LO QUE CADA CREYENTE DEBERÍA SABER
SOBRE LA TENTACIÓN
por John Owen
Este libro es un resumen de la obra
del puritano John Owen
publicada por primera vez en 1658 y
titulada en inglés como “On Temptation”.
PUBLICACIONES FARO DE GRACIA
P.O. Box 1043
Graham, NC 27253
Publicado por:
Publicaciones Faro de Gracia
P.O. Box 1043
Graham, NC 27253
www.farodegracia.org
ISBN 978-1-629462-18-9
Este libro fue traducido de una versión abreviada en inglés titulada: “Lo Que Cada Creyente Necesita Saber Sobre la Tentación” publicado por Grace Publications Trust y en su versión original en inglés por Banner of Truth Trust. El título de la versión original en inglés es: “On Temptation”.
Agradecemos el permiso y la ayuda brindada por Grace Baptist Mission (139 Grosvenor Ave. London N52NH England) y Banner of Truth (3 Murrayfield Road, Edinburgh, EH126EL) para traducir e imprimir este libro al español.
Traducción realizadapor Omar IbáñezNegretey Thomas R. Montgomery.
© Copyright, Derechos Reservados para la traducción al español.
Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, procesada en algún sistema que la pueda reproducir, o transmitida en alguna forma o por algún medio – electrónico, mecánico, fotocopia, cinta magnetofónica u otro – excepto para breves citas en reseñas, sin el permiso previo de los editores.
© Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.
SOBRE LA TENTACIÓN
Contenido
Capítulo 1 La Advertencia del Salvador en contra de la Tentación
Capítulo 2 La Tentación: ¡Manéjela con Cuidado!
Capítulo 3 ¿Por qué Debemos Tomar Tan en Serio la Tentación?
Capítulo 4 Entrando en la Tentación: Los Síntomas
Capítulo 5 ¿Cómo Podemos Guardarnos Libres de la Tentación?
Capítulo 6 ¿Para Qué Estamos Velando?
Capítulo 7 ¿Cómo Podemos Guardar Nuestros Corazones en Contra de la Tentación?
Capítulo 8 ¿Qué Sucede Si Usted No “Vela y Ora”?
Guía de Estudio
Lección 1: La Advertencia del Salvador Contra la Tentación
Lección 2: La Tentación: Manéjela con Cuidado
Lección 3: Por Qué Debemos Tomar Tan en Serio la Tentación
Lección 4: Los Síntomas de Entrar en la Tentación
Lección 5: Cómo Podemos Guardarnos Libres de la Tentación
Lección 6: Para Qué Estamos Velando
Lección 7: Cómo Podemos Guardar Nuestros Corazones contra la Tentación
Lección 8: Qué Sucede Si Usted No Vela y Ora
¿QUIÉN ES JOHN OWEN?
Otras obras recomendadas para este tema:
Capítulo 1
La Advertencia del Salvador
en contra de la Tentación
Los discípulos se sentían confiados aún y cuando el peligro estaba a la vuelta de la esquina. Fue entonces que el Señor dio esta advertencia: “Velad y orad, para que no entréis en tentación...” (Mat.26:41; Mr.14:38; Luc.22:46) Cada discípulo de Cristo necesita la misma advertencia. Esta advertencia contiene tres lecciones básicas que cada creyente debería aprender muy bien:
1. La tentación es algo contra lo cual el creyente necesita guardarse continuamente.
2. “Entrar en tentación” significa ser tentado en la forma más profunda y peligrosa.
3. Para evitar que seamos dañados por esta clase de tentación, el creyente debería aprender a “velar y orar”.
En la Biblia vemos que existen dos clases diferentes de tentación. Hay un tipo de tentación que Dios usa y hay un tipo de tentación que Satanás utiliza. La tentación es como un cuchillo que puede ser utilizado para un propósito bueno o malo: puede servir para cortar la comida o puede ser usado para cortar su garganta.
