Introducción Introducción 
Huir de Dios Huir de Dios  La palabra del Señor vino a Jonás hijo de Amitay: “Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia”. Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor. Jonás 1:1-3a 1
Las tormentas del mundo Las tormentas del mundo  Bajó a Jope, donde encontró un barco que zarpaba rumbo a Tarsis. Pagó su pasaje y se embarcó con los que iban a esa ciudad, huyendo así del Señor. Pero el Señor lanzó sobre el mar un fuerte viento, y se desencadenó una tormenta tan violenta que el barco amenazaba con hacerse pedazos. Jonás 1:3b-4 Jonás huyó, pero Dios no le dejó marcharse. El Señor “lanzó sobre el mar un fuerte viento” (versículo 4). La palabra “lanzar” a menudo se emplea para arrojar un arma como una lanza (1 Samuel 18:11). Es una imagen vívida de Dios lanzando una terrible tormenta en el mar alrededor del barco de Jonás. Era un “fuerte” (gedola) viento, la misma palabra usada para describir a Nínive. Si Jonás se niega a entrar en una gran ciudad, entrará en una gran tormenta. A partir de este hecho, descubrimos noticias tanto desoladoras como reconfortantes.
¿Quién es mi prójimo? ¿Quién es mi prójimo? Jesús enseña acerca de las dos ideas sobre la importancia de la gracia común y del bien común en la famosa parábola del Buen Samaritano (Lucas 10:25-37). Jesús usa la exhortación de “amar a tu prójimo” aparentemente ordinaria y le da el significado más radical posible. Nos dice que todos aquellos que padecen necesidad, incluidos los de otras razas y creencias, son nuestro prójimo. También nos muestra que la manera de “amar” al prójimo no es simplemente de forma sentimental, sino a través de la acción práctica, costosa y sacrificial de satisfacer las necesidades materiales y económicas. El pasaje indica que Jonás se negó a hacer nada o incluso a hablar con los marineros paganos. El profeta malo, Jonás, es todo lo contrario al Buen Samaritano. No se preocupa para nada del “bien común”, no respeta a los no creyentes a su alrededor. En el libro de Santiago en el Nuevo Testamento, el autor argumenta que si tienes una relación con Dios que se basa en su gracia y ves a personas que “no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario” (Santiago 2:15) y no haces nada para ayudar, solo demuestras que tu fe está “muerta”, que no es verdadera (versículo 17). 9 Es por esta razón por lo que Santiago puede decir: “porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión” (versículo 13). La ausencia de misericordia en la actitud y las acciones de Jonás hacia otros revela que en su corazón desconocía la misericordia y la gracia salvadoras de Dios.
Aceptar al otro El patrón del amor Huir de la gracia Hacer justicia, predicar la ira Las tormentas del corazón El carácter de la compasión Nuestra relación con la Palabra de Dios Nuestra relación con el mundo de Dios Nuestra relación con la gracia de Dios Epílogo Agradecimientos Notas Acerca del autor
Timothy Keller
El profeta Pródigo
Jonás y el misterio de la misericordia de Dios
ISBN: 978-84-122660-2-3
En gratitud a Dios por la vida y el ministerio de John Newton (1725-1807), quien volvió a Dios durante una tormenta y llegó a ser el pastor que nos enseñó a nosotros, y a muchos otros, acerca de la belleza de la gracia sublime de Dios.
ÍNDICE
Introducción Introducción 
Huir de Dios Huir de Dios  La palabra del Señor vino a Jonás hijo de Amitay: “Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia”. Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor. Jonás 1:1-3a 1
Las tormentas del mundo Las tormentas del mundo  Bajó a Jope, donde encontró un barco que zarpaba rumbo a Tarsis. Pagó su pasaje y se embarcó con los que iban a esa ciudad, huyendo así del Señor. Pero el Señor lanzó sobre el mar un fuerte viento, y se desencadenó una tormenta tan violenta que el barco amenazaba con hacerse pedazos. Jonás 1:3b-4 Jonás huyó, pero Dios no le dejó marcharse. El Señor “lanzó sobre el mar un fuerte viento” (versículo 4). La palabra “lanzar” a menudo se emplea para arrojar un arma como una lanza (1 Samuel 18:11). Es una imagen vívida de Dios lanzando una terrible tormenta en el mar alrededor del barco de Jonás. Era un “fuerte” (gedola) viento, la misma palabra usada para describir a Nínive. Si Jonás se niega a entrar en una gran ciudad, entrará en una gran tormenta. A partir de este hecho, descubrimos noticias tanto desoladoras como reconfortantes.
¿Quién es mi prójimo? ¿Quién es mi prójimo? Jesús enseña acerca de las dos ideas sobre la importancia de la gracia común y del bien común en la famosa parábola del Buen Samaritano (Lucas 10:25-37). Jesús usa la exhortación de “amar a tu prójimo” aparentemente ordinaria y le da el significado más radical posible. Nos dice que todos aquellos que padecen necesidad, incluidos los de otras razas y creencias, son nuestro prójimo. También nos muestra que la manera de “amar” al prójimo no es simplemente de forma sentimental, sino a través de la acción práctica, costosa y sacrificial de satisfacer las necesidades materiales y económicas. El pasaje indica que Jonás se negó a hacer nada o incluso a hablar con los marineros paganos. El profeta malo, Jonás, es todo lo contrario al Buen Samaritano. No se preocupa para nada del “bien común”, no respeta a los no creyentes a su alrededor. En el libro de Santiago en el Nuevo Testamento, el autor argumenta que si tienes una relación con Dios que se basa en su gracia y ves a personas que “no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario” (Santiago 2:15) y no haces nada para ayudar, solo demuestras que tu fe está “muerta”, que no es verdadera (versículo 17). 9 Es por esta razón por lo que Santiago puede decir: “porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión” (versículo 13). La ausencia de misericordia en la actitud y las acciones de Jonás hacia otros revela que en su corazón desconocía la misericordia y la gracia salvadoras de Dios.
Aceptar al otro
El patrón del amor
Huir de la gracia
Hacer justicia, predicar la ira
Las tormentas del corazón
El carácter de la compasión
Nuestra relación con la Palabra de Dios
Nuestra relación con el mundo de Dios
Nuestra relación con la gracia de Dios
Epílogo
Agradecimientos
Notas
Acerca del autor

Como la mayoría de personas que se criaron yendo a la iglesia, había oído hablar de la historia de Jonás desde que era niño. Sin embargo, como pastor que enseña la Biblia, había experimentado varias fases de desconcierto y asombro ante este breve libro. Para el intérprete, el número de temas es un desafío. Parece que trata acerca de tantas cosas…
¿Trata sobre el tema de la raza y el nacionalismo, ya que Jonás parece estar más preocupado con la seguridad militar de la nación que con una ciudad llena de personas perdidas espiritualmente? ¿Trata sobre el llamamiento de Dios a la misión, ya que Jonás primero huye, pero después va, aunque se arrepiente de haber ido? ¿Trata sobre las luchas que tienen los creyentes a la hora de confiar y obedecer a Dios? La respuesta sería sí a todas, e incluso a más. Hay un gran número de escritos académicos acerca de Jonás que revelan la riqueza de la historia, las distintas capas de significado y la aplicabilidad variada a la vida y al pensamiento humanos. 1
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