Ruth Rendell - Carretera De Odios

Здесь есть возможность читать онлайн «Ruth Rendell - Carretera De Odios» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Carretera De Odios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Carretera De Odios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El inspector Wexford regresa para enfrentarse a un caso de talante ecologista. Hasta su propia esposa ha sido tomada como rehén, mientras avanzan las obras de una nueva carretera que causará irremediables daños en el entorno natural de su pueblo. Intriga, crítica social e imprevisibles psicologías.

Carretera De Odios — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Carretera De Odios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Examinó el mapa colgado de la pared. Era una ampliación de la zona central de Mid-Sussex. Ryder le hizo una seña y trazó con el dedo un óvalo que abarcaba Kingsmarkham, Stowerton, Pomfret y Sewingsbury, las aldeas de Framhurst, Savesbury, Stringfield, Cambery Ashes y Pomfret Monachorum, sin incluir los lugares situados al sur de la población, ya que no resultarían amenazados por la construcción de la nueva carretera. Desde ninguna de las casas de esa zona se vería la vía.

– ¿Y ése es el criterio que aplica?

– Uno de ellos -puntualizó Wexford-, puede que el más importante.

¿Sabía Kitty que tenían intención de matarla? No se lo preguntó a Montague Ryder, porque el jefe de policía no podía más que hacer conjeturas, como él. Kitty había sido y sin duda aún era la más timorata de los rehenes, la más vulnerable, la menos controlada y capaz de sacar fuerzas de flaqueza. ¿Estaba aún con su marido o los habían separado?

Y ahora se hallaba en la espantosa situación de no tener nada que hacer. Durante diez días, todos ellos habían trabajado muy duro, al límite de sus posibilidades, y lo único que habían conseguido era delimitar un radio de unos ochenta kilómetros. Lo único que quedaba por hacer era encontrar la aguja en el pajar o esperar a que apareciera otro saco de dormir con el cadáver de otra mujer.

– Vigilaremos Contemporary Cars -anunció a Burden-. No creo que vuelvan al mismo sitio, pero no me atrevo a correr el riesgo.

– La comisaría es otra posibilidad, al igual que la casa de la señora Cox y la de la señora Peabody. También el edificio de Concreation y el Brigadier.

– Y tu casa, y la mía…

Estaban sentados precisamente en el salón de casa de Burden, o mejor dicho, Burden estaba sentado mientras Wexford se paseaba por la estancia como un oso enjaulado.

– La redacción del Courier -dijo-. El extremo de la carretera que da a Stowerton y el que da a Pomfret.

– Ryan ha hablado de Kingsmarkham.

– Cierto, y además no podemos vigilar todos esos lugares; no tenemos personal suficiente.

– ¿Ha pensado alguien en utilizar un helicóptero para buscar el lugar? Sabemos que están en un radio de ochenta kilómetros, ¿no?

– ¿Qué podrían ver desde un helicóptero, Mike? ¿Casas de campo con anexos? Hay cientos. No creo que los rehenes estén en el tejado, ondeando banderas de socorro.

Burden se encogió de hombros.

– Los de Planeta Sagrado verán las noticias de la tarde de la BBC, que los sábados son a las cinco o a las cinco y cuarto, y media hora más tarde empiezan las de la ITN. Si no emiten ningún comunicado, procederán a matar a Kitty Struther. ¿Es eso lo que ocurrirá?

– No sé si «ocurrirá», Mike -masculló Wexford con amargura-. Ya son las seis menos veinte; es posible que ya esté ocurriendo, y no podemos hacer nada para evitarlo.

Corriente arriba, cerca de Watersmeet, donde el arroyo que pasa bajo High Street, en Kingsmarkham, confluye con el río, el Brede pasa entre anchos prados y serpentea por bosquecillos de alisos y sauces. En un punto del trayecto, los guijarros del río son tan grandes y de forma tan regular que forman una suerte de dique sobre el que el agua inexorable cae hacia el estanque que se forma debajo. Ese lugar se llama Stringfield Weir y lo domina el molino de Stringfield, construido hace muchos años, cuando parte de la tierra era cultivable y se necesitaba el molino para moler el maíz.

La noria había desaparecido hacía mucho. El molino nunca había tenido aspas. El edificio, de tabla de chilla blanca y ladrillo rojo, una estructura enorme y hermosa, había sido convertido unos diez años antes en un teatro donde diversas compañías presentaban sus obras con regularidad. El sendero que conducía hasta allí desde Pomfret Monachorum era bastante ancho y se encontraba en buen estado. Una vez allí, el espectador tenía todo lo que una persona civilizada en busca de cultura podía desear: un gran aparcamiento oculto entre árboles muy altos, un restaurante con vistas al río, una panorámica espléndida del puente Stringfield y los bosques, prados y colinas que se extendían más allá, y por supuesto, un auditorio con capacidad para cuatrocientas personas.

