1 ...7 8 9 11 12 13 ...17 Cada uno de los siguientes seis puntos —de la b a la g— hace una contribución significativa en ayudar a la pareja a desarrollar una filosofía de vida verdaderamente bíblica.
b. CBPM ayuda a las parejas a desarrollar confianza en la efectividad y suficiencia de la Escritura. El presente libro se basa en la convicción de que la Palabra de Dios tiene todos los recursos necesarios para comprender los problemas de la gente y proveer las soluciones (Sal 19:1; 2 Ti 3:16-17; 2 P 1:3-4). Se enseña a las parejas a descansar en la Escritura y apropiarse de sus verdades. Descubrir que la Palabra de Dios es práctica, útil y poderosa (Heb 4:12) traerá verdad y cambios duraderos. Esto a cambio impulsa una vida confiada en su suficiencia. Cuando surjan las dificultades, los esposos estarán mucho más capacitados para ver la Escritura en lugar de otras fuentes que ofrecen su ayuda. Al construir sus vidas juntos sobre el fundamento de un apoyo efectivo y suficiente (Mt 7:24-27), la pareja tendrá las mejores probabilidades de éxito matrimonial.
c. CBPM ayuda a la pareja a establecer un matrimonio centrado en Dios. Una de las manifestaciones del pecado es el centrarse en uno mismo. Expresándolo bíblicamente, esto se refiere a la preferencia de uno mismo (deseos y metas) sobre Dios; el hombre ocupa el centro del escenario y se convierte en la medida de todas las cosas. Cuando se ve esto dentro del contexto del matrimonio, el centrarse en uno mismo es siempre algo que debilita porque provoca un conflicto incesante entre los intereses de las dos partes. Los consejeros bíblicos creen que la solución no está meramente en mayores esfuerzos para ser más considerado o menos presuntuoso. Claro que esto es importante, pero insuficiente. La respuesta puede hallarse en el compromiso con una perspectiva teocéntrica de la vida. Esto significa que toda la existencia de la persona, cada pensamiento, actividad, deseo, plan, etc., deben estar centrados en dar la gloria a Dios (Sal 29:1, 2; Ap 4:11). Esto involucra reconocer su grandeza (Éx 34:5-7) y significa también conducir aun las actividades más banales para su honra (1 Co 10:31). Glorificar a Dios es el fin principal del hombre, la razón última por la que ha sido creado (Lv 10:3; 1 Cr 16:24-29; Ro 15:5-6). Es precisamente esta actitud la que la CBPM busca lograr, ayudando a las parejas comprometidas a buscar la gloria de Dios como su prioridad. Esto hace una invalorable contribución a la armonía futura porque anima a la pareja a cambiar su enfoque en sí mismos, demandas personales, heridas y, aun caprichos, para dirigirlos hacia Dios. El resultado final será una vida matrimonial de confianza y equilibrio (Dn 11:32b).
d. CBPM asegura que la pareja tenga una clara comprensión de la enseñanza acerca del orden bíblico para el hogar. Gran cantidad de personas, al entrar en la iglesia a través de la conversión, tienen poca o ninguna comprensión acerca de lo que dice la Palabra de Dios sobre de las relaciones en el hogar. Por otro lado, es común hallar que, aun entre aquellos que han crecido dentro de la iglesia, esta importante área de conocimiento no existe o está incompleta. Por esto es indispensable que los pastores se aseguren de que las parejas que ellos van a casar tengan claridad al respecto. Después de todo, la enseñanza de la Biblia acerca del matrimonio y la familia no es una sugerencia ni una opción. Es el propio diseño de Dios, su receta para el éxito dentro del hogar y, como tal, debe ser tomado con la seriedad que se requiere. Para reconocer este hecho, la CBPM invierte el tiempo necesario y ayuda a las parejas a desarrollar su comprensión en este campo y aplicarlo a sus vidas. Con este propósito, el título «El matrimonio diseñado por Dios» es muy útil, así como los estudios provistos en la parte cuatro que se enfocan en las diferentes relaciones dentro del hogar. Estos materiales pueden ser usados efectivamente por el consejero para animar a la pareja a interactuar con la Escritura. En el proceso, ellos podrán corregir las concepciones no bíblicas y dar una estructura correcta a su forma de pensar.
