Nicolás Teté - Nada nos puede pasar
Здесь есть возможность читать онлайн «Nicolás Teté - Nada nos puede pasar» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Nada nos puede pasar
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:5 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Nada nos puede pasar: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nada nos puede pasar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Nada nos puede pasar está poblada de adolescentes que crecieron en la última década del siglo XX. Es la generación que vivió el cambio de paradigma de un mundo al otro: de la televisión a la pantalla del celular; de ser espectadores de programas juveniles a protagonizar sus propias vidas en redes sociales. Ligeros y divertidos, dramáticos y graves, estos cuentos vienen a recordarnos, entre citas de canciones, cástings para programas de talentos, telenovelas juveniles y primeras experiencias sexuales, que todos brillamos alguna vez, aunque más no sea en un papel secundario.
Nada nos puede pasar — читать онлайн ознакомительный отрывок
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nada nos puede pasar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Los actores hablan mucho de sus obras de teatro, de sus clases con Lito y Bartís. Ni idea quiénes son pero con Carla ponemos cara de entender todo. El lunes empieza el rodaje y nuestras escenas son las primeras. No puedo dormir de la emoción, en el colegio ya están todos avisados, escuchaba todo el tiempo la canción para inspirarme y estaba haciendo dieta para no salir gordo en la película. Cuando llegamos al rodaje nos busca un asistente, nos lleva a maquillaje y peinado. La maquilladora me pregunta si estoy haciendo algún tratamiento para mi acné juvenil, me aconseja cremas y una pastilla. Mientras nos peinan y maquillan pienso en lo fácil que es para un actor creerse mil. Todo el equipo está detrás de nosotros que somos dos actores que ni siquiera hablamos en la película. Nos sentamos en el auto con Carla, en los asientos traseros. La cámara ya está puesta, unas luces gigantes nos alumbran. Aylín y Ramiro no aparecen. El asistente de dirección corre. La directora de la película come una manzana y se abanica con el guion. El de cámara grita “¿qué pasa que no arrancamos?”. Aylín y Ramiro salen del motorhome y se meten en el auto como si nada, ni nos saludan. Luz, cámara, sonido y acción, arranca el rodaje de la película.
Los chicos no nos dan mucha bola. Después de cada escena se meten en el motorhome. Quiero hablar con ellos porque sino me aburro. Vamos a buscarlos y cuando estamos por golpear la puerta escuchamos unos ruidos. Estaban cogiendo. Damos media vuelta y nos vamos a comer unos sándwiches del catering. Carla no se banca a Aylín, me lo dice cuando no tenemos a nadie cerca. Le parece muy falsa. A mí no me importa, yo quiero ser su amigo y que me ayude a armar mi carrera en Buenos Aires. Carla no se da cuenta de eso, de que ellos pueden ser nuestro trampolín. Somos los únicos del taller de teatro que estamos participando de la película. Para mí a ella le gusta Ramiro y no se banca que esté con Aylín. Pero bueno, yo veo muchas novelas.
El rodaje continúa y solo nos queda filmar el flashback de todos los amigos disfrutando de un picnic, pero para eso falta una semana. Ramiro se vuelve a Buenos Aires porque hace una obra de teatro allá. Yo voy a la filmación todas las tardes un rato, a saludar. Carla no quiere acompañarme porque tiene que estudiar mucho. Aylín sigue encerrada en el motorhome, ahora con el ayudante de producción. Cuando sale y me ve, me dice que se terminó su jornada de trabajo, que la acompañe a cambiar unos vouchers de comida a un bar del centro. No sabe dónde queda. En el camino me cuenta que Ramiro es un idiota. Está enamorada del asistente de producción y cree que se van a poner de novios. Aprovecho el momento de amistad para invitarla a mi fiesta de cumpleaños que hago el sábado.
Aylín viene a mi cumpleaños con Federico, el asistente de producción. Cuando llegan abandono a mis amigos del colegio y me pongo a charlar con ellos. Escucho que mis amigos cuchichean “Es la actriz de la película”. Mi cumpleaños debe haber sido el único de mi colegio con un casi famoso presente. Mi papá les da cerveza porque ellos sí tienen más de dieciocho años y les hace el monólogo en el que cuenta que tuvo que ir al psicólogo para aceptar que a mí no me gustan los deportes. A la media hora los chicos se van. Carla no les dio ni bola porque a ella no se la banca y no quiere cambiar de parecer. Yo estoy decidido a ser su amigo. En unos años, cuando me vaya a vivir a Buenos Aires, me va a venir bien tener su contacto. Hasta podemos hacer una obra de teatro juntos.
