Sara Paretsky - Valor seguro

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Paretsky - Valor seguro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Valor seguro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Valor seguro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La investigadora privada V. I. Warshawski, experta en kárate y tiradora mortal, es contratada por el vicepresidente de un importante banco de Chicago para que encuentre a la novia de su hijo Peter, misteriosamente desaparecida.
Cuando Warshawski encuentra el cadáver de Peter, su cliente se esfuma. Sin embargo, la detective se niega a abandonar la investigación, y halla una pista que la convierte en la principal enemiga de una peligrosa organización integrada por asesinos a sueldo y pistoleros sin escrúpulos.

Valor seguro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Valor seguro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Lo has conseguido.

No puedes ni imaginártelo, pensé.

– Vamos, nunca te habrías ido sin acabarte la copa.

No quedaba ningún taburete vacío.

– ¿Por qué no me demuestras que eres más generoso que yo, me dejas sentar y me pides un scotch?

Sonrió y me agarró para que me sentara en su regazo. Sentí un espasmo de dolor en las costillas.

– ¡Ah, Ralph! No, por favor.

Me soltó al instante, se levantó sin decir nada y me cedió el taburete. Me sentí idiota. No me gusta montar números y no quería gastar mis pocas energías en tranquilizar a Ralph. Parecía un chico que no se complicaba la vida; o a lo mejor desde que se había divorciado se sentía inseguro con las mujeres. Tenía que decirle la verdad y soportar su compasión aunque no me apeteciera contarle lo de la paliza de aquella tarde. Y no me consolaba saber que Earl andaría un día o dos cojo.

Salí de mi nube y me acordé de Ralph.

– ¿Quieres que te lleve a casa? -me preguntó.

– Ralph, quiero que aclaremos un par de cosas. Pensarás que no quiero estar contigo porque me he presentado una hora tarde y todo eso… ¿Estás demasiado enfadado para que te lo cuente?

– Claro que no -dijo educadamente.

– ¿Podríamos sentarnos en alguna parte? Me pone nerviosa estar de pie.

– Voy a ver si nos han preparado la mesa.

Cuando se fue a buscar al maître me arrellané en el taburete y pedí un Johnnie Walker Black. ¿Cuántos tendría que beber para anestesiar el dolor e irme a dormir?

Ralph volvió y me dijo que aún teníamos que esperarnos unos diez minutos, que al final se convirtieron en veinte mientras yo, sentada, apoyaba en la mano la mejilla que no estaba hinchada, y Ralph esperaba de pie tras de mí.

Bebí un sorbo de scotch. El aire acondicionado estaba demasiado fuerte y un escalofrío traspasó mi vestido de algodón.

– ¿Tienes frío?

– Un poco -admití.

– Si quieres, te abrazo -tentó la suerte.

Alcé la cabeza para mirarle y sonreí.

– Encantada -le dije-, pero hazlo con suavidad.

Me envolvió en sus brazos. Primero hice una mueca pero luego me reconfortó el calor. Me apoyé en su pecho. Me miró y frunció el ceño.

– Vic, ¿qué te ha pasado en la cara?

Levanté una ceja.

– Nada.

– No, de verdad -dijo acercándose-. Tienes cortes, un moratón y la mejilla hinchada.

– ¿Se nota mucho? -pregunté-. Pensé que el maquillaje lo disimulaba bien.

– Bueno, esta semana no saldrás en la portada de la Vogue, pero tampoco tiene tan mala pinta. Como experto en reclamaciones, he visto a muchas víctimas de accidentes, y tú pareces una de ellas.

– La verdad es que me siento como una de ellas, pero no…

– ¿Has ido al médico? -me interrumpió.

– Pareces el taxista que me llevó a casa. Quería llevarme al hospital como fuera. Sólo le faltó acompañarme a casa y prepararme una sopita de pollo.

– ¿Y tu coche, está destrozado?

– A mi coche no le pasa nada.

Empezaba a perder la paciencia, de forma irracional, ya lo sé, pero cuando me interrogan me pongo a la defensiva.

– No le pasa nada -repitió-. Pero entonces, ¿cómo…?

Nos dijeron que podíamos pasar a la mesa. Me levanté para seguir al camarero y dejé que Ralph pagara las bebidas. El camarero no esperó a Ralph y éste nos alcanzó cuando yo me estaba sentando. Le había contagiado el mal humor.

– Odio a los camareros que escoltan a las señoras sin esperar a sus acompañantes -dijo sin importarle que el maître lo oyera.

– Disculpe, señor. No sabía que estaba con esta dama -dijo con dignidad antes de alejarse de la mesa.

– Cálmate, Ralph -dije con suavidad-. Creo que a los dos nos ha entrado un ataque de egocentrismo. ¿Por qué no empezamos de nuevo?

Apareció un camarero.

