Ponce, Liliana, 1950-
Mi jardín salvaje –Antología / Liliana Ponce. -- Medellín: Editorial EAFIT, 2020
88 p.; 20 cm. -- (Colección Otramina)
ISBN 978-958-720-602-9
1. Poesía argentina. I. Tít. II. Serie
A861 cd 23 ed.
P792
Universidad EAFIT – Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas
Mi jardín salvaje
–Antología–
Colección Otramina
A cargo de Darío Jaramillo Agudelo
Primera edición: marzo de 2020
© Liliana Ponce
© Editorial EAFIT
Carrera 49 No. 7 sur - 50
Tel.: 261 95 23, Medellín
http://www.eafit.edu.co/fondoeditorial
Correo electrónico: fonedit@eafit.edu.co
Edición: Claudia Ivonne Giraldo G.
ISBN: 978-958-720-602-9
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Diseño epub:
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–Antología–
DE TRAMA CONTINUA,1976 DE TRAMA CONTINUA , 1976 Brillo de lo blanco… Brillo de lo blanco que encandila (nada ha caído). Debilitamiento que demuestra que el blanco no engendra. Otro posibilita todo. Naturaleza– (escribo bajo el susurro de una voz que no te ha conocido huyendo del frío, riesgo del amanecer, y aún desde la aguda negación). Discontinuo, nunca llamado. Lugar que ha ocupado el lugar ocupante. Decía: azul encendido nada sagrado como ella atravesando las palabras con su cuerpo.
Brillo de lo blanco… Brillo de lo blanco… Brillo de lo blanco que encandila (nada ha caído). Debilitamiento que demuestra que el blanco no engendra. Otro posibilita todo. Naturaleza– (escribo bajo el susurro de una voz que no te ha conocido huyendo del frío, riesgo del amanecer, y aún desde la aguda negación). Discontinuo, nunca llamado. Lugar que ha ocupado el lugar ocupante. Decía: azul encendido nada sagrado como ella atravesando las palabras con su cuerpo.
Ella abrió la puerta… Ella abrió la puerta… Ella abrió la puerta, pero yo estaba ya dormido sobre charcos narcóticos. Pero esto fue, en realidad, antes de conocerla. Cuando estaba, y yo no había nacido o ya estaba muerto: descubriría el cuerpo, cerraría su majestad definitiva en lo imposible nocturno.
en su boca arde la noche… en su boca arde la noche… en su boca arde la noche descorre un paño azul lleva al fondo la piedra, tapa el agujero ni olvido ni saciedad todo lo que se ha amado destella aún, termina ni viaje ni amor en el mar los puentes se desploman con vehemencia apoyan el fuego donde se abre el tajo donde babean
Este gris que se abre… Este gris que se abre… Este gris que se abre, que comienza en el arrobamiento, escribe el acto de perder en el lugar presente, como la marca de una sed a la que yo mismo había abandonado. Pero la llama de dios es tan habitual a la araña, que desaparece. La llama es dios y se sacia en el propio pensamiento. No rechazaría esta baba, el único punto, estrangulado entre los restos, recordando que no sería él el desierto, el menos vacío, en el extremo, un amo demente. La Edad de Oro que expira lanza un frío por encima del ojo y recorre con él. En ningún sentido yo. –El fuego vuelve al movimiento donde lo universal es interior al ser. Este gris espectral que se abre y llama tardíamente a una liberación, arranca su verdadera atadura, no absorbe la parte ciega –por estrechas vías revela la entrega imaginaria, el poder de la muerte que durmiendo rara vez nos une. Está en el curso de su cuerpo incluso en ruinas, ahora tegumentos húmedos, oleosos –al mismo tiempo que el objeto se deshace puesto en tela de juicio.
Una ola de nieve… Una ola de nieve… Una ola de nieve se estrella contra la noche. Rodeados de mordaces estrellas nocturnas, retornamos. En la puerta de bronce las sombras buscan el sueño perdido y la cierran de golpe.
Un hombre ha sido muerto… Un hombre ha sido muerto… Un hombre ha sido muerto. Fue cuando dejó de oír ambiguamente. Un hombre ha sido muerto –quien sabía que alguien dibujaba el círculo. Hasta aquí desde la cuerda que arrastraba habitaciones vacías. El suelo ha desaparecido. El cielo ha desaparecido.
DE COMPOSICIÓN,1976-1979
Alba…
Avanza la diosa…
Caería desde lo alto…
Centinela negro…
Una suave línea de hielo…
¿Quién es la que así me abraza?…
DE TEORÍA DE LA VOZ Y EL SUEÑO,2001
Escribir es hoy un vacío…
Quedaré en la arena real…
Abre la puerta la bestia…
Soy yo ese aliento…
Yo soy –o era–…
¿Miraremos desde nuestra trampa…?
Una voz como una puerta…
Alegoría de la mañana
Sobre la quietud
Amor en océanos de arena
Diario
DE FUDEKARA,2008
Día 1
Día 2
Día 3
Día 4
Día 5
Día 6
Día 7
Día 8
Día 9
Día 10
Día 11
Día 12
Día 13
Día 14
DE PASEANTE Y HUÉSPED, 2016
Poema
Stella
Siesta
Arranqué las flores…
mi jardín salvaje…
Oigo una voz a la medianoche…
DE TRAMA CONTINUA , 1976
Brillo de lo blanco…
Brillo de lo blanco que encandila
(nada ha caído).
Debilitamiento que demuestra que el blanco
no engendra.
Otro posibilita todo.
Naturaleza–
(escribo bajo el susurro de una voz que
no te ha conocido
huyendo del frío,
riesgo del amanecer, y aún desde la aguda negación).
Discontinuo, nunca llamado.
Lugar que ha ocupado el lugar ocupante.
Decía: azul encendido
nada sagrado como ella atravesando las palabras
con su cuerpo.
Ella abrió la puerta, pero yo estaba ya dormido
sobre charcos narcóticos.
Pero esto fue, en realidad, antes de conocerla.
Cuando estaba, y yo no había nacido
o ya estaba muerto:
descubriría el cuerpo, cerraría su majestad definitiva
en lo imposible nocturno.
en su boca arde la noche…
en su boca arde la noche
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