Sara Paretsky - Jugar a ganar

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Paretsky - Jugar a ganar» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Jugar a ganar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Jugar a ganar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Decimotercera novela de la serie de la comprometida investigadora privada Vic Warshawski. En esta ocasión, se involucra en un caso enraizado en los años sesenta, en plena efervescencia de la lucha por los derechos de la comunidad afroamericana Durante los disturbios raciales de 1967, cuando los blancos reaccionaron con dureza ante los planes de integración en los barrios, Lamont Gadsden desapareció sin dejar rastro. Años después, su anciana madre le encomienda el caso a Vic Warshawski. La detective se enfrentará a un periodo desagradable de la historia de su ciudad, en el que una marcha pacífica de Martin Luther King se saldó con la muerte de una joven negra, y lo que ella consideraba un caso cerrado e imposible se convierte en algo mortalmente peligroso.
Viejas cuestiones de la historia racial de Chicago y secretos familiares −suyos propios y del desaparecido− saldrán a la luz de manera sorprendente.

Jugar a ganar — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Jugar a ganar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Software espía. Petra había utilizado el ordenador de la oficina, mi gran MacPro una noche, a principios de verano. Por eso sabía el código de la puerta. Yo no era experta en alta tecnología pero sabía suficiente como para descubrir los sitios web a los que había accedido. Quizá me darían alguna pista. Y siempre sería mejor, desde luego, que quedarme allí sentada en la oscuridad sintiendo que la Era del Miedo me acorralaba.

Empecé a vestirme de nuevo pero, mientras me subía la cremallera de los vaqueros, hice una pausa. De ahora en adelante, tenía que suponer que, dondequiera que fuese e hiciese lo que hiciese, me seguiría una sombra de Seguridad Nacional o de Mountain Hawk o de ambos, y no se trataba de que me sorprendieran sola en la calle a medianoche. Aunque pudiera colarme en el coche, era posible, probable tal vez, que hubiesen instalado un localizador GPS, un chisme tan pequeño que yo no lo encontraría. De ese modo, no tendrían que salir a la calle conmigo y podrían controlarme igualmente. Podían utilizar su sofisticadísimo software de triangulación y vigilarme a través de internet.

Oí un golpe en la escalera trasera y se me aceleró de nuevo el corazón. Cogí la Smith & Wesson y fui hacia la cocina, caminando de puntillas sobre el suelo de azulejos. Apoyé la cabeza en la puerta, miré por el cristal y fui presa de otro burbujeo de histeria. El ruido lo había hecho Jake Thibaut, que cargaba el contrabajo por la escalera trasera hasta el tercer piso.

Bajé el brazo con la pistola y abrí la puerta de la cocina. Cuando Thibaut llegó al rellano, se sobresaltó casi tanto como yo cuando lo había oído.

– ¡V.I. Warshawski! ¡No me des estos sustos! La póliza de seguro no cubre la caída del contrabajo por la escalera si me sorprende una detective.

– Lo siento -dije-, estoy tan nerviosa últimamente que, cuando te oí llegar, creí que volvían los tipos que habían revuelto mi casa. ¿Dónde has tocado esta noche?

– En Ravinia. Y luego fuimos a tomar una copa. O tres. ¿Qué haces levantada a estas horas? ¿Alguna noticia de tu prima?

– Si alguien sabe algo de mi prima, no quiere decírmelo. -Comparé mis medidas con las de la funda del bajo. Se me estaba ocurriendo una idea-. ¿Estás muy borracho?

– Los contrabajistas no nos emborrachamos. Es una de nuestras características. Los instrumentos altos y largos proporcionan a quienes los tocan mucho aguante para el alcohol. ¿Por qué lo preguntas? ¿Quieres que te acompañe a tomar una cuarta copa?

– Quiero que me saques de aquí a escondidas dentro de la funda y me lleves a algún sitio donde pueda tomar un taxi sin que nadie me vea.

Se produjo una larga pausa.

– ¿Estás borracha? -preguntó al cabo.

– No, borracha no. Aterrorizada.

– Pues no tienes pinta de ser de las que se aterrorizan fácilmente. -Apoyó el instrumento en la puerta de su casa.

– No, claro que no. Nosotros, los investigadores privados, disfrutamos con el peligro y la muerte. No tenemos los mismos sentimientos que la gente corriente. Pero yo soy la nota discordante del club, porque me alteran tonterías como la muerte de una monja y la desaparición de una prima.

A la tenue luz que procedía de la ventana de la cocina, vi que me miraba pensativamente.

– ¿Y alguien va a dispararme o a incendiarme la casa si te llevo a Belmont Avenue?

– Todo es posible. ¿No te ha atracado nunca un yonqui que cree que puede vender tu instrumento para conseguirse un pico?

