Esta masa documental supone casi el 60 % del total del volumen del Archivo Histórico, con algo más de 16.000 unidades de instalación, entre libros y legajos, en formato tradicional, es decir, en papel. A ello habría que unir grabaciones magnetofónicas, sellos, fotografías, cartelería y vídeos; propios todos estos últimos materiales de este fondo municipal, al margen de las colecciones específicas que posee el archivo y que constituyen fondos independientes (filmoteca, videoteca, fototeca). Cuando hablamos de documento nos estamos refiriendo a “toda expresión en lenguaje oral o escrito, natural o codificado, recogida en cualquier tipo de soporte material, así como cualquier otra expresión gráfica, que constituya testimonio de funciones y actividades sociales del hombre y de los grupos humanos”, como viene definido en el artículo 1º párrafo 2º de la Ley 3/1984 de 9 de enero de Archivos de Andalucía.
Todo este conjunto se considera además patrimonio documental, su constitución viene regulada por la ley y, específicamente, por el reglamento de régimen interior de nuestro archivo, que en su artículo 6º, párrafos 1º al 4º dice:
Se considera Patrimonio Documental Municipal el conjunto de documentos producidos, recibidos o reunidos por los órganos de gobierno y administración del Ayuntamiento en cualquiera de sus dependencias y servicios, incluidos los organismos autónomos; las personas jurídicas dependientes del Ayuntamiento, así como aquellas otras en cuyo capital social participe mayoritariamente; las personas privadas, físicas o jurídicas, gestoras de servicios municipales, en todo lo relacionado con dichos servicios; las personas físicas al servicio del Ayuntamiento, así como las que desempeñen cargos públicos en cualquiera de los órganos anteriormente mencionados, en el cumplimiento de sus funciones y responsabilidades.
El arco temporal que cubre el Fondo Municipal en la actualidad está compuesto por la documentación conservada entre 1411, fecha del documento más antiguo –al que ya nos hemos referido en alguna ocasión–, y todos aquellos documentos concluidos definitivamente hasta 1998. Se han estructurado según un cuadro de clasificación que nos ha permitido su control e identificación. El organigrama resultante es el siguiente ****9:
1 Gobierno.
2 Secretaría.
3 Justicia.
4 Beneficencia y Sanidad.
5 Obras y Urbanismo.
6 Patrimonio.
7 Educación.
8 Cultura.
9 Servicios.
10 Patronatos y Empresas Municipales.
11 Vivienda.
12 Fiscalización Municipal y Hacienda.
13 Elecciones.
14 Anejos y Colonias.
15 Paro Obrero.
Estas quince secciones, a su vez, se van dividiendo en subsecciones y estas, a su vez, en series documentales. Veamos, por ejemplo, la sección de Gobierno, formada por las siguientes subsecciones:
1.1. Ayuntamiento Pleno.
1.2. Comisión Municipal Permanente.
1.3. Comisiones Informativas y Especiales.
1.4. Comisión de Gobierno.
1.5. Secretaría Particular.
1.6. Protocolo.
1.7. Gabinete de Prensa.
1.8. Disposiciones y Autoridades Supramunicipales.
1.9. Acuerdos de Alcaldía.
1.10. Delegación Gubernativa.
En la subsección Ayuntamiento Pleno, las series documentales que podríamos encontrar serían los libros de actas de cabildo o los borradores de sesiones; en la subsección Disposiciones y Autoridades Supramunicipales, la serie de documentación real, sin duda la más llamativa y una de las más importantes de nuestro patrimonio documental, ya que en ella nos encontramos con los documentos reales: albalás, cartas misivas, reales cédulas, reales provisiones, cartas de merced, sobre cartas o privilegios rodados, que son las tipologías que se han llegado a conservar en nuestro archivo.
En la actualidad, la localización de la documentación se realiza a través de un instrumento de descripción, denominado inventario, que identifica la unidad de instalación. Se trata de una clásica herramienta de trabajo archivístico, que en nuestra legislación viene ya definida desde 1500 por una real pragmática de los Reyes Católicos, por la que se establecía la obligación a los ayuntamientos de elaborar inventarios para el control de los documentos. De esta época se conservan en nuestro archivo un par de libros copiadores, donde se transcribe, precisamente, la documentación de procedencia real. Uno de los instrumentos más interesantes es el inventario que se redacta a principios del siglo XVIII, siguiendo así mismo otra real provisión que ordena su redacción.
En nuestro caso, el Cabildo acordó la identificación de todos los legajos y libros conservados en las arcas del archivo. A partir de este momento, la colección de inventarios es muy significativa y nos proporciona una visión de conjunto única.
En la actualidad se está trabajando de manera sistemática en la actualización, en algunos casos, y en la elaboración desde cero, en otros, de los distintos fondos documentales. El inventario del Fondo Municipal, en un futuro próximo, estará concluido definitivamente y podrá accederse al mismo, bien en el propio archivo a la manera tradicional o a través de medios digitales, así como a una amplia cantidad de documentos de este y otros fondos que en la actualidad se están digitalizando.
Entre los documentos que podremos consultar se encontrarán actas capitulares, reales cédulas y provisiones, antecedentes del Registro Civil, Catastro del Marqués de la Ensenada o una importante colección fotográfica representativa de distintos aspectos de la ciudad de Antequera y de sus habitantes. Con ello procuraremos cumplir con el derecho de acceso e información que determina la ley y específicamente recoge el reglamento del archivo en su artículo 37:
Todos los ciudadanos tienen derecho a la consulta pública y libre del Patrimonio Documental depositado en el Archivo Histórico Municipal, dentro del acatamiento de las normas y sin más restricciones que las impuestas por la normativa vigente, y las derivadas del estado de conservación u organización de los fondos documentales.
****8Anteriormente publicado en Fragmentos para una historia de Antequera por el Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, 2009 con ISBN 978-84-7785-827-0.
****9Este cuadro de clasificación, no se corresponde con el actual vigente, fruto de una reestructuración para adaptarlo al resto de los cuadros usados en los Archivos Municipales de España, que en su mayoría presenta las siguientes secciones: 01. Gobierno; 02 Administración; 03 Servicios; 04 Fiscalización Municipal y Hacienda; 05 Patronatos y Empresas Municipales; 06. Anejos y Colonias; 07. Paro Obrero
El fondo parroquial
del Archivo Histórico Municipal de Antequera ****10
Dentro de los fondos depositados en el Archivo Histórico Municipal de Antequera, tal vez uno de los más interesantes por sus características sea el Fondo Parroquial, con el que cuenta el archivo desde el año 1972. En este año, concretamente el 7 de abril, el Ayuntamiento de Antequera firmó un convenio con el Obispado de Málaga con este objeto.
Esta importante colección documental está constituida por ocho archivos, que se corresponden con otras tantas parroquias de la ciudad, y no cabe duda de que compone una parte importante del patrimonio archivístico antequerano y una fuente histórica de gran valor. Debemos tener presente que los registros parroquiales constituyen las únicas fuentes demográficas seguras desde el siglo XVI hasta casi el último cuarto del siglo XIX, en que fueron sustituidos por el Registro Civil, por lo que son fundamentales para conocer la población y vida social de una localidad, así como para los estudios genealógicos.
El estado de conservación de la documentación de estas instituciones podemos calificarlo, en términos generales, de bueno.
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