Katy Evans - Presidente

Здесь есть возможность читать онлайн «Katy Evans - Presidente» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Presidente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Presidente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Sube la temperatura en la campaña electoral de Estados Unidos Charlotte conoció a Matt cuando era una niña y se enamoró platónicamente de él. Ahora, diez años después, Matt quiere ser el próximo presidente del país y Charlotte trabaja para él en la campaña. ¿Podrán evitar que su atracción ponga en peligro ganar las elecciones y llegar a la Casa Blanca? "
Presidente de Katy Evans me conquistó desde la primera página. Devastadoramente sexy, desgarrador en su honestidad y con una trama magníficamente poética. Totalmente recomendable." AUDREY CARLAN, autora de
Calendar Girl «¡Necesitamos más libros como este! Inteligente, intenso, prohibido, caliente y provocador. Katy Evans ha convertido la política en algo sexy y atractivo.» PENELOPE DOUGLAS, autora best seller del
New York Times y el
USA Today «Katy Evans siempre crea personajes que te dejan sin respirar, y se ha superado con Matthew Hamilton.» CD REISS, autora best seller del
USA Today «¡La química entre Matt y Charlotte es tan explosiva que me pareció que mi Kindle iba a incendiarse en cualquier momento! ¡No podía dejar de leerlo y estoy deseando que llegue la segunda parte!» HARPER SLOAN, autora best seller del
New York Times y el
USA Today «¡La política nunca había sido tan sexy!» KIM KARR, autora best seller del
New York Times y el
USA Today «Katy Evans hace subir la temperatura en Washington DC en esta novela de lectura obligada. Atractivo, encantador y oh, muy sexy, ¡Matt Hamilton puede contar con mi voto!» JENN WATSON,
Social Butterfly "No podía dejar de leer. Sexy y con mucho ritmo,
Presidente tiene todos los elementos que adoro de Katy Evans." R.S. GREY, autora best seller del
USA Today

Presidente — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Presidente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Impido que siga protestando y me dirijo apresuradamente hacia esa zona apartada. Desde ahí, observo a la multitud.

Es muy fácil para mí tener una conversación con la gente de mi trabajo, pero esta multitud intimidaría a cualquiera. Diviso a J. Lo con un vestido blanco de marca en una esquina de la sala. Bajo la mirada hacia mi vestido amarillo dorado y me pregunto por qué he elegido un color tan llamativo cuando sería mejor pasar desapercibida entre la gente. Puede que pensara que el dicho de «finge hasta que lo consigas» funcionaría, que tendría un aspecto tan sofisticado como todos los demás y que pronto también me sentiría así.

Dirijo la mirada de vuelta a la persona que ha motivado tanta agitación hoy.

Todo el mundo quiere saludar al príncipe Hamilton y veo que mi madre tardará un buen rato en conseguirlo, sobre todo cuando hay hombres que intentan llevárselo de la fila.

Examino el salón en busca de los baños y los diviso en la parte opuesta. Me pongo en pie, mantengo la vista al frente y paso junto a la fila, dejando atrás al increíblemente atractivo Matt entre un grupo de políticos, mientras voy en dirección al lavabo de mujeres, donde entro, me retoco el maquillaje y me arreglo un poco.

Tres mujeres charlan mientras se acicalan delante de los espejos.

—Quiero llevarlo encima como si fuera piel —ronronea una de ellas.

Me río por dentro y finjo que no me hacen gracia sus comentarios, sobre todo cuando son lo bastante mayores como para ser su madre.

Cuando salgo, cruzo el salón y me dirijo con decisión a mi mesa, pero me piso el dobladillo del vestido al llegar a la zona alfombrada. Bajo la mirada hasta mis zapatos y me levanto el vestido un par de centímetros, sin ralentizar el paso, y entonces choco contra una gran figura.

Un brazo sale disparado hacia adelante para agarrarme por la cintura.

Se me corta el aliento y me quedo paralizada cuando noto una mano en la cintura y que el lateral de mi pecho presiona contra un antebrazo fuerte. Alzo la mirada; recorro un pecho completamente plano, una corbata de color plateado, paso por una garganta bronceada, hasta que estoy mirando directamente a los ojos oscuros de Matt Hamilton.

Jadeo.

—¡Señor Hamilton! Perdone, no lo había visto. —Su brazo es cálido. Al ver que he recuperado el equilibrio, me suelta lentamente, y yo tartamudeo—. He tenido problemas con el vestido —suelto rápidamente—. No debería habérmelo puesto.

Me siento totalmente abrumada por su presencia, fuerte y atlética. Es enorme. Tiene una cara cincelada y bonita. Todo en él es tan atractivo que me duelen los ojos.

Odio que los dedos de mis pies se encojan ante su mirada.

—De verdad que no lo he visto. Para que lo sepa, no soy una fan loca. No intentaba llamar su atención en absoluto.

—Y, aun así, la tienes, sin duda. —Su voz es potente y profunda, pero su tono es juguetón y tiene una mirada brillante.

De pronto, me cuesta tragar saliva.