– Ésa es una de las ventajas de tocar un instrumento tan grande. -Thibaut se rió por lo bajo-. La gente sabe que no puede escapar corriendo con él calle abajo. Deja que ponga a Bessie en la cama y enseguida estoy contigo. Espero que vayas limpia. No quiero que la funda se llene de sudor, grasa o nada de eso.

Entré en casa y me quité cuidadosamente toda la crema protectora que llevaba en los brazos y en la cara. Advertí que tenía hambre. No había comido nada desde el desayuno del día anterior. La fatiga y la ansiedad me habían impedido pensar en la comida, pero de repente me sentí famélica. Thibaut entró en la cocina mientras me preparaba a toda prisa un emparedado de queso.

– Dentro de la funda no puedes comer -dijo-. Y, probablemente, tampoco puedas respirar. El viejo del piso de abajo, ¿me pondrá un pleito si te asfixias?

– No, sólo dejará que los perros muerdan el contrabajo.

Thibaut se sirvió un trozo del pecorino que yo comía.

– No puedo bajarte por las escaleras. No sé si la funda resistirá, pero seguro que yo, no.

– Bajaré por la escalera de delante y saldré al jardín por la escalera del sótano. Cuando hayas bajado, me arrastraré aprovechando tu sombra y esperaré a que llegues a la puerta trasera antes de montar en la funda. Desde allí, puedes llevarme calle abajo hasta tu coche.

Fui al baño a ponerme máscara en los pómulos para que no reflejasen la luz de las farolas de la calle. Esperaba no mancharle la funda al vecino. Me puse una cazadora azul marino y metí las llaves y la cartera nueva, con dinero y mi pasaporte dentro, en el bolsillo. Me cercioré de que el seguro de la Smith & Wesson estuviera puesto, me calé una gorra de los Cubs hasta las cejas y bajé la escalera delantera lo más silenciosamente que pude.

El único momento de dificultad fue cuando pasé ante la puerta del señor Contreras. Mitch soltó un agudo ladrido y gimió, pidiendo acompañarme. Una vez llegué al sótano, dejó de protestar.

Cuando descorrí el pasador de la salida del sótano, Thibaut bajaba con la funda el último tramo de peldaños del porche trasero. Esperé a que llegara al sendero y entonces lo seguí, confundida con su sombra. Lo hizo todo como un profesional, sin volverse a mirar atrás. En cambio, sacó un teléfono y se quejó a alguien llamado Lily:

– Además de borracha, tienes que estar muy colocada para querer practicar la pieza de Schulhoff a estas horas de la madrugada. Pero querida cigarra mía, tus deseos son órdenes para mí. Voy hacia allí.

Al llegar a la puerta trasera, conseguí meter mi metro sesenta y cuatro centímetros en el metro cuarenta y cuatro de la caja. Como Thibaut había dicho, apenas podía respirar. Los pocos minutos en que lo cargó, golpeando el suelo, hasta el callejón, jadeante y resoplando, donde dejó la funda en la plataforma de la puerta trasera del coche, fueron un tormento para el cuello y la columna vertebral.

Una vez en el asiento, abrió los cierres de la funda. Empujé la tapa unos centímetros con las rodillas a fin de poder estirar la columna.

Se sentó al volante y, sin mirar tampoco hacia atrás, me pidió la dirección de la oficina. Le dije que me dejara en Belmont, que ya tomaría un taxi.

– V.I. Warshawski, no he puesto en peligro la vida de este estuche que me ha costado dos mil doscientos dólares para llevarte a unas pocas manzanas de distancia. Dime dónde vas.

No se lo discutí. Me alegraba su oferta. Le dije que tomara recto hasta Wrigley Field y que fuera tomando distintas calles laterales hasta asegurarse de que nadie lo seguía. Finalmente, me dejó una manzana más al norte y al este de mi oficina. Si la oficina estaba vigilada, no quería que nadie introdujera el coche de Thibaut en una base de datos.

Flexioné la columna y estiré el cuello varias veces antes de inclinarme hacia su ventanilla para darle las gracias.

– ¿Quién es Lily?

– El fox terrier que teníamos en casa cuando yo era pequeño. Cuando lodo esto termine, tocaré un concierto para ti. El concertino de Schulhoff, para conmemorar mi actuación más emocionante desde que debuté en el Festival Marlborough.

Yo había apoyado los dedos en el borde de la ventanilla y él me los apretó. La calidez de su mano me acompañó mientras avanzaba agazapada a la sombra de los edificios de Oakley.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Jugar a ganar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Jugar a ganar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Body Work
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Golpe de Sangre
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Indemnity Only
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Deadlock
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sin previo Aviso
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Medicina amarga
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sisters on the Case
Sara Paretsky
Sara Paretsky - A Woman’s Eye
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Windy City Blues
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Fire Sale
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Punto Muerto
Sara Paretsky
Отзывы о книге «Jugar a ganar»

Обсуждение, отзывы о книге «Jugar a ganar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x