Elizabeth George - Tres Hermanos

Здесь есть возможность читать онлайн «Elizabeth George - Tres Hermanos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Tres Hermanos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Tres Hermanos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ness, Joel y Toby afrontan un nuevo cambio en sus vidas. Su excéntrica abuela, dispuesta a eludir sus responsabilidades, decide abandonarlos frente a la puerta de la casa de su hija, la tía de los niños, que vive en la periferia marginal de Londres. La vida de los tres hermanos no ha sido fácil hasta ese momento, y no lo será a partir de ahora. Ness es una adolescente desagradable que juguetea con las drogas y con la delincuencia. El más pequeño, Toby, es un niño con problemas de aprendizaje y que vive anclado en la dependencia que siente por su hermano Joel, un poco mayor que él y que parece asumir la responsabilidad de mantener unida a su extraña familia. Tal ambiente, como prueba la autora del libro, enmarca el camino que se ha de desandar para hallar el origen del mal, para encontrar el principio casi invisible de sucesos terribles que un día coparán las primeras páginas de los periódicos. En su momento, el asesinato de Helen Lynley ocupará la atención de todos, pero ¿cuál fue el verdadero origen del crimen?
La presente novela, desde un planteamiento original y arriesgado que la autora resuelve con maestría, propone la «deconstrucción» de un asesinato. Elizabeth George plantea que al revés no interesa tanto qué pasará tras el asesinato, pues éste es el punto final del libro; lo que se ha de buscar es el origen, lo que se ha de averiguar es aquello que provocó que alguien disparara a una mujer de buena posición en un callejón de un barrio de Londres. Ahí, en el principio, se esconde siempre la explicación del trauma que arrastra el inspector Lynley, protagonista de la serie.

Tres Hermanos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Tres Hermanos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿No qué? -preguntó el Cuchilla de manera insulsa, sin curiosidad.

Un momento para tomar una decisión, y Joel tomó la única que pudo.

– Yo nada -dijo.

El Cuchilla sonrió.

– Procura que siga así.

* * *

El retrato robot llegó gracias a la cortesía de la au pair que había empuñado el desatascador. Como era típico de los tabloides de Londres, la chica se convirtió en la heroína del momento; así pues, su pasado y su presente se examinaron a conciencia; mientras, junto a su propia fotografía, publicaban el retrato robot del joven pelirrojo con el que había forcejeado.

«¿Es éste el rostro del asesino?», rezaba el titular que acompañaba al retrato robot en el Daily Mail, cuya portada Joel vio revolotear en la acera delante de la estación de Westbourne Park. Como la mayoría de los retratos robot, no se parecía demasiado a él, pero el artículo que lo acompañaba revelaba que ya habían completado la mejora de la imagen de vídeo. Se habían analizado imágenes adicionales de la estación de metro de Sloane Square, según informaba el periódico. La Policía había aislado más imágenes. Scotland Yard declaraba que inminentemente detendrían a alguien, ya que estaban recibiendo una avalancha de datos a través de las líneas puestas en funcionamiento para localizar al asesino de la mujer de uno de los suyos.

Joel había llevado a Toby a Meanwhile Gardens cuando por fin ocurrió. Estaban en la pista de patinaje, en la sección más alta y sencilla; Toby estaba deleitándose por haber logrado mantener el equilibrio durante el tiempo suficiente como para deslizarse de un lado al otro sin caerse del monopatín.

– ¡Mira! ¡Mira, Joel! -gritó.

En ese momento, el primero de los coches patrulla aminoró y luego se detuvo en el puente del canal Grand Union. Un segundo coche de Policía ocupó una posición en Elkstone Road, justo pasada la esquina del centro infantil, pero suficientemente visible para que Majidah alzara la vista de lo que estaba haciendo dentro del centro, frunciera el ceño y decidiera salir al área de juegos para asegurarse de que los niños estaban bien. Un tercer coche aparcó en la esquina de Elkstone con Great Western Road. De cada uno de estos coches, se bajó un policía de uniforme. Los conductores se quedaron dentro.

Se encontraron en la pista de patinaje. Mientras los veía acercarse, a Joel se le ocurrió pensar que era evidente que alguien había estado observándolo desde algún lugar -tal vez lo hubieran seguido durante los últimos días desde que había visto al Cuchilla-, y cuando pareció el momento adecuado, esa persona llamó a la comisaría de Harrow Road. Y aquí estaban.

El agente del coche más cercano al centro infantil fue el primero en llegar a junto al chico.

– ¿Joel Campbell? -dijo.

Y entonces Joel le dijo a su hermano:

– Tobe, tienes que irte a casa, ¿de acuerdo?

– Pero has dicho que podía montar en monopatín y me has dicho que me mirarías. ¿No te acuerdas? -dijo Toby, como era de esperar.

– Tendremos que hacerlo después.

– Ven conmigo, chico -le dijo el policía a Joel.

– ¿Tobe? ¿Puedes ir a casa tú solo? -dijo Joel-. Si no puedes, supongo que uno de los policías podrá llevarte.

– Quiero montar en monopatín. Me lo has dicho, Joel. Me lo has prometido.

– No dejan que me quede aquí -dijo Joel-. Vete a casa.

