Miguel Ángel Navarro Navarro
Rectoría General
Carmen Enedina Rodríguez Armenta
Vicerrectoría Ejecutiva
José Alfredo Peña Ramos
Secretaría General
Ricardo Xicoténcatl García Cauzor
Rectoría del Centro Universitario del Sur
Humberto Palos Delgadillo
Secretaría Académica
Ernesto Flores Gallo
Rectoría del Centro Universitario
de Arte, Arquitectura y Diseño
Ángel Igor Lozada Rivera Melo
Secretaría de Vinculación y Difusión
José Alberto Castellanos Gutiérrez
Rectoría del Centro Universitario
de Ciencias Económico Administrativas
José Antonio Ibarra Cervantes
Coordinación del Corporativo
de Empresas Universitarias
Sayri Karp Mitastein
Dirección de la Editorial Universitaria
Primera edición electrónica, 2018
© 2018, Jaime Romero de la Luz
D.R. © 2018, Universidad de Guadalajara
Editorial Universitaria
José Bonifacio Andrada 2679
Col. Lomas de Guevara
44657 Guadalajara, Jalisco
www.editorial.udg.mx
01 800 UDG LIBRO
ISBN 978 607 547 218 8
Conversión gestionada por:
Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2018.
+52 (55) 52 54 38 52
contacto@ink-it.ink
www.ink-it.ink
Se prohíbe la reproducción, el registro o la transmisión parcial o total de esta obra por cualquier sistema de recuperación de información, existente o por existir, sin el permiso previo por escrito del titular de los derechos correspondientes.
Hecho en México / Made in Mexico
Presentación Presentación El Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola está organizado por el Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara, en colaboración con la Dirección de Artes Escénicas y Literatura de Cultura UdeG y la Editorial Universitaria. Este concurso nace como homenaje a la memoria y el trabajo literario de Juan José Arreola, escritor originario de Ciudad Guzmán, y por la necesidad de convocar desde su ciudad natal un premio en uno de los géneros literarios más interesantes: el cuento. La Universidad de Guadalajara instituyó este concurso, que se ha ido consolidando a lo largo de estos años, con la finalidad de estimular el trabajo creativo de cuentistas mexicanos, el cual está abierto para obras inéditas de escritores residentes en el país. La obra ganadora de esta XVII edición es Una madrugada sin retorno de Jaime Romero (Ciudad de México, 1975). El jurado estuvo integrado por Carlos Manuel Velázquez, Fernanda Melchor y Pedro Paloú, quienes otorgaron por unanimidad el premio “por tratarse de una voz sólida, con tramas bien construidas y por ser un trabajo consistente a lo largo de las once historias que lo conforman. Destaca su voluntad por encontrar el misterio detrás de situaciones cotidianas y por el buen manejo del lenguaje”.
Vía láctea
¿Quién soy yo para juzgar?
Un beso en los labios
Lo subjetivo de las distancias
De vuelta a la sociedad
Puro instinto animal
Cruda de domingo
Aplausos para el cantante
Amor de verdad
Un poema en la oscuridad
Una madrugada sin retorno
El Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola está organizado por el Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara, en colaboración con la Dirección de Artes Escénicas y Literatura de Cultura UdeG y la Editorial Universitaria. Este concurso nace como homenaje a la memoria y el trabajo literario de Juan José Arreola, escritor originario de Ciudad Guzmán, y por la necesidad de convocar desde su ciudad natal un premio en uno de los géneros literarios más interesantes: el cuento.
La Universidad de Guadalajara instituyó este concurso, que se ha ido consolidando a lo largo de estos años, con la finalidad de estimular el trabajo creativo de cuentistas mexicanos, el cual está abierto para obras inéditas de escritores residentes en el país.
La obra ganadora de esta XVII edición es Una madrugada sin retorno de Jaime Romero (Ciudad de México, 1975). El jurado estuvo integrado por Carlos Manuel Velázquez, Fernanda Melchor y Pedro Paloú, quienes otorgaron por unanimidad el premio “por tratarse de una voz sólida, con tramas bien construidas y por ser un trabajo consistente a lo largo de las once historias que lo conforman. Destaca su voluntad por encontrar el misterio detrás de situaciones cotidianas y por el buen manejo del lenguaje”.
Me estaba quitando las botas cuando llegó la mujer de don Marcelino a tocar la puerta. Eran unos golpes fuertes que hacían sentir su urgencia en la lámina. Mi señora y mis dos chamacos estaban bien dormidos, pues ya era tarde. Yo venía llegando de dejar un pasaje a la terminal de autobuses y, para que no se me despertaran, me levanté rápido para ir a abrir.
—Buenas noches, doña —dije un poco molesto—. ¿Qué se le ofrece a estas horas?
—Buenas noches, Jacinto —respondió la señora y, ante mi sorpresa, de buenas a primeras me extendió tres mil pesos en billetes de quinientos—. Mi marido está muerto y quiero que lo lleve a Huitzuco con sus familiares —se me enchinó la piel al oír eso.
Acepté los billetes porque estaba en apuros económicos y, además, porque a don Marcelino tenía bastante tiempo de conocerlo; cada inicio de mes pasaba por él a su casa y lo llevaba a la minera de Mezcala donde trabajaba. Se había venido a vivir a tres calles de mi casa cuando se juntó con esta señora. Dejó a su familia en Huitzuco. Los hijos de don Marcelino nunca aceptaron una nueva mamá. Como le ayudaba con sus herramientas me pagaba bien. Le causaba gracia que yo hubiera estudiado historia en la Universidad Autónoma de Guerrero y por no titularme tuviera que trabajar por mi cuenta como transportista. A mí me parecía más gracioso que un amigo que había estudiado periodismo haya terminado vendiendo periódicos y revistas en un puesto cerca del Centro de Salud. En fin, sin hacer ruido me puse una chamarra y, como contagiado por el desasosiego de aquella mujer, agarré las llaves de la camioneta y nos dirigimos a su hogar.
Ella iba sentada a mi derecha, enfundada en un suéter negro y con los ojos enrojecidos. En silencio dimos vuelta por Valerio Trujano y ahí, a dos calles, estaba su casa. Aunque estaba cerca, me pareció una eternidad.
—¿Y de qué murió don Marcelino? —me atreví a averiguar con curiosidad casi morbosa.
Читать дальше