Juan Marsé - Caligrafía De Los Sueños

Здесь есть возможность читать онлайн «Juan Marsé - Caligrafía De Los Sueños» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Caligrafía De Los Sueños: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Caligrafía De Los Sueños»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A mediados de los cuarenta, Ringo es un chiquillo de quince años que pasa las horas muertas en el bar de la señora Paquita, moviendo los dedos sobre la mesa, como si repasara las lecciones de piano que su familia ya no puede pagarle.En esa taberna del barrio de Gracia, el chaval es testigo de la historia de amor de Vicky Mir y el señor Alonso: ella, una mujer entrada en años y en carnes, masajista de profesión, ingenua y enamoradiza; él, un cincuentón apuesto que ha acabado instalándose en su casa. Allí viven junto a Violeta, la hija de la señora Mir, hasta que sucede algo inesperado: un domingo por la tarde, Vicky se echa a las vías muertas de un tranvía intentando un suicidio imposible y patético, y el señor Alonso desaparece para no volver. Lo único que queda de él es una carta que prometió escribir y que Vicky estará esperando y deseando hasta la locura, mientras Violeta mueve sus espléndidas caderas por el barrio, hosca e indiferente a los halagos.La vida entera discurre por el bar de la señora Paquita y bajo la mirada de Ringo, que escucha, lee y finalmente empezará a escribir, llenando de luz la triste caligrafía de toda una generación que alimentó sus sueños en los cines de barrio y en las calles grises de una ciudad donde el futuro parecía algo improbable.Espléndido relato de iniciación al deseo y a la escritura, Caligrafía de los sueños es la primera novela que Juan Marsé publica tras la concesión del Premio Cervantes en 2009.

Caligrafía De Los Sueños — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Caligrafía De Los Sueños», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Chen-Li, la Gata con Botas

bailarina excéntrica y acróbata

La Gata luce bonitas piernas pintadas con purpurina dorada y se exhibe de costado, como sentada en el aire o más bien cayéndose de culo pero sin haber llegado todavía al suelo, la espalda arqueada increíblemente hacia atrás, una pierna estirada y en tensión y la otra encogida debajo de las nalgas. Lleva un gorro negro con antifaz y orejitas, calza botas de media caña acharoladas y rojas y su trasero respingón luce un rabo también rojo. El Selecto es un cine de programa doble con varietés tronadas, y acoge a cantantes melódicos, rapsodas y humoristas que alguna vez gozaron de cierto renombre en las populares y exitosas revistas musicales del Paralelo, pero cuyos días de gloria ya pasaron. Los menores tienen prohibida la entrada, y él lo sabe. En otro panel, clavados con chinchetas, hay fotogramas ampliados de las dos películas de esta semana, El séptimo cielo con Simone Simon y El gato y el canario con Paulette Goddard, dos estrellas gatunas de las que está enamorado y cuyos encantos le han provocado no pocas calenturas entre sábanas, pero ahora sólo tiene ojos para la Gata con Botas. ¿Por qué se le recoge tan dulcemente el vientre entre las ingles? La línea combada de muslos y nalgas le parece extrañamente inmaculada y conmovedora, superior en belleza a cuanto ha visto hasta ahora en carteles de cine o en los programas de mano que colecciona. Con el dedo orilla lentamente el contorno del muslo y luego roza la piel dorada y capta el brío interior que anima el salto en el aire. El reflejo del sol, rebotando desde el cristal de una ventana del otro lado de la calle, chisporrotea un instante en la purpurina, pero no emborrona ni atenúa la vehemente tensión de la cara interna del muslo, una generosa delicadeza muscular que le conturba.

– ¿Qué haces, muchacho?¿Qué miras?

Se vuelve. Un señor menudo, encorvado y de hombros alicaídos, está parado sobre la tapa de la alcantarilla, cortándole el paso. Un doble parpadeo mágico, pero el hombrecito sigue ahí, mirándole severamente.

– ¿Yo?

– Tú, sí. ¿Qué estás mirando, se puede saber?

– Yo nada, señor.

– Conque nada. Embobado estás con los meneos de esta chinita.

Ringo vuelve a mirar el cartel.

– Si no se mueve…

– ¿Que no? ¿Es que no guipas? Las bailarinas excéntricas nunca están quietas, niño. Y menos si son chinas del Paralelo.

Otro parpadeo, y en efecto, los muslos se mueven. El hombrecito es apenas un poco más alto que él. Entre los dedos de su mano esquelética alzada a la altura del mentón, con gesto delicado y displicente, como si sostuviera un cigarrillo, sujeta una correa que va unida a algo que gruñe a sus pies, un perrito escuálido, de hocico ratonil y rabo escaso, al que le falta una pata trasera.

– ¿Qué es eso que asoma en tu bolsillo?

– Mi cuaderno de solfeo.

– Vaya. Eres un chico sensible, ya veo -dice el desconocido en voz casi inaudible-. ¿Verdad que eres un chico sensible? ¿Verdad?

– No sé.

– Y el día de mañana serás un joven guapo, atento y respetuoso. Seguro.

– No, señor. Seré pianista.

