William Hanna
Hermandad Hirámica
La Profecía Del Templo De Ezequiel
Título original:
Hiramic Brotherhood
Ezekiel‘s Temple Prophecy
Traducido por: HBD
Editor: Tektime
Justyna
Una amiga muy especial
“Cuando le cortas la lengua a un hombre, no estás demostrando que él es un mentiroso, sólo le estás diciendo al mundo que le temes a lo que él pueda decir.”
George R.R. Martin, Choque de Reyes
1
Martes, 1 de Diciembre
La Pequeña Venecia, Londres, Inglaterra
El periodista y documentalista Conrad Banner era un madrugador habitual que – dado que Freya Nielson se había mudado a vivir con él – siempre se tomaba un tiempo antes de levantarse para pensar en lo afortunado que era, mientras se maravillaba de la serenidad de su rostro angelical – una serenidad que, sin duda, se disiparía cuando al despertar para enfrentarse al desafío y, a veces, a las realidades menos agradables de ser un reportero gráfico independiente que registraba “la inhumanidad del hombre hacia el hombre”. Conrad salió de la cama en silencio para no despertarla, se deslizó adentro de su bata, y bajó las escaleras donde en la cocina, encendió la máquina de café expreso para su primera dosis de cafeína del día. Minutos después, estaba sentado en su escritorio con el portátil abierto revisando su bandeja de entrada. Entre unas 15 notificaciones, hubo un par de Adam Peltz y Sami Hadawi en Jerusalén. Peltz era un judío involucrado con una organización israelí de arqueólogos y activistas comunitarios preocupados por el uso de la arqueología por parte de Israel para facilitar los objetivos políticos a través de varias organizaciones, de las cuales la más destacada era la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA). Sami era un cristiano palestino que, a pesar de no tener licencia para ello, era un guía turístico bien informado, con una sonrisa pícara pero espontánea, entrañable y desafiantemente irreprimible, a pesar de las humillantes y peligrosas dificultades de la vida bajo una ocupación opresiva. Sin embargo, de principal importancia para Conrad era un correo electrónico de su padre Mark en Beirut, a quien le había pedido consejos e ideas generales para un título en relación al documental que Conrad planeaba hacer sobre Jerusalén y el conflicto actual en Haram al-Sharif/Monte del Templo.
Querido Conrad,
Como siempre, me alegra saber que ambos se mantienen bien. Freya es una joven adorable y muy especial, que merece todo lo que tienes para darle y mucho más. También me complace saber que desde tu regreso de Jerusalén, has resuelto hacer un documental sobre la tragedia de Palestina y me ha halagado que me hayas pedido consejos y sugerencias para un título. Según lo solicitado, he pensado un poco en el asunto, y en vista del hecho de que el concepto de “Tierra Prometida” es un principio central del sionismo que se combina con el anhelo judaico de construir un “Tercer Templo” en el Monte del Templo – recopilaré toda la información que tengo sobre la Hermandad Hirámica del Tercer Templo y te la enviaré esta semana. No puedo pensar en nada más apropiado que un título con una connotación bíblica como La Tierra Prometida y la Profecía del Templo de Ezequiel.
“Y yo las sacaré de las naciones, y las juntaré de los países; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, en las riberas, y en todos los lugares habitados del país”.
Ezequiel 34:13 (escrito entre 593 - 571 AEC)
Como ateo, nunca he dado ningún crédito a la Biblia con sus profetas que, en general, fueron presentados como personas que recibieron revelaciones de Dios mismo, que posteriormente escribieron para la posteridad. Tales pasajes proféticos que supuestamente vaticinaron o predijeron lo que vendría, fueron intercalados a lo largo de la Biblia, siendo los más citados los de Ezequiel, Daniel, Mateo 24/25 y Apocalipsis. Mientras que algunas profecías bíblicas estaban condicionadas por las condiciones asumidas implícitamente o expresadas explícitamente, otras fueron representadas de diversas maneras como declaraciones directas de Dios, o expresadas como las percepciones privilegiadas, aunque deliberadamente portentosas, de sus supuestos autores, a quienes se les atribuyó poderes proféticos inexplicables.
