Déjeme decirle algo para aliviar ese sentido de culpabilidad: Dios entiende su horario. Lo entiende bien. Lo entiende mejor que usted mismo. Entonces, ¿qué debe hacer? Háblele acerca de esto. Diga: «Dios, dime qué debo eliminar. Dime qué debo agregar.» Cuando quema la vela por los dos extremos, no es tan brillante como piensa que es. Es probable que necesite eliminar algunas cosas. Y tal vez necesite agregar otras. Dios lo puede ayudar a tomar estas decisiones.
Así que aproveche al máximo su tiempo. Es parte de ser confiable.
Apoye a sus amigos
Cultivar la lealtad personal es otra forma de desarrollar su fidelidad. Una persona fiel apoya a sus amigos. Proverbios 17:17 dice: «En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano.» Los amigos verdaderos son firmes y dignos de confianza. Se puede contar con ellos en medio de la crisis. Cuando los tiempos se ponen difíciles, un amigo verdadero no te juzga; te acompaña hasta el final. ¿A quién es usted leal? ¿Quién puede confiar en usted? ¿Ellos lo saben?
Hace unos cuantos años, el pastor asociado de la iglesia en la que sirvo me invitó a almorzar, y mientras nos sentábamos, me dijo: «Solo quiero decirte algo. No importa lo que pase, siempre seré tu amigo.» Una lealtad como esa es un tesoro de gran valor. Es imposible ponerle precio.
Si le pido que escriba una carta a cinco personas en quien sabe que puede confiar, ¿a quién le escribiría? ¿Qué pasa si lo hago al revés? ¿Quién le escribirá a usted para decirle: «Sé que puedo confiar en ti si las cosas se ponen difíciles»? Apoye a sus amigos.
Administre su dinero
Si quiere desarrollar el fruto de la fidelidad, debe aprender a administrar su dinero. Dios le dio recursos, y la Biblia dice que la forma en que administre el dinero es una prueba de su fidelidad a él. Jesús dice: «Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas?» (Lucas 16:11.) ¡Asombroso! ¡Dios dice que si no es fiel con sus posesiones materiales, él no le confiará recursos espirituales! Así que necesita preguntarse: «¿Estoy dando mis diezmos fielmente al Señor? ¿Pago mis deudas a tiempo? Cuando comparo lo que ofrendo con lo que gasto y lo que gasto con lo que ahorro, ¿está balanceada mi vida? ¿Soy un sabio administrador del dinero que Dios me da? La verdad es que la forma en que maneje sus finanzas determinará en gran manera lo que Dios puede hacer por su vida. ¡Eso es lo que Dios dice! Si Dios no puede confiar en usted con los bienes terrenales, tampoco le confiará los bienes espirituales.
Ahora, ¿qué quiere decir ser fiel con sus finanzas? Específicamente, ¿qué significa ser fiel al dar? 1 Corintios 16:2 dice: «El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero conforme a sus ingresos, para que no se tengan que hacer colectas cuando yo vaya.» Ese versículo define qué significa ser un dador fiel. Dice tres cosas.
Primero, debemos dar con regularidad. Debemos dar cada semana, cada domingo. Una persona que ofrenda fielmente es sistemática, no esporádica. No dice: «Ah, hoy me siento bien. Voy a darle una propina a Dios. Toma, Señor.» Antes pensaba que la ofrenda más espiritual ocurría cuando una persona era conmovida impulsivamente para dar. No es cierto. Dios dice que el ofrendar debe ser constante, todos los domingos, ya sea que lo sintamos o no. Este principio se relaciona con el segundo aspecto de la ofrenda fiel.
Dios dice que su ofrenda debe planificarse. Debe planificar en oración y separar algo de lo que ganó. Si está casado, debe sentarse con su cónyuge y acordar la cantidad que cree que Dios quiere que dé cada semana. Si no lo planifica, no será constante. Recuerde, Dios está buscando fidelidad.
