Guido Pagliarino - Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)

Здесь есть возможность читать онлайн «Guido Pagliarino - Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. ISBN: , Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica): краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

He aquí algunas afirmaciones que el autor ha oído por televisión y en otras ocasiones: «Con seguridad, el budismo es superior: no tiene la ingenuidad del cristianismo»; «¿Cristo? Un mito, como Osiris o Dionisio»; «Jesús es un personaje histórico, pero solo fue un buen rabino»; «El Apocalipsis, como el resto de los Evangelios, se escribió como mínimo en el siglo II o III»; «La estrella de Belén habría quemado el portal; más aún, habría destruido el mundo: ¡Son invenciones cristianas anteriores a Galileo!»: carta de un licenciado en física a un periódico; «¿El bautismo? Un rito mágico-supersticioso»: una voz en la sala en la presentación de un libro; «¿El cristianismo? ¡Mitos repetidos!»: sentencia de un estudiante de ciencias de la comunicación después de haber leído un ensayo sobre mitos y no haber leído nada sobre cristianismo (quién sabe qué doctos artículos escribirá). Podría continuar durante un buen rato. He aquí algunas afirmaciones que el autor ha oído por televisión y en otras ocasiones: «Con seguridad, el budismo es superior: no tiene la ingenuidad del cristianismo»; «¿Cristo? Un mito, como Osiris o Dionisio»; «Jesús es un personaje histórico, pero solo fue un buen rabino»; «El Apocalipsis, como el resto de los Evangelios, se escribió como mínimo en el siglo II o III»; «La estrella de Belén habría quemado el portal; más aún, habría destruido el mundo: ¡Son invenciones cristianas anteriores a Galileo!»: carta de un licenciado en física a un periódico; «¿El bautismo? Un rito mágico-supersticioso»: una voz en la sala en la presentación de un libro; «¿El cristianismo? ¡Mitos repetidos!»: sentencia de un estudiante de ciencias de la comunicación después de haber leído un ensayo sobre mitos y no haber leído nada sobre cristianismo (quién sabe qué doctos artículos escribirá). Podría continuar durante un buen rato. (…) Creo que si todavía estuviera entre nosotros el agnóstico Croce vacilaría, él y su breve ensayo «Por qué no podemos no calificarnos como cristianos» (cristianos en sentido cultural), él que, en polémica con Bertrand Russell, a su vez no creyente, no expresaba opiniones superficiales y consideraba la civilización y la ética occidentales fruto, en parte notable, del cristianismo, de ese cristianismo que no se estudia, pero sobre el que tantas veces se juzga. También el autor, como tantos, tenía en la cabeza solo algunas astillas del cristianismo, pero luego, gracias a encuentros personales y bibliográficos, se ha informado por fin. Pero, si el lector está de acuerdo, está dispuesto a transmitir lo que ha aprendido hasta ahora. No tiene intención de convertir a nadie: es cristiano responder (en lo poco que se cree saber) a quien quiere saber, no imponer. Dios es también libertad absoluta y nos ha creado libres. No hay que confundir el catecismo con el estudio del cristianismo: el primero es para el creyente que desea profundizar en su fe, el segundo es indispensable para la cultura de todos.

Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica) — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Es verdad que algunos fragmentos neotestamentarios se han datado todavía más próximos a los hechos, concretamente al hecho de Jesús, documentos considerados por algunos estudiosos de en torno a la mitad del siglo I.

