P. James - La muerte llega a Pemberley

Здесь есть возможность читать онлайн «P. James - La muerte llega a Pemberley» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La muerte llega a Pemberley: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La muerte llega a Pemberley»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Pemberley, año 1803. Han pasado seis años desde que Elizabeth y Darcy se casaran, creando un mundo perfecto que parece invulnerable. Pero de pronto, en la víspera de un baile, todo se tuerce. Un carruaje sale a toda prisa de la residencia, llevándose a Lydia, la hermana de Elizabeth, con su marido, el desafortunado Wickham, que ha sido expulsado de los dominios de Darcy. Sin embargo, Lydia no tarda en regresar, conmocionada, gritando que su marido ha sido asesinado. Sin previo aviso, Pemberley se zambulle en un escalofriante misterio.

La muerte llega a Pemberley — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La muerte llega a Pemberley», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Bingley le había contado que se había encontrado con un Wickham taciturno, poco colaborador y propenso a soltar improperios contra el magistrado y la policía, exigiendo que se redoblaran los esfuerzos para descubrir quién había matado a su gran, su único amigo. ¿Por qué se estaba pudriendo él en el calabozo mientras nadie se dedicaba a buscar al culpable? ¿Por qué la policía no dejaba de interrumpir su descanso para acosarlo con preguntas absurdas e innecesarias? ¿Por qué le habían preguntado por qué había dado la vuelta al cuerpo de Denny? Para verle la cara, por supuesto; se trataba de una acción absolutamente natural. No, no se había percatado de la herida en la cabeza de Denny, probablemente estuviera cubierta por el pelo y, además, él estaba demasiado alterado para fijarse en detalles. Y también le habían preguntado qué había hecho entre el momento en que se oyeron los disparos y el momento en que la expedición de búsqueda había encontrado el cadáver. Pues dar tumbos por el bosque, intentando atrapar al asesino, que era lo que deberían hacer ellos, en vez de perder el tiempo agobiando a un hombre inocente.

Ese día, en cambio, Darcy se encontró con una persona muy distinta. Vestido con ropa limpia, afeitado y bien peinado, Wickham lo recibió como si estuviera en su propia casa e hiciera un favor a un invitado molesto. Darcy recordaba que siempre había sido de temperamento voluble, y al verlo reconoció al Wickham de antes, apuesto, seguro de sí mismo y más inclinado a disfrutar de su notoriedad que a considerarla una deshonra. Bingley le había llevado los artículos que había pedido: tabaco, varias camisas y corbatines, zapatillas, sabrosas tartas cocinadas en Highmarten para complementar los alimentos que le traían desde una panadería cercana, y papel y tinta, con los que Wickham pretendía escribir tanto la crónica de su participación en la campaña irlandesa como el relato de la grave injusticia que se había cometido con su encarcelamiento, relato personal que, estaba convencido, hallaría un mercado receptivo. Ninguno de los dos habló del pasado. Darcy no podía librarse de la influencia que este ejercía sobre él, pero Wickham vivía el presente, se mostraba absolutamente optimista sobre el futuro y reinventaba el pasado adaptándolo a su interlocutor, y Darcy casi llegó a creer que, por el momento, había ahuyentado de su mente sus aspectos peores.

Wickham le dijo que, la tarde anterior, los Bingley habían traído a Lydia desde Highmarten para que pudiera verlo, pero ella se había mostrado tan desbocada en sus quejas, y lloraba tanto, que se había deprimido más de lo tolerable, y había pedido que, en adelante, la trajeran solo si él lo solicitaba, y durante un plazo máximo de quince minutos. Con todo, confiaba en que no hicieran falta más visitas; la vista previa se celebraría el miércoles a las once, y esperaba que ese día lo pusieran en libertad, tras lo cual imaginaba el regreso triunfal de Lydia y de él mismo a Longbourn, y las felicitaciones de sus antiguos amigos de Meryton. De Pemberley no dijo nada, tal vez ni siquiera en su euforia esperaba ser bien recibido allí, ni lo deseaba. Darcy pensó que, sin duda, si felizmente era liberado, primero se reuniría con Lydia en Highmarten, antes de trasladarse a Hertfordshire. Le parecía injusto que Jane y Bingley cargaran con la presencia de Lydia un día más de lo estrictamente necesario, pero todo ello podría decidirse si la liberación llegaba efectivamente a producirse. Le habría gustado compartir la confianza de Wickham.