Una de las desventajas residía en que, atraídos por los focos, los insectos voladores, tales como polillas, mariposas y típulas atormentaban a los actores sobre el escenario. Decía la leyenda que un murciélago se había enredado en el cabello de una actriz mientras representaba el papel de Julieta. Wexford, que no había estado nunca allí, creía que el lugar podía estar infestado de mosquitos, por lo que aconsejó a Dora y Jenny que evitaran la terraza situada sobre el río y permanecieran en el interior del edificio para tomarse la copa de vino previa a la representación.

– Vendré a buscaros después de la obra -anunció-. ¿Os parece bien a las once menos cuarto?

– Podemos volver en taxi, Reg -suspiró Jenny-. Tendría que haber venido en coche; la verdad es que no sé por qué no lo he cogido. De todos modos, no tenemos intención de irnos de copas.

– Bueno, pues ahora podéis tomaros unas cuantas…, bueno, no muchas. Vendré a buscaros, así que no os preocupéis.

Extinción, con Christine Colville y Richard Patón, duraba tres horas sin contar los dos entreactos, según leyó Wexford en el programa que distribuían en el vestíbulo. La obra, del propio Jeffrey Godwin, alternaba su texto con una versión moderna de Noche de epifanía o lo que queráis y con Sonata de Espectros, de Strindberg. Una compañía ambiciosa que ponía el listón muy alto.

– ¿Cómo está Sheila? -preguntó una voz a su espalda.

Wexford se volvió hacia un hombre alto y barbudo de cabello castaño rizado y aspecto afable.

– Usted debe de ser Jeffrey Godwin -dijo-. Wexford…, aunque ya lo sabe. Sheila está muy bien. Acaba de tener una hija.

– Lo leí en el periódico -repuso Godwin-. Es estupendo. Espero verlas a ambas en un futuro no muy lejano. ¿Se queda a ver la representación?

Wexford explicó que no, que últimamente estaba bastante ocupado, pero que su mujer y una amiga suya sí la verían. Se despidió de Godwin, regresó al aparcamiento y rodeó los jardines bañados por el sol y por la fragancia de las rosas tardías.

Al llegar a Kingsmarkham se dirigió hacia la comisaría y entró en el antiguo gimnasio. Damon Slesar, Karen Malahyde y tres administrativos se sentaban ante sendos ordenadores. Wexford anunció a los dos sargentos que ya había pasado la hora de las brujas, pues eran las siete y media. Faltaban un par de horas para que llegara el momento de que Planeta Sagrado devolviera el cadáver de Kitty Struther.

– Puede que sea una amenaza falsa -aventuró Damon.

Karen lo miró meneando la cabeza.

– No lo creo. ¿Por qué iban a mostrarse compasivos y civilizados a estas alturas? Lo más probable es que la desesperación acentúe su crueldad.

A Wexford le pareció interesante oírla emplear la palabra «compasivos». Le preguntó qué labor tenían asignados ella y Slesar aquella noche.

– Yo vigilaré Contemporary Cars, señor, y Damon irá a casa de la señora Peabody.

Qué lástima que no pudieran estar juntos; era evidente que a los dos les apetecía. Pero Wexford no tenía personal suficiente para permitirlo. Necesitaban a todo el mundo, incluso a él mismo, para realizar las tareas de vigilancia. Si no bajaban la guardia, tenían muchas posibilidades de echar el guante a Planeta Sagrado, se dijo Wexford con optimismo. Pero ¿a qué precio? Al precio de la muerte de Kitty Struther. Imaginó los titulares de los diarios del lunes… o los comentarios en las noticias televisadas, ya puestos. Intentó desconectar, porque pensar en ello resultaba negativo y carecía de sentido. En aquel momento vio que Damon Slesar oprimía la mano de Karen antes de salir del antiguo gimnasio.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Carretera De Odios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Carretera De Odios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
Ruth Rendell - The Bridesmaid
Ruth Rendell
Ruth Rendell - From Doon with Death
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Una Vida Durmiente
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Simisola
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Not in the Flesh
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Falsa Identidad
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Thirteen Steps Down
Ruth Rendell
Отзывы о книге «Carretera De Odios»

Обсуждение, отзывы о книге «Carretera De Odios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x