– ¿Les gustaría tomar un aperitivo antes de cenar?

Ralph se lo miró indignado.

– ¿Sabe cuánto rato llevamos en el bar esperando esta mesa? No, no queremos tomar nada. Al menos, yo no. ¿Tú quieres algo?

– No, gracias. Si bebo otra copa me dormiré y echaré a perder mi última oportunidad de demostrarte que no intento arruinar la noche.

¿Sabíamos lo que íbamos a comer?, insistió el camarero. Ralph le dijo sin rodeos que nos dejara tranquilos cinco minutos. Aunque mi último comentario le hizo recuperar parte de su buen humor.

– Está bien, Warshawski. Convénceme de que no intentas arruinar la noche para que no te invite a salir nunca más.

– Ralph -dije acercándome-, ¿conoces a Earl Smeissen?

– ¿A quién? -preguntó desconcertado-. ¿Estamos jugando a detectives?

– Sí, supongo que sí -contesté-. Entre ayer y hoy he hablado con mucha gente que conocía a Peter Thayer o a su novia, la chica que ha desaparecido. Tú y tu jefe, entre otras personas. Cuando llegué a casa esta tarde, me estaban esperando dos matones. Tuvimos una pelea. Me defendí bastante bien durante un rato pero al final uno de ellos me dejó sin sentido. Me llevaron a casa de Earl Smeissen. Si no lo conoces, no te pierdes nada. Cuando trabajaba como abogada de oficio, hace diez años, Smeissen empezaba a hacer sus pinitos en asuntos de prostitución y extorsión, y creo que desde entonces no ha parado. Ahora tiene a un grupo de hombres armados bajo sus órdenes. No es una persona agradable.

Hice una pausa. Vi que el camarero se acercaba otra vez, pero Ralph le hizo un gesto con la mano para que se fuera.

– Total, que me dijo que abandonara el caso Thayer y me dejó en manos de un desaprensivo para que me quedara claro.

Y acabé el relato. Tenía recuerdos muy vagos de lo que pasó después en el piso de Earl. Recuerdo que pensé que sería mejor acabar cuanto antes, convencer a Smeissen de que estaba muerta de miedo en vez de quedarme sentada soportando sus arrebatos de violencia. Aunque cuando me acordaba de lo impotente que me sentía mientras Tony me pegaba, como si fuera una puta desagradecida o un cliente que no quisiera devolver un préstamo, me parecía insoportable ser tan vulnerable. Sin darme cuenta, había apretado el puño y estaba arrastrando el mantel. Ralph me miraba desconcertado. Su profesión y su pueblo no lo habían preparado para emociones tan fuertes.

Hice un gesto con la cabeza y cambié el tono por uno menos dramático.

– En resumen, me duele un poco el tórax. Por eso grité cuando me cogiste por la cintura. Lo que me preocupa es cómo averiguó Earl que yo estaba en el caso Thayer. O más concretamente, a quién le preocupa tanto que yo ande por ahí haciendo preguntas que pagó a Earl para que me diera una lección.

Ralph estaba horrorizado.

– ¿Has ido a la policía?

– No -dije impacientemente-. No puedo ir a la policía por una cosa así. Saben que estoy en el caso; ellos también me han pedido que lo abandone, aunque de una forma menos brusca. Si Bobby Mallory -el teniente que lleva el caso- supiera que Earl me ha dado una paliza, Smeissen lo negaría, y aunque pudiera llevarlo a juicio, diría que me dio una paliza por cualquier otro motivo. Además, a Mallory no le doy lástima porque él también quiere que me aleje del caso.

¿Y no crees que tiene razón? De los asesinatos es mejor que se encargue la policía. Y esta gente parece muy bruta…

Me estaba empezando a cabrear, como me pasa siempre que me provocan. Forcé una sonrisa.

– Ralph, estoy cansada y me duele todo el cuerpo. Ahora no me veo con fuerzas para explicarte por qué es éste mi trabajo, pero intenta comprender que es mi trabajo y que no puedo dejarlo en manos de la policía y salir huyendo. No sé exactamente lo que está pasando pero conozco el genio que gastan los tipos como Smeissen. Normalmente sólo me enfrento a delincuentes con traje y corbata, empresarios y oficinistas, pero cuando se encuentran acorralados, se comportan de forma muy parecida a Smeissen, el maestro de la extorsión.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Valor seguro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Valor seguro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Body Work
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Golpe de Sangre
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Indemnity Only
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Deadlock
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sin previo Aviso
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Medicina amarga
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sisters on the Case
Sara Paretsky
Sara Paretsky - A Woman’s Eye
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Windy City Blues
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Fire Sale
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Punto Muerto
Sara Paretsky
Отзывы о книге «Valor seguro»

Обсуждение, отзывы о книге «Valor seguro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x