»El valor al por mayor representa el 14 por ciento de todas las exportaciones de productos agrícolas del mundo, y equivale a la suma de las exportaciones de productos agrícolas de toda América Latina y Oriente Medio.
»De trece mil millones de coste a trescientos veintidós mil millones de facturación, el margen es tal que la posición de los políticos es todavía más gris.
»Luego están los millones de consumidores, y no todos se sienten unos desesperados, como el mensaje electoral los describe.
»Muchos de ellos son personas de éxito, dotadas de cultura y dinero, que no se consideran precisamente la basura del país, si acaso lo contrario.
»Al final alguien dirá que para derrotar realmente a la droga, es decir, para que fuera imposible encontrarla, habría que aplicar durante años medidas tan drásticas y persistentes que buena parte de la población acabaría por preguntarse si no se habían propasado los límites entre culpa y castigo. Y como probable consecuencia de ello los promotores de esa acción no volverían a ser candidatos en las siguientes elecciones.
»Así que se «combate».
»Se combate por nada, pero al menos de este modo la política se justifica a sí misma.
Lee recobró el aliento.
Andreas lo miraba desconcertado.
– Y con esa historia sobre política, ¿qué pretendía aclarar?
– Era su manera de hacerme entender que, si no podía encontrarse una solución para un problema aparentemente tan simple como el de la droga, las esperanzas de poder resolver el dilema que había creado mi estudio, mucho más complicado desde un punto de vista financiero y estratégico, eran casi nulas.
Lee se acabó el agua que le quedaba en el vaso.
– Mi amigo continuó hablando. Repitió que el mundo es gris porque nosotros también lo somos. Que siempre lo hemos sido y lo seguiremos siendo, aunque pudiéramos empezar de cero.
»Me quedé sinceramente turbado por su total pesimismo. Éramos muy amigos, él era un conocido intelectual y nunca se había expresado en esos términos conmigo, en los muchos años que nos conocíamos.
»Estaba muy incómodo.
»Terminó con un dato demográfico.
»En el año 2050 seremos nueve mil millones de personas.
»Según algunos, en el año cero éramos doscientos millones.
»La superpoblación, el tema más gris de todos.
»En ese punto hubo una pausa, creo que ambos necesitábamos reflexionar sobre lo que allí se había dicho.
»Estaba completamente desorientado.
»Mi amigo acabó su disquisición con la única frase de la que entendí verdaderamente su significado: «No hagas estupideces, irías en contra del Estado y no puedes ganar.»
»Al año siguiente hubo la explosión de casos en nuestro centro de la India.
»Me vigilaban constantemente. Los informes del doctor Bashir los leí en presencia de mi amigo y de Hamme.
»No dijeron nada. Cogieron una copia de los resultados. Hamme me instó, como de costumbre, a no hablar de ello con nadie, y dos semanas después volví a tener noticias suyas.
»Me informaron de que habían establecido contactos con una serie de Estados amigos con los que compartir los datos de la investigación y que había que continuarla.
»A partir de ese momento me prohibieron ver los resultados. Me opuse. Fue mi amigo quien negoció el acuerdo; por otro lado, la sociedad que coordinaba el proyecto tenía instrucciones claras de presentarme los resultados únicamente a mí.
»Me explicaron que se habían tomado decisiones muy importantes. Fue así como el gobierno concedió una serie de subvenciones extraordinarias para investigación.
»Eran fondos en negro, nunca los he encontrado en ningún balance oficial. Eran, y son, inversiones importantes y debían emplearse en dos frentes, el médico y el relativo a las tecnologías alternativas de telecomunicaciones. Sólo en nuestra empresa se invirtieron diecinueve mil millones de euros en los últimos tres años.
Parecía estar casi orgulloso de la cantidad. Andreas lo miraba incrédulo.
– ¿Me está diciendo que mi país y los Estados amigos que estaban al corriente decidieron tomarse tiempo de ventaja sobre el resto del mundo para poder sacar un beneficio estratégico, económico y militar a costa de la salud de la población?
– Doctor Weber, lo entiendo. Yo mismo he tardado muchos meses, incluso años, en convencerme de esta situación.
»He intentado por todos los medios poner fin a la investigación de la India. No valía la pena continuar.
»Sin embargo, me obligaron a proseguir.
»Y, al igual que yo, mi amigo Kluge también intentó detenerlos.
»Él tampoco lo consiguió y se las hicieron pasar canutas, créame.
»La diferencia entre usted y yo es la siguiente: yo lo sé desde hace varios años, usted desde hace unos meses. Lo que usted está esperando yo lo espero desde hace más de tres años.
»Y no pasa nada.
»No ha habido ningún comunicado del gobierno, como tampoco ninguna investigación comparable a la mía. La versión oficial no ha variado un ápice, el servicio de telefonía móvil no se considera nocivo y la utilización que hace de él el usuario medio aumenta, en vez de disminuir.
»Usted es investigador: ¿en qué punto están?
– Con los medios de que disponemos no podemos seguir el mismo ritmo que el de las innovaciones de los últimos años, es evidente, vistos los resultados de su estudio. Sin embargo, también es verdad que nosotros tenemos que seguir unas determinadas reglas metodológicas, como la que nos obliga a salvaguardar siempre las vidas humanas.
– Ustedes disponen de poco dinero, pero también es cierto que son una raza aparte -comentó Lee con desprecio.
– Opino lo mismo que usted, si le sirve de algo -respondió Andreas, cada vez más nervioso.
Lee no hizo caso del comentario y continuó.
– Pero sepa que estoy de acuerdo con usted en cuanto a la escasez de las inversiones. En los últimos años, el único gasto que ha aumentado de verdad es el militar, ¿se da cuenta?
»Estados Unidos gasta más de trescientos cincuenta mil millones de euros cada año en ese sector.
– Debe de ser uno de los Estados no amigos con los que no se han compartido los descubrimientos de su estudio -dijo irónicamente Andreas.
– Doctor Weber, ¿a usted le parece que si Estados Unidos tuviera en sus manos la información de que estamos hablando bloquearía sus inversiones militares para dedicarlas a la investigación médica?
»¿De verdad es tan ingenuo?
»El cáncer existe, tanto si se publica nuestro estudio como si no.
»Incluso sin esa investigación, el Foro Europeo de Gestores de Investigación sobre el Cáncer, que usted conocerá, advierte que una persona de cada tres desarrollará en el futuro alguna forma de tumor y una de cada cuatro morirá. ¡Una de cada cuatro, doctor Weber!
»A pesar de ello, las inversiones que se destinan a la investigación son infinitesimales comparadas con los gastos militares.
»Doctor Weber, este mundo procede a grandes pasos cuando hablamos de consumismo, móviles, coches, ordenadores, ropa, pero es extremadamente lento cuando se trata de decidir las prioridades del gasto público con respecto a un futuro que todos hacen ver que queda lejos, pero que en realidad está a la vuelta de la esquina.
»En 2004 se gastaron en todo el mundo catorce mil millones de euros en investigación y desarrollo en el sector de la lucha contra los tumores.
»De éstos, más de cuatro mil procedían del sector privado y de organizaciones sin ánimo de lucro, los diez mil restantes fueron «generosamente» donados por los gobiernos.
»En 2009 se estima que las inversiones militares en el mundo alcanzaron el trillón de euros. ¿Sabe contar los ceros de una cifra como ésa?
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