Mi esposa y yo mantenemos una cuenta para los diezmos. Descubrimos que la única manera de ser fieles con nuestras ofrendas es mantener un récord de esto. Por esta razón tenemos una cuenta de diezmo en nuestro libro de cuentas. Es la cuenta número uno. Antes de pagar cualquier cuenta, devolvemos nuestro diezmo al Señor. El libro de cuentas nos ayuda a ser fieles.
Por último, la ofrenda fiel es proporcional; es un porcentaje de sus ingresos. La cantidad que debe dar depende de cuánto el Señor le ayudó a ganar. A esto es lo que se refiere el diezmo. El diezmo significa diez por ciento. Dar el diez por ciento debe ser el mínimo, el punto de inicio. Si Dios lo bendijo ricamente con sus finanzas, a usted le será posible dar mucho más que el diez por ciento. Debemos devolver a Dios un porcentaje de lo que él nos permite ganar.
Entonces, mantenga sus promesas, honre su matrimonio, use sus talentos, aproveche al máximo su tiempo, apoye a sus amigos, y administre su dinero. Estas son formas prácticas para llegar a ser más confiables.
Dé el máximo en su trabajo
Si fuera el responsable de contratar personal, ¿qué características buscaría? De seguro una de las cosas que buscaría sería fidelidad. Desde que soy pastor, creo que lleno un formulario de referencia para alguien prácticamente cada semana. Y no recuerdo haber visto uno de estos formularios que no mencione la fidelidad, confiabilidad, puntualidad o consistencia. Todos los patronos, universidades y agencias de misiones quieren saber acerca de la fidelidad de la persona en los hábitos de trabajo.
¿Cómo su trabajo puede afectar su fidelidad? Jesús dijo: «El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho» (Lucas 16:10). Así que su fidelidad es afectada por cómo usted maneja las pequeñas cosas de la vida. Es más, la vida se compone de pequeñas cosas, así que si no es fiel en las pequeñas cosas, tampoco lo será en las grandes. Lo mismo aplica al desarrollo espiritual. Las pequeñas cosas, como el tener un momento de devoción y oración, producen grandes resultados. El éxito es el resultado de ser fiel en las pequeñas cosas que otras personas descuidan.
¿Tiene un cúmulo de culpas en el trabajo? La mayoría de las personas lo tienen. Es ese pequeño montón de cosas que todavía no ha hecho. La fidelidad incluye la forma en que maneja su montón de culpa. Tal vez no signifique mucho para usted que alguien le escriba una carta, pero quien la escribe, espera una respuesta. Su mundo puede depender de esto. ¿Cómo maneja las pequeñas cosas de la vida?
La fidelidad también se afecta por la forma en que maneja lo que no le pertenece. Jesús dijo: «Y si con lo ajeno no han sido honrados, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece?» (Lucas 16:12.) Cuando estoy en el trabajo, ¿soy confiable con los suministros como si fuera yo quien los pagara? Si el negocio fuera mío, ¿tomaría recesos adicionales? Si alquilo una cortadora de césped, ¿la cuido como si fuera mía? ¿Me gustaría comprar el carro alquilado del que abusé durante una semana? ¿Cómo cuida las cosas que no son suyas? Dios dice que esa es una prueba de fidelidad.
¿Ve lo práctico que es esto? La fidelidad es importante en diferentes esferas de nuestra vida. Por eso Dios dijo que a usted lo van a premiar por su fidelidad. Esfuércese en su trabajo. La Biblia dice: «Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo» (Colosenses 3:23). Los cristianos deben tener la reputación de ser las personas más confiables en el trabajo. ¡Siempre están conscientes de quién es su verdadero jefe!
Comprométase con una iglesia
La octava manera para desarrollar la fidelidad es comprometerse con un cuerpo de creyentes local y específico. Romanos 12:5 dice: «También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.» Cada creyente pertenece a todos los demás en el cuerpo de Cristo. Por eso la iglesia local es tan importante.
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