El tercer capítulo está atento a los discursos periodísticos a través de la prensa gráfica pero también folletos, revistas, memorias, comunicados y fuentes estadísticas oficiales sobre índice mortuorio. La reconstrucción del cruce discursivo entre los postulados provenientes del establishment médico con los denominados charlatanes, enriquece la complejidad de las prácticas discursivas en un contexto de expansión de la profesionalización del campo médico. Nos adentramos en el mundo de la medicina alternativa, no sólo señalando las esperadas diferencias con la medicina diplomada, sino sorprendentemente identificando saberes, prácticas y terminología compartida, y demostrando cómo se construye un imaginario social que asociaba al miedo como principal etiología de la enfermedad.
Desde los periódicos se percibe una nueva representación del espacio físico agrupado en dos categorías metafóricas: la ciudad enferma, el campo saludable. Dentro de ese espacio los discursos no sólo se esforzaron por denunciar los focos de infección que originó la peste, como el Riachuelo, los saladeros, los conventillos y los inmigrantes, sino además enfatizaron sobre la ampliación de la ciudadanía social a través de la defensa de la salubridad pública por encima de intereses individuales. Al mismo tiempo se destaca la actuación del Estado para garantizar tales derechos, combinando un accionar tanto disciplinador como asistencialista.
Vinculado a la cuestión de los conventillos se erigió un imaginario entorno a la «casa enferma» que contagiaba y por estas razones se priorizó el desalojo como acción necesaria e inmediata para detener la expansión devastadora del foco. Los inmigrantes, por otro lado se convierten en chivos emisarios, responsabilizándolos (en algunos discursos) de la epidemia y etiquetándolos como la verdadera víctima del mal.
El cuarto capítulo focaliza en los discursos religiosos, con fuentes poco tenidas en cuenta hasta el momento, como el folleto de Julia Calderara o panfletos con oraciones que se repartieron luego de que decretasen las autoridades el cese de las actividades religiosas y el cierre de las iglesias durante semana santa. Intentamos reconstruir cómo se fue hilvanando un imaginario social que explicaba el fenómeno como castigo divino. Pero a la vez, como tales discursos asignan a la trasmisión de la enfermedad idénticas formas que la medicina diplomada.
Finalmente, el quinto capítulo, se centra en los discursos artísticos, con la propósito de aproximarnos a la construcción del estandarte de héroe y villano. Para ello se ha trabajado sobre la pintura al oleo y boceto del artista uruguayo Juan Manuel Blanes episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires y algunas poesías que refuerzan ambas imágenes en un contexto desolador y devastado donde, quizás, el angustioso y desesperante interrogante de Manuel Argerich, (uno de los héroes masón), haya sido un sentir común en la cuidad azotada:
“¿Quién es el que pueda romper esa nube de muerte que pesa sobre nosotros y que amenaza nuestra existencia?” M. Argerich ( meeting, del 13 de marzo de 1871).
1Para una profundización de estas cuestiones véase: Armus, Diego. « La enfermedad en la historiografía de América Latina moderna » . En: Asclepio revista de Historia de la medicina y de la ciencia, Madrid, LIV, 2, (2002a), pp. 41-60. Ibíd. « Cultura, Historia y enfermedad. A modo de Introducción » . En: Ídem(Ed.) Entre médicos y curanderos. Cultura, historia y enfermedad en América Latina moderna, grupo editorial Norma, Buenos Aires, (2002b), pp. 11-26. Recalde, Héctor. La salud de los trabajadores en Bs. As. (1870-1910) A través de las fuentes médicas. Grupo editorial universitario, Buenos Aires, 1997, pp. 23-62. Bernabéu Mestre, Joseph.« La actualidad historiográfica de la Historia social de la enfermedad » . En: Boletín de la asociación de demografía histórica, Madrid, XI, 1, 1993, pp. 23-36. Bourdelais, Patrice.« Epidemias y población: balance y perspectivas de las investigaciones » . En: Ídem, La población en Francia siglos XVIII-XIX , Instituto Mora, México, 1999. Cueto, Marcos. Salud, Cultura y Sociedad en América Latina. Nuevas perspectivas históricas. IEP-OPS, Lima, 1996.
2 Armus, Diego.« Legados y tendencias en la historiografía sobre la enfermedad en América Latina » . En Ídem(ed.) Avatares de la medicalización en América Latina. Lugar Editorial, Buenos Aires, 2005, p.:13.
3 Cueto, Marcos. El regreso de las epidemias. Salud y sociedad en el Perú el siglo XX. Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1997, p. 18.
4 Baczko, Bronislaw. Los imaginarios sociales. Memoria y esperanzas colectivas . Nueva Visión, Buenos Aires, 2005, p. 27.
5 Ginzburg, Carlo. El queso y los gusanos. El cosmos según un molinero del siglo XVI. Península Océano, Barcelona, 2008 [1976] pp. 24 y ss.
6Ambos conceptos son tomados de Michel de Certeau: “llamo estrategia al cálculo (o a la manipulación) de las relaciones de fuerzas que se hace posible desde que un sujeto de voluntad y de poder (una empresa, un ejército, una ciudad, una institución científica) resulta aislable. La estrategia postula un lugar susceptible de circunscribirse como algo propio y de ser la base donde administrar las relaciones con una exterioridad de metas o de amenazas.” “llamo táctica a la acción calculada que determina la ausencia de un lugar propio. Por tanto ninguna delimitación de la exterioridad le proporciona una condición de autonomía. La táctica no tiene más lugar que el del otro. Además debe actuar con el terreno que le impone y organiza la ley de una fuerza extraña [...] es movimiento “en el interior del campo de visión del enemigo” […] No cuenta con la posibilidad de darse un proyecto global ni de totalizar al adversario en un espacio distinto, visible y capaz de hacerse objetivo.” De Certeau, Michel. La invención de lo cotidiano. El arte de hacer. Tomo I, Universidad Iberoamericana, México, 1996 [1979], pp. 42-43.
7 Salas, Rubén Darío. « Perspectiva Retórica-Hermenéutica del discurso histórico y político » . En Actas del III Coloquio Nacional de Investigadores en Estudios del Discurso. Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso, 2004. http://www.fl.unc.edu.ar/aledar/hosted/3ercoloquio/231.pdf
8 Ibíd. El discurso Histórico-jurídico y político-institucional en clave retórico-hermenéutica . Instituto de investigaciones de historia del derecho, Buenos Aires, 2004, pp. 23-27.
9 Chartier, Roger. « ¿Existe una nueva historia cultural? » En Gayol, Sandra; Madero, Marta(ed.) Formas de Historia cultural, Prometeo, Buenos Aires, 2007, p.: 41.
10Resultan fundamentales los debates y aportes de Juan Magariños de Morentínen Comunicación Red Semiticians. Entre ellos: La semiótica de los bordes. Apuntes de metodología semiótica. Ultima actualización Enero 2009. http://www.magarinos.com.ar/Indice-Manual.html
11 Ruiz Ruiz, Jorge. Análisis sociológico del discurso: métodos y lógicas . En: Forum Qualitative Sozialforschung /Forum: Qualitative Social Research, 10(2), Art. 26, 2009. S/f. http://nbnresolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs0902263
12 Alonso, Luis E.; Callejo, Javier.« El análisis del discurso del posmodernismo a las razones
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