Sara Paretsky - Fuego

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Paretsky - Fuego» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Fuego: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Fuego»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Victoria Warshawski es una investigadora privada que procede de los barrios del sur de Chicago, donde la inmigración, las drogas, los embarazos adolescentes y el absentismo escolar son una constante. Aquejada de cáncer, la entrenadora de baloncesto del instituto donde ella estudió le pide que asuma el control del equipo femenino, y Warshawski no puede negarse.
El equipo está compuesto por adolescentes de minorías raciales, algunas de ellas con hijos, y todas procedentes de familias humildes. La mayoría de los padres de las chicas trabaja en By-Smart, una cadena de hipermercados que explota y discrimina a sus empleados.

Fuego — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Fuego», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Prometí llamarle si me retrasaba aunque sólo fuese un minuto después de las siete y media. Después de colgar, miré el teléfono con el ceño fruncido. Algo había captado mi atención al contestar la llamada de Morrell. Antes de que pudiera descubrir qué era sonó otra vez el teléfono.

Era Conrad, que quería saber si Morrell se habría deshecho del ordenador de Marcena para evitar que la policía lo examinara.

– Dice que han entrado en su casa, pero ¿cómo voy a saber si está diciendo la verdad? Envié a mi detective por si acaso, pero cualquiera puede esparcir sus papeles por el suelo.

Me eché a reír, cosa que ofendió a Conrad.

– Morrell acaba de hacerme la misma pregunta a propósito de ti. Ahora al menos sé que los dos decís la verdad.

Conrad rió a regañadientes y agregó lo que Morrell y yo ya habíamos comentado, que alguien consideraba importantes las notas de Marcena. Cosa que significaba que Morrell no debería andar solo por ahí porque quien había entrado en su casa en busca del ordenador quizá también pensaría que Marcena le había pasado información.

Me estremecí. Cuando terminamos de hablar, volví a llamar a Morrell y le dije que si estaba solo en casa echara el cerrojo y la cadena.

– Y vigila dónde aparcas; no entres en tu edificio por la portería durante un tiempo, ¿de acuerdo?

– Me niego a vivir con miedo, V. I. Resulta agotador para la mente. Tomaré precauciones sensatas pero no voy a buscar un bunker de hormigón en el que esconderme.

– Morrell, yo vi a Marcena y a Bron. Quien los atacó tiene una imaginación muy retorcida y un temperamento igual. ¡No seas idiota!

– Por favor, Vic, no me digas que no sea idiota cuando estás en el South Side donde todo ocurrió. Si vuelven a atacarte.

Se interrumpió, prefiriendo no completar la frase. Ambos colgamos sin decir nada más.

Capítulo 32

Hora de crucificar al pastor

Los obreros habían avanzado bastante en la construcción de las cuatro casitas donde estaba trabajando el pastor. Una parecía terminada, mientras que la segunda, en la que había encontrado a Andrés dos semanas antes, ahora lucía una puerta principal recién pintada de rojo. Las dos restantes todavía eran esqueletos de hormigón sostenidos por unos cuantos tablones que bosquejaban su forma final.

Mientras conducía a través del South Side, mi inquietud por el robo en casa de Morrell había ido en aumento. Traté de imaginar qué sabría Marcena que alguien quisiera mantener oculto. Había advertido a Morrell que tomara precauciones por si sus agresores iban a por él, pero en algún lugar entre Torrence, donde había torcido hacia el norte, y la Ochenta y cinco, que me condujo hacia el este hasta el solar de la obra, me di cuenta de que esas mismas personas también podían pensar que yo conocía los secretos de Marcena. Al fin y al cabo, ambas dormíamos en casa de Morrell, y yo le había presentado a Bron. Volví a ver su cuerpo hinchado y sangrante y me puse tan nerviosa que comencé a mirar por el retrovisor cada dos por tres. Sería muy fácil seguir la pista de mi Mustang dorado.

Cuando llegué a la obra, pasé de largo sin aminorar y aparqué a dos manzanas. Las calles desiertas harían difícil mi seguimiento, si alguien lo estaba haciendo. Para cuando llegué a las casitas tenía la certeza de estar sola.

Me puse el casco y entré por la puerta roja sin llamar. El consabido ruido de sierras y martillos y los gritos en español resonaban en las habitaciones vacías. Los tabiques de la entrada ya estaban terminados, pero la caja de la escalera seguía desnuda. Pregunté por Andrés al primer hombre que vi; señaló hacia atrás con el pulgar por encima del hombro.

