Con esto no queremos decir que sea necesario que el niño o niña tenga gran cantidad de amigos, ya que la calidad de las relaciones siempre es más importante que la cantidad de estas.
Aplicación práctica
Señale, de los siguientes casos, qué comportamientos infantiles pueden presentar a priori problemas de socialización en la vida adulta:
a. Fernando es un niño que se pelea continuamente con sus compañeros. Los docentes llevan intentando que cambie esta actitud durante varios cursos. Sin embargo, hace caso omiso a toda advertencia.
b. María es una chica que tiene una especial predilección por dos amigos, Juan y Estrella, con los que comparte todo su tiempo en la escuela.
SOLUCIÓN
Aunque no se pueda concluir de forma definitiva cómo se va a comportar un/una alumno/a en la etapa adulta a partir de los datos obtenidos en su etapa infantil, está claro que en la primera opción estamos ante un caso en el que se muestra una escasa competencia social, por lo que tenemos que trabajar modelando de forma directa el comportamiento a fin de que no presente problemas de adaptación social cuando madure. El segundo caso no es preocupante a priori. Se trata de un claro ejemplo en el que priman la calidad de las relaciones personales sobre la cantidad de estas. Aun así, sería conveniente conocer más datos, por ejemplo, los referidos a la calidad de las relaciones que María establece con los adultos.
2.3. Desarrollo de la competencia social
Las habilidades sociales de una persona comienzan a desarrollarse desde el momento de su nacimiento. Esto queda patente en hechos como que un recién nacido interactúa con las personas que se encuentran a su alrededor mediante respuestas a estímulos externos: llorando cuando necesitan algo, cuando miran o sonríen a la gente de su entorno, etc.
Los niños y niñas en la etapa infantil son excelentes imitadores de conductas que se desarrollan en el mundo adulto en el que están inmersos. Todas estas conductas de las que ellos se hacen partícipes influyen de forma directa en su comportamiento social.
Es en la etapa correspondiente a la Educación Infantil donde los niños adquieren una mayor competencia social, aunque siempre tenemos que tener presente que no se parte desde una situación igualitaria. Las investigaciones demuestran que los niños tienen personalidades y caracteres que difieren de unos a otros ya desde su nacimiento.
Sabía que...
Los niños y niñas en la etapa infantil se estresan, ya que la infancia es un período que se caracteriza por muchos cambios a los que alumnos y alumnas deben hacer frente. Son precisamente estas situaciones las que producen ansiedad y tensión, llevándolos a comportarse de una manera distinta a la acostumbrada.
La familia juega un papel fundamental en la adquisición y desarrollo de estas competencias sociales. Un comportamiento apropiado o efectivo en una cultura podría ser menos apropiado en otra. De ahí, que los niños con distintas herencias culturales y familiares podrían necesitar distintos tipos de ayuda para superar sus diferencias iniciales y para hallar formas de aprendizaje por imitación. Es trabajo de familias y educadores/as la creación en sus aulas de comunidades abiertas y francas donde se acepten las diferencias.
2.4. Evaluación de la competencia social de un niño o niña
A continuación, se ofrece una lista con ítems de verificación que ayudará a comprobar si la evolución de la competencia social de un alumno es correcta. Esta se basa en la investigación sobre los elementos de la competencia social de niños en edades iniciales y en estudios que comparan el comportamiento de niños que establecen relaciones cordiales con sus compañeros, con el de otros que no lo hacen.
En el ámbito educativo cada vez más se llevan a cabo programas de habilidades sociales para prevenir por ejemplo deficiencias comunicativas.
Este listado engloba una gran cantidad de características que nos van a orientar acerca de un desarrollo social adecuado.
Existen factores externos como una enfermedad, la fatiga, el estrés, etc. que pueden afectar temporalmente a un correcto desarrollo. Por ello, nuestra obligación como profesionales de la educación es la observación diaria de nuestros alumnos y alumnas para que podamos actuar con juicio crítico ante una variedad de posibilidades personales que se nos presenten.
Lista de verificación de atributos sociales
La eficacia social como objetivo de la educación hace referencia a que el fin último de una escuela de calidad debe ser generar un ambiente que promueva permanentemente el progreso conjunto de todos los alumnos y alumnas (una equidad interna), siendo capaces de desterrar los condicionantes impuestos por el entorno tanto social como económico.
Desde este punto de vista, una escuela de calidad es aquella que asume globalmente la responsabilidad por los resultados del aprendizaje de todos sus alumnos y alumnas, y está comprometida con la mejora del aprovechamiento y rendimiento en la escuela; es una comunidad que aúna fuerzas para garantizar que los niños y niñas adquieran conocimientos y desarrollen las habilidades, actitudes y valores necesarios para poder llevar una vida personal y familiar en plenitud, ejercer una ciudadanía competente, activa y comprometida, participar en el trabajo productivo y continuar aprendiendo a lo largo de la vida.
Diversos pensadores a lo largo de la historia han ofrecido su visión de la eficacia social de la educación. Así, J. Dewey establece que la eficacia social no significa ni más ni menos que la capacidad de participar de la experiencia. Es todo lo que hace que la experiencia de uno tenga más valor para los otros, y todo lo que capacita a uno para participar más ampliamente en las experiencias valiosas de los demás.
Ejemplo
La informática en la escuela es coherente con el sueño de hacer una escuela con un alto grado de eficacia social.
La capacidad para producir y gozar el arte o la capacidad para el uso del sentido del ocio son elementos más importantes en ella que los elementos convencionalmente asociados a menudo con la ciudadanía.
La eficacia social está relacionada con el espíritu que está activamente interesado en usar nuestro conocimiento para romper las barreras sociales.
La educación continuada por parte de los/las educadores/as es uno de los ejes básicos que inciden en la eficacia social. Y, dentro de esta, todo lo referente a los avances científicos del conocimiento humano que contribuyan a la calidad de la escuela deseada. Innovar no es crear de la nada. Es más bien tener la sabiduría de revisar lo viejo y reinventar el mundo.
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