El giro visual en Bibliotecología. Diálogos entre palabra e imagen |
Héctor Guillermo Alfaro López Graciela Leticia Raya Alonso |
DR ©Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información |
ISBN: 978-607-30-2109-8 |
Primera edición 2019 |
Colección: El giro visual en Bibliotecología. Diálogos entre palabra e imagen |
Publicación dictaminada |
La presente obra está bajo una licencia de Creative Commons by nc sa 4.0 |
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Los diálogos entre palabra e imagen son insoslayables en el contexto informacional actual. A lo largo de la centuria anterior, las imágenes adquirieron una presencia y preponderancia centrales en la vida cotidiana de las personas y las sociedades, al grado de que se convirtieron en un canal informativo y cognoscitivo determinante. Esto se ha ahondado en lo que va del presente siglo, lo que significa que las imágenes con su torrencial sobreproducción y sobresaturación son ya imprescindibles, al grado de que puede considerarse que su estatuto en buena medida ya es equivalente al que durante siglos tuvo la palabra escrita.
Pero el ascenso irresistible de las imágenes también fue eclosionador de fenómenos y procesos emergentes informacionales que generan y fusionan estructuras informativas en cierto modo inéditas. Arquitecturas híbridas que establecen diálogos entre expresiones informativas tradicionalmente establecidas y que generan nuevas entidades como, por ejemplo, los iconotextos, donde la palabra y la imagen ya no son entidades en las que cada una se acerca con suspicacia a la otra con su identidad en cuanto palabra e imagen; por el contrario, un iconotexto es una unidad con identidad informacional propia.
Ahora bien, los diálogos que establecen estas expresiones emergentes informativas son fluyentes, cambiantes, heterogéneas y acordes con el imprevisible contexto actual, y en cuanto tal, están preñadas de futuro. Eso no significa dejarse arrastrar por el azar; muy por el contrario, la mejor forma de hacerles frente para tornarlas legibles es a través de su estudio, de llevar a cabo una reflexión consistente para comprenderlas y con ello buscar su aclimatación en el campo bibliotecológico, lo que significa ubicar a la ciencia bibliotecológica en la cresta de la ola de las cambiantes y emergentes expresiones informativas, lo cual además entraña remover a esta ciencia de su enclaustramiento en una concepción informativa privilegiada como la bibliográfica y abrirla a los vientos que marcan los rumbos del vertiginoso contexto informacional actual.
Buscando hacer frente a este contexto desde la atalaya bibliotecológica es que el Seminario Pensamiento Teórico Bibliotecológico pretende dirimir la posición de esta ciencia frente al momento presente, marcado por la multiformidad de expresiones emergentes de hibridación informacional, cuya trama paradigmática es el diálogo entre palabra e imagen. Este diálogo es motivo de otro diálogo como el que los miembros del Seminario buscan entablar con especialistas de diversas áreas para intercambiar ideas y visiones que permitan un conocimiento mutuo más amplio de la temática que nos convoca.
Esta reflexión además se enmarca en una de las vertientes del proyecto definitorio del Seminario Pensamiento Teórico Bibliotecológico: llevar a cabo la construcción epistemológica de objetos y prácticas del campo bibliotecológico desde los fundamentos de esta ciencia (la otra vertiente es el estudio y la difusión de los clásicos del pensamiento teórico de la Bibliotecología). Para ello, el seminario desde su fundación ha venido desarrollando una actividad reflexiva teórica en torno a la imagen y la lectura de imagen para sacarlos de su estatuto de objetos periféricos de conocimiento y con ello establecerlos como objetos integrados dentro del campo bibliotecológico. Esta edición en particular muestra la atención prestada al movimiento, a la orientación que la información visual sigue actualmente en sus vertiginosas y multiformes variantes, con lo que se busca contribuir para que a su vez la Bibliotecología vislumbre su camino futuro.
Graciela Leticia Raya Alonso
Héctor Guillermo Alfaro López
I. Juegos de la autonomía y la interpretación
Textos e intextextos: ejercicio editorial para los acervos visuales
Minerva Anguiano González
Nuria Galland Camacho
In memoriam Michel Zabé.
De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista: el teléfono es extensión de la voz: luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación.
Jorge Luis Borges
Hablar de libros, de libros como imágenes y con imágenes que se colman de textos, de textos que en muchos casos devienen en signos que exigen al lector una serie de conocimientos a los cuales solo pueden acceder a través de la formación académica.
Ésas son las relaciones que se establecen con los libros enunciados como textos de “divulgación de la ciencia”; pareciera que la de por sí tensa relación entre el libro y el lector se hiciera aún más tensa, casi rota, cuando referimos a los conocimientos que elabora la ciencia: “libros caros para personas muy estudiadas”, libros que pocos entienden”, “libros destinados a las bodegas” o “libros impenetrables” son algunas de las frases que se escuchan cuando nos referimos a este universo bibliográfico. Justo en el Palacio de la Escuela de Medicina, espacio de difusión y divulgación de la ciencia médica, el equipo encontró una escisión, una contradicción discursiva. ¿Por qué seguir la tradición de lo impuesto en los espacios museales? ¿Cómo revertir esta contradicción interna? ¿Cómo comenzar a experimentar en los procesos de difusión y divulgación? ¿De qué modo atraer a los públicos a un lenguaje que por encriptado se les ha arrebatado? Las respuestas las seguimos buscando y una de ellas fue el libro A Capite Ad Calcem , el cual nos convoca en este texto.
A Capite Ad Calcem fue concebido cuando el proyecto del museo se cuestionó. ¿Museos para qué? Era la pregunta que diversos espacios realizaban sobre sus proyectos; en su lugar, en el Palacio de la Escuela de Medicina llevamos la pregunta a otro lugar, un tanto porque cuestionar el para qué de los museos resultaba ser una pregunta amplia y tramposa, ya que evdiencia que los museos existen en tanto necesidad de conservación, de historicidad y de narratividad. Los museos son poder, legitimidad, tensión y reelaboración discursiva y existen y existirán en tanto el orden estructuralista sea el medio ordenador. De ahí que la pregunta que nos hicimos fue ¿Cómo hacer y desdoblar el museo en un museo mutable? ¿Cómo construir estrategias, incorporar narrativas, aceptar transformaciones ontológicas, intelectuales y experimentales? ¿cómo pensar desde el público?
Si bien es cierto que el camino que varios museos seleccionan para estos procesos de innovación es el espacio expositivo, en el caso del Museo de la Medicina Mexicana reconocimos las limitaciones que representa ser espacio contenedor de objetos, que por razones enciclopédicas, se deben de suscribir a la lógica narrativa e histórica, aunado a que el museo se integra a un conjunto de museos universitarios que tienen que ser consecuentes con el seguimiento de un proceso curricular ideal. De ahí que una de las estrategias para desdoblarnos como museo fue la gestión de exposiciones de arte contemporáneo que negocian con la ciencia médica. Aunque esta línea se robustece día a día, el espectador que llega al museo en ocasiones busca otras experiencias y la experiencia estética que en el espacio se desata, obedece a una lógica diferente a la experiencia del objeto artístico. De ahí que una nueva línea se abrió a nuestro quehacer: la edición de libros. El libro se nos devolvió a los ojos como el espacio narrativo polisémico por antonomasia. En la disciplina médica, el libro ha sido en gran medida el espacio de quiebre, el objeto que ha dislocado las narrativas y en consecuencia quisimos voltear a experimentar con este soporte.
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