Sobre todo, un fragmento clasificado como 7Q5, que contiene trece cartas todavía legibles, en varios renglones, que pertenecerían al capítulo 6, versículos 52-54 del Evangelio de San Marcos, los cuales, completos, dicen «… porque no habían comprendido el hecho de los panes, al estar su corazón endurecido. – Al acabar la travesía llegaron a Genesaret y atracaron allí. Apenas desembarcaron, la gente lo reconoció». Para empezar, en 1972, José O’ Callaghan sugirió que esta coincidencia y también que otro fragmento recuperado, el 7Q4, se referiría al Nuevo Testamento y exactamente que se tratara de letras de la Primera Epístola de San Pablo a Timoteo, capítulo 4, versículo 1: esta segunda hipótesis ha sido contestada casi unánimemente, pero, según el estudioso y docente Harald Riesenfeld, luterano bultmaniano convertido al catolicismo, el fragmento incluiría realmente letras de la Primera Epístola de San Pablo a Timoteo, 4, 1, que, en su totalidad dice: «El Espíritu afirma claramente que en los últimos tiempos habrá algunos que renegarán de su fe, para entregarse a espíritus seductores y doctrinas demoníacas». También la hipótesis sobre el 7Q5 ha sido contestada por algunos, pero asimismo ha recibido la aprobación de no pocos estudiosos. El 7Q4 y el 7Q5 forman parte de los manuscritos del Mar Muerto, encontrados en unas grutas en Qumrán entre 1947 y 1955 y guardados en Jerusalén y son, en orden de recuperación, el cuarto y quinto documento descubiertos en la séptima gruta, gruta-custodia cerrada, como otras en la zona, para proteger de los romanos esos y otros escritos, antes del 68. Este es el año de la aniquilación de Qumrán por parte de la legión Fretensis , tras la revuelta hebrea que habría llevado en el año 70 a la destrucción de Jerusalén y su templo.

Además, tenemos tres fragmentos, que son parte del ya citado papiro P64, guardado en colegio universitario Magdalen, descubiertos en Egipto a finales del siglo XIX por Charles Bousfield Huleatt y que muestran seguramente frases del Evangelio de San Mateo, capítulo 26, versículos del 6 al 16, en los que se describe la unción de Jesús en casa del leproso Simón y la traición de Judas Iscariote. Según el investigador Carsten Peter Thiede, los fragmentos P64 Magdalen se escribieron entre el año 40 y el 70. Pero para este documento no hay, como en el 7Q4 y el /7Q5, un hecho bien datado, como la destrucción de Qumrán: como ya he indicado, otros investigadores establecieron en su momento, en el año 1950, que el P64 Magdalen era de finales del siglo II. 12

Capítulo III

SOBRE LA RESURRECCIÓN

Es natural empezar con Jesús crucificado y, para los creyentes, resucitado: como desgraciadamente no todos, ni siquiera todos los cristianos, saben con claridad, el cristianismo se funda en realidad esencialmente a partir de la resurrección de Cristo. No sobre los diez mandamientos, como se oye tantas veces, incluso a algún cristiano desinformado: sobre Jesús resucitado. No, aunque menos imprecisamente, sobre el ama a Dios y ama y sirve al prójimo, incluido el enemigo. Hay no creyentes que aceptan este principio y tratan de ponerlo en práctica. Como veremos con más detalle, según el cristianismo 13también ellos están en Dios, aunque para ellos Jesús es solo un hombre que enseña y aplica este mandamiento nuevo, «un hombre entre los mejores, si no el mejor», como he oído decir a una persona justa y atea, «y de quien se puede, por tanto, tratar de seguir su ejemplo». Sí, pero Jesús dice ser «el camino, la verdad y la vida», se proclama expresamente Dios-Hijo de Dios y, si no lo fuera, se trataría de un loco o de un gran embustero: sería un hombre irrelevante, no el mejor de los hombres. Para que sea el mejor debe ser también Dios y puedo ahora decir más exactamente que el cristianismo se basa en Cristo, que, resucitando, demuestra ser Dios y que todo lo que ha dicho y hecho viene de Dios.