Sus labios empiezan a curvarse. Son atractivos y carnosos.

Unos labios para besar.

Para derretirse y fantasear.

Dios, su sonrisa es preciosa.

Aunque solo dure un segundo.

—Discúlpeme una vez más. —Sacudo la cabeza y exhalo, nerviosa—. Soy Char…

—Sé quién eres.

Aunque sus labios ya no esbozan una sonrisa, sus ojos brillan todavía más, si eso es posible. Apenas puedo soportar estar hablando con él; este hombre es lo más cercano a un dios que hay en nuestro país.

—Estoy bastante seguro de que todavía guardo tu carta en algún sitio —dice en voz baja.

Matt Hamilton sabe quién soy.

Matt Hamilton todavía tiene mi carta.

Por aquel entonces, él estaba en la universidad. Ahora, el hombre que tengo delante ha madurado del todo, ha madurado a la perfección. Y, Dios santo, no me puedo creer que le escribiera una carta.

—Ahora estoy doblemente avergonzada —susurro, y agacho la cabeza.

Cuando alzo la vista de nuevo, Matt se limita a observarme con una mirada directa que seguro que causa un gran impacto en todo aquel que la recibe.

—Dijiste que me ayudarías si alguna vez me presentaba a las elecciones.

Sacudo la cabeza, sorprendida, y río suavemente ante la idea.

—Tenía once años; solo era una niña.

—¿Eres todavía esa niña?

—Matt. —Un hombre le da un golpecito en el hombro y le hace un gesto para que vaya con él.

Él asiente al hombre, después se limita a mirarme mientras yo sigo ahí, desconcertada por la pregunta.

—Está ocupado. Mejor me voy… —digo, y me alejo entre la gente, dando unos pasos antes de mirar por encima de mi hombro.

Me observa.

Me mira como si estuviera un poco intrigado, y también como si se riera ligeramente por dentro, o puede que solo sea una impresión mía, porque al instante se da la vuelta, su espalda ancha se estrecha en una pequeña cintura, ofreciendo una vista espléndida mientras camina para saludar a sus emocionados seguidores.

—No me puedo creer que lo hayas saludado antes que yo, esa fila es mortal. —Mi madre ha aparecido de la nada y ahora está a mi lado—. Los peces gordos no paran de apartarlo de los demás. Ya vuelvo.

Se dirige de nuevo a la fila mientras yo me siento a la mesa otra vez y me pongo a charlar un rato con una de las parejas que hay ahí.

Aún estoy recuperándome del encuentro.

—Ah, la hija del senador Wells. Es un placer. No puedo decir que lo conozca, pero es un buen hombre. Votó en contra de…

—Hugh, venga ya —lo interrumpe su mujer, deteniendo al senador de edad avanzada—. Vamos a saludar a Lewis y a Martha —dice, y lo convence de ir con ella.

Me siento aliviada cuando se van, pues me da miedo decir algo embarazoso. Sigo aturdida por mi encuentro con Matt Hamilton y no parece que pueda centrarme en nada más.

Observo a mi madre aguardar pacientemente mientras seis personas delante de ella lo saludan, hasta que por fin consigue abrazarlo; parece diminuta y femenina frente a la forma alta y musculosa de él. Cuando terminan el abrazo, me sorprende verla señalar en mi dirección.

El estómago se me encoge cuando su mirada sigue la dirección del dedo de mi madre.

«Ay, Dios mío, ¿mi madre me está señalando?».

«¿Matt me está mirando?».

Nuestras miradas se cruzan y, durante un segundo, algo destella en sus ojos. Asiente, como si le dijera que ya me ha saludado.

Mientras conversan, su mirada sigue posada en mí.

Soy consciente durante unos instantes de la curiosidad de la sala al completo, que se pregunta a quién mira su nuevo candidato, pero no puedo apartar los ojos el tiempo suficiente para comprobar quién mira.

Dios. Incluso su postura es como la de un miembro de la realeza estadounidense.

Ha crecido hasta convertirse en una mezcla deliciosa de elegancia y sencillez, y en algún sitio bajo esa mirada de determinación veo algo primitivo que tira de mí.

Una mujer que pasa a mi lado se inclina para decirme algo al oído.

—Está tan bueno y es tan tentador como un coulant de chocolate. Y hace que la política sea emocionante —comenta.

La miro y luego vuelvo a buscar la mirada del ardiente Matt Hamilton mientras sigue saludando a la gente de la fila. Casi ha terminado, pero estoy segura de que no será por mucho tiempo. Una sombra le cubre la mitad de la cara, aunque veo que tiene la atención puesta en una pareja de personas de avanzada edad; su sonrisa es casi imperceptible, pero sigue siendo tan sexy y atractivo que hace que mis pulmones trabajen algo más de la cuenta.

Una vez termina de hablar con la pareja y consigue librarse de todos, se ajusta los gemelos.

Y empieza a caminar en mi dirección.

Está caminando en mi dirección.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Presidente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Presidente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Presidente»

Обсуждение, отзывы о книге «Presidente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x