Emma Hurtado - Los colores de tu alma

Здесь есть возможность читать онлайн «Emma Hurtado - Los colores de tu alma» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los colores de tu alma: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los colores de tu alma»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Leyre está rota, rota por dentro. Por primera vez, el don que le hace ver el color del alma de la gente, es una maldición, pues mientras que la de todo el mundo es de vivos colores, la suya es gris, como un día de tormenta. Ha renunciado a su sueño de ser profesora de música y se ha mudado a Madrid, con la esperanza de poder volver a empezar, sin embargo, los recuerdos y el dolor son más fuertes que nunca. Samantha sueña con ser una artista de éxito, pero tiene que resignarse viendo como sus trabajos son infravalorados continuamente. Con un empleo que odia y la esperanza de que, algún día, su sueño se hará realidad, sobrevive en Madrid, en un piso al que acaba de mudarse una extraña compañera. Conocerse hará que las vidas de Leyre y Samantha cambien por completo, pero,
¿serán capaces de dejar el pasado y el dolor atrás y continuar?

Los colores de tu alma — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los colores de tu alma», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Pero si estás estupenda —señalo, aceptando un beso que planta en mi mejilla.

—Será por fuera, pero por dentro... ¡ay! —Se sienta en el sillón, dejándose caer con esfuerzo—. ¿Y tú qué, niña? ¿Cómo te va la vida por aquí?

Lo cierto es que a pesar de que Lucía vive aquí, no he hablado demasiado con ella de mis logros en la capital, de hecho, me costó mucho informarle de que me había mudado porque no tenía demasiadas ganas de ver a nadie, aunque ahora que la tengo aquí, no puedo más que arrepentirme de que no haya venido antes. Verla ha sido como regresar a los veranos en el norte, junto a mi abuela.

—No me puedo quejar, la verdad.

Creo que se queda un poco escasa la respuesta, dado que pide más información:

—¿Cumple Madrid tus expectativas?

La pregunta, tan específica, me hace pensar un momento. No creo que viniera con unas expectativas firmes, aunque por el momento este lugar ha logrado ofrecerme empezar una nueva, que era lo que iba buscando. Aunque esto prefiero no revelárselo, al menos, por el momento.

—Dado que no venía más que con la expectativa de alejarme lo máximo posible de casa, supongo que sí. No era complicado hacerlo.

—Ya veo. ¿Y a tu don? —pregunta, de sopetón—. ¿Qué tal le ha sentado el cambio?

Supongo que ella estará acostumbrada a tratarlo como un tema más, como algo que tenemos en común y que no tenemos por qué esconder, pero a mí me cuesta algo más. Me aseguro de que, tal y como creía, Samantha no está en casa y una vez que he confirmado que la puerta de su habitación está abierta, con todo su desorden a la vista, es cuando puedo hablar.

—Me abrumaba al principio ver tantas auras, la verdad —revelo—. Cuando veía una gris tenía que hacer un esfuerzo por no tratar de consolar a esa persona y cuando veía una negra... —Tengo que hacer una pausa—. Aquí es frecuente la oscuridad.

Lucía conoce mi don porque fue el motivo que la unió a mi abuela Marian, hace ya muchos años. No estoy segura de cómo surgió ese encuentro entre ambas, pero creo que el mito de que una mujer podía ver el alma de las personas llegó hasta una joven y asustada Lucía, que no encontraba sentido a ese don que siempre la había hecho especial. Lucía fue en busca de aquella mujer y cuando dio con mi abuela, esta no dudó en ayudarla, de donde nació una amistad que duraría años. Nunca me contaron más detalles y lo cierto es que yo nunca he sido una niña tan curiosa como para preguntarlo todo, por lo que me conformé. Me bastaba con tenerla en casa todos los veranos y que hubiera alguien más que compartiera esa sensación de ser diferente.

Lucía es una médium, puede comunicarse con los fantasmas que se aparecen ante ella, algo que siempre me ha confundido, supongo que porque de pequeña siempre sentí miedo de un don como ese y ahora porque no alcanzo a comprenderlo del todo.

—Hay muchas personas malas por ahí sueltas, Leyre, que no te engañen sus caras amables.

Su tono torna a uno más duro al que no sé bien cómo responder. Ella lo sabe bien; lleva mucho más tiempo aquí que yo, pero es algo que no dejará de horrorizarme nunca. Las almas negras, tan llenas de maldad que esta colapsa cualquier otro sentimiento. Cuando me cruzo con una de ese estilo, instintivamente me echo a temblar. A veces corro, en una dirección aleatoria, me da igual, lo único que me importa es huir de su lado para que no pueda hacerme daño.

—Lo sé, pero... —mis palabras quedan presas en mi garganta.

—Cuando yo vine a Madrid la primera vez, tuve que marcharme a la semana —me revela ella, tras soltar un suspiro—. Era terrible. No podía siquiera dormir. Las voces me perseguían, sus miradas no me daban tregua y los más osados hasta se manifestaban ante mí. En ciudades grandes hay muchas más auras perdidas.

—Ya imagino —respondo, simplemente.

