otra manera. Sólo veía lo que se suponía que había allí. Pero ayer pasó algo. Ali dijo que había visto a una desconocida de espaldas delante de la puerta del sótano. Y me di cuenta de que, sin saberlo, siempre he pensado que tenía que ser un hombre quien asesinó a Anna. Cuando uno comete el error de imaginarse lo que cree que busca, no ve el resto de las cosas que va encontrando. Y eso me hizo ver el correo con otros ojos.

Beate lo miró sin comprender.

– ¿Quieres decir que no fue Alf Gunnerud quien asesinó a Anna Bethsen?

– ¿Sabes lo que es un anagrama? -preguntó Harry.

– Un juego de palabras…

– El asesino de Anna me había dejado un patrin. Un anagrama. Lo vi en el espejo. El correo está firmado con un nombre de mujer. Invertido. Así que le envié el correo a Aune, que se puso en contacto con un experto en psicología cognitiva y lenguaje. Se ha dado el caso de que él, a partir de una sola frase en una carta anónima con amenazas, ha podido determinar el sexo, la edad y la procedencia de la persona. Esta vez llegó a la conclusión de que los correos estaban escritos por una persona entre veinte y setenta años procedente de cualquier punto del país y de cualquier sexo. En otras palabras, no fue de mucha ayuda. Con la salvedad de que dijo que probablemente se trataba de una mujer. Por una sola palabra. Escribe «los tíos policías», en lugar de «la policía». El experto dice que el remitente pudo elegir esa expresión de forma inconsciente porque diferencia entre el sexo del destinatario y el del remitente.

Harry se retrepó en el sillón.

Beate dejó la taza.

– No puedo decir que esté muy convencida, Harry. Una mujer sin identificar en el portal, una clave que al revés se convierte en un nombre de mujer y un psicólogo que opina que Alf Gunnerud eligió una palabra femenina.

– Ya. -Harry asintió con la cabeza-. Estoy de acuerdo. Sólo quería contarte qué me puso sobre la pista. Pero antes de decirte quién mató a Anna, te quería preguntar si me puedes ayudar a encontrar a una persona desaparecida.

– Por supuesto. Pero ¿por qué me preguntas a mí? Las desapariciones no son exactamente…

– Sí -Harry sonrió con tristeza-. Las desapariciones son tu campo.

43

Ramona

Harry encontró a Vigdis Albu en la playa. Estaba sentada en el mismo monte pelado donde él había dormido, abrazándose las rodillas y contemplando al fiordo. En la bruma matutina, el sol parecía una copia descolorida de sí mismo. Gregor acudió corriendo y moviendo el rabo al encuentro de Harry. Había marea baja y olía a algas ya petróleo. Harry se sentó en una roca detrás de ella y sacó un cigarrillo.

– ¿Fuiste tú quien lo encontró? -preguntó ella sin volverse.

Harry se preguntó cuánto tiempo llevaría esperándolo.

– A Arne Albu lo encontró mucha gente -dijo-. Yo fui uno más.

Ella apartó un mechón de pelo que le bailaba al viento delante de los ojos.

– Yo también, pero hace mucho, mucho tiempo. Puede que no me creas, pero le amé, una vez.

Harry hizo clic con el mechero.

– ¿Por qué no iba a creerte?

– Cree lo que quieras, no todo el mundo es capaz de amar. Nosotros, y ellos, creemos que sí, quizá, pero no es cierto. Aprendemos los gestos, las frases y los pasos, eso es todo. Algunos tienen tal dominio que llegan a engañarnos durante mucho tiempo. Lo que me sorprende no es que lo consigan, sino que les apetezca hacerlo. ¿Por qué esforzarse tanto para ser correspondidos con un sentimiento cuya naturaleza ignoran? ¿Tú lo entiendes, agente?

Harry no contestó.

– Quizá sólo tengan miedo -explicó ella volviéndose hacia Harry-. De mirarse en el espejo y descubrir que son unos discapacitados.

– ¿De quién estás hablando, señora Albu?

Ella se volvió otra vez hacia el agua.

– ¿Quién sabe? Anna Bethsen. Arne. Yo misma. En lo que me he convertido.

Gregor lamía la mano de Harry.

– Sé cómo mataron a Anna Bethsen -dijo Harry. Observó su espalda, pero no vio reacción alguna. Logró encender el cigarrillo al segundo intento-. Ayer por la tarde recibí respuesta de la Policía Científica sobre un análisis de uno de los cuatro vasos que había en la encimera de la cocina de Anna Bethsen. Tenía mis huellas. Parece ser que bebí cola. No se me ocurriría jamás beberla junto con vino. Resulta que uno de los vasos de vino estaba sin usar. Lo interesante es que en los restos de cola había clorhidrato de morfina. Mejor dicho, morfina. Ya conoces su efecto en dosis grandes, ¿no es así, señora Albu?

Ella lo miró. Hizo un gesto lento de negación con la cabeza.

– ¿No? -dijo Harry-. Síncope y amnesia durante el período en que se está dopado, seguido de fuertes náuseas y dolor de cabeza cuando uno vuelve en sí. En otras palabras, se puede confundir fácilmente con una buena borrachera. Por eso, como el Rohypnol, funciona bien como droga para cometer una violación. Y eso es lo que ha pasado, nos han violado. A todos. ¿No es verdad, señora Albu?

Una gaviota planeó sobre sus cabezas profiriendo una especie de risa estridente.

– Otra vez tú -dijo Astrid Monsen invitándolo a entrar con una risa breve y nerviosa.

Se sentaron en la cocina. Ella trajinaba preparando té y abriendo un pastel que había comprado en Baker Hansen «por si venía alguna visita». Harry murmuraba nimiedades sobre la nieve caída el día anterior y sobre el mundo que no había cambiado demasiado, pese a que todos auguraban que se derrumbaría junto con los altos edificios derribados de la televisión. Astrid se sirvió el té y, cuando se sentó, Harry le preguntó qué le parecía Anna.

La dejó boquiabierta.

– Tú la odiabas, ¿verdad?

En el silencio que siguió se oyó un pequeño clic electrónico desde otra habitación.

– No. No la odiaba. -Astrid agarró con fuerza la enorme taza de té verde-. Sólo que era… diferente.

– ¿En qué sentido era diferente?

– La vida que llevaba. Cómo era. Ella consiguió ser como… como quería ser.

– ¿Y eso no te gustaba?

– Ya… no sé. No, puede que no me gustara.

– ¿Por qué no?

Astrid Monsen lo miró. Un buen rato. La sonrisa revoloteaba aflorando y huyendo de sus ojos como una mariposa inquieta.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nemesis»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nemesis» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Nemesis»

Обсуждение, отзывы о книге «Nemesis» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x