Nada se crea, nada se destruye

En su Diccionario filosófico , Voltaire se burla de la idea de la resurrección del cuerpo, que para los cristianos es un dogma. Da el ejemplo de los muertos en la guerra, cuyos cadáveres son sepultados en el campo de batalla. Sobre sus despojos, con el tiempo, crecen plantas, se cultivan y recolectan mieses que adquieren la materia de los cadáveres. Pájaros y seres humanos se alimentan de esos frutos, y además los segundos de la carne de esos animales, adquiriendo así en sus cuerpos las moléculas de otros seres humanos difuntos. ¿Cómo van a resucitar los cuerpos si su materia pertenece a más personas?, concluye sustancialmente, burlándose, el gran filósofo.

Hay que precisar qué entiende por cuerpo resucitado el cristiano (si conoce el Nuevo testamento). En contra de lo que pensaba Voltaire, no se refiere a nuestras moléculas. San Pablo, en la Primera Epístola a los Corintios, 14dice claramente que, a imitación del de Jesús resucitado, nuestro cuerpo resucitará de otra manera, de forma gloriosa espiritual y, en concreto, que nuestro cuerpo animal-material y además psíquico al estar dotado de razón-yo, se transformará en cuerpo glorioso y pneumático (espiritual) eterno. Lo dice después de haber antepuesto una alegoría, la de que si se siembra un grano y nace una espiga, la cual es en cierto modo esa semilla, pero, en sentido estricto, ya no es el grano, que se ha marchitado: ninguno de los de la espiga es el grano sembrado, sino, de una nueva forma gloriosa, esa espiga entera es la semilla marchitada. 15

Por tanto, es mejor no estudiar el cristianismo con el Diccionario filosófico de Voltaire, quien, evidentemente, al burlarse de la resurrección basándose en el principio del nada se crea y nada se destruye , no conocía el Nuevo Testamento. Todavía hoy se oye decir que, ante los descubrimientos de la ciencia, el dogma de la resurrección de Cristo ya no es sostenible. Por el contrario, la química y la física no cuentan, no tiene ninguna importancia que la materia del cuerpo de un sepultado acabe en la de una planta o que los seres humanos coman sus frutos e incorporen esa materia: para el cristianismo, lo que resucita es nuestra persona en forma sublime y gloriosa espiritual, es algo que tiene que ver con lo Trascendente que no se puede conocer: Jesús, para quien cree en los Evangelios, al presentarse resucitado a los apóstoles, entra en un lugar cerrado, pasa, por decirlo así, a través de las paredes, algo que sería irreconciliable con el principio de la impenetrabilidad de los cuerpos si el Resucitado trascendente estuviera hecho de materia inmanente. ¿Cómo puede ser trascendente la materia ? El cristiano tiene la curiosidad de experimentarlo cuando sea el momento. Por ahora, tiene lo que dice San Pablo y lo que afirma la Primera Epístola de San Juan: 16 «Desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es».

Capítulo IV

SOBRE LA HISTORICIDAD DE JESÚS

Saduceos, fariseos, escribas

En los Evangelios se habla a menudo de saduceos, fariseos y escribas, que se relacionan con Cristo, como enemigos, hasta conseguir del procurador de Roma, Poncio Pilatos, su condena a muerte. Puede ser oportuno, antes de proseguir, explicar estas figuras.