Quienes creen en la profecía bíblica se involucran en la exégesis, la explicación crítica o interpretación de un texto, y en la hermenéutica, la teoría de la interpretación de textos de las escrituras que ellos creen que contienen descripciones de política global, desastres naturales, el surgimiento de Israel como nación, la venida de un Mesías, un reino mesiánico, y el Apocalipsis.
Así que mientras trabajas en tu película, y con eso en mente, deberás demostrar claramente el lado negativo de la profecía bíblica, que a menudo ha sido secuestrada y explotada por religiones fraudulentas e ideologías cuestionables como una justificación para acciones y políticas que, si son examinadas de manera imparcial por una corte o tribunal penal internacional se considerarían como una violación de los Convenios de Ginebra – que constan de cuatro tratados y tres protocolos adicionales – y equivalen a crímenes contra la humanidad.
Una de las explotaciones fraudulentas más exitosas de la profecía bíblica fue y sigue siendo perpetrada actualmente por la tan aclamada “única democracia en el Medio Oriente”, que como un estado judío sionista de Apartheid cita narraciones bíblicas para justificar su arrogante desprecio impune hacia todos los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y por su limpieza étnica del pueblo palestino que, por cierto, se define como un crimen contra la humanidad según los estatutos de la Corte Penal Internacional (CPI) y el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY).
La limpieza étnica de Israel ha involucrado la eliminación forzosa sistemática de palestinos autóctonos cristianos y musulmanes de Palestina con una fuerza militar abrumadora para hacerla étnicamente homogénea. Dicha limpieza ha incluido la eliminación de evidencia física y cultural en Palestina a través de la destrucción de hogares, centros sociales, granjas e infraestructura; y la profanación de monumentos, cementerios y lugares de culto palestinos.
Tu película debe argumentar que las narraciones bíblicas inventadas por sí solas son insuficientes para justificar la colonización brutal y la limpieza étnica de un territorio supuestamente prometido a los judíos por el mismo Dios. También debería ser evidente que la perpetración de crímenes contra la humanidad en Palestina está siendo asistida por grupos de cabildeo judíos altamente organizados y financiados en abundancia; por la imperdonable representación de los principales medios de comunicación de los brutales colonizadores judíos como víctimas; por una satanización inconcebible de la población indígena; y por la implacable supresión de la libertad de expresión a través de la explotación del “antisemitismo” y el “Holocausto” para silenciar y criminalizar las críticas hacia Israel en todo el mundo.
La extensión de la nazificación de nuestras libertades por parte del sionismo se ilustró recientemente con el interrogatorio a un alumno que llevaba una insignia y pulseras de “Palestina Libre” en la escuela por parte de la policía británica antiterrorista. En lugar de alentar a sus alumnos a aprender y apoyar los derechos humanos, los maestros denunciaron al niño a la policía por lo que solamente puede describirse como su compromiso con la Declaración Universal de los Derechos Humanos que comienza afirmando categóricamente que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Están dotados de razón y conciencia y deben actuar unos con otros en un espíritu de hermandad”. Pero apoyar tales sentimientos en lo que concierne a los palestinos, ahora parece ser un delito en Gran Bretaña. La acción de los maestros en este caso recordaba a la Alemania nazi cuando los roles se invirtieron con el Movimiento de las Juventudes Hitlerianas, que preparaba a los escolares para informar sobre cualquier conversación o acción “subversiva” que llevaren a cabo sus maestros, amigos, vecinos e incluso sus propios padres. En Gran Bretaña, la existencia de una Policía del Pensamiento sionista es ahora una realidad y su supresión de la libertad de expresión está matando lo poco que queda de la democracia británica.
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