Su reunión duró solo media hora, y de ella salió con una lista de cosas que debía llevar al día siguiente, y con la petición de Wickham de que presentara sus respetos a la señora y a la señorita Darcy. Al salir, constató que había sido un alivio no encontrarlo hundido en el pesimismo y el reproche, aunque a él la visita le resultó incómoda y especialmente desagradable.

Sabía, y le desagradaba saberlo, que si el juicio iba bien tendría que ayudar a Wickham y a Lydia, como mínimo durante el futuro más inmediato. Sus gastos habían excedido siempre sus ingresos, y suponía que hasta entonces habían dependido de las donaciones privadas de Jane y Elizabeth para complementar sus insuficientes ingresos. Jane seguía invitando a Lydia a Highmarten de vez en cuando mientras Wickham, que en privado se quejaba a viva voz, se divertía pernoctando en varias posadas de los alrededores, y era por Jane por quien Elizabeth tenía noticias de la pareja. Ninguno de los trabajos temporales que Wickham había tomado desde que había dejado el ejército había culminado con éxito. Su último intento de adquirir alguna habilidad había sido con sir Walter Elliot, un baronet obligado por sus extravagancias a alquilar su casa a desconocidos, y que se había trasladado a Bath con dos de sus hijas. La más joven, Anne, estaba felizmente casada con un próspero capitán de navío, ahora un distinguido almirante, pero la mayor, Elizabeth, todavía seguía buscando marido. El aristócrata, decepcionado de Bath, había decidido que las cosas volvían a irle lo suficientemente bien como para regresar a casa, por lo que dio aviso a su inquilino y contrató a Wickham como secretario, a fin de que lo asistiera con las tareas derivadas del traslado. Sin embargo, en menos de seis meses, Elliot ya había despedido a Wickham. Siempre que se enfrentaban a noticias negativas sobre discrepancias públicas o, peor aún, disputas familiares, era misión de la conciliadora Jane concluir que ninguna de las partes era demasiado culpable. Pero cuando los datos del último fracaso de Wickham llegaron a oídos de su hermana, más escéptica, Elizabeth sospechó que a la señorita Elliot le habría preocupado la respuesta de su padre a los flirteos de Lydia, mientras que el intento de Wickham de congraciarse con ella se habría topado, primero, con cierto respaldo nacido del aburrimiento y la vanidad, y después con desagrado.

Cuando Lambton quedó atrás, fue un placer aspirar profundamente el aire fresco, librarse del inconfundible olor a cárcel, a cuerpos encerrados, a comida y a sopa barata, del entrechocar de llaves, y con gran alivio, unido a la sensación de que él mismo se había librado del encierro, Darcy guio su caballo hacia Pemberley.

5

Era tal el silencio que reinaba en Pemberley que la casa parecía deshabitada, y era evidente que Elizabeth y Georgiana no habían vuelto aún. Darcy apenas había desmontado cuando uno de los mozos de cuadra se acercó desde la esquina para hacerse cargo del caballo, pero debía de haber vuelto antes de lo esperado, y no había nadie aguardándolo junto a la puerta. Atravesó el vestíbulo silencioso y se dirigió a la biblioteca, donde le pareció que tal vez encontraría al coronel, impaciente por conocer las novedades. Pero, para su sorpresa, a quien encontró fue al señor Bennet, solo, hundido en una butaca de respaldo alto junto a la chimenea, leyendo la Edinburgh Review . La taza vacía y el plato sucio sobre una mesa auxiliar indicaban que ya le habían servido un refrigerio tras el viaje. Tras una segunda pausa, ocasionada por la sorpresa, Darcy comprendió que, en realidad, se alegraba muchísimo de ver a aquel visitante inesperado y, mientras su suegro se ponía en pie, le estrechó la mano con gran afecto.

– ‌Por favor, no se moleste, señor. Es un gran placer verlo por aquí. Espero que lo hayan atendido debidamente.

– ‌Ya lo ve. Stoughton ha demostrado su eficiencia habitual, y he coincidido con el coronel Fitzwilliam. Tras intercambiar saludos, me ha comunicado que aprovecharía mi llegada para salir a ejercitar a su caballo. Me ha parecido que el encierro en esta casa le resultaba algo tedioso. También he sido saludado por la estimable señora Reynolds, que me asegura que el dormitorio que ocupo habitualmente se mantiene siempre listo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La muerte llega a Pemberley»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La muerte llega a Pemberley» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La muerte llega a Pemberley»

Обсуждение, отзывы о книге «La muerte llega a Pemberley» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x