Lawrence Block - Cuando el antro sagrado cierra

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Matt Scudder fue policía de Nueva York. Ahora es un detective sin licencia que saca las castañas del fuego a sus amigos. Se divorció de su mujer, y ahora vive en un modesto hotel del West Side. Pero su verdadero hogar se encuentra en cualquiera de los bares de su zona, la clientela habitual forma su familia. Corre el verano de 1975, y Matt anda comprometido con varios favores a amigos. En primer lugar, debe salvar de sospechas a Tommie Tillary, un hombre de negocios de ropas estridentes cuya mujer ha sido asesinada. Matt Scudder no dejará de beber ni un instante, pero se mantendrá lo suficientemente lúcido como para encontrar la solución, hallando la inspiración en el fondo de la botella.

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– Te han robado dos actores -dijo Bobby-. No ha sido la profesión al completo.

– Actores -dijo Skip-. John, hemos pagado cincuenta mil dólares a un par de actores.

– Pero en sus pistolas tenían balas de verdad -le recordó Keegan.

– Actores -dijo Skip-. Les teníamos que haber pagado con dinero de mentira.

Me serví más café del termo. Dije:

– No sé qué me hizo pensar en ello. Ese pensamiento estaba justo ahí. Y cuando lo tuve, pude ver que podía haber venido de muchos sitios. Uno era una cuestión de impresión general, había algo en ellos que me daba la impresión de que estábamos presenciando una actuación. Y estaba la diferencia entre la actuación del Morrissey's y la que representaron para nosotros el lunes por la noche. En cuanto supimos que habían sido los mismos hombres las dos veces, la diferencia en su comportamiento se hizo notable.

– Pues no entiendo por qué eso los convierte en actores -dijo Bobby-. Los hace unos farsantes.

– Había más cosas -dije-. Se movían como gente consciente de sus movimientos de un modo profesional. Skip, tú comentaste que podrían haber sido bailarines, que parecía que sus movimientos estuvieran coreografiados. Y también hubo una frase que dijo uno de ellos; fue tan poco típica que no le quedaba otra que ser típica; quiero decir que era propia para la persona y no para el papel que estaba representando.

Skip dijo:

– ¿Qué frase fue? ¿Estaba yo allí?

– En el sótano de la iglesia. Guando tú y el de la peluca amarilla apartasteis los muebles.

– Ya me acuerdo. ¿Qué dijo?

– Algo sobre no saber si el sindicato lo aprobaría.

– Sí, recuerdo cuando lo dijo. Fue una frase rara, pero no le presté atención.

– Yo tampoco, pero se me quedó grabada. Además, su voz fue distinta cuando la soltó.

Él cerró los ojos, recordando.

– Tienes razón -dijo.

Bobby preguntó:

– ¿Y cómo lo convierte eso en actor? Eso lo convierte solamente en el miembro de un sindicato.

– Los tramoyistas tienen un sindicato muy fuerte -dije yo- y se aseguran de que los actores no cambien de escenario ni que hagan trabajos similares. Fue una frase muy típica de un actor y encajaba con esa interpretación.

– ¿Y cómo llegaste a ellos en particular? -preguntó Kasabian-. Una vez que supiste que eran actores, aún estabas a mucha distancia de saber sus nombres y direcciones.

– Orejas -dijo Skip.

Todos lo miraron.

– El dibujó las orejas -dijo señalándome-. En su libreta. Las orejas son las partes del cuerpo más difíciles de esconder. No me miréis a mí; él fue quién me lo dijo. Hizo dibujos de sus orejas.

– ¿Y luego qué hizo? -quiso saber Bobby-. ¿Organizar una audición y fijarse en las orejas de todos?

– Se podría mirar en álbumes de fotos -dijo Skip-. Mirar las fotos de publicidad de los actores para buscar el par de orejas en cuestión.

– Cuando te hacen las fotos para el pasaporte -dijo Billie Keegan-, se tienen que ver tus dos orejas.

– ¿Y si no qué?

– Si no, no te dan el pasaporte.

– Pobre Van Gogh -dijo Skip-. El hombre sin país.

– ¿Cómo los encontraste? -Kasabian seguía queriéndolo saber-. No ha podido ser por las orejas.

– No, claro que no -dije yo.

– El número de matrícula -dijo Billie-. ¿Es que todos os habéis olvidado del número de matrícula?