Crucé el minúsculo vestíbulo y encontré a Andrés en lo que iba a ser la cocina. Estaba tratando de pasar unos cables por un tramo de tubo flexible, gritando en español a través de una abertura del suelo a un hombre que le iba dando cable desde abajo. No levantó la vista cuando entré en la habitación.

Aguardé a que hubiese acabado de forcejear con el tubo antes de dirigirme a él.

– Pastor Andrés, tenemos que hablar.

– Vino al oficio del domingo, doña Detective. ¿Acaso hoy viene a sellar su compromiso con Jesús? Estaré encantado de interrumpir el trabajo para semejante acontecimiento.

Me puse en cuclillas a su lado sobre el entarimado sin pulir.

– El lunes por la noche mataron a Bron Czernin.

– Siempre me entristece la muerte innecesaria de una criatura de Dios -la voz de Andrés era serena, pero sus ojos traslucían pesadumbre-. Sobre todo cuando mueren sin haber abrazado a Jesús.

– Dudo mucho de que su párroco le niegue cristiana sepultura.

– Un entierro católico -me corrigió el pastor Andrés-, no uno cristiano; Bron Czernin murió en compañía de la mujer que había estado metiendo cizaña en su matrimonio.

– ¿Bron era un espectador inocente, o quizá debería decir una víctima inocente, mientras la señorita Love metía cizaña en su matrimonio?

Andrés frunció el ceño.

– El también era responsable, por supuesto, pero una mujer suele ser más…

– Impotente, por lo general -le corté-, aunque concedo que seguramente no fuese así en este caso en concreto. Y ya que hablamos de mujeres impotentes, hablemos de Josie Dorrado. Desapareció el lunes por la noche, creo que con Billy el Niño, Billy Bysen. ¿Dónde están?

– No lo sé. Y aunque lo supiera, no entiendo por qué le interesa.

– Porque Rose me pidió que la buscara. Y, puesto que usted sabe que Bron acabó muerto en un hoyo, tendido al lado de Marcena Love, sin duda tiene que saber que la señora Love estaba en el coche de Billy cuando se estrelló contra los pilares de la Skyway. Me gustaría saber dónde estaban Billy y Josie cuando eso ocurrió.

Mientras yo iba hablando, él iba negando con la cabeza.

– No lo sé. Billy fue a verme el domingo por la noche y me suplicó que volviera a darle cobijo. Se había instalado en casa de Rose pero luego pensó que no era seguro, no supe si para él o para Rose, y quería que también acogiera a Josie con él. Le dije que no podía, que el primer sitio donde le buscarían los detectives de su padre sería en mi casa. Ya han venido a verme dos veces, y ahora, cuando me asomo a la ventana por la noche, siempre veo un coche aparcado delante. También le dije que, de todos modos, él y Josie tendrían que estar casados para que yo les dejara dormir en la misma cama.

– No sé de ningún estado de la Unión en el que sea legal casarse tan joven -dije con aspereza-. Afortunadamente. ¿Adonde le envió?

– Si va a juzgar lo que no le atañe juzgar, tendremos que poner fin a esta conversación.

Noté que mis ojos sacaban chispas. Me tragué el enojo tan bien como pude: discutir con Andrés sobre moralidad no iba a servirme para conseguir la información que quería.

– Ese coche que dice, ¿estaba vigilando su casa cuando Billy fue a suplicarle?

Lo pensó un momento.

– Me parece que no. La primera vez que lo vi fue el lunes, cuando llegué a casa a almorzar. Pero si estuvieron el domingo y buscaban a Billy, se lo habrían llevado entonces, y usted dice que el lunes estaba con Josie.

– ¿Y adónde le sugirió que fuera? -pregunté.

– Le propuse que volviera a su casa, con su familia, y que llevara a Josie con él, que así la verían por sí mismos en lugar de juzgarla basándose en rumores. Pero se negó a ir.

– Ésa es la verdadera cuestión -dije-. ¿Qué le está pasando para que no quiera ir a su casa? Me dijo que tenía que aclarar ciertas cosas sobre su familia y que usted era la única persona en quien confiaba. ¿Qué ha ocurrido para que desconfíe tanto de su familia?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Fuego»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Fuego» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Body Work
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Golpe de Sangre
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Indemnity Only
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Deadlock
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sin previo Aviso
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Medicina amarga
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sisters on the Case
Sara Paretsky
Sara Paretsky - A Woman’s Eye
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Windy City Blues
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Fire Sale
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Punto Muerto
Sara Paretsky
Отзывы о книге «Fuego»

Обсуждение, отзывы о книге «Fuego» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x