1 ...7 8 9 11 12 13 ...16 Edwards fue un líder que nos habló—y sigue hablando—la Palabra de Dios. Lo que él habló (y escribió) en El Fin Por el Cual Dios Creó el Mundo sería suficiente justificación para la publicación de este libro. Pero su sus palabras y sus escritos son lo que son por causa de lo que él era. Y nos será de gran ayuda si vemos algo de lo que John De Witt quiso decir cuando escribió, “[Edwards] fue el más grande en su atributo de prevalente, penetrante e irradiante espiritualidad.” 71Detrás de la grandeza de su pensamiento estaba la grandeza de su alma. Y su alma fue grande porque estaba llena de la plenitud de Dios. En nuestro día necesitamos ver a su Dios y ver el alma que vio a este Dios.
Cómo No Imitar lo Grande
Por supuesto la imitación a través de los siglos y las culturas es un asunto delicado. Las simulaciones serviles y externas de estilo o lenguaje evidenciarán una falla en entender lo que Edwards mismo buscaba en la creativa adaptación de la solida y antigua verdad bíblica a su propio día. Requiere sabiduría discernir como las fortalezas de un antiguo santo deberían aparecer en otra era. Como es en los proverbios lo es en la biografía, “Espinas hincadas en mano del embriagado, Tal es el proverbio en la boca de los necios”. (Pro 26:9). “Las piernas del cojo penden inútiles; Así es el proverbio en la boca del necio.” (Pro 26:7). Por lo tanto, cuidémonos no sea que terminemos poniéndonos el chaleco y la peluca de Edwards y hagamos el ridículo. Él tiene mucho para darnos de lo que desesperadamente necesitamos.
Nacimiento, Familia, Intelecto Juvenil
Jonathan Edwards nació el 5 de Octubre de 1703 en Windsor, Connecticut. Era el único hijo varón entre los once hijos de Timothy Edwards, el pastor congregacional de la localidad. La tradición dice que Timothy solía decir que Dios lo había bendecido con sesenta pies (18 metros) de hijas. Le enseno latín a Jonathan cuando tenía seis años y lo envió a la universidad de Yale cuando tenía doce. En aquellos días la universidad había comenzado apenas hacia quince años y luchaba por mantenerse a flote. Pero aun así fue un lugar de explosivo estimulo y crecimiento intelectual para Jonathan Edwards.
Mientras estudiaba allí, cuando cumplió quince años leyó lo que vino a ser una influencia formativa en su pensamiento, Ensayo Sobre el Entendimiento Humano de John Locke. Años más tarde dijo que eso le había dado más placer “de lo que encuentra el más miserable de los codiciosos cuando junta montones de plata y oro de algún recién descubierto tesoro.” 72Ya a esta temprana edad había iniciado un patrón de escritura y pensamiento que canalizaría sus grandes capacidades mentales y del corazón hacia una extraordinaria productividad literaria.
Siendo aun un muchacho comenzó a estudiar con su lápiz en su mano , no con el propósito de copiar el pensamiento de otros, sino de escribir y preservar los pensamientos sugeridos a su propia mente mientras estudiaba. Esta tan útil práctica la inició en varias materias de sus estudios desde muy temprano; y consistentemente la practicó en todos sus estudios a lo largo de su vida. Su lápiz parecía en un sentido haber estado en su mano siempre. De esta práctica aplicada con consistencia, él derivó las muy grandes ventajas de pensar continuamente durante cada uno de sus periodos de estudio, de pensar minuciosamente, de pensar coherentemente y de pensar habitualmente siempre 73.
Se graduó de Yale en 1720, dio el discurso de graduación en latín como el más destacado, y luego continúo sus estudios allí por dos años más para prepararse para el ministerio. A los diecinueve años recibió la licencia para predicar y tomó un pastorado en la Iglesia Presbiteriana Escocesa de Nueva York por ocho meses de agosto 1722 a abril 1723.