Estoy aburrido en casa y me voy al hotel. Espero en el hall porque Aylín salió. Espero más de una hora. Cuando ya estoy por irme, la veo llegar. Se sorprende de verme, le digo que vine a visitarla. Está un poco confundida. Me invita a subir a su habitación. Me dice que está fumada. Me pide que no le diga a Carla porque en un comentario que hizo en un ensayo le pareció que es medio pajuerana. En cambio a mí me ve de avanzada. Parecés porteño, me dice. Nunca había hablado con alguien que fume marihuana, porque estar fumado es eso, es haber fumado marihuana. Primero pensé que había fumado cigarrillo, pero no. Se acababa de coger al sonidista de la película en el gimnasio donde tienen vouchers. Se metieron en el vestuario de hombres y garcharon. No se puede enterar Federico, es nuestro secreto. Me pregunta qué pienso de la película, le digo que yo no leí el guion completo pero que estaba muy contento con mi personaje. La película va a ser una mierda, me dice de golpe. Ayer estábamos re fumados con los técnicos en la habitación del equipo de fotografía y nos dimos cuenta de eso, la película va ser una mierda. No tiene sentido, es todo ridículo y la directora no hace nada. Se la pasa meditando y pidiendo sesiones de masajes, se hace la estresada. Me vomita esa anécdota y se pone triste porque su primer protagónico en cine va a ser una mierda.
Le cuento todo a Carla, menos lo del porro. Me dice que Aylín es una puta como todas las actrices. Va a dejar las clases de teatro, va a abandonar la actuación, no le gustó la experiencia de la película. En mi caso, todo lo contrario: no veo la hora de seguir filmando. El último día de filmación coincide con nuestra escena del picnic. Es un solo plano, nosotros riendo y nada más. Cuando la directora dice corte, todos aplauden y nos felicitan. Terminó mi primer trabajo en cine.
* * *
Seguí en contacto con Aylín por mail, me sumó a unas cadenas que enviaba cuando tenía alguna participación en algún programa de TV o cuando estrenaba alguna obra de teatro. Dos años después la película sigue sin estrenarse. Con Carla estamos los dos mudados a Buenos Aires. Me llega una cadena de Aylín invitando a la avant premiere de la película. Le aviso a Carla y vamos. Se olvida que la odia. Llegamos al cine con nuestro mejor look de estudiantes del interior que tenemos. Nos acercamos a Aylín y la abrazamos. Nos dice que hablemos con la productora para que nos den las entradas. Ella no se queda a ver la película porque ya la vio, pero nos va a escribir para que vayamos a su fiesta de cumpleaños en una semana.
No hay entradas gratis para nosotros, no importa que seamos actores de la película, ni mucho menos que seamos de la provincia que puso plata para que se produzca. Las últimas entradas gratis se las llevó Gabriel Corrado. Compramos nuestras entradas porque queremos vernos en la pantalla grande. Por suerte tenemos un dos por uno que Carla cortó del diario del subte. Aylín y los técnicos tenían razón, la película es una mierda. La hermana más famosa de Ramiro se va a los quince minutos de empezada. Encima se había sentado en la punta de la sala, todos nos dimos cuenta de que se estaba fugando. Nosotros casi no aparecemos. La escena del choque es muy oscura, a mí se me ve un poco más porque los brackets brillan. La escena del picnic no la usaron. Cuando termina la película me emociono al leer mi nombre en los créditos, Carla también está llorando.
El misterio de los chinitos
Es martes, son las doce de la noche, mañana tenemos clases pero nadie piensa dormir, yo por lo menos no lo voy a hacer. Empezamos con el juego una noche que estábamos borrachos, la primera que a Carlitos le prestaron la camioneta del campo. Esteban lo había visto en una película y propuso que lo hiciéramos, por una única vez, como chiste, para hacer algo distinto. Igual, ya pasó un mes y es adictivo. No podemos parar, no es nuestra culpa, el pueblo lo pide, la gente nos espera. Nos están haciendo sentir por de más importantes. Somos los rompe chinitos, somos un peligro y estamos causando conmoción. Estamos en la primera plana del diario local, en los pensamientos de la gente. Les damos miedo y nos gusta. Lo mejor es que nadie sospecha de nosotros, o eso pensamos.
La soga está lista, la camioneta también. Ya derribamos tantos que no sabemos dónde vamos a encontrar nuevos. Hoy vamos al centro, ya hicimos todos los barrios donde no viven nuestras familias. Esta vez tenemos que arriesgarnos. Si mañana no hay chinitos derribados, de qué se van a quejar las abuelas y amas de casa en la radio municipal. Carlitos maneja con el mismo entusiasmo que el primer día, Esteban y yo vamos en la caja listos para la acción. Cuando llegamos, atamos la soga al chinito y le damos el okey a Carlitos que arranca con todo. Hacemos un par de metros arrastrando el chinito, llenando de chispas la calle, marcando el asfalto, y lo levantamos. La parte de atrás de la camioneta se convierte en un cementerio de cestos de basura. Los primeros días los guardábamos en el sótano de Esteban, pero claro, no eran tantos. Un mes después, ya no tenemos dónde meterlos, y esconder los chinitos cerca de nuestras casas es incriminarse. Por eso una vez que terminamos las actividades del día vamos y los tiramos al río, como si fuesen cadáveres.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Nada nos puede pasar»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nada nos puede pasar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Nada nos puede pasar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.