—A la semana tuve que volverme a Oviedo, cansada de todo esto. Fue tu abuela la que descolgó el teléfono para llamarme idiota, para decirme que no perdiera la oportunidad de hacer realidad mi sueño solo por miedo a un don. Nuestro don.

Pensar en la actuación de mi abuela me hace sonreír. Ella siempre vio nuestros dones como precisamente eso; un don que debíamos aprovechar porque habíamos sido afortunadas. Trato de repetírmelo cada día, de tener la misma visión que ella tenía, pero a veces me cuesta.

—Ella siempre tan tajante.

Logro contagiar a Lucía de mi sonrisa.

—Y tenía razón. Volví y aprendí a convivir con todo esto, ¿y sabes qué? Me gustó. He ayudado a más fantasmas y familias aquí de las que puedo contar, además de cumplir mi sueño de poner mi propia tienda de costura que fue creciendo hasta darme todo lo que tengo. Tu abuela me enseñó una lección muy valiosa: no puedes dejar que tus fantasmas te invadan, que el miedo arremeta contra la ilusión, porque si le dejas, es capaz de derribarla y quizá nunca más puedas levantarla. En mi caso, fantasmas fue en sentido literal, pero todos los tenemos de una manera u otra.

No me he dado cuenta en qué momento ha alcanzado mi mano, pero ahora la estrecha con fuerza. Sé que mi abuela no estaría orgullosa de mi miedo, de la forma que escapé de mis problemas, tratando de ocultarlos tras mi espalda, como quien cierra con llave una habitación llena de trastos, pero en ese momento era lo que necesitaba y no me arrepiento de estar aquí. Me arrepiento de, en el momento en el que imagino volver, mis manos me tiemblen y los fantasmas me invadan. Es complicado. Todo es demasiado complicado.

—Me intento obligar a recordar sus enseñanzas, pero a veces es complicado hacerme caso.

Lucía también suspira.

—Hay días oscuros, pero en todos puede entrar la luz, si tú se lo permites.

Aprieto los puños, conteniendo las lágrimas que amenazan con rodar por mis mejillas.

—Otra frase de la abuela Marian. —Intento reír, pero creo que el sonido que emito es más que evidente que es un sollozo—. La echo de menos.

—Yo también, niña, pero... ¿Sabes lo que nos diría si nos viera llorar por ella?

Esta vez, sí que logro soltar una carcajada sincera.

—Si en vez de tanto llorar os dedicarais a trabajar, podríais compraros ya dos mansiones —imito la voz de la abuela, lo que sonsaca una sonrisilla a Lucía.

El pitido del horno nos saca de esta conversación en la que preferiría no haber entrado nunca y por suerte para mí, tras servir la cena, no volvemos a ella. Hablamos de trabajo, de los viejos tiempos, de los veranos en Guipúzcoa y de las ganas que tiene Lucía de volver a esa casa. Incluso planeamos informalmente una escapada a la casa de la abuela, de la que todavía tengo las llaves. Y por segunda vez en mucho tiempo, río con sinceridad y los fantasmas me dan tregua una vez más.

Tanto, que cuando Lucía se marcha, casi siento pena, me entran ganas de organizar otra noche como esta, a pesar de que he llegado tan cansada de trabajar que solo tengo ganas de irme a dormir. Lucía, a modo de despedida, vuelve a tomarme las manos para decir, casi tímida:

—Niña, dentro de poco es tu cumpleaños, me gustaría tomarte las medidas para hacerte un vestido. Que no sea negro, que tienes unos ojos muy bonitos y no resaltan con tanto negro.

No puedo responder de inmediato a esa oferta porque me pilla completamente desprevenida. ¿Cómo ha podido acordarse ella y no yo de que dentro de poco es mi cumpleaños?

—Ummm, sí, supongo que no tendré problema en pasar cualquier día por la tienda.

—Eso sería maravilloso, mi niña. Buenas noches.

Como si tan solo necesitara sus mejores deseos para que esta noche duerma bien, en efecto, de nuevo, vuelvo a dormir de un tirón.

Конец ознакомительного фрагмента.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los colores de tu alma»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los colores de tu alma» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Emma Rathbone - Losing It
Emma Rathbone
Jessica Hart - Los Mejores Amigos
Jessica Hart
Emma Darcy - Gritos del alma
Emma Darcy
Felicia Figgume - Hart benutzt von allen
Felicia Figgume
Jorge Mario Betancur Gómez - Moscas de todos los colores
Jorge Mario Betancur Gómez
Enrique Garcés de los Fayos - 21 gramos del alma
Enrique Garcés de los Fayos
Pedro Mena Bermúdez - Los colores del diablo
Pedro Mena Bermúdez
Alfonso Hernandez-Cata - El alma de los muertos
Alfonso Hernandez-Cata
Christian Anwandter Donoso - Colores descomunales
Christian Anwandter Donoso
Roberto Hurtado García - Los que piensan en la nada
Roberto Hurtado García
Отзывы о книге «Los colores de tu alma»

Обсуждение, отзывы о книге «Los colores de tu alma» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x