– El número de matrícula apareció en el listado de coches robados -le dije-. Una vez que tuve la idea de que eran actores, fui a echar otro vistazo a la iglesia. Vi que no habían elegido, ni entrado en esa iglesia en particular, al azar. Tenían acceso a ella, probablemente con una llave. Según el pastor, había muchos grupos de la comunidad que tenían acceso y probablemente muchas llaves en circulación. Uno de los grupos que él mencionó era un grupo de teatro amateur que había utilizado el sótano para audiciones y ensayos.

– Ajá -dijo alguien.

– Llamé a la iglesia y conseguí el nombre de alguien relacionado con el grupo de teatro. Logré hablar con esa persona y expliqué que estaba intentando contactar con un actor que había trabajado en el grupo durante los últimos meses. Le di una descripción física que podría haber encajado con cualquiera de los dos hombres. Recordad que, aparte de los cinco centímetros de altura que los diferencia, tenían un físico muy parecido.

– ¿Y conseguiste algún nombre?

– Conseguí varios nombres. Uno de ellos fue Lee David Cutler.

– ¿Y entonces te sonó el nombre? -dijo Skip.

– ¿Cómo que le sonó? -dijo Kasabian-. Era la primera vez que había oído ese nombre, ¿no? ¿O es que me estoy perdiendo algo?

– No. Tienes razón -le dije-. En ese momento, no era más que uno de varios nombres en mi lista. Lo que tenía que hacer era relacionar uno de esos nombres con el otro crimen.

– ¿Qué crimen? Ah, ya, el del Morrissey's. ¿Cómo? Él es el único dueño de un bar que no contrata a actores en paro como camareros y bármanes. Él ya tiene a su propia familia para que lo haga.

Pregunté:

– ¿Qué hay en el piso de abajo, Skip?

– Oh -dijo él.

Billie Keegan dijo:

– Ese teatro irlandés. La Donkey Repertory Company o como se llame.

– He ido allí esta tarde -dije-. Estaban con los ensayos finales para su última obra, pero dejé caer el nombre de Tim Pat y conseguí que una joven me diera unos minutos. Tienen carteles en el vestíbulo, fotografías promocionales de cada miembro del reparto. Fotos en primer plano, creo que se llaman. Me enseñó los carteles de los distintos repartos de las obras que han representado en el último año. Sus obras no tienen mucha permanencia en cartel y por eso han representado varias.

– ¿Y?

– Lee David Cutler actuó en Donnybrook, una obra de Brian Friel que se estuvo representando la última semana de mayo y la primera de junio. Reconocí su fotografía antes de ver el nombre escrito debajo. Y también reconocí la foto de su primo. El parecido familiar es incluso más fuerte cuando no llevan disfraces. De hecho, no da lugar a dudas. A lo mejor eso los ayudó a conseguir los papeles, ya que no son miembros regulares de la compañía de teatro. Pero hacían de dos hermanos, así que el parecido físico era un punto a su favor.

– Lee David Cutler -dijo Skip-. ¿Y cuál era el nombre del otro? Algo como Atwood.

– Gary Atwood.

– Actores.

– Eso es.

Él le dio un golpecito a su cigarrillo contra la palma de su mano, se lo puso en la boca y lo encendió.

– Actores. Estaban en la obra que se representaba en la planta baja y decidieron prosperar, ¿no es eso? Estar allí les dio la idea de atracar el Morrissey's.

– Probablemente. -Tomé un trago de café. La botella de Wild Turkey estaba justo allí, sobre el archivador y mis ojos se sintieron atraídos hacia ella, pero en ese momento no quería que nada afectara a mis ideas. Estaba contento de no estar bebiendo e igual de contentos estaban los demás.

Dije:

– Debieron de tomarse una o dos copas arriba mientras se estuvo representando la obra. A lo mejor oyeron algo sobre la caja fuerte, a lo mejor vieron a Tim Pat meter o sacar dinero. De cualquier modo, debió de ocurrírseles que ese sitio escondería buenas ganancias.

– Si es que vives lo suficiente como para gastártelo.

– A lo mejor no sabían lo mucho que debían temer a los Morrissey. Eso es posible. A lo mejor empezaron a planear el trabajo en broma, como si estuvieran haciendo teatro, asignándose los papeles de miembros de alguna otra facción irlandesa; unos silenciosos pistoleros sacados de alguna obra sobre «los Disturbios». [19]Después, se emocionaron demasiado con las posibilidades de esa actuación y salieron a por unas pistolas y representaron su obra.

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