Se llaman saduceos a los pertenecientes a familias sacerdotales, junto a sus apoyos laicos. Se proclaman los herederos de las tradiciones saduceas, es decir de los descendientes del antiguo sacerdote Sadoq o Saduq, que vivió antes del exilio de Babilonia: de ahí su nombre. Constituían una minoría noble y rica durante el periodo del segundo templo, construido por Herodes el Grande, llegando a su culminación a partir del año 20 a. de C., una época que concluirá con la destrucción de Jerusalén y el mismo templo en el año 70. Los saduceos aceptaban el valor vinculante de la ley de Moisés y los libros sagrados más antiguos, seguramente todo el Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio); no consideraban palabra de Dios los libros más recientes, desde los siglos II-I a. de C., como el Segundo de los Macabeos (por otra parte rechazado, junto al más antiguo Primero de los Macabeos, por todos los hebreos) y el libro de la Sabiduría, libro de mano farisea, en el que aparece la creencia en la resurrección al final de los tiempos. Los saduceos piensan, como los hebreos más antiguos, que todo acaba con la muerte. Tal vez también por esta idea, se rebajan a pactar con los dominadores romanos, con el objetivo concreto de defender sus intereses terrenales, los únicos reales, según ellos. Sostienen convencidos el libre albedrío y se oponen teológicamente a los fariseos, que esperan la resurrección de los cuerpos y son providencialistas hasta el punto de que parte de ellos cree en la más estricta predestinación. Los fariseos aparecen en el siglo II a. de C. como una facción política y religiosa de «separados» ( perushim en hebreo, pharisàion en griego). Se consideran una élite con respecto a los numerosos no observantes, ya sea por falta de voluntad o por ignorancia, a los que llaman con desprecio «pueblo de la tierra», es decir, personas materiales destinadas a no resucitar. Se oponen desde el principio a la clase sacerdotal en el poder, helenizada, a la que podemos llamar los saduceos. Durante la guerra hebrea librada contra el rey Alejandro Janneo, muy sangrienta, decenas de millares de fariseos mueren en batalla y el soberano hace crucificar a 50.000 prisioneros, lo que es apoyado por los saduceos, que habían llegado a un compromiso político con él. Muerto el rey, su viuda, por temor, busca la paz y llama a la corte también a los fariseos, confiándoles las reglas de la observancia, junto a los sacerdotes colaboracionistas saduceos. De la oposición original entre saduceos y fariseos se llega por tanto a una alianza, aunque no siempre estable, para defender sus intereses comunes. Parte de los fariseos entra junto a los saduceos en el sanedrín, una especie de senado y tribunal religioso-político, que condenará a Jesús, aunque sin poder convertirse en sacerdotes, por razones de nacimiento. Pero en las ceremonias del templo son los fariseos los que establecen el comportamiento, también en lo que se refiere a los sumos sacerdotes. Los fariseos se dividen en muchas corrientes, siete principales, que se agrupan en dos grandes escuelas llamadas: de Shammai, que acepta con muchas reticencias el proselitismo entre los no hebreos, y de Hillel, que quiere el mayor número posible de prosélitos de origen pagano y facilita lo más posible las conversiones, incluso a costa eventualmente de normas de observancia consideradas demasiado duras para los gentiles. Los segundos no están muy distanciados de la mentalidad de Jesús. A diferencia de los saduceos colaboracionistas, los fariseos son hostiles a los romanos, pero se trata de una oposición despreocupada y sin manifestaciones externas; sin embargo, los que giran en torno al templo y el sanedrín, sustancialmente colaboraban con los ocupantes. Los escribas , por fin, tienen a su vez una posición particularmente importante, unidos y en parte integrados en el sacerdocio. En los tiempos de Jesús eran fariseos o aliados de los fariseos, a los que en cualquier caso se unían en su afán minucioso por cumplir con la Torah. 17Durante el exilio, y por tanto muchos siglos antes, habían conservado el patrimonio literario religioso israelita, convirtiéndose luego en los depositarios oficiales de las antiguas tradiciones de los padres, muy respetadas y entrando así parte de ellos en el sanedrín. Eran laicos y, al menos en teoría, podían ser de cualquier estrato social, ascendiendo gracias al estudio, lo mismo que pasaba con los fariseos y a diferencia de los saduceos que eran tales por razones hereditarias. Lucas define a los escribas como doctores de la ley porque se dirige a los gentiles y no quiere que estos los entiendan como simples secretarios escribanos. Saduceos, fariseos y escribas constituían entonces, y desde hacía tiempo, la élite político-religiosa en Israel durante la predicación de Cristo. Este era un grave peligro para su poder, como veremos en el siguiente parágrafo, así que decidieron quitárselo de en medio .

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)»

Обсуждение, отзывы о книге «Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica)» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x