Migrantes
Alejandro Reig
Roger Norum
Contenido
A modo de prefacio: la doble ruptura
Preludio
Mapa de un paisaje que se mueve
Introducción
La migración en nuestros días
Capítulo 1
Migración, migrantes: ¿Qué es? ¿Quiénes son?
Capítulo 2
El globo en movimiento: una breve historia de las migraciones de todos y de todo
Capítulo 3
La migración a debate: tensiones y oportunidades
Capítulo 4
Ciudades, ciudadanía y civilización: de migrante a ciudadano
Capítulo 5
La migración humanizada: vidas e identidades móviles
Capítulo 6
¿Un futuro transformado?
Coda
Seguir caminando, cambiando
Agradecimientos
Notas
Créditos
A modo de prefacio: la doble ruptura
La migración, el movimiento de seres humanos de una a otra parte del planeta Tierra, nos enfrenta a una profunda paradoja y nos invita a reflexionar sobre la posible o imposible esencia que une a los humanos. La paradoja es que todo el mundo ocupa algún lugar, al que se siente pertenecer, y que todo el mundo viene de alguna parte, muy probablemente de un lugar muy alejado del que ocupa. El ser humano se hace a partir de un sitio concreto, con cuyos miembros se identifica y con los que construye un sentimiento de «nosotros», pero también se hace a partir de experiencias, personales o acumuladas históricamente, vividas en el movimiento. La historia nos demuestra que sin desplazamiento no existiríamos, o por lo menos no existiríamos tal como somos hoy. No habrían llegado los romanos a las islas británicas, ni serían católicos los portugueses (o musulmanes, o protestantes, o lo que quiera que sean), las lenguas bantús no se habrían esparcido por toda África, los proto-indios americanos no habrían sabido poblar las selvas amazónicas o las praderas de Nebraska, los habitantes de Senegal no irían a instalarse en las tierras regadas por el rio Segre y mezclarse con los habitantes de aldeas tan alejadas de las suyas y con nombres tan exóticos como Termens o Menarguens, etc. etc.
Tras leer el libro de Alejandro Reig y Roger Norum se me ocurre que la historia del ser humano ha consistido en una doble ruptura. La ruptura con el origen (con la madre y con el padre y con la polis que nos vio nacer) y la ruptura con aquello que, de una forma más o menos poética, hemos dado en llamar «naturaleza», o sea las leyes biológicas y físico-químicas que regulan el comportamiento de los objetos del universo, ruptura que nos torna gradualmente en animales cada vez más culturales.
La ruptura con el origen produce dos efectos distintos: por una parte, el recuerdo del lugar de las raíces, y por otra parte el re-enraizamiento en el lugar del destino. Ninguna de estas dos formas de relacionarse con lugares tiene por qué ser positiva o heroica. El recuerdo de las raíces puede ser nostálgico y bello, pero puede estar también lleno de miedo, de odio, de resentimiento, de arrepentimiento, etc. El re-enraizamiento puede ser un éxito, pero también un fracaso, y puede estar lleno de dificultades, de resistencias, de desencuentros culturales y personales. Pese a estas dificultades, poco a poco la humanidad ha ido constituyendo lugares que son una mezcla de personas enraizadas y de personas que recuerdan distantes lugares de origen, y a menudo ambas personas son la misma: personas con doble conciencia, simultáneamente enraizadas y desenraizadas, utópicas y nostálgicas. La forma como en cada lugar se afronta esta dualidad depende de muchas cosas, y este libro muestra diferentes «soluciones», o esfuerzos para encontrarlas, que se dan en diferentes contextos del mundo complejo en que vivimos hoy, y de aquellos no menos complejos que los humanos crearon en el pasado.
La ruptura con la naturaleza nos ha permitido grandes logros (entre otros comer de forma cada vez más sabrosa y con mejores modales, pasearnos vestidos en vez de desnudos, y por supuesto volar a mucha mayor velocidad que cualquier animal naturalmente dotado para ello), pero también nos ha inducido a una excesiva «regularización», a convencernos de que no basta con que lo natural tenga sus leyes (aquellas que descubrimos científicamente): hay que sobreponerle las humanas (aquellas que inventamos maquiavélicamente). Y así es como imponemos reglas para controlar, cognitiva y políticamente, el flujo de movimiento al que la propia tendencia a la ruptura, motor generador de historia humana, nos impulsa ciegamente. Hemos llegado a la perversión de pensar que el movimiento humano es anti-natural, que lo natural sería que uno se quedase en su madre comunidad, con los suyos, alimentando el grupo y siendo carne de cañón del mismo si fuera preciso, en vez de tener que estar migrando zoológicamente, como si de ñus o de golondrinas se tratara. Pero la tensión centrífuga, la fascinación por la ruptura, continúa tentando al espíritu, y las necesidades, o curiosidades, o tragedias, siguen hoy, como en el pasado, impulsando a millones de individuos a actuar, en su instinto de supervivencia o de superación de limitaciones, contra cualquier ejercicio de regularización externa. Y este libro también nos ofrece un amplio elenco de ejemplos de cómo los individuos se enfrentan, sea en el umbral de salida o en el de la llegada, a las restricciones de movilidad impuestas por los estados-nación y por la gobernación internacional.
Mucho más que un texto introductorio a un tema que nos ha acompañado siempre pero que ha cobrado un protagonismo muy agudo en los últimos veinte años, este texto constituye un ensayo que invita la constante reflexión y replanteamientos. Una experiencia ampliamente informativa y profundamente estimulante. ¡Feliz lectura!
Ramon Sarró MaluquerUniversidad de Oxford. Reino Unido
Preludio
Mapa de un paisaje que se mueve
« The Times They Are a Changin’» .
BOB DYLAN, 1964
El mundo de hoy no está quieto. Dondequiera que se mire, las cosas están cambiando rápidamente, y el ritmo de este cambio parece estar incrementándose sin cesar. La tecnología, la educación, la salud, los hábitos alimenticios, el vestido: pocas cosas en la vida son lo que eran hace solo algunos años. El ambiente, por su parte, está en un proceso de transformación de grandes alcances; que suele sintetizarse en uno de los eslóganes característicos de nuestro tiempo: «cambio climático». Modelos de empleo obsoletos van desapareciendo rápidamente. El tipo de comida que comemos es diferente, y también cómo la comemos. Nuevas formas de educación, como la «desescolarización» o el «educar en el mundo» están creciendo exponencialmente. Los emprendimientos colaborativos y la inteligencia de grupo están alterando los viejos modelos de poder, mientras avanzamos hacia un mundo con economías compartidas y comunidades de colaboración fuertemente conectadas. En algunos lugares, compartir se ha vuelto incluso más deseable que poseer: ahora nos quedamos en la casa de otra gente, compartimos nuestros automóviles, nuestros conocimientos, nuestras destrezas.
El cambio en cómo pensamos, en cómo actuamos, y en quiénes somos se ha convertido en un hecho de la vida cotidiana para miles de millones de personas en todo el planeta.
Lo mismo ocurre con el tema de este libro. El mundo de migración se define por ideas y experiencias de cambio. Incluso en el corto tiempo en el cual escribimos este libro, el discurso sobre la migración, sus procesos y sus prácticas han cambiado de forma perceptible. En pocos años han cambiado las políticas migratorias, han surgido nuevas rutas de migración y nuevos migrantes. La migración es, por supuesto en sí misma un acto de cambio, de movimiento, de renovación, de creación. Pero el hecho de que los acontecimientos y los números que definen a la migración continúen cambiando contribuyen a que este mundo dinámico sea cada vez más difícil de predecir.
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