Isabel Allende - Ines Del Alma Mía

Здесь есть возможность читать онлайн «Isabel Allende - Ines Del Alma Mía» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ines Del Alma Mía: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ines Del Alma Mía»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nacida en España, y proveniente de una familia pobre, Inés Suárez sobrevive a diario trabajando como costurera. Es el siglo dieciséis, y la conquista de América está apenas comenzando. Cuando un día el esposo de Inés desaparece rumbo al Nuevo Mundo, ella aprovecha para partir en busca de él y escapar de la vida claustrofóbica que lleva en su tierra natal. Tras el accidentado viaje que la lleva hasta Perú, Inés se entera de que su esposo ha muerto en una batalla. Sin embargo, muy pronto da inicio a una apasionada relación amorosa con el hombre que cambiará su vida por completo: Pedro de Validivia, el valiente héroe de guerra y mariscal de Francisco Pizarro.
Valdivia sueña con triunfar donde otros españoles han fracasado, llevando a cabo la conquista de Chile. Aunque se dice que en aquellas tierras no hay oro y que los guerreros son feroces, esto inspira a Valdivia aun más ya que lo que busca es el honor y la gloria. Juntos, los dos amantes fundarán la ciudad de Santiago y librarán una guerra sangrienta contra los indígenas chilenos en una lucha que cambiará sus vidas para siempre.

Ines Del Alma Mía — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ines Del Alma Mía», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Después de la cena hubo baile, pero Valdivia, quien fuera un ágil bailarín, con buen oído y gracia natural, no participó, pretextando dolor de huesos. Una vez que los invitados se fueron y los criados terminaron de repartir los restos del banquete entre los pobres, que acudieron a oír la fiesta desde la plaza de Armas, cerrar la casa y apagar las bujías, Rodrigo y yo caímos extenuados a la cama. Apoyé la cabeza en su pecho, como siempre, y me dormí sin sueños durante seis horas, que para mí, siempre insomne, es una eternidad.

El gobernador se quedó en Santiago tres meses. En ese tiempo tomó una decisión que seguramente había pensado mucho: mandó a Jerónimo de Alderete a España a entregar sesenta mil pesos de oro al rey, el quinto correspondiente a la Corona, suma ridícula si se compara con los galeones cargados de ese metal que salían del Perú. Llevaba cartas para el monarca con varias peticiones, entre otras, que le otorgara un marquesado y la Orden de Santiago. También en eso Valdivia había cambiado, ya no era el hombre que se jactaba de despreciar títulos y honores. Además, él, a quien antes repugnaba la esclavitud, solicitaba permiso para encargar dos mil esclavos negros sin pagar impuesto. La segunda parte de la misión de Alderete consistía en visitar a Marina Ortiz de Gaete, quien todavía vivía en el modesto solar de Castuera, darle dinero e invitarla a venir a Chile a ocupar el rango de gobernadora junto a su marido, a quien no había visto durante diecisiete años. Me encantaría saber cómo recibieron esta noticia María y Juana. Lamento que Jerónimo de Alderete no pudiese traer la respuesta positiva del rey. Su ausencia duró casi tres años, según recuerdo, debido a las demoras de navegar por el océano y porque el emperador no era hombre de andar con prisas. A su regreso, cuando cruzaba el istmo de Panamá, el capitán agarró una pestilencia tropical que lo despachó a mejor vida. Era muy buen soldado y leal amigo este Jerónimo de Alderete, espero que la Historia le reserve el sitial que merece. Entretanto, Pedro de Valdivia murió sin enterarse de que por fin había obtenido las prebendas solicitadas.

Al recibir la invitación de su marido para viajar a ese reino, que ella imaginaba como Venecia, vaya una a saber por qué, y los siete mil quinientos pesos de oro para sus gastos, Marina Ortiz de Gaete se compró un trono dorado, un ajuar imperial y se hizo acompañar por un impresionante séquito que incluía a varios miembros de su familia. La pobre mujer llegó a Chile convertida en viuda; aquí descubrió que Pedro la había dejado arruinada y, para colmo de males, antes de seis meses todos sus sobrinos, a quienes adoraba, murieron en la guerra con los indios. No puedo menos que compadecerla.

Durante el tiempo que Pedro de Valdivia estuvo en Santiago nos vimos poco y sólo en reuniones sociales, rodeados de otras personas que nos observaban con malicia, esperando sorprendernos en un gesto de intimidad o tratando de adivinar nuestros sentimientos. En esta ciudad no se podía dar un paso sin ser atisbada por las ventanas y criticada. ¿Por qué hablo en pasado? Estamos en 1580 y la gente sigue siendo igual de chismosa. Después de haber compartido con Pedro los años más intensos de mi juventud, sentía un raro despego en su presencia, me parecía que el hombre que yo había amado con una pasión desesperada era otro. Poco antes de que él anunciara su regreso al sur, donde pensaba visitar las nuevas ciudades y seguir buscando el escurridizo estrecho de Magallanes, vino a verme González de Marmolejo.

– Quería contarte, hija, que el gobernador ha solicitado al rey que me nombre obispo de Chile -me dijo.

