Jo Nesbø - Nemesis

Здесь есть возможность читать онлайн «Jo Nesbø - Nemesis» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nemesis: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nemesis»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una cámara de seguridad muestra a un atracador en un banco de Oslo apuntando a un empleado. Le ha dado veinticinco segundos al director para que vacíe el cajero. Dispara. Ha tardado treinta y uno. A Harry Hole, el impredecible detective que ha dado fama mundial a Jo Nesbø, la imagen granulada del homicidio no se le va de la cabeza. Junto a la inexperta Beate Lønn deberá encontrar al asesino. Siguen la pista hasta un famoso atracador. Sólo que está en la cárcel. Además, Harry Hole tiene un gran defecto: nadie como él sabe crearse problemas y casi siempre huelen a alcohol. Cuando parecía que su vida privada había alcanzado la paz con Rakel y sus problemas en la comisaria estaban resueltos, amanece con una resaca que despierta sus peores pesadillas. Sólo recuerda la insensatez que cometió la noche anterior: atender la llamada y la invitación de Anna, una antigua novia, nada más. Lo peor es que Anna ha aparecido muerta esa misma mañana. Y él es el sospechoso, a menos que pueda aclarar y demostrar lo que ha hecho durante las últimas doce horas.

Nemesis — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nemesis», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Aquí pone que la última llave la recogió en agosto -dijo-. Pero eso es mucho antes de que yo estuviera aquí y…

– ¿Sí?

Harry miró al infinito.

– Gracias -dijo-. Ya sé lo suficiente.

Fuera, el aire se había densificado. Harry llamó desde una de las cabinas telefónicas de la plaza de Valkyrie.

– ¿Beate?

Dos gaviotas planeaban contra el viento sobre la torre de la Academia de Marineros. Debajo de ellas se extendían el fiordo de Oslo, que había adquirido un ominoso color verde oscuro, y Ekeberg, desde donde las dos personas que ocupaban el banco se veían como puntos diminutos.

Harry había acabado de hablar de Anna Bethsen. De cuando se conocieron. De la última noche que la vio, de la que no recordaba nada. De Raskol. Y Beate había terminado de contarle que habían rastreado el origen del ordenador portátil hallado en el trastero de Harry, que lo habían comprado tres meses antes en la tienda Expert de Colosseum. Que la garantía estaba a nombre de Anna Bethsen. Que el teléfono móvil al que estaba conectado era el que Harry insistía en haber extraviado.

– Odio los gritos de las gaviotas -dijo Harry.

– ¿Eso es todo lo que tienes que decir?

– En este momento, sí.

Beate se levantó del banco.

– Yo no debería estar aquí, Harry. No tenías que haberme llamado.

– Pero estás aquí -dijo Harry tras haber renunciado a encender el cigarrillo, pues las ráfagas de viento se lo impedían-. Eso quiere decir que me crees, ¿no?

Beate levantó los brazos enojada por toda respuesta.

– Yo no sé más que tú -admitió Harry-. Ni siquiera sé si no disparé a Anna Bethsen.

Las gaviotas se marcharon y se dejaron llevar por una ráfaga de viento en un elegante rizo.

– Cuéntame otra vez lo que sabes -le pidió Beate.

– Sé que, de alguna manera, ese tipo consiguió la llave del apartamento de Anna y que entró y salió de allí la noche del asesinato. Cuando se fue, se llevó el ordenador portátil de Anna y mi teléfono móvil.

– ¿Por qué estaba tu teléfono móvil en el apartamento de Anna?

– Se debió de caer del bolsillo en algún momento de la noche. Como ya te comenté, yo estaba un poco alegre.

– ¿Y qué más?

– Su plan inicial era sencillo. Irse a Larkollen después del asesinato y dejar la llave que había utilizado en la cabaña de Arne Albu ensartada en un llavero con las iniciales A.A., para no crear dudas. Pero cuando encontró mi teléfono móvil, comprendió de repente que podía darle otro giro al plan y que pareciera que yo había asesinado a Anna y luego lo había amañado todo para echarle la culpa a Albu. Utilizó mi número de móvil para contratar una cuenta de internet en un servidor de Egipto, y empezó a enviarme correos con un remitente imposible de rastrear.

– Y, en caso de que consiguieran rastrearlo, conduciría hasta…

– Hasta mí. De todas formas, yo no descubriría que pasaba algo hasta recibir la factura de Telenor. Probablemente, ni siquiera entonces, porque no me preocupo mucho de leerlas.

– Ni de dar de baja el número cuando pierdes el teléfono móvil.