– Ah, eso está muy bien. Pianista. -El perro levanta la cabeza y mira al amo con sus ojos amarillos y legañosos-. ¿Y qué haces aquí?

– Estoy esperando a mi padre.

– Pensando cositas feas, eso es lo que haces. Venga, no digas que no. -Debajo de la tapa de la alcantarilla suenan ruidos, como de lija raspada o uñas arañando hierro. Alertado por algo, el hombrecito se vuelve repentinamente y su perfil de pájaro se recorta sobre la soledad gris de la plaza Trilla, que se abre al otro lado de la calle-. Conste que no te lo reprocho, pillastre. Pero escucha lo que te digo -acercándose más al chico, y ahora la voz le sale raspando el aire-: Ella seguramente hace cositas que tú ni siquiera podrías imaginar, aunque estuvieras aquí mirándola durante mil años.

– No diga eso, señor. ¡Ondia! ¡Mil años! ¿Habla en serio, señor?-inquiere impostando la voz-. ¿Podría estar mirándola durante mil años?¿Y ella podría estar aquí bailando durante mil años, bailando como Salomé la danza de los siete velos?¿De verdad podría?

Así es como le ven algunos: un chaval despierto y observador, sensible a ciertos desatinos, dotado de una aguda percepción para las expectativas ajenas más extravagantes e imprevisibles y dispuesto a colaborar en cualquier impostura o tramoya que le amplíe el mundo. Así lo recordarán, aplicado, formal, embebido de futuro. No se sonroja ni se traba ni se embarulla con las palabras, en todo momento sabe lo que dice y por qué, y hasta le complace cruzar decididamente el umbral de lo improbable o lo imperceptible. Se queda muy quieto y muy atento frente a su interlocutor, mira los ojos descarnados y sin pestañas en un rostro largo y chupado, mira la boca pequeña y fruncida, el cuello arrugado de la camisa y el terno negro con rodilleras lustrosas en los pantalones demasiado anchos y largos, caídos sobre la triste mansedumbre de unas zapatillas caseras, mira también el perrito cojitranco, y dispone la cara y la voz en consonancia melodramática con lo que ve:

– Es mi hermanastra, ¿sabe?-y se queda pensando, dispuesto a añadir que el verdadero nombre de esta artista es Diana Palmer, que fue la otra novia fiel de Edmundo Dantés y después la novia secreta de Winnetou y ahora es la novia del malvado Rupert de Hentzau, y que podía haber sido su propia hermana, pero de madre china, y que escapó de casa para ser bailarina porque quería ver mundo y se avergonzaba de tener un padre matarratas cuyas manazas huelen siempre a zotal o azufre o a cosas peores. Pero todo eso lo piensa solamente. Lo único que añade es-: Mi pobre hermanastra mayor. Tengo cinco más…

El hombrecito lo ataja con la mano en alto y lo mira con un brillo repentino en los ojos estragados.

– ¡Conque mentirosillo! -Contrariado, patea la tapa de la alcantarilla por tres veces, como si hiciera una señal convenida a las ratas que viven en las tinieblas malolientes de la cloaca. Indicando el cartel, el desconocido añade con voz meliflua-: En fin, vamos a lo que importa. Además de bailarina excéntrica, esta monada es contorsionista. ¿Sabes qué significa ser contorsionista?

– Claro.

– Que sabe moverse de un modo especial.

– Claro.

– Y es bonita la chinita, ¿verdad? Tan bonita, que mirarla es un sufrimiento, ¿verdad?

– Oiga, señor, este perro, con tres patas solamente, hay que ver lo bien que se aguanta. ¿Cómo se llama?

– Tula. Es una perrita. ¿Y tú cómo te llamas, chico?

– Ringo. No le doy la mano porque he tocado veneno para ratas, señor. Ringo Kid, ese es mi nombre.

Se agacha para mirar a la perrita simulando un repentino interés. El animal tiene los ojos rasgados y las orejitas tiesas, una de las cuales luce una garrapata redonda y lustrosa como una perla, y tan gorda que habría que arrancarla con unas tenazas, piensa.

– ¡Vaya garrap…!

– Aléjate de productos tóxicos que no sean comestibles -corta el hombrecito-. Es un consejo que te doy. Y de la chinita… -duda un instante, la mirada contrita y el dedo escuálido señalando a la bailarina en el cartel-, de la chinita aléjate también. Has de saber que el programa de esta semana no es apto para menores. ¿Cuántos años tienes?

– Once, casi doce, señor.

– Además, fumigaron el local y ahora está cerrado y precintado.

– Ya lo sé.

– ¿Entonces qué haces aquí solito?

– Se lo acabo de decir, estoy esperando a mi padre.

– ¿Y dónde está tu padre?

– En el cine, cazando ratas.

– Ah, eso está bien. Las ratas traen la peste negra.

– Esta peste de ahora no es negra, señor. Es azul. Me lo dijo mi padre.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Caligrafía De Los Sueños»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Caligrafía De Los Sueños» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Caligrafía De Los Sueños»

Обсуждение, отзывы о книге «Caligrafía De Los Sueños» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x