La Intensidad y Enfoque Mental de Su Vida Espiritual
La intensidad de su vida interna en esos tempranos años fue extraordinaria. Sus famosas “Resoluciones” capturan algo de la asombrosa pasión de este periodo de su vida. Había un enfoque de pensamiento que gobernaba su vida y lo capacitaba para realizar cosas asombrosas. Por ejemplo, la resolución #44 dice, “Resuelvo, que ninguna otra meta sino la religión tendrá ninguna influencia en ninguna de mis acciones y que ninguna acción será guiada, en la más mínima circunstancia, más que por la religión.” 74La resolución # 61 dice, “Resuelvo, que no daré lugar a ese desgano que encuentro que afloja o relaja mi mente de estar plena y fijamente establecida en la religión, no importa la excusa que pueda tener para ello.” 75
Esto era una aplicación radical del dictado bíblico, “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. (2Tim 2:4). Fue precisamente este enfoque mental en la “religión” lo que dio lugar a una vida entera de estudios y escritos centrados en Dios. La religión, para Edwards, significaba vivir y pensar cristianamente. Y todo estaba enraizado en un sistema de conocimiento—una “ciencia” gloriosa llamada divinidad. En una ocasión predicó un sermón en Hebreos 5:12 (“deberíais ser maestros”) en el cual describió en qué tenía él enfocada su mente, es decir:
Dios mismo, el eterno Tres en uno, es el principal objeto de esta ciencia; y luego Jesucristo, como Dios-Hombre y Mediador, y la gloriosa obra de la redención, la obra más gloriosa que jamás fue efectuada: también los grandes temas del mundo celestial, la gloriosa y eterna herencia comprada por Cristo, y prometida en el evangelio; la obra del Espíritu Santo de Dios en los corazones de los hombres; nuestra responsabilidad ante Dios, y la manera en podemos llegar a ser…como Dios mismo de acuerdo a nuestra medida. Todos estos son los objetos de esta ciencia. 76
¡Oh, si este fuese el foco central y todo inclusivo de los pastores y líderes cristianos en nuestros días! Pero ha habido una gran pérdida de confianza de que tal foco y devoción de energía sean “exitosos”. Esta es una de las razones por las que los escritos de Edwards y su ejemplo son tan necesarios en nuestros tiempos.
Enamorándose
En el verano de 1723, entre su primer corto pastorado y su regreso a Yale, él se enamoró de Sarah Pierrepont. En la primera página de su libro de gramática griega él escribió la única clase de canción de amor de la que su corazón era capaz:
Se dice que hay una joven dama en [New Haven] que es amada por el Gran Ser que hizo y gobierna el mundo y que durante ciertas épocas este Gran Ser viene a ella de alguna u otra manera invisible y llena su mente de dulces y rebosantes delicias, y que casi nada le importa excepto meditar en Él…Ella posee una maravillosa dulzura, serenidad y universal benevolencia de mente, especialmente después de que el Gran Dios se le manifiesta. A veces va de un lugar al otro cantando dulcemente y parece estar siempre llena de gozo y placer sin que nadie sepa por qué. Le gusta caminar sola en los campos y alamedas y parece que alguien invisible estuviese siempre conversando con ella. 77
¡Sarah tenía entonces trece años de edad! Pero cuatro años más tarde, cinco meses después de que Edwards fue instalado como pastor de la prestigiosa iglesia de Northampton, Massachusetts, se casaron el 28 de Julio de 1727. Él tenía veintitrés años y ella diecisiete. En los próximos veintitrés años tuvieron once hijos, ocho mujeres y tres varones.
Educación y Establecimiento Ministerial
En septiembre de 1723, Edwards regresó a Yale por dos años más de estudio. Allí obtuvo su título de maestría y se convirtió en tutor. Pero en septiembre de 1726 renunció a su posición de maestro para aceptar el llamado a ser asistente de su abuelo Salomón Stoddard, quien había sido pastor de la prestigiosa iglesia congregacional de Northampton, Massachusetts desde 1672. En 1707, Stoddard había introducido una perspectiva de la Cena del Señor que la consideraba como una “ordenanza convertidora” y gente que decía no ser regenerada era animada a unirse a la iglesia. Esto llegaría a ser funesto para Jonathan Edwards cuando posteriormente él llego a una conclusión muy diferente. Mientras tanto, uno de los efectos de esta perspectiva sobre la congregación fue que produjo gente muy floja y degenerada al arribo de Edwards.
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