– Ya. -Harry se levantó de repente y empezó a caminar de un lado a otro delante del banco-. Lo más difícil de entender es cómo consiguió entrar en mi trastero del sótano. No encontrasteis señales de que la cerradura estuviera forzada ni de que nadie del edificio hubiera dejado entrar a alguien de fuera. Lo que indica que tenía una llave. En realidad, le bastaba con una llave, puesto que las llaves de seguridad sirven para el portal de la calle, el desván, él sótano y la puerta de cada apartamento, pero es difícil hacerse con una llave de seguridad de ésas. Y la llave que consiguió del apartamento de Anna también era de seguridad…

Harry se detuvo y miró hacia el sur. Un carguero verde con dos grandes grúas estaba entrando en el fiordo.

– ¿En qué estás pensando? -preguntó Beate.

– Me pregunto si puedo pedirte que compruebes algunos nombres.

– Prefiero no hacerlo, Harry. Como te he dicho, ni siquiera debería estar aquí.

– Y también me pregunto por qué tienes esos cardenales.

Ella se tocó rápidamente el cuello.

– Entrenamiento. Judo. ¿Hay algo más que quieras saber?

– Sí, ¿puedes llevarle esto a Weber? -Harry sacó el trapo con el vaso del bolsillo de la americana-. Pídele que compruebe si hay huellas dactilares y que las coteje con las mías.

– ¿Tiene tus huellas?

– La científica tiene las huellas de todos los investigadores que trabajan en la escena de los crímenes. Y pídele que analice lo que contenía el vaso.

– Harry… -empezó a decir ella en tono de advertencia.

– Por favor.

Beate suspiró y cogió el vaso envuelto en el trapo.

– Låsesmeden AS -dijo Harry.

– ¿Y eso qué es?

– Por si cambias de opinión sobre aquello de comprobar nombres, ¿podrías averiguar el nombre de los trabajadores de esa empresa? Es una pequeña.

Lo miró desesperanzada.

Harry se encogió de hombros.

– Si sólo haces lo del vaso me quedaré más que contento.

– ¿Y dónde te encontraré cuando tenga la respuesta de Weber?

– ¿De verdad lo quieres saber?

Harry sonrió.

– Quiero saber lo menos posible. ¿Tú te pones en contacto, entonces?

Harry se ciñó aún más la chaqueta.

– ¿Nos vamos?

Beate asintió con la cabeza, pero no se movió del lugar. Harry la miró inquisitivo.

– Lo que escribió -dijo ella-. Eso de que sólo los más sedientos de venganza sobreviven. ¿Crees que es verdad, Harry?

Harry estiró las piernas en la corta cama de la caravana. El zumbido de los coches por la calle Finnmarksgata lo devolvió a su infancia, cuando dormía en la cama de Oppsal con la ventana abierta y oía el tráfico. Cuando iban en verano a casa del abuelo en medio del silencio de Åndalsnes, eso era lo único que echaba de menos: el zumbido regular y adormecedor que sólo se veía interrumpido por alguna moto, un silenciador agujerado, o el remoto lamento de una sirena de la policía.

Llamaron a la puerta. Era Simon.

– Tess quiere que le vuelvas a contar un cuento de buenas noches también mañana -dijo al entrar.

Harry le había contado cómo habían aprendido a saltar los canguros y todos los niños le dieron un abrazo de buenas noches como recompensa.

Los dos hombres fumaban en silencio. Harry señaló hacia la foto de la pared.

– Son Raskol y su hermano, ¿verdad? Stefan, el padre de Anna.

Simon asintió con la cabeza.

– ¿Dónde está Stefan ahora?

Simon se encogió de hombros, mostrando su desinterés, y Harry entendió que era un tema del que no se hablaba.

– En la foto parecen llevarse bien -dijo Harry.

– Eran como gemelos siameses, ¿sabes? Colegas. Giorgi fue a la cárcel dos veces por Stefan. -Simon se rió-. Veo que te sorprende, amigo. Es una tradición, ¿comprendes? Es un honor cumplir condena por un hermano o un padre, ¿sabes? No diferenciaban a Giorgi de Stefan. Hermanos gitanos. No era fácil para la policía noruega. -Sonrió y le ofreció a Harry otro cigarrillo-. Sobre todo si iban enmascarados.

Harry le dio una calada al cigarrillo y se decidió a disparar a ciegas.

– ¿Qué fue lo que pasó entre ellos?

– ¿Tú qué crees? -Simon abrió los ojos con dramatismo-. Una mujer, por supuesto.

– ¿Anna?

Simon no contestó, pero Harry sabía que no se había equivocado mucho.

– ¿Porque Stefan no quiso saber nada más de Anna cuando se lió con un gaázo ?

Simon apagó el cigarrillo y se levantó.

– No fue por Anna, ¿sabes? Anna tenía madre. Buenas noches, spiuni.

– Ya. Sólo otra pregunta.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nemesis»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nemesis» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Nemesis»

Обсуждение, отзывы о книге «Nemesis» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x