e. CBPM asegura un conocimiento práctico de algunos asuntos cotidianos. El proceso de consejería prematrimonial da a las parejas la oportunidad de tratar con temas prácticos en su relación, tales como el presupuesto, compartir el dinero, control de natalidad y vida sexual. Cada uno de estos tópicos —y los mencionados son solo pocos— tiene una gran potencialidad para convertirse en un problema, dado que la pareja entra en el matrimonio con sus propias nociones preconcebidas acerca de cada uno. Esto puede llevar fácilmente a un conflicto tanto antes como después de casados. Para evitar tal tensión tanto como sea posible, la consejería prematrimonial ayuda a los novios a comprender la perspectiva del otro, así como a negociar una posición en común. Pero lo más importante es que la CBPM impulsa dos metas: (1) aprender lo que la Escritura enseña específicamente acerca de un tema dado y, donde no exista enseñanza específica, hallar los principios aplicables; (2) comprender que el tratar con estos temas prácticos de una manera apropiada es asunto de una buena mayordomía cristiana. Dios ha confiado a sus hijos todos los recursos que tienen y espera que ellos los usen sabiamente (1 Co 4:1; 1 P 4:11). Y si estos recursos se convierten en una fuente de conflicto, los esposos estarán actuando como malos mayordomos. Un comportamiento errado frente a estos temas siempre conducirá a pérdidas. La CBPM ayuda a las parejas a evitar esto al proveerles la guía que necesitan para trabajar estos temas prácticos de acuerdo con la intención de Dios.
f. CBPM provee a algunas parejas la oportunidad de dejar a sus padres. La Escritura deja claro que el matrimonio involucra la formación de una nueva unión, una nueva unidad familiar, una nueva relación primaria expresada en el concepto de llegar a ser «una sola carne» (Gn 2:24). Para que esta unidad sea más que algo teórico, la pareja debe dejar a sus padres (en este versículo, se habla específicamente del hombre; pero se implica a la mujer también). El dejar no siempre será algo físico (en la Biblia, muchos personajes parecen haber vivido en una situación de familia extendida). Sin embargo, siempre será una partida psicológica y emocional para que los nuevos compañeros se adhieran uno al otro y ya no más a sus padres. Es muy común en la sociedad latinoamericana, sin embargo, que los padres continúen directamente involucrados en los asuntos del nuevo matrimonio. Los resultados suelen ser raramente positivos. La CBPM ayuda a la pareja a comprender y aplicar la posición de la Biblia a este respecto. Es de esperarse, por supuesto, que algunos de los aconsejados tengan dificultades con este punto, a menudo porque sienten culpa frente a sus padres «excluidos». Además, está el frecuente malentendido y aun resentimiento de parte de algunos de los padres. Pero a pesar de la presión paterna, es indispensable «dejar y unirse» si es que se quiere establecer un matrimonio auténticamente bíblico. La CBPM anima a los futuros esposos a caminar hacia esta meta, en ocasiones involucrando a los padres para que ellos mismos logren comprender mejor las intenciones de Dios para el matrimonio.
g. CBPM da la oportunidad de conocer modelos positivos de los roles. La Escritura tiene mucho que decir acerca de la importancia de los modelos de los roles (de mentores, por ejemplo). Esto comienza con el ejemplo de Cristo mismo ( Jn 13:15). Una persona que siguió al Señor en este asunto fue el apóstol Pablo, quien comprendió la importancia de llegar a ser un modelo para otros (1 Co 11:1). Como resultado, sus protegidos, Timoteo, Tíquico y Tito, también se convirtieron en modelos para otros (1 Ti 4:12; Col 4:7; Tit 2:7). La herramienta educacional más efectiva es la de «dar vida» a un patrón en particular, siendo una persona con credibilidad. Esto es especialmente cierto en el matrimonio. La lección mayor dentro del matrimonio bíblico es una relación consistente y de acuerdo con los principios de la Palabra de Dios. Muchas de las personas que entran al matrimonio en Latinoamérica han sido, en diferentes grados, expuestos a ejemplos de vida en pareja menos que ideales, por lo cual hay una gran necesidad de estar en contacto con parejas evangélicas que «lo estén haciendo bien». Para atender a esta necesidad, la CBPM recomienda que las iglesias desarrollen el concepto de una familia de contacto. Esto se refiere a una pareja que tenga un matrimonio genuinamente cristiano y que pueda ser enlistada en un equipo que esté disponible para servir como mentor para parejas más jóvenes. Específicamente, desarrollarán una amistad con los futuros esposos mientras estos toman la consejería prematrimonial. Esto puede lograrse al invitar a la pareja a cenar ocasionalmente, tiempo en el cual se puede compartir acerca de su propio crecimiento en Cristo y en su relación de casados. Esto proveerá una excelente forma de comunicar los propósitos de Dios para el matrimonio, así como despertar en la nueva pareja la esperanza de que ellos también pueden llegar a tener una relación sólida (Mt 10:25).
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