I. La clase de tentación que Dios usa.
Algunas veces la Biblia usa la palabra “tentación” para significar una prueba o un examen. (Vean por ejemplo que la versión antigua traduce Santiago 1:2 como “diversas tentaciones” y la versión 1960 traduce la misma frase como “diversas pruebas”.) Abraham fue probado por Dios (vea Gen.22:1) y en una forma u otra, todos los creyentes están sujetos a pruebas y tentaciones.
Hay que notar dos puntos importantes acerca de dichas pruebas.
Primero: El propósito de Dios en enviarnos pruebas.
a. Las pruebas ayudan al creyente a conocer el estado de su salud espiritual.
A veces, la experiencia de una prueba enseñará al creyente las gracias espirituales que Dios está produciendo en su vida. La prueba que Dios le envió a Abraham demostró la fortaleza de su fe. A veces la prueba le mostrará al creyente las maldades de su corazón de las cuales no estaba consciente. Dios probó a Ezequías para revelarle el orgullo que había en su corazón (2 Cron.32:31). A veces los creyentes necesitan ser animados viendo las gracias espirituales que Dios está obrando en sus vidas. A veces los creyentes necesitan ser humillados aprendiendo acerca de la maldad oculta de sus corazones. Dios cumple ambos propósitos a través del uso de pruebas adecuadas.
b. Las pruebas ayudan al creyente a conocer más acerca de Dios.
1) Solamente Dios puede guardar al creyente de caer en el pecado. Antes de que seamos tentados, pensamos que podemos manejar cualquier tentación con nuestras propias fuerzas. Pedro pensaba que jamás negaría a su Señor. La tentación le mostró que sí era capaz de hacerlo. (Mat.26:33-35, 69-75).
2) Cuando hemos aprendido nuestra debilidad y el poder de la tentación, entonces estamos listos para descubrir el poder de la gracia de Dios. Esta es la gran lección en que el apóstol Pablo fue enseñado por medio de “su aguijón en la carne” (2 Cor.12:7-10).
Segundo: Dios tiene muchas maneras para probar a su pueblo.
Dios prueba a cada creyente en una manera muy personal. En seguida daremos tres ejemplos de los métodos que Dios usa en ocasiones para probar a su pueblo:
a. Los prueba encomendándoles deberes que sobrepasan sus recursos. El apóstol Pablo se refiere a esta clase de prueba cuando escribe: “Pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas...” (2 Cor.1:8). Esta fue una prueba que Dios usó para enseñar a Pablo lo que él dice: “Para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos” (2 Cor.1:9). Los creyentes no deberían estar sorprendidos ni desmayados si Dios les encomienda una tarea que pareciera ser demasiado grande para ellos. En esta manera Dios prueba a los creyentes para hacerles ver si su fe en el poder divino es fuerte o débil.
b. Dios prueba a los creyentes permitiendo que sufran por su fe. Algunas veces el sufrimiento es muy severo, aún hasta el punto de la muerte (por ejemplo, el martirio). Tal clase de sufrimiento es una prueba la cual la mayoría de los creyentes temen. Sin embargo, muchos creyentes han encontrado que en forma inesperada les fue concedida la fortaleza para ser torturados y aún para morir por Cristo. Todos los creyentes son llamados a sufrir de alguna forma u otra (Fil.1:29 y 1 Ped.2:21). Tales sufrimientos son llamados por el apóstol Pedro como “la prueba de vuestra fe” (1 Ped.1:7 Versión Antigua).
c. Dios prueba a los creyentes permitiendo que se encuentren con maestros falsos y enseñanzas falsas. En esta manera Dios pone a prueba la lealtad y el amor del creyente hacia El. (Deut.13 es un buen ejemplo de esta clase de prueba.)
Estos son tres ejemplos de la variedad de métodos que Dios usa para probar a su pueblo. Esta clase de prueba que Dios usa siempre tiene la intención de hacer bien a su pueblo. Estamos listos ahora para ver la clase de tentación que Satanás usa.
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