– Eso ya lo sabe todo Santiago, padre. Decidme a qué habéis venido en realidad.

– ¡Qué atrevida eres, Inés! -se rió el clérigo.

– Vamos, desembuchad, padre.

– El gobernador desea hablarte en privado, hija, y como es lógico no puede ser en tu casa, en la de él ni en un lugar público. Se deben guardar las apariencias. Le ofrecí que se encontrara contigo en mi residencia…

– ¿Sabe Rodrigo de esto?

– El gobernador no cree necesario molestar a tu marido con esta nimiedad, Inés.

Me resultaron sospechosos el mensajero, el recado y el secreto, así es que se lo comuniqué a Rodrigo ese mismo día, para evitar problemas, y entonces me enteré de que éste ya lo sabía, porque Valdivia le había pedido permiso para citarse conmigo a solas. ¿Por qué, entonces, pretendía que yo se lo ocultara a mi marido? ¿Y por qué Rodrigo no me lo mencionó? Supongo que el primero quiso ponerme a prueba, pero no creo que ésa fuese la intención del segundo; Rodrigo era incapaz de tales manejos.

– ¿Sabes para qué quiere hablar conmigo Pedro? -le pregunté a mi marido.

– Desea explicarte por qué actuó como lo hizo, Inés.

– ¡Han pasado más de tres años! ¿Y ahora viene con explicaciones? Muy raro me parece.

– Si no quieres hablar con él, se lo diré derechamente.

– ¿No te molesta que me encuentre a solas con él?

– Tengo plena confianza en ti, Inés. Jamás te ofendería con celos.

– Tú no pareces español, Rodrigo. Debes de tener sangre de holandés en las venas.

Al día siguiente acudí a la casa de González de Marmolejo, la más grande y lujosa de Chile después de la mía. La fortuna del clérigo sin duda era de origen milagroso. Me recibió su ama de llaves quechua, una mujer muy sabia, conocedora de plantas medicinales y tan buena amiga mía que no necesitaba disimular que hacía vida marital con el futuro obispo desde hacía años. Cruzamos varios salones, comunicados por puertas dobles talladas por un artesano, que el clérigo hizo traer del Perú, y llegamos a una habitación pequeña, donde tenía su escritorio y la mayor parte de sus libros. El gobernador, vestido con esmero en jubón rojo oscuro de mangas acuchilladas, calzas verdosas y gorra de seda negra con una pluma coqueta, se adelantó para saludarme. El ama de llaves se retiró con discreción y cerró la puerta. Entonces, al verme a solas con Pedro, sentí que me latían las sienes y se me desbocaba el corazón, pensé que no sería capaz de sostener la mirada de esos ojos azules, cuyos párpados había besado a menudo cuando él dormía. Por mucho que Pedro hubiese cambiado, en algún momento fue el amante a quien seguí al fin del mundo. Pedro me puso las manos en los hombros y me dio vuelta hacia la ventana, para observarme a la luz.

– ¡Eres tan hermosa, Inés! ¿Cómo puede ser que para ti no pase el tiempo? -suspiró, conmovido.

– Necesitas vidrios para ver -le dije, dando un paso atrás para desprenderme de sus manos.

– Dime que eres feliz. Es muy importante para mí que lo seas.

– ¿Por qué? ¿Mala conciencia, acaso?

Sonreí, él se rió también y ambos respiramos aliviados, se había roto el hielo. Me contó en detalle el juicio que enfrentó en el Perú y la condena de La Gasca; la idea de casarme con otro se le ocurrió a él como única forma de salvarme del destierro y la pobreza.

– Al proponerle esa solución a La Gasca me clavé una daga en el pecho, Inés, y todavía sangro. Siempre te he amado, eres la única mujer de mi vida, las demás no cuentan. Saberte casada con otro me causa un dolor atroz.

– Siempre fuiste celoso.

– No te burles, Inés. Sufro mucho por no tenerte conmigo, pero celebro que seas rica y te hayas desposado con el mejor hidalgo de este reino.

– En aquella ocasión, cuando mandaste a González de Marmolejo a darme la noticia, él insinuó que tú habías elegido a alguien para mí. ¿Era Rodrigo?

– Te conozco demasiado bien como para tratar de imponerte algo, Inés, y menos un marido -me contestó, evasivo.

– Entonces, para tu tranquilidad, te diré que la solución que se te ocurrió fue excelente. Soy feliz y amo mucho a Rodrigo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ines Del Alma Mía»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ines Del Alma Mía» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Isabel Allende - La Suma de los Días
Isabel Allende
Isabel Allende - Zorro
Isabel Allende
Isabel Allende - LOS CUENTOS DE EVA LUNA
Isabel Allende
libcat.ru: книга без обложки
Isabel Allende
Isabel Allende - Island Beneath the Sea
Isabel Allende
Isabel Allende - La Isla Bajo El Mar
Isabel Allende
Isabel Allende - Hija de la fortuna
Isabel Allende
Isabel Allende - El Zorro
Isabel Allende
Отзывы о книге «Ines Del Alma Mía»

Обсуждение, отзывы о книге «Ines Del Alma Mía» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x