1. Los grupos de trabajo se crean con profesionales de varias disciplinas.
1 Verdadero
2 Falso
2. Ordene cronológicamente las distintas fases por la que pasa un grupo de trabajo durante su formación:
1 Creación de subgrupos.
2 Diferenciación.
3 Formación.
4 Realización y responsabilidad compartida.
5 Conflictos y confrontación.
3. Explique en un párrafo corto las posibles causas del comportamiento de un integrante de grupos de la tipología ‘mudo’, y qué hay que tratar de hacer para que se integre.
4. Si se detectan comportamientos egoístas en un grupo, ¿cuál será la actitud correcta hacia las personas que los provocan?
1 Aislar esos comportamientos.
2 El algunos casos incluso separar a las personas que no pueden controlarlos.
3 Establecer medidas de control durante los procesos de trabajo.
4 Todas las anteriores son correctas.
5. La organización interna de cada grupo se llevará a cabo de forma centralizada por el coordinador de todos los grupos de trabajo (justificar la respuesta).
1 Verdadero
2 Falso
Capítulo 5
Aplicación al catering del concepto de trabajo en equipo: el espíritu de equipo y la sinergia
En la industria del catering será más que importante conseguir y aprovechar la sinergia no solo de los equipos de trabajo, sino de toda la plantilla (habitual y eventual) y del resto de recursos que trabajan o colaboran para la misma.
La sinergia no es más que aprovechar el movimiento emprendido con ante-rioridad por la propia dinámica de la empresa, para darse impulso y no dejarla parar. Para ello hay que establecer relaciones muy especiales entre todos los integrantes de la plantilla, los departamentos y el resto de personal que de algún modo se relaciona con la actividad. En este capítulo se plantea la forma en la que ese movimiento se aprovecha de una forma más práctica.
Como quedó explicado en el capítulo anterior, el hecho de crear buenos ambientes de trabajo en cada uno de los grupos es fundamental para conseguir los objetivos propuestos. Tanto en el planteamiento previo de los grupos como en el desarrollo de la actividad con ellos habrá que sentar unas buenas bases de convivencia y trabajo, basadas en una serie de principios básicos de la psicología del trabajador, desarrolladas por la experiencia profesional de aquellos que han dirigido equipos en el ámbito público y privado.
Mucho hay escrito sobre el trabajo en equipo y algo ya se ha adelantado a lo largo de estas páginas. Vamos a hacerlo ahora exponiendo las cuestiones más relevantesde forma esquemática.
1 El mito del llanero solitario. Cualquier persona puede aspirar a acometer grandes retos, siempre que se rodee de un equipo adecuado. Una persona en solitario no debe pretender hacer grandes cosas, siempre debe contar con un equipo o formar parte de él.
2 La meta está por encima de la individualidad. Plantear el trabajo en equipo como un conjunto de individualidades es un error. Todos deben aportar y además deben ceder lo que sea necesario para el beneficio común. Es un ejercicio de altruismo en pos de conseguir la meta que se plantea para el grupo.
3 Cada individuo tiene sus cualidades. Esto no entra en conflicto con lo anterior, ya que el grupo puede tener una serie de necesidades distintas que puedan requerir de distintos especialistas que las lleven a cabo. El coordinador del grupo debe saber adjudicar tareas, parcelas o responsabilidades apropiadas a cada individuo, de acuerdo con sus características.
4 Al aumentar el nivel de exigencia, también aumenta la necesidad de trabajo en grupo. El trabajo debe estar organizado sabiendo que cuanta más dificultad vaya adquiriendo más importante será la coordinación de los integrantes, la ayuda prestada entre ellos, la comunicación, etc. La actitud positiva de ayuda y cooperación puede hacer que cualquier situación adversa también aporte algo aprovechable para el equipo.
5 Todos los miembros del grupo son importantes. Cuando se establece un grupo de trabajo y se le dota de unos objetivos a alcanzar, se deberá detectar si alguno de sus miembros presenta alguna debilidad manifiesta, pues esa será la debilidad de todo el equipo y habrá que hacer todo lo posible para subsanarla.
6 Detectar al integrante ‘catalizador’. Es aquel que sume las mayores responsabilidades en ciertos momentos críticos. Quizá esto solo se aplique a trabajos con mucha exigencia física y/o psicológica, y que se muevan a grandes niveles, pero a pequeña escala se podría utilizar para ubicar a dos tipos de integrantes de grupos: aquellos que quieren la responsabilidad (algunos estarían capacitados para ello y otros no) y los que no la quieren. En un momento clave, por supuesto habrá que dar la opción a los que quieren dicha responsabilidad y están capacitados para adquirirla.
7 Coordinador con capacidad de visión y comunicación. Un grupo se puede sentir perdido si no sabe a dónde va. Esto puede suceder porque su coordinador no sepa claramente cuáles son sus objetivos, o no sepa explicarlos con claridad.
8 Las actitudes pueden realzar o arruinar a un equipo. Un equipo bien coordinado, diseñado, equipado e integrado por personas con conocimiento y experiencia no siempre es garantía de éxito. Las malas actitudes puedan dar al traste con el normal funcionamiento del grupo. Usual-mente las malas actitudes se detectan en uno o varios integrantes del grupo y lo común es intentar cambiarlas y, si no fuese posible, apartar a la/s persona/s problemáticas del grupo.
9 Confianza mutua entre los integrantes. El clima de trabajo debe favorecer el que todos los miembros del grupo se fíen de sus compañeros y puedan contar con ellos para cualquier situación que se presente. Para ello todos se deben prestar al grupo en la misma medida.
10 Todos los miembros del grupo deben esforzarse. Es quizá una de las malas actitudes a las que se hacía referencia anteriormente. Es una equivocación pensar que si como integrante de un grupo se baja el nivel de esfuerzo, te beneficiarás igualmente del de los demás. Es algo a corregir desde que se detecta.
11 Evaluación y ajustes. Cuando se planifica el trabajo, se cuenta con cierta información acerca del mismo, que puede hacer prever la mayoría de las situaciones que se podrán dar durante su desarrollo. Sin embargo no siempre salen las cosas como se proyectaron, por lo que habrá que estar siempre evaluando los resultados que se van obteniendo y variar la planificación en la medida que sea necesario.
12 Identidad con el grupo. Todos los integrantes del grupo de trabajo deben poder sentirse identificados con el mismo. Esto es importante para crear la confianza mutua necesaria, para aceptar el reparto de tareas, para facilitar la prestación de ayudas, etc.
3. El espíritu del trabajo en equipo
Desde hace algún tiempo en el mundo empresarial se suele apreciar más las cualidades del trabajador para integrarse en un grupo de trabajo que sus características individuales.
Esta forma de trabajar requiere de los individuos que integran los grupos de trabajo una serie de actitudes y aptitudes muy particulares que, aunque hoy día están muy aceptadas y extendidas, conviene refrescar para que sean tenidas en cuenta antes y durante la formación de estos grupos de trabajo.
Hay autores que hablan de la regla de las cinco ‘C’, un conjunto de actitudes y aptitudes de las que deben hacer gala todos los integrantes de un grupo de trabajo.
1 Coordinación. Sea quien sea el coordinador del grupo de trabajo (alguno de sus integrantes o un profesional encargado de todos ellos), este necesita una figura que vaya ordenando las tareas y reubicando a sus miembros para que todo vaya perfectamente bien.
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