A continuación, llegó el agente del puente. Dijo que Toby tenía que irse con él. Cuando oyó aquello, Joel pensó que el policía acompañaría a Toby a casa para que el pequeño no tuviera que ir solo, a pesar de lo cerca que estaba de la pista de patinaje:

– Gracias -dijo.

Empezó a seguir al primer agente hacia su coche, estacionado junto al bordillo del centro infantil -con la cabeza girada para no tener que mirar a la mujer pakistaní que observaba desde detrás de la alambrada-, pero entonces vio que no estaban llevando a Toby hacia Edenham Estate, sino hacia el puente.

Joel se detuvo. El frío del día se le filtró por el cuello y se cerró en torno a él como un puño.

– ¿Adonde llevan a mi hermano? -dijo.

– Cuidarán de él -le dijo el policía.

– Pero…

– Tendrás que acompañarnos. Tendrás que entrar en el coche.

Joel dio un paso inútil hacia su hermano.

– Pero Tobe tiene que ir…

– No te resistas, chico. -El policía agarró el brazo a Joel.

– Pero mi tía se preguntará…

– Ven conmigo.

En este punto, el conductor del coche patrulla que estaba aparcado delante del centro infantil se acercó a ellos al trote. Agarró a Joel por el otro brazo y se lo puso detrás de la espalda. Sacó unas esposas y, sin mediar palabra, se las colocó en las muñecas.

– Cabrón mestizo de mierda -susurró al oído de Joel, y lo empujó hacia el coche.

– Tranquilo, Jer -dijo el otro policía.

– No me digas nada, joder -contestó el primero-. Abre la puerta.

– Jer…

– Que abras, coño.

El primero colaboró. Delante de Joel, la puerta del coche se abrió: le estaba cursando una invitación que no podía rechazar. Notó un golpe fuerte en la espalda; una mano le bajó con fuerza la cabeza y lo impulsó hacia el interior del vehículo. Cuando estuvo dentro, la puerta se cerró ruidosamente. Mientras los dos policías subían, Joel miró por la ventanilla, intentando ver lo que le había sucedido a Toby.

El coche patrulla del puente no estaba. En Meanwhile Gardens, los patinadores de la pista habían dejado de mirar a los policías que se ocupaban de Joel. Ahora estaban alineados en la sección inferior de la pista -los monopatines apoyados en las caderas- y hablaban entre ellos mientras el coche patrulla se alejaba del bordillo y giraba por Great Western Road para recorrer el breve trayecto hasta la comisaría de Harrow Road. Joel alargó el cuello para buscar una cara en el parque que le dijera -por su expresión- qué iba a suceder a partir de ahora. Pero no había ninguna. Su futuro, inevitable, había comenzado a escribirse en el momento en que el primer policía lo había cogido del brazo.

Detrás de Meanwhile Gardens -y eso fue lo que Joel vislumbró mientras el coche cruzaba el puente sobre el canal-, se veía la parte trasera de la casa de Kendra. Joel clavó la mirada en ella todo el tiempo que pudo, pero al cabo de tan sólo un momento el primer edificio de Great Western Road la tapó.

* * *

Kendra recibió la noticia a través de Majidah. La mujer pakistaní fue breve en el mensaje que envió a la tienda benéfica, donde Kendra estaba realizando una venta a una refugiada africana que iba acompañada de un anciano. Habían aparecido tres coches de Policía, la informó Majidah. Dos se habían llevado a los hermanos de Ness, por separado. «Y, señora Osborne, lo alarmante viene ahora: uno de los agentes ha esposado al mayor de los chicos.»

Kendra escuchó en silencio; parecía terriblemente importante en aquel momento terminar la venta de lámpara de mesa, zapatos y vajilla amarilla.

– Gracias. Entiendo. Agradezco la llamada -dijo.

Dejó a Majidah al otro lado de la línea pensando: «Virgen santísima, no es de extrañar que los niños se estropearan de esa forma si los adultos de su vida son capaces de recibir noticias terribles sin un solo lamento de horror». Por mucho que se hubiera occidentalizado a lo largo de los años que llevaba viviendo en Londres, Majidah sabía que nunca habría recibido una noticia tan terrible como aquélla sin tomarse al menos unos minutos para tirarse del pelo y arrancarse la ropa antes de reunir las fuerzas necesarias para hacer algo al respecto. Así que Majidah procedió a llamar también a Fabia Bender, pero su mensaje a la asistente social era del todo innecesario, puesto que las ruedas de la jurisprudencia británica ya estaban girando. Fabia llegó a la estación de Harrow Road antes que Joel.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Tres Hermanos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Tres Hermanos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Elizabeth George - Believing the Lie
Elizabeth George
Elizabeth George - Wer dem Tod geweiht
Elizabeth George
Elizabeth George - For the Sake of Elena
Elizabeth George
Elizabeth George - I, Richard
Elizabeth George
Elizabeth George - Licenciado en asesinato
Elizabeth George
Elizabeth George - El Precio Del Engaño
Elizabeth George
Elizabeth George - Al borde del Acantilado
Elizabeth George
Elizabeth George - Cuerpo de Muerte
Elizabeth George
Elizabeth George - Sin Testigos
Elizabeth George
Elizabeth George - This Body of Death
Elizabeth George
Отзывы о книге «Tres Hermanos»

Обсуждение, отзывы о книге «Tres Hermanos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x